tag:blogger.com,1999:blog-74922757468320320582024-03-13T14:51:21.671-07:00El transhumanismoUnknownnoreply@blogger.comBlogger21125tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-24803181578522877072009-12-06T18:24:00.000-08:002011-05-04T03:48:57.361-07:00Transhumanismo<a href="http://3.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvkFf9oneI/AAAAAAAABOo/6_2RNY0tLFI/s1600-h/transhumanismo.bmp"><span style="color:#990000;"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 180px; FLOAT: right; HEIGHT: 240px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412170160346275298" border="0" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvkFf9oneI/AAAAAAAABOo/6_2RNY0tLFI/s400/transhumanismo.bmp" /></span></a><span style="color:#990000;"><em>“El hombre se ha hecho demasiado poderoso para permitirse el lujo de jugar con el mal. El exceso de su fuerza le condena a la virtud” j. Rostand (1967)</em><br /></span><br /><strong><span style="color:#660000;">1. INTRODUCCIÓN<br /></span></strong><br />Los objetivos que se pretenden con la presente comunicación son esencialmente dos: por una parte, conocer qué es el transhumanismo (cuyo símbolo es H+): comprender su complejidad, sus múltiples subtemas y ramas, entender sus puntos fuertes y sus debilidades, y atmebi´ne las razones del rechazo que genera. Por otra, más importante, reflexionar sobre los interrogantes que suscita el transhumanismo. Por más que esta corriente pueda ser para muchos desconocida y para algunos inaceptable, por sus contundentes y en ocasiones extrañas afirmaciones, es relevante su desafío para resolver la pregunta antropológica a la altura de nuestro tiempo.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">2. ¿QUÉ ES EL TRANSHUMANISMO?<br /></span></strong><br />Algunos autores consideran que el origen remoto del transhumanismo, al menos en la formulación de este término y en sus inspiración general, puede situarse en un texto de Julian Huxley de 1957.<br />Julian Huxley, hermano del famoso escritor Aldoux Huxley, y nieto del no menos célebre biólogo T.H.Huxley, conocido por ser el primer director de la UNESCO. Colaboró en la Sociedad Humanista de Nueva York (First Humanist Society of New York) y en su presidencia del congreso fundacional de la vigente Unión Internacional Humanista y Ética en 1952 (Internacional Humanist and Ethical Union). No obstante, también mantuvo una posición favorable a la eugenesia, entendida como manera de mejorar a los seres humanos. Así, en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1957 en una obra titulada <strong><em>“En nuevas botellas para nuevo vino”,</em></strong> y horrorizado por el aborrecible uso de la eugenesia que se había hecho, Huxley propuso el término “transhumanismo” para referirse a la perspectiva según la cual el ser humano debe mejorarse a sí mismo, a través de la ciencia y la tecnología, ya sea desde el punto de vista genético o desde el punto de vista ambiental y social.<br /><br /><span style="color:#990000;"><em>“La especie humana puede, si así quiere, trascenderse a sí misma, no sólo enteramente, un individuo aquí de una manera, otro individuo allá de otra manera, sino también en su integridad, como humanidad. Necesitamos un hombre para esa nueva creencia. Quizás transhumanismo puede servir: el hombre sigue siendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, realizando nuevas posibilidades de, y para, su naturaleza humana”. Julian Huxley. In New Bottles for New Wine. 1957</em><br /><br /></span>Si tuviéramos que definirlo en una frase, podríamos decir que el transhumanismo es la posición que defiende la mejora del ser humano para alcanzar un estado superior o posthumano. La definición que ofrece la Asociación Transhumanista Mundial (World Transhumanist Association) es la siguiente:<br /><br />El transhumanismo es un modo de pensar sobre el futuro basado en la premisa de que la especie humana en su forma actual no representa el punto final de nuestro desarrollo, sino más bien una fase comparativamente temprana. Formalmente lo definimos como sigue:<br />El movimiento intelectual y cultural que afirma la posibilidad y la deseabilidad de mejorar de modo fundamental la condición humana a través de la razón aplicada, especialmente desarrollando y haciendo ampliamente disponibles tecnologías para eliminar el envejecimiento y para mejorar notablemente las capacidades humanas intelectuales, físicas y psicológicas.<br />El estudio de las ramificaciones, promesas y peligros potenciales de las tecnologías que nos permitirán superar las limitaciones humanas fundamentales, y el estudio relacionado de las cuestiones éticas implicadas en el desarrollo y utilización de tales tecnologías.<br /><br />Con estas premisas, los transhumanistas no dudan en pensarse a sí mismos como una extensión del humanismo, ya que comparten su preocupación por los seres humanos en general y por los individuos en particular. Consideran que, aunque no se logre la perfección, si es posible mejorar las cosas promoviendo un pensamiento racional, la libertad, la tolerancia, la democracia y la preocupación por los semejantes seres humanos. Su énfasis está centrado en el potencial de “llegar a ser” del que disponemos. Por ello es por lo que afirman que es necesario y deseable mejorar la condición humana, y emplear medios racionales para lograrlo. Esa mejora no queda restringida a lo externo y ambiental (la cultura, la educación, los métodos humanistas tradicionales), sino que también se aplica al organismo humano. Y es esta aproximación la que permite pensar en ir más allá del humano actual.<br />Se puede decir entonces, que el transhumanismo básicamente promueve una aproximación interdisciplinar para comprender y evaluar las oportunidades de mejorar la condición humana y el organismo humano abiertas por el avance de la tecnología. Esto implica prestar atención a tecnologías actuales y emergentes como la ingeniería genética, la tecnología de la información, la nanotecnología molecular y la ciencia cognitiva, y a algunas hipotéticas pero posibles, que se anticipan, como la inteligencia artificial, el “almacenamiento mental” (mind uploaling) o la crionización. De hecho, este encuentro entre las cuatro tecnologías (que suele identificarse por sus iniciales NBIC: Nanotecnología, Biotecnología, tecnologías de la Información, tecnologías Cognitivas) es apoyado por los transhumanistas como un modo esencial para la mejora humana.<br />Algunas de las posibilidades de mejora promovidas por los transhumanistas son ya una realidad entre nosotros, por ejemplo los psicofármacos, los medicamentos para mejorar el tono muscular, o las técnicas de ingeniería genética que están en fase experimental. También empezamos a disponer de aplicaciones de la biónica (la utilización de artefactos mecánicos que se integran en el cuerpo humano, por ejemplo para sustituir un miembro amputado) y se experimenta, si bien con desigualdades resultados en la técnica de crionización (congelación a bajísimas temperaturas, por ejemplo para que una persona enferma “espere” a que se encuentre una cura para su patología, momento en que será “descongelada”). Lo que los transhumanistas defienden es una ampliación de estas técnicas que satisfacen nuestra demanda de mejora, no conformándose con las posibilidades actuales, sino planteando otras mucho más ambiciosas, como la curación de enfermedades desde el interior del propio cuerpo, utilizando nanorobots (robots creados con nanotecnología, que podrían moverse por el torrente sanguíneo, por ejemplo, reparando estructuras dañadas), o la disponibilidad de una técnica de mind uploading, una suerte de “copia de seguridad mental” que permitiría evitar la pérdida de información de nuestros frágiles sistemas cerebrales de memoria.<br />Como se ha comentado, los transhumanistas ven la naturaleza humana como un trabajo en progreso, un comienzo a medio hacer que podemos aprender a remodelar de modos deseables. La humanidad actual no tiene que ser el punto final de la evolución, más bien es considerada un comienzo. Esto les lleva, por una parte, a una defensa de la tecnología, y por otra, a promover estiles de vida, hábitos y modelos sociales que colaboren a dicha mejora. Pero también a una reflexión más teórica acerca d ela definición de lo humano Es verdad, y conviene mencionarlo, que, como movimiento con un ideario innovador y, en ocasiones, extraño, con ramificaciones muy diversas, y con conexiones muy amplias y variadas, dentro de las filas transhumanistas militan algunas personas con posturas radicales, frívolas o deliberadamente provocadoras. Pero también es cierto que hay pensadores serios que están tratando estas cuestiones desde la reflexión, aportando argumentos filosóficos y propiciando un interesante debate.<br />Entre las corrientes más destacadas del pensamiento transhumanista están las que a continuación se menciona, este breve e incompleto listado da una idea de la multiplicidad y la dificultad de caracterización de este movimiento: existe un Transhumanismo democrático, una filosofía política que recoge temas y posiciones de la democracia liberal, la democracia social y el transhumanismo buscando una síntesis; entre las corrientes más conocidas está la escuela más temprana de transhumanismo, el Extropianismo, cuyos principios constituyen una aproximación preactiva a la evolución humana; también hay un Transhumanismo Cristiano, llamado igualmente transhumanismo trascendente, que enfatiza la mejora humana en su dimensión espiritual; también se puede citar el Singularismo, una filosofía moral basada en la creencia de que se puede lograr una singularidad uniendo la materia y la vida, y que ha de ser promovida su realización y también asegurada su seguridad; existe un Tecnogaianismo, que recoge buena parte de las ideas relativas a la hipótesis Gaia y defiende una tecnología a favor del medio ambiente; y también existe, y es probablemente la corriente más interesante para nuestra reflexión, el Posthumanismo, una filosofía social basada en los principios del humanismo.<br />Los transhumanistas esperan que a través de un uso responsable de la ciencia, la tecnología y otros medios racionales, seamos capaces de converrirnos, antes o después, en “posthumanos”: seres con capacidades mucho más grandes que las que tienen los seres humanos en el presente, que se habrán logrado por medio de transformaciones radicales o a través de pequeños cambios que de modo progresivo configuran un nuevo mundo. El posthumano es un ser futuro cuyas capacidades básicas exceden radicalmente las de los humanos actuales hasta el punto de que no pueden ser calificados de ningún modo como humanos según nuestros criterios. Estos posthumanos alcanzarán capacidades intelectuales mucho más altas de lasactuales, tendrán más memoria y más inteligencia; serán resistentes a las enfermedades y al proceso de envejecimiento, por lo que tendrán un tiempo ilimitado para aprender más y generar más habilidades; tendrán vigor ilimitado y no se sentirán cansados, hartos o irritados; controlarán sus deseos, estados mentales y emociones; tendrán una capacidad más grande para el placer, el amor, la apreciación del arte y la serenidad; experimentarán estados de conciencia que el cerebro del humano actual no puede siquiera sospechar, etc. Hasta tal punto serán los posthumanos capaces de diseñarse a sí mismos y a su mundo de un modo radicalmente nuevo y diferente, que nosotros, los humanos, sencillamente no podemos ni imaginarlo.<br />El “transhumano” es, entonces, un ser transitorio que está más allá del humano actual, pero no alcanza aún las capacidades del posthumano. Es un estado intermedio del que algunos se preguntan si no es, realmente, el estado actual, dadas las capacidades de intervención tecnológica de que disponemos, en comparación con nuestros antepasados. El término “transhumano” se lo debemos a un futurista que se hacía llamar FM-2030 (Su nombre real era Esfandiary, F.M (1930-2000). Su extraño apodo derivaba de su esperanza en poder celebrar su cumpleaños centenario en el año 2030) y que acuñó este término como forma abreviada de “humanos transicional”. Las características de este tipo de humano, signos de transhumanidad, serían, según FM-2030, las prótesis, la cirugía plástica, el uso intensivo de la stelecomunicaciones, un estilo de vida cosmopolita y trotamundos, la androginia, la reproducción artificial, la ausencia de creencias religiosas y el rechazo de los valores familiares tradicionales. Obviamente, aunque ciertas posibilidades nos acercan a esa previsión posthumana, muchos defensores del transhumanismo no se identifican con la posición de este autor, especialmente en cuanto a los valores a defender. Lo cual es una muestra más de la diversidad existente en este movimiento.<br />Como aclaración de los presupuestos transhumanistas, y tras lo apuntado hasta aquí, nada mejor que referirnos a la Declaración Transhumanista de la World Transhumanist Association:<br /><br />En el futuro, la Humanidad será cambiada de forma radical por la tecnología. Prevemos la viabilidad de rediseñar la condición humana, incluyendo parámetros tales como lo inevitable del envejecimiento, las limitaciones de los intelectos humanos y artificiales, la psicología indeseable, el sufrimiento, y nuestro confinamiento al planeta Tierra.<br />La investigación sistemática debe enfocarse de acuerdo a esos desarrollos venideros y sus consecuencias a largo plazo.<br />Los transhumanistas creemos que siendo generalmente abiertos y aceptando las nuevas tecnologías disponemos de mejor oportunidad de volverlas en nuestro provecho que si intentamos condenarlas o prohibirlas.<br />Los transhumanistas defienden el derecho moral de aquellos que deseen utilizar la tecnología para ampliar sus capacidades mentales y físicas y para mejorar su control sobre sus propias vidas. Buscamos crecimiento personal más allá de nuestras actuales limitaciones biológicas.<br />De cara al futuro, es obligatorio tener en cuenta la posibilidad de un progreso tecnológico dramático. Sería trágico si no se materializaran los potenciales beneficios a causa de una tecnología injustificada y prohibiciones innecesarias. Por otra parte, también sería trágico que se extinguiera la vida inteligente a causa de algún desastre o guerra ocasionados por las tecnologías avanzadas.<br />Necesitamos crear foros donde la gente pueda debatir racionalmente qué debe hacerse, y un orden social en el que las decisiones serias puedan llevarse a cabo.<br />El transhumanismo defiende el bienestar de toda consciencia (sea en intelectos artificiales, humanos, animales no humanos, o posibles especies extraterrestres) y abarca muchos principios del humanismo laico moderno. El transhumanismo no apoya a ningún grupo o plataforma política determinada.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">3. ¿POR QUÉ ASUMIR EL ENVEJECIMIENTO Y LA MUERTE? VALORES TRANSHUMANISTAS.</span></strong><br /><br />Uno de los autores más interesantes de entre los defensores del posthumanismo es Nick Bostrom, director del Instituto Futuro de la Humanidad (Future of Humanity Institute), de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oxford, y fundador, junto a David Pearce, de la Asociación Transhumanista Mundial. Bostrom propone una “Fábula del Dragón” que resulta muy esclarecedora para comprender su posición.<br />La fábula cuenta que existía un dragón gigantesco que tiranizaba el planeta exigiendo un tributo en forma de diez mil hombres y mujeres diarios que habían de entregarse para ser devorados. El sufrimiento que esto generaba era atroz, pero todos los intentos por combatir al dragón fueron inútiles, de modo que acabaron por aceptarlo resignadamente. Los elegidos eran ancianos, que a pesar de ser en ocasiones las personas más sabias, se consideraba que al menos habían tenido la posibilidad de vivir unas cuentas décadas. Nadie podía postergar su turno, si bien los más ricos conseguían algún tipo de aplazamiento, y los hombres espirituales se dedicaban a consolar a quienes tenían miedo del dragón, prometiéndoles una nueva vida tras la muerte en la que no existían dragones. Otros consideraban que el dragón formaba parte del orden natural de las cosas, y muchos afirmaban que el dragón era beneficioso pues limitaba el crecimiento de la población. Algunos sostenían que era parte del sentido de la vida humana acabar siendo comidos por el dragón.<br />La situación duró muchos siglos y el rey estaba más preocupado de la logística para reunir y transportar a la gente, dado que el tributo iba aumentando en cantidad, que de encontrar una solución, que ya se consideraba imposible. Por supuesto se cobraban elevados tributos para financiar estos gastos y los derivados de la investigación sobre el dragón. Y existían no sólo dragonólogos eminentes, sino también antidragonistas que no se conformaban con la situación y buscaban una salida. Los consejeros del rey le dijeron que las reuniones que mantenían los antidragonistas eran una incitación a la sublevación y que, por tanto, resultaban peligroso. No obstante, el rey decidió convocar una audiencia pública para escuchar sus peticiones, sobre todo para no adoptar una postura antipopular.<br />Lo que los antidragonistas proponían era, dado el desarrollo científico alcanzado, construir un proyectil muy potente que pudiera matar al dragón. Pero su propuesta fue rebatida rápidamente por el real consejero para la moralidad, que apeló a la finalidad natural de la vida: vivir en plenitud, sabiendo de la finitud. Fue la protesta de un niño, que dijo que el dragón era malo porque se había llevado a su abuela, lo que provocó que el público se decantara a favor de los antidragonistas, y que el rey diera su beneplácito al proyecto. La empresa duró doce años, pero finalmente pudo construirse al artefacto y éste tuvo éxito: el dragón murió. Al fin la humanidad estaba libre de la cruel tiranía del dragón.<br />En la fábula el dragón representa el envejecimiento, y la argumentación ética general de la fábul es sencilla: existen razones morales obvias e imperativas para que la gente de la fábula se deshaga del dragón, del mismo modo se puede combatir el envejecimiento y no aceptarlo resignadamente como algo inevitable. Nuestra situación respecto de la senescencia humana es análoga y éticamente isomórfica con la situación respecto de la gente de la fábula respecto del dragón. Nuestros conocimientos posibilitan abordar esta tarea. Por consiguiente, tenemos razones morales imperativas para deshacernos de la senescencia.<br />No obstante, Bostrom subraya que su argumentación no apunta a favorecer la extensión de las expectativas de vida per se, pues no tendría sentido añadir más años de enfermedad y fatiga al final de la vida: los argumentos abogan más bien por extender, tanto como sea posible, el rango saludable de la vida humana. Al retardar o detener el proceso de envejecimiento, se extendería la vida humana saludable. Las personas podrían mantenerse sanas, vigorosas y productivas a edades a las que, de otro modo, ya habrían muerto. Esta defensa de la lucha contra el envejecimiento lleva a plantear la posibilidad de que, si nuestros conocimientos y nuestra tecnología se desarrollan lo suficiente seamos capaces de alcanzar la inmortalidad. A pesar de lo sorprendete que pueda parecer, es, sin duda, un interesante reto para la reflexión.<br />Bostrom afirma con claridad que el valor central del transhumanismo es tener la oportunidad de explorar el ámbito de los posthumano. Esto significa que pueda haber valores mayores de los que ahora alcanzamos a comprender, pero no implica que no se puedan definir en términos de nuestras capacidades actuales. Desde su perspeciva no se está exigiendo favorecer a los seres posthumanos por encima de los humanos, sino que se defiende que el modo correcto de favorecer a los eres humanos es permitiéndoles darse cuenta de cuáles son sus propios ideales y de que algunos de ellos pueden estar fuera de los “modos de ser” accesibles a nuestra constitución biológica actual.<br />Claro que, conviene tener en cuenta que carecemos de la capacidad para comprender cómo pensaría o sentiría un posthumano, y el posthumano podría tomar decisiones diferentes a los valores de los humanos actuales. Quizá pueda pensarse que la vida de los posthumanos merezca más la pena que la de los humanos, Lo cual es inquietante.<br />Sin embargo, el transhumanismo nos plantea la necesidad de asumir nuestra capacidad de intervención, de no confiormarnos con lo que ahora consideramos normal o inevitable, de responder racionalmente ante los retos de la vida. Esto ni implica un optimismo ingenuo ante la tecnología, antes bien, el transhumanismo es consciente de los peligros y alerta ante ellos, pero considera que la razón humana es capaz de tomar decisiones sabias, y que es una obligación moral desarrollar nuestra capacidad hasta sus límites. Incluso si eso conlleva un nuevo humano, un posthumano.<br />Cabe preguntarse hasta qué punto ésta es una nueva forma de humanismo, como proclaman sus defensores. El transhumanismo, según Bostrom, tiene raíces en el pensamiento humanista secular, aunque es más radical en cuanto que promueve no sólo los medios tradicionales de mejora de la naturaleza humana, tales como la educación y el refinamiento cultural, sino también la aplicación directa de la medicina y la tecnología para sobrepasar algunos de nuestros límites biológicos básicos. Esto conduce a algunos autores a afirmar que el transhumanismo es el proyecto llevado a sus últimas consecuencias. Es un humanismo racional, un posthumanismo.<br />Resumiendo, los valores transhumanistas son esencialmente los siguientes: existe un valor fundamental, la ya mencionada exploración del terreno posthumano, como modo más correcto de favorecer a los seres humanos, teniendo claro que si los posthumanos pudieran alcanzar vidas que valieran más que las de los humanos, habría que promover que la gente llegara a ser posthumana.<br /><br />“Valer más” hace refrenecia a vidas que merezcan la pena ser vividas. Cumpliría este requisito, por ejemplo, una personas que pudiera obtener mayor esperanza de vida, mayor inteligencia, mayor salud, mayor memoria, mayor sensibilidad emocional, y todo ello sin cesar de existir en el proceso” Bostrom, N. Transhumanist Values.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">4. EL DEBATE<br /></span></strong><br /><span style="color:#990000;"><em>“Al fin y al cabo, la raza humana es un poco desastrosa, con nuestras tercas enfermedades, nuestras limitaciones físicas y la brevedad de nuestra vida. Si a ello añadimos las envidias, la violencia y las angustias, el proyecto transhumanista empieza a parecer razonable. Si fuera tecnológicamente posible, ¿por qué no íbamos a querer superar nuestra especie actual? La aparente sensatez del plan, sobre todo si se proyecta hacer de forma gradual, es una de las cosas que lo hace peligroso. La sociedad no va a caer de repente bajo el hechizo de la concepción transhumanista. Pero es muy posible que mordisqueemos las tentadoras ofertas de la biotecnología sin darnos cuenta de su aterrador coste moral”. Fukuyama. Transhumanism, Foreign Policy, octubre-noviembre 2004</em><br /></span><br />En el año 2004, la revista Foreign Policy hizo una encuesta a personas de reconocido prestigio acerca de las “ideas más peligrosas del mundo”, Francis Fukuyama consideró que la más peligrosa era el transhumanismo, si bien afirmaba que ya no se lo podía considerar “ciencia ficción tomada demasiado en serio”. Fukuyama ha sido uno de los grandes detractores de esta corriente y, en general, de todas las posiciones a favor de la intervención tecnológica – genética o de otro tipo – en el ser humano.<br />Su posición está basada en la afirmación de la existencia de una “esencia” humana que se vería altereda por estas modificaciones y que daría lugar a un flagrante atentado contra la dignidad. Fukuyama define la naturaleza humana como la suma del comportamiento y las características que son típicas de la especie humana, y que se deben a factores genéticos más que a factores ambientales. Así, se puede decir que, dejando de lado las características contingentes de las personas, hay en cada una de ellas una cierta cualidad humana esencial, que denomina “factor X” y que es la base de la dignidad. Es esa naturaleza la que genera una exigencia de igualdad de reconocimiento o de respeto, tal como se ha afirmado de modo predominante en la modernidad. Y este autor está convencido de que el transhumanismo pondría en entredicho esa igualdad de derechos o de dignidad. El mundo posthumano, en su perspectiva, podría estar más jerarquizado que el actual y podría generar conflictos por haber perdido el concepto de “humanidad común”.<br />Esta polémica es la que enfrenta a los transhumanistas con los asís llamados “bioconservadores” (bioconservatives), de los que Fukuyama es un notable representante. También desde una preocupación por la posible amenaza a la dignidad humana, Leon Kass afirma que la modificación tecnológica acabaría por deshumanizarnos, a fuerza de minar “sentidos” tradicionales, como el sentido del ciclo vital, o el sentido del sexo, o el sentido del trabajo. Kass es defensor de “la sabiduría de la repugnancia”, inspirada en al heurística del miedo de Hans Jonas, pero quizá más impactante: en ciertos casos especialemente relevantes, la repugnancia sería, según este autor, la expresión emocional de una sabiduría profunda, que está más allá del poder del arazón para poder ser completamente expresada. Se trata de una especie de intuición que, de modo inmediato y sin argumentos, detecta algo perverso que amenaza lo que apreciamos.<br />Son varias las posiciones que se engloban en el grupo de los bioconservadores, sin embargo todas ellas comparten la oposición ak uso de la tecnología para mejorar las capacidades humanas o para modificar la naturaleza biológica de los seres humanos: las críticas contra el transhumanismo apelan a la dignidad humana, como en Fukuyama, pero también a la reverencia por la naturaleza, de modo que ciertos grupis ecologistas conservacionistas se enfrentan también a esta corriente. Es muy frecuente ver utilizar argumentos del tipo “jugar a ser Dios”, indicando que el ser humano estaría sobrepasando sus límites y queriendo ser creador, lo cual no puede conllevar más que nefastas consecuencias. Y también argumentos como el de la “pendiente resbaladiza” – es decir, considerar que abrir una posibilidad tecnológica nos lanza a una situación irreversible, de consecuencias morales desastrosas, por lo que es justificable frenar o prohibir dichas posibilidades, aun no siendo éstas dañinas -, por ejemplo como lo utiliza Jeremy Rifkin, otro bioconservador bien conocido por su oposición a la ingeniería genética.<br />En ocasiones esto se adereza con antiutopías futuristas del estilo de la del Mundo Feliz de A. Huxley, o se apela a los riesgos tecnológicos o a los riesgos sociales, por ejemplo las posibles discriminaciones y las desigualdades sociales a que se podría dar lugar. En esta línea se sitúan George Annas, Lori Andrews y Rosario Isasi, quienes han propuesto una legislación que establezca que la modificación genética heredable en humanos sea un crimen contra la humanidad, como la tortura o el genocidio.<br /><br />“la nueva especie, o “posthumano”, probablemente verá a los viejos humanos “normales” como inferiores, incluso salvajes, y los conducirá a la esclavitud o a la matanza. Los normales, por su parte, pueden ver a los posthumanos como una amenaza y, si pueden, se meterán en un ataque preventivo asesinando a los posthumanos antes de que lleos mismos sean asesinados o hechos esclavos. Es finalmente este predecible potencial de genocidio lo que hace de los experimentos de alteración de la especie potenciales armas de destrucción masiva, y hace del irresponsable ingeniero genético un potencial bioterrorista”. Annas, G.; Andrews, L, y Isasi, R. Protecting the endangered human: toward an international treaty prohibiting cloning and inheritable alterations.<br /><br />Además de éstos, uno de los argumentos que han generado mayor debate es la posibilidad de “programar personas”, es decir, la posibilidad de seleccionar o mejorar a los individuos, sobre todo cuando se afirma que los padres han de tener la libertad de elegir cómo quieren que sean sus hijos, como defienden los transhumanistas.<br />Los transhumanistas defienden la capacidad de tomar decisiones sobre la propia vida y el propio cuerpo, conforme al concepto de “self-ownership”. Afirman que cada uno de nosotros es el dueño de su propia vida, lo cual enlaza con la idea de autonomía que venido defendiéndose en terrenos como la bioética, o en la reivindicación de derechos de los ciudadanos. Puesto que las tecnologías de mejora deberían estar disponibles para todo el mundo, cada individuo debería poder decidir cuáles de esas tecnologías desea aplicarse a sí mismo (libertad morfológica), y también los padres deberían decidir qué tecnologías reproductivas utilizar para tener hijos (libertad reproductiva). Evidentemente, esto implica la posibilidad de que las mejoras hagan, de dichos individuos o de sus descendientes, posthumanos. La razón fundamental de esta postura es que, el hecho de que algunas personas pudieran hacer malas elecciones, dando lugar a un subhumano, más que a un posthumano (como pronostican las antiutopías), no es razón suficiente para rescindir el derecho a elegir de las personas. No al menos en una democracia liberal. De ahí que, más que medidas restrictivas, sea necesario, y así lo afirma Bostrom, promover contramedidas adecuadas como la educación, la persuasión, y una reforma social y cultural.<br />Sin militar en las filas del transhumanismo, Sloterdijk mantiene una postura a favor de esa capacidad de mejorar el ser humano, basada no tanto (o no sólo) en la convicción de sus excelencias, cuanto en la denuncia de otras formas de dominación que el ser humano ejerce sobre sí mismo, y que han sido causa de una limitación de la libertad, si bien adornada con el lenguaje de la razón y el humanismo. La era técnica, y el poder que ésta nos otorga, nos coloca en una situación de elección activa, que antes no ha sido posible y ante la que cabe también rehusar.<br /><br /><span style="color:#990000;"><em>“Pero cuando en un campo se desarrollan positivamente poderes científicos, hacen los hombres una pobre figura en caso de que, como en épocas de una temprana impotencia, quieran colocar una fuerza superior en su lugar, ya fuese el dios, o la casualidad, o los otros. Dado que los rechazos o renuncias suelen naufragar por su propia esterilidad, ocurrirá con seguridad en el futuro que el juego se encarará activamente y se formulará un código de las antropocéntricas. Por su efecto retrospectivo, un código tal cambiaría también el significado del humanismo clásico, pues con él se publicaría y registraría que la humanitas no sólo implica la amistad del hombre con el hombre, sino también – y de modo crecientemente explícito – que el ser humano representa el más alto poder para el ser humano”. Sloterdijk. Reglas para el parque humano. Una respuesta a la “Carta sobre el humanismo”.</em><br /><br /></span>La obra de Sloterdijk desata un escándalo por declarar el fracaso del humanismo, del que llega a decir que es una “utopía de la domesticación humana”. Esto, unido a su optimismo tecnológico, su defensa de la técnicas genéticas, y, sobre todo, su denuncia de la capacidad de “domesticación” del humanismo, y su lenguaje provocador que no dudad en hablar del parque zoológico humano, hizo que Haberlas contraatacara de modo contundente:Unknownnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-40254889508339244502009-12-06T18:23:00.000-08:002009-12-06T09:21:12.715-08:00La deconstrucción del cuerpo<div align="justify"><a href="http://3.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SfY_CtokwnI/AAAAAAAAAVw/UgSce3cVN4I/s1600-h/human-cyborg.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5329516524881625714" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 320px; CURSOR: hand; HEIGHT: 319px" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SfY_CtokwnI/AAAAAAAAAVw/UgSce3cVN4I/s400/human-cyborg.jpg" border="0" /></a><em><span style="color:#660000;">“El sexo del cyborg restaura algo del hermoso barroquismo reproductor de los helechos e invertebrados, su reproducción orgánica no precisa acoplamiento”. Donna Haraway.</span></em><br /><br />Uno de los más importantes pensadores del siglo XX español, Julián Marías, tenía razón cuando consideraba que el tema del sexo había sido incomprensiblemente olvidado por el pensamiento y la cultura durante mucho tiempo, pero “cuando, a finales del siglo XIX y por obra principal de Freud, el sexo adquirió carta de ciudadanía en la comprensión del hombre, el naturalismo de la filosofía que servía de supuesto a la interpretación freudiana del hombre y a la teoría del psicoanálisis, enturbió el descomunal acierto absolutamente genial, de poner el sexo en el centro de la antropología”. Entonces era muy difícil pensar que a finales del siglo XX iba a suceder todo lo contrario, el enemigo a batir es el naturalismo como supuesto filosófico y el sexo como su efecto. Hemos visto cómo, para las últimas corrientes del feminismo de la igualdad, el sexo es un dato biológico escasamente importante, dado que lo que cuenta es la cultura que crea el género. El objetivo del feminismo de la igualdad es destruir la diferencia sexual, el orden simbólico que significa a la mujer como la otra, subordinada jerárquicamente al hombre. Porque “el cuerpo femenino es un sujeto histórico encarnado en un cuerpo sexuado, que simplemente constituye un significante dentro del orden simbólico”; más, el problema es que los significantes que, en un juego de oposiciones, crean las diferencias, no se presentan como signos puros carentes de toda referencia, sino que producen efectos de significación; pues los efectos preformativos de la palabra confieren cierta identidad a aquellos lugares en los que se materializan como símbolos: el cuerpo sexuado. Nuestra teórica feminista Silvia Tubert pone de manifiesto que, aunque “esa identidad sea lábil e inestable, supone, en cierta medida, un cierre: el sujeto ya no podrá pasar libremente de un casillero al otro, ni será fácil sustituir, por un acto de voluntad, unos emblemas o rasgos por otros. Se trata de algo similar a lo que sucede con el signo saussureano, en el cual la relación entre significante y significado es arbitraria, pero, una vez que se ha establecido, es difícil modificar o desbloquear la fijación del sentido”. Dicho en cristiano: por mucho que se haya reducido el cuerpo a ser un significante del orden simbólico, un cuerpo sexuado viene a determinar, con el comportamiento de su portador, una significación que difícilmente puede cambiar caprichosamente de un género a otro, como quieren Butler y la teoría queer.<br />En consecuencia, para resignificar el cuerpo sexuado como significante, y acabar con el orden simbólico de los géneros y de la estructura patriarcal, será necesario deconstruir el cuerpo. Para ello hay que eliminar a la misma naturaleza, cambiar el propio cuerpo; y esto es lo que ha venido a realizar la teoría del cyborg. Es la última emancipación de la modernidad: la emancipación del cuerpo. En consecuencia para resignificar el cuerpo sexuado como significante, y acabar con el orden simbólico de los géneros y de la estructura patriarcal, será necesario reconstruir el cuerpo. Para ello hay que eliminar a la misma naturaleza, cambiar el propio cuerpo; y esto es lo que ha venido a realizar la teoría del cyborg; que es la última emancipación de la modernidad: la emancipación del cuerpo. Esta emancipación biológica se logra en dos aspectos capitales para la teoría feminista: de un lado, consistirá en la posibilidad real de elegir el sexo y el cuerpo que se quiera mediante el cambio quirúrgico; se trata del sexo a la carta gracias a la biotecnología; por eso el cyborg corona el camino de transgresión emprendido por la ideología de género, y supera los límites trans de la teoría queer. De otro lado, el cyborg supone el posibilidad de pensar en un mundo sin reproducción humana sexual, un mundo sin maternidad; el sueño antifemenino del feminismo socialista.<br />La palabra cyborg es un neologismo que se forma a partir de las palabras inglesas cybernetics y organism y equivale a organismo cibernético. El término lo acuñaron Manfred Clynes y Nathan Kline, en su obra Astronautics, para designar al híbrido “hombre-máquina” capaz de sobrevivir en los entornos extraterrestres que habían inventado. La NASA financió sus investigaciones para mejorar sus exploraciones espaciales,. Posteriormente el término fue utilizado con notable éxito por la ciencia-ficción, el cómic y el cine. Su caracterización más emblemática fue la película Blade Runner, donde los cyborg son creaciones artificiales biológicas, llamadas “replicantes” y producidas por biotecnologías genéticas.<br />La feminista Donna Haraway define el cyborg como “un organismo cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y también de ficción”. Su concepto es más amplio que el de un androide o replicante, propio de la ciencia-ficción, pues se extiende a todo ser humano que necesite o use para vivir una prótesis artificial: una persona con un marcapasos sería un cyborg. En su Manifiesto Cyborg, Haraway es consciente de ir más allá del límite de la transgresión: el cyborg “se sitúa, decididamente, del lado de la perversidad. Es opositivo, utópico y en ninguna manera inocente”. En su obra se traspasan todos los límites; se trata, como veremos, de un materialismo radical, antihumanista y especialmente cristofóbico. En su introducción, manifiesta que “se trata de un esfuerzo blasfematorio por construir un irónico mito político fiel al feminismo”. Haraway dice que la blasfemia nos protege de la mayoría moral interna – moral majority - ; “La blasfemia no es apostasía, es una estrategia retórica y un método político para el que pido más respeto dentro del feminismo socialista. En el centro de mi irónica fe, mi blasfemia es la imagen del cyborg”.<br />Haraway es una típica representante del feminismo socialista; parte, por lo tanto, de la fe en el progreso y en la evolución tecnológica. Y sobretodo del principio marxista según el cual ninguna teoría es posible pensarla si no es a su vez posible realizarla, porque los medios técnicos y científicos la hacen viable. El Manifiesto Cyborg, a modo de manifiesto comunista, se publicó por primera vez en la revista americana Socialist Review en 1985, y no tardó en convertirse en objeto de culto entre las académicas feministas, de entre las que destaca Celia Amorós. Aunque el ensayo se basa en la crítica radical de la ciencia como producto del “capitalismo, el militarismo, el colonialismo y el racismo”, se defiende que la biotecnología es una baza decisiva para la emancipación de la mujer. A partir de ella, el feminismo vuelve a recuperar una vieja fórmula modernista que vinculaba la ciencia al progreso. Se trata de un optimismo tecnológico aplicado a la sociedad que se encuentra en el marxismo y en el freudomarxismo, como hemos contemplado anteriormente, pero que las feministas habían desechado después de las primeras manifestaciones del feminismo cultural, como explica Judi Wajcman en su obra El tecnofeminismo. Pero desde el principio del feminismo radical, sus protagonistas marxistas habían siempre confiado en el ciencia, y en especial en el avance de la biotecnología, como la solución a la posibilidad de realización de las metas que se habían propuesto, todas ellas fundadas en la ruptura del sistema sexual y natural de reproducción humana. Haraway dio un impulso definitivo a la confianza de las feministas en la biomedicina. Por eso podemos afirmar que “las feministas fueron de las primeras en establecer vínculos entre las tecnologías reproductivas, la ingeniería genética y la eugenesia”. Así se explica el impulso que nuestro Gobierno feminista-socialista está dando a la biomedicina.<br />Por otro lado, la obra de Haraway proporciona una solución utópica a la necesidad de una sociedad sin sexos y sin géneros; el cyborg es un modelo de hibridación que rompe la estructura dualista hombre-mujer, masculino-femenino; es “una criatura en un mundo post genérico”; en fin, el cyborg es la reconstrucción del cuerpo sexuado, al tiempo que da también salida a la falta de un sujeto revolucionario para el movimiento feminista, que al suprimir a “la mujer” se había quedado colgado de la brocha.<br />El cyborg es la solución a un mundo “sin géneros, sin génesis, y quizás sin fin”. Se trata de un nuevo metarrelato, la última “gran narrativa” en contra de los criterios posmodernos; la tecnociencia de la era global es una “radical secularización de la narrativa cristiana”, dice Celia Amorós. “La encarnación del cyborg, situada fuera de la historia de la salvación, es la solución a un futuro post-acopalíptico”; con ello quiere decir que la biotecnología acabará con la muerte. Pasamos de las proclamaciones de tremendos desastres a las de fantásticos remedios, la salvación por la ciencia, la biomedicina, la biotecnología y la ingeniería genética. Se trata de una nueva ideología que promete un mesianismo histórico; el Mesías es el cyborg que – escribe Celia Amorós - , “puede ser asumido como alpha y omega de la vida misma”.<br />Como tal ideología totalitaria, establece una nueva ontología, a la que llama ontología sucia; es decir, una nueva realidad que fulmina la metafísica y también la física. Una ontología artificial y tecnológica, un constructivismo (construido por la voluntad al margen de la naturaleza) totalmente materialista y artificial. Para ello se hacen necesarias tres rupturas limítrofes cruciales, tres disoluciones de frontera, pues el cyborg “se sitúa el lado de la perversidad”.<br />La primera es la ruptura entre lo humano y lo animal – hay que tener en cuenta que el trabajo de Haraway se planeta originariamente sobre los simios – para ella no existe una ruptura de continuidad entre el animal y el ser humano. Dentro de este contexto ella dice que “la enseñanza de creacionismo cristiano debería ser considerada y combatida como una forma de corrupción de menores”. En este esfuerzo las barreras de la especie” y otorgarles derechos básicos de los que actualmente sólo gozan los seres humanos. Ya que no se puede rebajar, por ahora, al hombre a la condición de simio, hagamos que el simio obtenga las condiciones jurídicas del hombre. Aunque parezca increíble el Partido Socialista presentó una proposición no de ley en el Congreso para adherirse al proyecto Gran Simio.<br />En fin, en el colmo del disparate, Haraway escribe como una forma o manifestación de esa continuidad entre lo humano y lo animal, que “El cyborg aparece mitificado precisamente donde la frontera entre lo animal y lo humano es transgredida, que lejos de señalar una separación de los seres vivos próximos, señalan apretados acoplamientos inquietantes y placenteros tales como el bestialismo.<br />La segunda frontera que se rompe es la que existe entre los “organismos animales-humanos” y las máquinas. Y la tercera, la separación entre lo físico y lo “no físico”, entendiendo por esto último, el espacio cibernético virtual, como por ejemplo hace William Gibson en su novela Neuromante, que dio lugar al enigmático e inquietante mundo de ciencia ficción recreado en la magnífica película Matriz.<br />Haraway también crea una nueva antropología en la que el modelo por imitar es el del hombre-hembra, una metáfora de género híbrido sacada de una novela de ciencia ficción de Joanna Russ, que será el resultado final de la sociedad sin géneros y sin sexos, un ser cuya reproducción no necesita acoplamiento, al estilo de las criptógamas y de la salamandra, que cuando le falta un miembro lo ve crecer de nuevo. Estamos ante el mayor esfuerzo antihumanista de los últimos tiempos. A algo parecido se refiere Víctor Gómez Pin en su obra Entre lobos y autómatas, en la que dice: “La utopía de la superación del hombre por la vía de la artificialidad cibernética se hermana así con la utopía de la superación del hombre por la dilución de las fronteras que lo separan del mundo animal”. Y todo ello, como expone Gómez Pin, se hace con una pretendida fundamentación cientifista, que parte del nihilismo que niega la realidad de “la naturaleza humana”, al margen de toda demostración seria. La obra de este autor es una magnífica refutación filosófica, y también científica, del posthumanismo, pues “este desplazamiento del hombre como centro de referencia impone una suerte de militancia humanista”.<br />Para nuestras filósofos feministas, el gran acierto de Haraway es que crea una nueva epistemología, es decir, una forma de conocer la realidad. Ella critica del cientifismo su pureza y pretendida objetividad. Para ella, la ciencia está basada en la ideología masculina, y está construida siguiendo el modelo de relación violenta y misógina de los hombres con respecto a las mujeres, modelo que contribuyó al simbolismo genérico. La ciencia está contaminada por la visión de género; es, en consecuencia,, necesario construir una teoría crítica de la ciencia. Frente al “testigo modesto” de le ciencia decimonónica, Haraway aboga por un nuevo modelo de experimentación basado en la figura del Onco Ratón producto de marca registrada. Se trata de un animal vivo, utilizado en la investigación del cáncer de mama, que ha sido genéticamente manipulado para tener una mayor propensión al desarrollo del cáncer: la Universidad de Harvard es la propietaria de la marca registrada. Se trata de un producto de la “naturaleza sin naturaleza”, de la “naturaleza empresarializada”. Este es el paradigma de la nueva genética y de la nueva ciencia, en donde el punto de vista está situado, está implicado con la experimentación que se realiza.<br />Como decíamos, proporciona una visión de la sociedad postgenérica que suprime los dualismo en los que se estructura la realidad del sistema sexo-género, lo que supone una nueva “ontología del presente”, una nueva explicación de la realidad; y de nuestra presencia en ella (Foucault). Los más importantes de estos dualismo son: yo/otro, mente/cuerpo, cultura/naturaleza, hombre/mujer, civilización/primitivo, realidad/apariencia, bien/mal, verdad/ilusión, Dios/hombre. Al mismo tiempo, ella postula un nuevo sujeto de conocimiento, que servirá para que nuestra teórica feminista Celia Amorós considera que será una solución a la continuidad del sujeto del movimiento feminista. Partiendo de la crítica del marxismo de Lukacs, ella considera que no puede haber un sujeto privilegiado que tenga la capacidad de tomar conciencia para entender la realidad, como es el caso del proletariado, pues “un sujeto subyugado difícilmente puede conocer el objeto de sus subyugación”. No existe, por tanto, una explicación soteriológica para determinar un sujeto; según ella, hay que hacer emerger a los sujetos sumergidos y establecer una epistemología de la defracción que requiere instrumentos visuales múltiples, una óptica plural posicionada y comprometida desde distintos puntos de vista. Por último, postula una nueva forma de organizarse por parte del feminismo: en vez de la identidad o la búsqueda de la empatía con otros movimientos sociales, demanda la circulación basada en la afinidad en lugar de la identidad, es decir, la articulación entre los movimientos sumergidos, tomando como modelo el “centro dinamizador” que supuso la “retícula” de los enfermos de sida “actores con los que los otros deben articularse: máquinas biomédicas, redes de acción internacionales, burocracias gubernamentales, activistas, compañías farmacéuticas, mundos gays y lesbianos, etc.”<br />La obra de Haraway se presenta fundamentada en una pretendida solidez científica que tan sólo es aparente, pues se basa en conocimientos parciales, intuiciones, cine y ciencia ficción. La utopía que dibuja, a la que llama el futuro de los monstruos, se parece increíblemente al mundo feliz diseñado por Aldous Huxley en los albores del siglo XX. Como puse de manifiesto en mi anterior libro sobre el pensamiento de la nueva izquierda radical, esta era la única literaria con sorprendente parecido al diseño que puede deducirse de las últimas corrientes feministas. Aunque propiamente hablando no se trata de una utopía, sino de todo lo contrario: una distopía. El “mundo feliz” de Huxley es el producto de los desarrollos y progresos de la biotecnología y la ingeniería genética. Todos sus habitantes son cyborgs seleccionados genéticamente, e incubados mediante fecundación artificial. En este mundo utópico, la divisa del Estado Mundial que aparece sobre la entrada del centro de Incubación y Acondicionamiento es esta: “Comunidad, identidad, estabilidad”. El principio básico del que se parte es el de conseguir la felicidad absoluta de los ciudadanos, entendida como el hedonismo placentero. Para ello no puede haber desórdenes, dolor, inestabilidad o falta de participación. Es necesario una educación y una formación programada en la ciudadanía. Para conseguirlo, la educación tiene como fin la completa integración del individuo en la sociedad. El método fundamental consiste en la enseñanza durante el sueño, o hipnopedia, “200 repeticiones dos veces por semana, durante el sueño, varios años, de los eslóganes que el departamento de psicología prepara cuidadosamente a través de sus expertos”. Eslóganes tales como “Cada uno pertenece a todos”. Junto a esto, también se utilizará la repetición durante el día de mensajes continuos, subliminales, etc. La educación escolar, lógicamente, es pública e impartida en diferentes escuelas especializadas, destinadas a los distintos niños de las distintas castas. Porque la organización social está distribuida en castas seleccionadas genéticamente, que van desde la más alta de los “alfa”, a la más baja de los “épsilon”, y a cada una de ellas corresponde una determinada función social, un determinado tipo de trabajo apto para su correspondiente capacidad o aptitud. De forma que todo el mundo se siente plenamente “realizado”, es decir, en términos marxistas, no alienado, puesto que cada uno desarrolla el trabajo apto para sus plenas potencialidades. No se debe vivir en soledad, pero tampoco en relaciones amistosas y sexuales permanentes: el sexo debe ser ocasional y practicarse libremente. No existe el matrimonio, ni la familia; ni pos su puesto la maternidad, que es el mayor horror imaginable, o la paternidad, pues la gestación es extracorpórea. El Estado es quien se encarga de la infancia. Y luego hay comunas, o comunidades colectivas, en albergues y residencias. No debe caerse en la depresión, la cólera o el exceso en cualquier sentido. Para restablecer el equilibrio emocional debe acudirse al soma (droga). “Medio gramo equivale a mediodía de descanso, un gramo a un fin de semana, dos a una escapada por el Oriente magnífico, tres a una sombría eternidad en la luna”. La práctica sexual es libre y conveniente, pero, claro está, siempre con la previa utilización del cinturón maltusiano, donde todo buen ciudadano debe llevar su pastilla anticonceptiva.<br /></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Jesús Trillo Figueroa</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-58893326346393567942009-12-06T09:17:00.000-08:002009-12-06T09:23:05.452-08:00Manifiesto Cyborg<a href="http://4.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvoXoOwZBI/AAAAAAAABPo/694Od_X0eQw/s1600-h/cyborg.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412174869849728018" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvoXoOwZBI/AAAAAAAABPo/694Od_X0eQw/s400/cyborg.bmp" border="0" /></a>“Ciencia, Tecnología y Feminismo Socialista Finales del S.XX” (§)<br />::: Donna Haraway<br /><br />El sueño irónico de un lenguaje común para las mujeres en el circuito integrado.<br />Las páginas que siguen son un esfuerzo blasfematorio destinado a construir un irónico mito político fiel al feminismo, al socialismo y al materialismo. La blasfemia requiere que una se tome las cosas muy en serio y, para mí, es el mejor referente que puedo adoptar desde las seculares tradiciones religiosas y evangélicas de la política norteamericana -incluido el feminismo socialista-. Por eso, este trabajo es mucho más auténtico que si surgiese como mito e identificación. La blasfemia nos protege de la mayoría moral interna y, al mismo tiempo, insiste en la necesidad comunitaria. La blasfemia no es apostasía. La ironía se ocupa de las contradicciones que, incluso dialécticamente, no dan lugar a totalidades mayores, y que surgen de la tensión inherente a mantener juntas cosas incompatibles, consideradas necesarias y verdaderas. La ironía trata del humor y de la seriedad. Es también una estrategia retórica y un método político para el que yo pido más respeto dentro del feminismo socialista. En el centro de mi irónica fe, mi blasfemia es la imagen del cyborg.<br />Un cyborg es un organismo cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y también de ficción.<br />La realidad social son nuestras relaciones sociales vividas, nuestra construcción política más importante, un mundo cambiante de ficción. Los movimientos internacionales feministas han construido la ‘experiencia de las mujeres’ y, asimismo, han destapado o descubierto este objeto colectivo crucial. Tal experiencia es una ficción y un hecho político de gran importancia. La liberación se basa en la construcción de la conciencia, de la comprensión imaginativa de la opresión y, también, de lo posible. El cyborg es materia de ficción y experiencia viva que cambia lo que importa como experiencia de las mujeres a finales de este siglo.<br />Se trata de una lucha a muerte, pero las fronteras entre ciencia ficción y realidad social son una ilusión óptica.<br />La ciencia ficción contemporánea está llena de cyborgs -criaturas que son simultáneamente animal y máquina, que viven en mundos ambiguamente naturales y artificiales.<br />La medicina moderna está asimismo llena de cyborgs, de acoplamientos entre organismo y máquina, cada uno de ellos concebido como un objeto codificado, en una intimidad y con un poder que no existían en la historia de la sexualidad. El ’sexo’ del cyborg restaura algo del hermoso barroquismo reproductor de los heléchos e invertebrados (magníficos profilácticos orgánicos contra la heterosexualidad). Su reproducción orgánica no precisa acoplamiento. La producción moderna parece un sueño laboral de colonización de cyborgs que presta visos idílicos a la pesadilla del taylorismo. La guerra moderna es una orgía del cyborg codificada mediante las siglas C3! -el comando de control de comunicaciones del servicio de inteligencia-, un asunto de 84 billones de dólares dentro del presupuesto norteamericano de 1984. Estoy argumentando en favor del cyborg como una ficción que abarca nuestra realidad social y corporal y como un recurso imaginativo sugerente de acoplamientos muy fructíferos. La biopolítica de Michel Foucault es una flácida premonición de la política del cyborg, un campo muy abierto.<br />A finales del siglo XX -nuestra era, un tiempo mítico-, todos somos quimeras, híbridos teorizados y fabricados de máquina y organismo; en unas palabras, somos cyborgs. Éste es nuestra ontología, nos otorga nuestra política. Es una imagen condensada de imaginación y realidad material, centros ambos que, unidos, estructuran cualquier posibilidad de transformación histórica. Según las tradiciones de la ciencia y de la política ‘occidentales’ -tradiciones de un capitalismo racista y dominado por lo masculino, de progreso, de apropiación de la naturaleza como un recurso para las producciones de la cultura, de reproducción de uno mismo a partir de las reflexiones del otro-, la relación entre máquina y organismo ha sido de guerra fronteriza. En tal conflicto estaban en litigio los territorios de la producción, de la reproducción y de la imaginación. El presente trabajo es un canto al placer en la confusión de las fronteras y a la responsabilidad en su construcción. Es también un esfuerzo para contribuir a la cultura y a la teoría feminista socialista de una manera postmoderna, no naturalista, y dentro de la tradición utópica de imaginar un mundo sin géneros, sin génesis y, quizás, sin fin. La encamación del cyborg - situada fuera de la historia de la salvación- no existe en un calendario edípico que tratara de poner término a las terribles divisiones genéricas en una utopía simbiótica oral o en un apocalipsis post edípico. En Lacklein, un manuscrito inédito sobre Jacques Lacan, Melanie Klein y la cultura nuclear, Zoé Sofoulis dice que los monstruos más terribles y, quizás, más prometedores en mundos de cyborgs se encuentran encarnados en narrativas no edípicas con una lógica distinta de la represión, que necesitamos entender para poder sobrevivir.<br />El cyborg es una criatura en un mundo post genérico. No tiene relaciones con la bisexualidad, ni con la simbiosis preedípica, ni con el trabajo no alienado u otras seducciones propias de la totalidad orgánica, mediante una apropiación final de todos los poderes de las partes en favor de una unidad mayor. En un sentido, no existe una historia del origen del cyborg según la concepción occidental, lo cual resulta ser una ironía ‘final‘, puesto que es también el terrible telos apocalíptico de las cada vez mayores dominaciones, por parte de occidente, del individuo abstracto. Es, para terminar, un ser no atado a ninguna dependencia, un hombre en el espacio. Según el sentido humanístico occidental, una historia que trate del origen depende del mito de la unidad original, de la plenitud, bienaventuranza y terror, representados por la madre fálica de la que todos los humanos deben separarse.<br />Las tareas del desarrollo individual y de la historia son los poderosos mitos gemelos inscritos para nosotros con fuerza inusitada en el psicoanálisis y en el marxismo. Hilary Klein ha argüido que tanto el uno como el otro, a través de sus conceptos del trabajo, de la individuación y de la formación genérica, dependen del argumento de la unidad original, a partir de la cual debe producirse la diferenciación, para, desde ahí, enzarzarse en un drama cada vez mayor de dominación de la mujer y de la naturaleza. El cyborg elude el paso de la unidad original, de identificación con la naturaleza en el sentido occidental. Se trata de una promesa ilegítima que puede conducir a la subversión de su teleología en forma de guerra de las galaxias.<br />El cyborg se sitúa decididamente del lado de la parcialidad, de la ironía, de la intimidad y de la perversidad. Es opositivo, utópico y en ninguna manera inocente. Al no estar estructurado por la polaridad de lo público y lo privado, define una polis tecnológica basada parcialmente en una revolución de las relaciones sociales en el oikos, la célula familiar. La naturaleza y la cultura son remodeladas y la primera ya no puede ser un recurso dispuesto a ser apropiado e incorporado por la segunda. La relación para formar torios con partes, incluidas las relacionadas con la polaridad y con la dominación jerárquica, son primordiales en el mundo del cyborg. A la inversa de Frankenstein, el cyborg no espera que su padre lo salve con un arreglo del jardín (del Edén), es decir, mediante la fabricación de una pareja heterosexual, mediante su acabado en una totalidad, en una ciudad y en un cosmos. El cyborg no sueña con una comunidad que siga el modelo de la familia orgánica aunque sin proyecto edípico. El cyborg no reconocería el Jardín del Edén, no está hecho de barro y no puede soñar con volver a convertirse en polvo. Quizás sea por eso por lo que yo quisiera ver si el cyborg es capaz de subvertir el apocalipsis de volver al polvo nuclear impulsado por la compulsión maniaca de nombrar al Enemigo. Los cyborgs no son irreverentes, no recuerdan el cosmos, desconfían del holismo, pero necesitan conectar: parecen tener un sentido natural de la asociación en frentes para la acción política, aunque sin partidos de vanguardia. Su problema principal, por supuesto, es que son los hijos ilegítimos del militarismo y del capitalismo patriarcal, por no mencionar el socialismo de estado. Pero los bastardos son a menudo infieles a sus orígenes. Sus padres, después de todo, no son esenciales.<br />Volveré a la ciencia ficción de los cyborgs al final de este trabajo. Ahora, quisiera señalar tres rupturas limítrofes cruciales que hacen posible el siguiente análisis de política ficción (ciencia política). A finales de este siglo en la cultura científica de los Estados Unidos, la frontera entre lo humano y lo animal tiene bastantes brechas. Las últimas playas vírgenes de la unicidad han sido polucionadas, cuando no convertidas en parques de atracciones. Ni el lenguaje, ni el uso de herramientas, ni el comportamiento social, ni los acontecimientos mentales logran establecer la separación entre lo humano y lo animal de manera convincente. Mucha gente ya no siente la necesidad de tal separación. Más aun, bastantes ramas de la cultura feminista afirman el placer de conectar lo humano con otras criaturas vivientes. Los movimientos de defensa de los derechos de los animales no son negaciones irracionales de la unicidad humana, sino un reconocimiento claro de la conexión a través de la desacreditada ruptura entre la naturaleza y la cultura.<br />Durante los dos últimos siglos, la biología y la teoría evolucionista han producido simultáneamente organismos modernos como objetos de conocimiento y reducido la línea que separa a los humanos de los animales a un débil trazo dibujado de nuevo en la lucha ideológica de las disputas profesionales entre la vida y la ciencia social. Dentro de este contexto, la enseñanza del creacionismo cristiano debería ser considerada y combatida como una forma de corrupción de menores.<br />La ideología determinista biológica es sólo una posición abierta en la cultura científica para defender los significados de la animalidad humana. Las gentes con ideas políticas radicales tienen mucho campo disponible ante ellas para contestar los significados de la ruptura de fronteras.(1) El cyborg aparece mitificado precisamente donde la frontera entre lo animal y lo humano es transgredida. Lejos de señalar una separación de los seres vivos entre ellos, los cyborgs señalan apretados acoplamientos inquietantes y placenteros. La bestialidad ha alcanzado un nuevo rango en este ciclo de cambios de pareja.<br />La segunda distinción que hace aguas es la que existe entre (organismos) animales-humanos y máquinas. Las máquinas precibernéticas podían estar encantadas, existía siempre en ellas el espectro del fantasma. Tal dualismo estructuraba el diálogo entre el materialismo y el idealismo establecido por una progenie dialéctica, llamada espíritu o historia, según gustos. Pero, básicamente, las máquinas no poseían movimiento por sí mismas, no decidían, no eran autónomas. No podían lograr el sueño humano, sino sólo imitarlo. No eran un hombre, un autor de sí mismo, sino una caricatura de ese sueño reproductor masculinista. Pensar lo contrario era algo paranoico. Ahora, ya no estamos tan seguros. Las máquinas de este fin de siglo han convertido en algo ambiguo la diferencia entre lo natural y lo artificial, entre el cuerpo y la mente, entre el desarrollo personal y el planeado desde el exterior y otras muchas distinciones que solían aplicarse a los organismos y a las máquinas. Las nuestras están inquietantemente vivas y, nosotros, aterradoramente inertes.<br />La determinación tecnológica es sólo un espacio ideológico abierto para los replanteamientos de las máquinas y de los organismos como textos codificados, a través de los cuales nos adentramos en el juego de escribir y leer el mundo.(2) La ‘textualización‘ de todo en la teoría postestructuralista y postmodernista ha sido condenada por marxistas y feministas socialistas a causa de su desprecio utópico por las relaciones vivas de dominación que se esconde en el ‘juego‘ de la lectura arbitraria.(3) Es verdad que las estrategias postmodernistas, al igual que el mito del cyborg, subvierten miríadas de totalidades orgánicas (por ejemplo, el poema, la cultura primitiva, el organismo biológico), en unas palabras, que la certeza de lo que cuenta como naturaleza -una fuente de introspección y una promesa de inocencia- se halla socavada, ya probablemente sin remedio. La autorización trascendente de interpretación se ha perdido y, con ella, la base ontológica de la epistemología ‘occidental’. Pero la alternativa no es el cinismo o la falta de fe, es decir, alguna versión de la existencia abstracta como los informes del determinismo tecnológico que muestran la destrucción del ‘hombre’por la ‘máquina’ o la ‘acción política significativa’ a través del ‘texto‘. Lo que vayan a ser los cyborgs es una interrogación radical. Las respuestas son un asunto de vida o muerte. Tanto los chimpancés como los artefactos poseen su propia política. ¿Por qué no nosotros? (de Waal 1982, Winner 1980).<br />La tercera distinción se desprende de la segunda: los límites entre lo físico y lo no físico son muy imprecisos para nosotros. Los libros populares de física sobre las consecuencias de la teoría cuántica y el principio de indeterminación son una especie de equivalente científico popular de las novelas de Arlequín(4) en tanto que señal de un cambio radical en la heterosexualidad blanca en los Estados Unidos: se equivocan, pero tratan del asunto clave. Las máquinas modernas son la quintaesencia de los aparatos microelectrónicos: están en todas partes, pero son invisibles. La maquinaria moderna es un advenedizo dios irreverente que se burla de la ubicuidad y de la espiritualidad del Padre.<br />El chip(5) de silicona es una superficie para escribir, está diseñado a una escala molecular sólo perturbada por el ruido atómico, la interferencia final de las partituras nucleares. La escritura, el poder y la tecnología son viejos compañeros de viaje en las historias occidentales del origen de la civilización, pero la miniaturización ha cambiado nuestra experiencia del mecanismo. La miniaturización se ha convertido en algo relacionado con el poder: lo pequeño es más peligroso que maravilloso, como sucede con los misiles. Comparemos los aparatos de televisión de los años 50 o las cámaras fotográficas de los 70 con las pantallas televisivas que se atan a la muñeca a la manera de un reloj o con las manejables videocámaras actuales. Nuestras mejores máquinas están hechas de rayos de sol, son ligeras y limpias, porque no son más que señales, ondas electromagnéticas, una sección de un espectro, son eminentemente portátiles, móviles -algo que produce un inmenso dolor humano en Detroit o en Singapur. La gente, a la vez material y opaca, dista mucho de ser tan fluida. Los cyborgs son éter, quintaesencia.<br />La ubicuidad y la invisibilidad de los cyborgs son la causa de que estas máquinas sean tan mortíferas. Políticamente son tan difíciles de ver como materialmente. Están relacionadas con la conciencia -o con su simulación.(6) Son significantes flotantes que se desplazan en camiones a través de Europa, bloqueados más efectivamente por las brujerías de las desplazadas y poco naturales mujeres Greenham -que leen los hilos de araña del poder inherentes al cyborg-, que por el trabajo militante de las viejas políticas masculinas, cuyos votantes naturales necesitan puestos de trabajo relacionados con el armamento.<br />En última instancia, la ciencia ‘más dura‘ trata del reino de la mayor confusión de fronteras, el reino de los puros números, del puro espíritu: C3-1, es decir, la criptografía y el mantenimiento de secretos poderosos. Las nuevas máquinas son limpias y ligeras, y sus artífices, devotos del sol que están llevando a cabo una revolución científica asociada con el sueño nocturno de la sociedad post industrial. Las enfermedades evocadas por estas limpias máquinas ‘no son más‘ que los minúsculos cambios en el código de un antígeno en el sistema inmunitario, ‘no más’ que la experiencia del estrés. Los ágiles dedos de las mujeres ‘orientales’, la vieja fascinación de las muchachas victorianas anglosajonas por las casitas de muñecas y la atención forzada de las mujeres hacia lo pequeño toman una nueva dimensión en este mundo. Pudiera ser que apareciese una Alicia cyborg que tuviera en cuenta estas nuevas dimensiones y que, irónicamente, no fuese otra que la poco natural mujer cyborg que fabrica chips en Asia y que practica el baile en espiral(7) en la cárcel de Santa Rita, cuyas unidades construidas darán lugar a eficaces estrategias opositivas.<br />Así, el mito de mi cyborg trata de fronteras transgredidas, de fusiones poderosas y de posibilidades peligrosas que gentes progresistas pueden explorar cómo parte de un necesario trabajo político. Una de mis premisas es que la mayoría de los socialistas norteamericanos y de las feministas ven profundos dualismos entre mente y cuerpo, animal y máquina, idealismo y materialismo en las prácticas sociales, formulaciones simbólicas y artefactos físicos asociados con la ‘alta tecnología’ y con la cultura científica. Desde One-Dimensional Man (El hombre unidimensional, Marcuse, 1964) hasta The Death of Nature (La muerte de la naturaleza, Merchant, 1980), los recursos analíticos desarrollados por progresistas han insistido en el necesario dominio de las técnicas y han hecho hincapié en un imaginado cuerpo orgánico que integre nuestra resistencia. Otra de mis premisas es que la necesidad de unidad de la gente que trata de resistir la intensificación universal del dominio no ha sido nunca tan aguda como ahora. Pero una desviación ligeramente perversa en la perspectiva podría permitimos luchar mejor por significados, así como por otras formas de poder y de placer en las sociedades tecnológicas.<br />Desde una perspectiva, un mundo de cyborgs es la última imposición de un sistema de control en el planeta, la última de las abstracciones inherentes a un apocalipsis de Guerra de Galaxias emprendida en nombre de la defensa nacional, la apropiación final de los cuerpos de las mujeres en una masculinista orgía de guerra (Sofía, 1984). Desde otra perspectiva, un mundo así podría tratar de realidades sociales y corporales vividas en las que la gente no tiene miedo de su parentesco con animales y máquinas ni de identidades permanentemente parciales ni de puntos de vista contradictorios. La lucha política consiste en ver desde las dos perspectivas a la vez, ya que cada una de ellas revela al mismo tiempo tanto las dominaciones como las posibilidades inimaginables desde otro lugar estratégico. La visión única produce peores ilusiones que la doble o que monstruos de muchas cabezas. Las unidades ciborgánicas son monstruosas e ilegítimas. En nuestras presentes circunstancias políticas, difícilmente podríamos esperar mitos más poderosos de resistencia y de reacoplamiento.<br />Me gusta imaginar al LAG -Livennore Action Group- como una especie de sociedad cyborg dedicada a convertir de manera realista los laboratorios que encarnan y vomitan con más ímpetu las herramientas del apocalipsis tecnológico, dedicadas a construir una forma política que trate de mantener juntos a brujas, ingenieros, ancianos, perversos, cristianos, madres y leninistas durante el tiempo necesario para desarmar al estado.<br />Fisión Imposible es el nombre del grupo afín en mi pueblo (Afinidad: relación no por lazos de sangre, sino por elección, atracción de un grupo químico nuclear por otro, avidez.)(8)<br /><br />Identidades fracturadas<br /><br />Se ha convertido en algo difícil calificar el feminismo de cada una añadiendo un solo adjetivo o, incluso, insistir en cualquier circunstancia sobre el nombre. La conciencia de exclusión debida a la denominación es grande. Las identidades parecen contradictorias, parciales y estratégicas. El género, la raza y la clase, con el reconocimiento de sus constituciones histórica y social ganado tras largas luchas, no bastan por sí solos para proveer la base de creencia en la unidad ‘esencial’. No existe nada en el hecho de ser ‘mujer’ que una de manera natural a las mujeres. No existe incluso el estado de ’ser’ mujer, que, en sí mismo, es una categoría enormemente compleja construida dentro de contestados discursos científicosexuales y de otras prácticas sociales. La conciencia de género, raza o clase es un logro forzado en nosotras por la terrible experiencia histórica de las realidades sociales contradictorias del patriarcado, del colonialismo y del capitalismo. Y, ¿quién cuenta como ‘nosotras’ en mi propia retórica? ¿Qué identidades están disponibles para poner las bases de ese poderoso mito político llamado ‘nosotras’? ¿Qué podría motivar nuestra afiliación a tal colectividad? La dolorosa fragmentación existente entre las feministas (por no mencionar la que hay entre las mujeres) en todos los aspectos posibles ha convertido el concepto de mujer en algo esquivo, en una excusa para la matriz de la dominación de las mujeres entre ellas mismas. Para mí -y para muchas que comparten una localización histórica similar dentro de cuerpos blancos, profesionales, de clase media, femeninos, radicales, norteamericanos y de mediana edad- las fuentes de crisis en la identidad política hacen legión. La historia reciente de gran parte de la izquierda y del feminismo norteamericanos ha sido una respuesta a esta crisis consistente en divisiones sin fin y en búsquedas de una nueva y esencial unidad. Pero, también, ha habido un creciente reconocimiento de otra respuesta a través de la coalición -afinidad- y no ya de la identidad.(9)<br />Chela Sandoval (s.f., 1984), a partir de una consideración de los momentos históricos específicos en la formación de la nueva voz política llamada mujer de color, ha teorizado un modelo esperanzador de identidad política llamado ‘conciencia opositiva’, nacido de las capacidades para leer hilos de araña de poder que tienen aquellos a quienes se les rehúsa una pertenencia estable en las categorías sociales de raza, sexo o clase. ‘Mujeres de color‘ -un nombre contestado en sus orígenes por aquellas que serían incorporadas en él, así como una conciencia histórica para realizar la ruptura sistemática de todos los signos masculinos en las tradiciones ‘occidentales‘- construye una especie de identidad postmodernista a partir de la otredad, de la diferencia y de la especificidad. Esta identidad postmodernista es totalmente política, a pesar de lo que pueda decirse de cualquier otro postmodemismo. La conciencia opositiva de Sandoval trata de lugares contradictorios y de calendarios heterocrónicos, no de relativismos o pluralismos.<br />Sandoval pone el énfasis en la falta de cualquier criterio esencial para identificar quién es una mujer de color. Señala que la definición de este grupo ha consistido en la apropiación consciente de la negación. Por ejemplo, una chicana(10) o una mujer norteamericana negra no han podido nunca hablar en tanto que mujer o que persona negra o como pertenecientes al grupo chicano.<br />Por lo tanto, estaban en la parte más baja de la cascada de identidades negativas, dejadas fuera incluso por las privilegiadas categorías autoriales de oprimidos llamados ‘mujeres y negros‘ que reclamaban importantes revoluciones. La categoría ‘mujer‘ negaba a todas las mujeres no blancas; ‘lo negro‘ negaba a toda gente no negra, así como a las mujeres negras. Pero tampoco había un ‘ella’, una singularidad, sino un mar de diferencias entre las norteamericanas que han afirmado su identidad histórica como mujeres norteamericanas de color. Esta identidad marca un espacio autoconcientemente construido que no puede afirmar la capacidad de actuar sobre la base de la identificación natural, sino sobre la de coalición consciente de afinidad, de parentesco político.(11) Al contrario de las ‘mujeres‘ de algunas corrientes del movimiento feminista de los Estados Unidos, no existe naturalización de la matriz, o al menos eso es lo que Sandoval sugiere que es únicamente obtenible a través del poder de la conciencia opositiva.<br />Los argumentos de Sandoval deben ser tomados como una poderosa formulación para las feministas fuera del desarrollo universal del discurso anticolonialista, es decir, el discurso que disuelve a ‘occidente’ y su más alto producto, el que no es animal, bárbaro o mujer: el Hombre, es decir, el autor de un cosmos llamado Historia. Mientras lo oriental es deconstruido política y semióticamente, las identidades de occidente se desestabilizan, incluidas las de las feministas.(12) Sandoval defiende que la ‘mujer de color’ no tiene posibilidades de construir una unidad eficaz que no sea la réplica de los sujetos revolucionarios imperializantes, totalizantes de anteriores marxistas y feministas, que no afrontaron las consecuencias de la desordenada polifonía salida de la descolonización.<br />Katie King ha puesto énfasis en los límites de identificación y en los mecanismos político/poéticos de identificación construidos en el interior de la lectura del ‘poema’, ese núcleo generativo del feminismo cultural. King critica la persistente tendencia, entre las feministas contemporáneas de diferentes ‘momentos‘ o ‘conversaciones‘ en la práctica feminista, a taxonomizar el movimiento femenino para hacer que las propias tendencias políticas parezcan ser el telas del todo. Estas taxonomías tienden a rehacer la historia feminista para que ésta semeje una lucha ideológica entre tipos coherentes que persisten a través del tiempo, especialmente esas típicas unidades llamadas feminismo radical, liberal y socialista. Literalmente, todos los otros feminismos son ya incorporados, ya marginalizados, normalmente mediante la construcción de una ontología explícita y una epistemología.(13) Las taxonomías del feminismo producen epistemologías para fiscalizar la desviación de la experiencia femenina oficial. Y, por supuesto, la ‘cultura femenina’ -al igual que sucede con las mujeres de color- es conscientemente creada por mecanismos que inducen afinidad. Los rituales de poesía, de música y de ciertas formas de práctica académica han sido prominentes. Las políticas de raza y de cultura en el movimiento femenino de los Estados Unidos están íntimamente entrelazadas.<br />El logro común de King y de Sandoval es haber aprendido cómo fabricar una unidad político/poética sin basarse en una lógica de apropiación, de incorporación ni de identificación taxonómica.<br />Irónicamente, las luchas teórica y práctica contra la unidad-a-través-de-la- dominación o contra la unidad-a-través-de-la-incorporación, no sólo socavan las justificaciones en favor del patriarcado, del colonialismo, del humanismo, del positivismo, del esencialismo, del cientifismo y de otros ismos que no echamos de menos, sino todas las exigencias de una posición orgánica o natural.<br />Pienso que los feminismos radicales socialistomarxistas han socavado también sus/nuestras propias estrategias epistemológicas y que esto es un paso muy válido para poder imaginar posibles unidades. Resta por saber si todas las ‘epistemologías‘, tal como los occidentales las han conocido, nos fallan en la tarea de construir afinidades eficaces.<br />Es importante señalar que los esfuerzos para construir posiciones revolucionarias, epistemologías como logros de gente dedicada a cambiar el mundo, han formado parte del proceso que muestra los límites de la identificación. Las ácidas herramientas de la teoría postmodernista y las constructivas herramientas del discurso ontológico sobre los asuntos revolucionarios pueden ser vistas como aliados irónicos para disolver los entes occidentales con el fin de sobrevivir. Somos extraordinariamente conscientes de lo que significa tener un cuerpo históricamente constituido. Pero la pérdida de la inocencia en nuestro origen tampoco está acompañada de expulsión del Jardín del Paraíso. Nuestra política pierde la indulgencia de la culpabilidad con la naiveté(14) de la inocencia. Pero, ¿cuál será el aspecto de otro mito político para el feminismo socialista? ¿Qué clase de política podría abrazar construcciones parciales, contradictorias, permanentemente abiertas de entes personales y colectivos, permaneciendo al mismo tiempo fiel, eficaz e, irónicamente, feminista y socialista?<br />No conozco otro momento de la historia en que hubiese más necesidad de unidad política para afrontar con eficacia las dominaciones de ‘raza’, ‘género’, ’sexualidad’ y ‘clase’. Tampoco sé de otro tiempo en que la clase de unidad que podríamos ayudar a construir pudiera haber sido posible. Ninguna de ‘nosotras’ tiene ya la capacidad simbólica o material para dictar la forma de realidad a cualquiera de ‘ellas’. O, al menos, ‘nosotras’ no podemos argüir inocencia para practicar tales dominaciones. Las mujeres blancas, incluyendo a las feministas socialistas, descubrieron (es decir, fueron forzadas a darse cuenta a patadas y gritando) la no inocencia de la categoría ‘mujer’. Esta conciencia cambia la geografía de todas las categorías anteriores, las desnaturaliza de igual manera que el calor desnaturaliza una frágil proteína. Las feministas del cyborg tienen que decir que ‘nosotras’ no queremos más matriz natural de unidad y que ninguna construcción es total. La inocencia, y la subsecuente insistencia en la victimización como única base de introspección han hecho ya bastante daño.<br />Pero el sujeto revolucionario construido debe dar también reposo a la gente de finales de este siglo. En la lucha por las identidades y en las estrategias reflexivas para construirlas, se abre la posibilidad de tejer algo más que un manto para el día después del apocalipsis que tan proféticamente termina la historia de la salvación.<br />Tanto los feminismos marxista socialista como radical han naturalizado y desnaturalizado de manera simultánea la categoría ‘mujer’ y la conciencia de las vidas sociales de las ‘mujeres’. Quizás una caricatura esquemática pueda resaltar ambas acciones. El socialismo marxiano se encuentra enraizado en un análisis del trabajo remunerado que revela una estructura de clase. La consecuencia de la relación de salario es una alienación sistemática, puesto que el trabajador (sic) se encuentra disociado del producto de su trabajo. La abstracción y la ilusión regulan el conocimiento y, la dominación, la práctica. El trabajo es la categoría eminentemente privilegiada que permite al marxista sobreponerse a la ilusión y encontrar ese punto de vista necesario para cambiar el mundo. El trabajo es la actividad humanizadora que marca al hombre, una categoría ontológica que permite el conocimiento de un sujeto y, de ahí, el conocimiento de la subyugación y de la dominación.<br />Como buen hijo, el feminismo socialista avanzó aliándose con las estrategias básicas del marxismo. El primer logro de los feminismos marxistas y socialistas fue expandir la categoría de trabajo para acomodar lo que algunas mujeres hacían, incluso si la relación salarial estaba subordinada a una visión más comprensiva del trabajo bajo el patriarcado capitalista. Particularmente, el trabajo de las mujeres en el hogar y la actividad femenina como madres (es decir, la reproducción en el sentido feminista socialista) se adentró en la teoría con la autoridad de la analogía con el concepto marxiano de trabajo. La unidad de las mujeres se sustenta aquí en una epistemología basada en la estructura ontológica del ‘trabajo’. El feminismo marxista socialista no ‘naturaliza’ la unidad, sino que es un logro posible basado en una posibe posición enraizada en las relaciones sociales. El acto esencializador se encuentra en la estructura ontológica del trabajo o de su análogo, la actividad femenina.(15) La herencia del humanismo marxiano, con su ser eminentemente occidental, es lo que me resulta difícil. La contribución de estas fórmulas ha sido el énfasis puesto en la responsabilidad diaria de las mujeres para construir unidades, más que naturalizarlas.<br />La versión de Camerino MacKinnnon (1982,1987) del feminismo radical es, en sí misma, una caricatura de las tendencias apropiatorias, incorporizantes y totalizadoras de las teorías occidentales de la acción en busca de dentidad.(16) Fáctica y políticamente, es falso asimilar a la versión de MacKinnon todos los diversos ‘momentos’ o ‘conversaciones’ en las políticas femeninas recientes llamadas feminismo radical. Pero la lógica teleológica de su teoría muestra cómo una epistemología y una ontología -incluidas sus negaciones- borran la diferencia política. La reescritura de la historia del campo polimorfo llamado feminismo radical es sólo uno de los efectos de la teoría de MacKinnon. El efecto mayor es la producción de una teoría de la experiencia, de la identidad de las mujeres, que resulta ser una especie de apocalipsis desde cualquier punto de vista revolucionario. Es decir, la totalización construida dentro de este cuento de feminismo radical logra su fin -la unidad de las mujeres- implantando la experiencia de un testimonio hacia un no-ser radical. En cuanto a las feministas socialistomarxistas, la conciencia es un logro, no un hecho natural. Y la teoría de MacKinnon elimina algunas dificultades construidas dentro de los sujetos humanistas revolucionarios, pero al costo de un reduccionismo radical.<br />MacKinnon dice que el feminismo adoptaba necesariamente una estrategia analítica diferente del marxismo, contemplando primero no la estructura de clase, sino la de sexo/género y su relación generativa, la constitución de los hombres y la apropiación sexual de las mujeres. Irónicamente, la ‘ontología’ de MacKinnon construye un no-sujeto, un no-ser. El deseo de otro, no el trabajo del yo, es el origen de la ‘mujer’. Por consiguiente, desarrolla una teoría de la conciencia que pone en vigor lo que cuenta como experiencia de las ‘mujeres’: cualquier cosa que nombre la violación sexual, más aun, la propia sexualidad por lo que respecta a las ‘mujeres’. La práctica feminista es la construcción de esta forma de conciencia, es decir, el conocimiento propio es un yo-que-no-es.<br />Perversamente, la apropiación sexual en este feminismo posee aún el estatuto epistemológico de trabajo, es decir, el punto desde el que debe fluir un análisis capaz de contribuir a cambiar el mundo. Pero la objetificación sexual, no la alienación, es la consecuencia de la estructura de sexo/género. En el reino del conocimiento, el resultado de la objetificación sexual es ilusión y abstracción. No obstante, una mujer no está simplemente alienada de su producto, sino que, en el sentido más profundo, no existe como sujeto, o incluso, como sujeto potencial, puesto que no posee su existencia como mujer para la apropiación sexual. Ser constituida por el deseo de otro no es la misma cosa que ser alienada en la separación violenta del trabajador y de su producto.<br />La teoría radical de la experiencia de MacKinnon es totalizadora en el grado máximo y, más que marginalizar, oblitera la autoridad de cualquier otro discurso o acción políticos de las mujeres. Es una totalización que produce lo que el propio patriarcado occidental nunca pudo lograr, la conciencia de las feministas de la no existencia de la mujer excepto como producto del deseo masculino. Creo que MacKinnon dice correctamente que ninguna versión marxiana de la identidad puede dar lugar a una unidad firme de las mujeres. Pero al resolver el problema de las contradicciones de cualquier sujeto revolucionario occidental para los fines feministas, pone en marcha una doctrina de la experiencia aun más autoritaria. Si mi queja contra las posiciones socialistomarxianas se basa en su borradura involuntaria de la diferencia polivocal, inasimilable y radical que salta a la vista en la práctica y el discurso anticolonialistas, la borradura voluntaria por parte de MacKinnon de toda diferencia mediante el mecanismo de la no-existencia esencial de las mujeres no es tranquilizante.<br />En mi taxonomía, que como cualquier otra es una reinscripción de la historia, el feminismo radical puede acomodar todas las actividades de las mujeres nombradas por las feministas socialistas como formas de trabajo, sólo si la actividad puede ser sexualizada de alguna manera. La reproducción tenía diferentes tonos de significado para las dos tendencias, una enraizada en el trabajo y la otra en el sexo, y las dos llamaban ‘falsa conciencia’ a las consecuencias de dominación e ignorancia de la realidad social y personal.<br />Más allá de las dificultades o de las contribuciones en el razonamiento de cualquier autor, ni el punto de vista de las feministas marxianas ni el de las radicales han tendido a abrazar el estatuto de una explicación parcial. Ambos estaban constituidos ordinariamente como totalidades. La explicación occidental ha pedido lo mismo. ¿De qué otra manera podría el autor occidental incorporar a sus otros? Cada uno trataba de anexar otras formas de dominación expandiendo sus categorías básicas mediante la analogía, el listado simple o la suma. El embarazoso silencio sobre la raza entre las feministas socialistas y las radicales blancas fue una consecuencia políticamente devastadora. La historia y la polivocalidad desaparecen dentro de taxonomías políticas que tratan de establecer genealogías. No había sitio estructural para la raza (o para cualquier otra cosa) en la teoría que proclamaba revelar la construcción de la categoría mujer y el grupo social mujer como un todo unificado o totalizable. La estructura de mi caricatura se parece a lo siguiente:<br /><br />feminismo socialista - estructura de clase // salario de trabajo / / alienación trabajo, por analogía, reproducción, por extensión, sexo, por adición, raza feminismo radical-estructura de género//apropiación sexual//objetificación<br /><br />sexo, por analogía, trabajo, por extensión, reproducción, por adición, raza<br /><br />En otro contexto, la teórica búlgaro-francesa Julia Kristeva proclamaba que las mujeres aparecían como un grupo histórico después de la segunda guerra mundial, junto con otros grupos, como la juventud. Sus fechas son dudosas, pero ahora estamos acostumbradas a recordar que como objetos del conocimiento y como actores históricos, la ‘raza’ no existió siempre, la ‘clase’ tiene una génesis histórica y los ‘homosexuales’ son bastante nuevos. No es accidental que el sistema simbólico de la familia del hombre -y, por lo tanto, de la esencia de la mujer- se rompa en el mismo momento en que las redes que conectan a los seres humanos en nuestro planeta son múltiples, cargadas y complejas. El ‘capitalismo avanzado’ es inadecuado para transportar la estructura de este momento istórico. En sentido ‘occidental’, el fin del hombre está en juego. No es accidental que la mujer se desintegre en mujeres de nuestro tiempo. Quizás las feministas socialistas no eran substancialmente culpables de producir la teoría esencialista que suprimió la particularidad femenina y los intereses contradictorios. Creo que nosotras lo hemos sido, al menos a causa de nuestra participación irreflexiva en la lógica, en los lenguajes y en las prácticas del humanismo blanco y mediante la búsqueda de un terreno de dominación para asegurarnos nuestra voz revolucionaria. Ahora tenemos menos excusas, pero a través de la conciencia de nuestros fracasos, corremos el riesgo de caer en diferencias ilimitadas y de ceder ante la confusa tarea de hacer conexiones parciales, pero reales. Algunas diferencias son agradables, otras son polos de sistemas mundiales históricos de dominación. La ‘epistemología’ trata de conocer la diferencia.<br /><br />La informática de la dominación<br /><br />En esta búsqueda de una posición epistemológica y política, quisiera bosquejar un cuadro de posible unidad, sacado de los principios socialistas y feministas del diseño. El marco para mi bosquejo está fijado por la extensión y por la importancia de los reajustes en las relaciones sociales, a nivel mundial, con la ciencia y la tecnología. Me inclino por una política enraizada en demandas de cambios fundamentales en la naturaleza de la clase, la raza y el género, en un sistema emergente de un orden mundial análogo en su novedad y objetivos al creado por el capitalismo industrial. Vivimos un cambio desde una sociedad orgánica e industrial hacia un sistema polimorfo de información, desde el trabajo al juego, un juego mortal. Simultáneamente materiales e ideológicas, las dicotomías pueden ser expresadas en la siguiente lista de transiciones desde unas dominaciones jerárquicas confortablemente viejas hasta las aterradoras nuevas redes que he llamado la informática de la dominación:<br /><br /><div>Representación<br />Novela burguesa, realismo<br />Organismo<br />Profundidad, integridad<br />Calor<br />Biología como práctica clínica<br />Fisiología<br />Pequeño grupo<br />Perfección<br />Eugenesia<br />Decadencia La montaña mágica<br />Higiene<br />Microbiología, tuberculosis<br />División orgánica del trabajo<br />Especialización funcional<br />Reproducción Réplica exacta<br />Neoimperialismo<br />Especialización orgánica<br />Función sexual<br />Reproducción<br />Determinismo biológico<br />Ecología comunitaria Ecosistema<br />Cadena racial del ser<br />Gestión científica en casa/fábrica<br />Familia/mercado/fábrica<br />Salario familiar<br />Público/privado<br />Naturaleza / Cultura<br />Cooperación<br />Freud<br />Sexo<br />Trabajo<br />Mente Inteligencia artificial<br />Segunda guerra mundial<br />Patriarcado Capitalista Blanco Simulación<br />Ciencia ficción, postmodernismo<br />Componente biótico<br />Superficie, lindero<br />Ruido<br />Biología como inscripción<br />Ingeniería de las comunicaciones<br />Subsistema<br />Optimización<br />Control de la población<br />Caída en desuso Future Shock<br />Gestión del estrés<br />Inmunología, SIDA<br />Ergonómica/cibernética del trabajo<br />Construcción modular<br />Estrategias genéticas óptimas<br />Réplicas<br />humanismo Naciones Unidas<br />Inercia evolucionista, cohibiciones<br />Fábrica global/Chalet electrónico<br />Mujeres en el circuito integrado<br />Valor comparable<br />Nacionalidad cyborg<br />Campos de diferencia<br />Aumento de las comunicaciones<br />Lacan<br />Ingeniería genética<br />Robótica<br />Guerra de las Galaxias<br />Informática de la Dominación<br /><br /><br />Esta lista sugiere varias cosas interesantes.(17) Primero, los objetos de la columna derecha no pueden ser codificados como ‘naturales’, una comprobación que subvierte asimismo la codificación naturalista de la columna izquierda.<br />Ideológica o materialmente, no es posible volver atrás. No solamente ‘dios‘ ha muerto, sino también la ‘diosa’, o los dos han sido revivificados en los mundos cargados de microelectrónica y de políticas biotecnológicas. En relación con objetos tales como los componentes bióticos, una ya no deberá pensar en términos de propiedades esenciales, sino de diseño, de dificultades limítrofes, de tasas de movimiento, de lógicas de sistema, de costo de disminución de las dificultades. La reproducción sexual es una más entre otras estrategias de perpetuación, con costos y beneficios en tanto que función del sistema ambiental.<br />Las ideologías de la reproducción sexual no pueden razonablemente defender las nociones de sexo y de papel sexual como aspectos orgánicos de objetos naturales tales como organismos y familias, pues esas opiniones serían tachadas de irracionales e, irónicamente, veríamos a ejecutivos que leen Playboy y a feministas radicales que luchan contra la pornografía convertidos en extraños compañeros de cama al denunciar juntos la irracionalidad.<br />Al igual que con las razas, las ideologías que tratan de la diversidad humana tendrán que ser formuladas en términos de frecuencias de datos, como grupos sanguíneos o coeficientes de inteligencia. Es ‘irracional’ invocar conceptos como lo primitivo o lo civilizado. Para liberales y radicales, la búsqueda de sistemas sociales integrados da paso a una nueva práctica llamada ‘etnografía experimental’, en la que un objeto orgánico se disipa en favor de un juego escrito. A nivel de la ideología, vemos traducciones de racismo y colonialismo a lenguas de desarrollo y subdesarrollo, tasas y dificultades de modernización.<br />Objetos y personas pueden ser considerados en términos de desmontar o volver a montar, ninguna arquitectura ‘natural’ obstaculiza el diseño del sistema. Los distritos financieros en todas las ciudades del mundo, así como las zonas de elaboración de exportaciones y de libre comercio, proclaman este hecho elemental del ‘capitalismo tardío’. El universo de objetos que pueden ser conocidos científicamente debe ser formulado como problemas en la ingeniería de las comunicaciones (para los gestores) o teorías del texto (para aquellos que resistirán). Ambos son semiologías cyborg.<br />Una debería esperar estrategias de control que se concentrasen en condiciones límites e interfaces,(18) en tasas de flujo entre fronteras y no en la integridad de los objetos naturales. La ‘integridad’ o la ’sinceridad’ del ser occidental cede el paso a procedimientos de decisión y a sistemas de expertos.<br />Por ejemplo, las estrategias de control aplicadas a las capacidades de las mujeres para dar a luz a nuevos seres humanos serán desarrolladas en el interior de los lenguajes de control de la población y de optimización del logro de objetivos con vistas a cargos directivos individuales. Las estrategias de control serán formuladas en términos de tasas, costos de las dificultades, grados de libertad.<br />Los seres humanos, como cualquier otro componente o subsistema, estarán localizados en un sistema arquitectural cuyos modos básicos de operación son probabilísticos, estadísticos. No existen objetos, espacios o cuerpos sagrados por sí mismos, cualquier componente puede ser conectado con cualquier otro si la pauta y el código correctos pueden ser construidos para el procesamiento de señales en un lenguaje común. El intercambio en este mundo trasciende la traducción universal llevada a cabo por los mercados capitalistas que Marx analizó de manera tan brillante. La patología privilegiada que afecta a todos los componentes de este universo es el estrés, la ruptura de comunicaciones (Hogness, 1983). El cyborg no está sujeto a la biopolítica de Foucault, sino que simula políticas, un campo de operaciones mucho más poderoso.<br /><br />Este análisis de los objetos científicos y culturales del conocimiento que han aparecido históricamente desde la segunda guerra mundial nos prepara a conocer algunas insuficiencias del análisis feminista que ha funcionado como si los dualismos orgánicos y jerárquicos que controlan el discurso en ‘occidente’ desde Aristóteles estuviesen todavía en funcionamiento. Han sido canibalizados o, como diría Zoé Sofía (Sofoulis), ‘tecnodigeridos’. Las dicotomías entre la mente y el cuerpo, lo animal y lo humano, el organismo y la máquina, lo público y lo privado, la naturaleza y la cultura, los hombres y las mujeres, lo primitivo y lo civilizado están puestas ideológicamente en entredicho. La situación actual de las mujeres es su integración/explotación en un sistema mundial de producción/reproducción y de comunicación llamado informática de la dominación. El hogar, el sitio de trabajo, el mercado, la plaza pública, el propio cuerpo, todo, puede ser dispersado y conectado de manera polimorfa, casi infinita, con enormes consecuencias para las mujeres y para otros, consecuencias que, en sí mismas, son muy diferentes en gentes diferentes y que convierten a los poderosos movimientos internacionales de oposición en algo difícil de imaginar, aunque esencial para la supervivencia. Un camino importante para reconstruir las políticas feministas socialistas es a través de la teoría y de la práctica dirigidas a las relaciones sociales de ciencia y de tecnología, incluidos los sistemas de mito y de significados que estructuran nuestras imaginaciones.<br />El cyborg es una especie de yo personal, postmoderno y colectivo, desmontado y vuelto a montar. Es el yo que las feministas deben codificar.<br />Las tecnologías de las comunicaciones y las biotecnologías son las herramientas decisivas para darle nuevas utilidades a nuestros cuerpos. Estas herramientas encarnan y ponen en vigor nuevas relaciones sociales para las mujeres a través del mundo. Las tecnologías y los discursos científicos pueden ser parcialmente comprendidos como formalizaciones, por ejemplo, como momentos congelados de las fluidas interacciones sociales que las constituyen, pero deberían asimismo ser vistos como instrumentos para poner significados en vigor. La frontera entre mito y herramienta, entre instrumento y concepto, entre sistemas históricos de relaciones sociales y anatomías históricas de cuerpos posibles, incluyendo a los objetos del conocimiento, es permeable. Más aun, mito y herramienta se constituyen mutuamente.<br />Además, las ciencias de las comunicaciones y las biologías modernas están construidas por una misma intención, la traducción del mundo a un problema de códigos, una búsqueda de un lenguaje común en el que toda resistencia a un control instrumental desaparece y toda heterogeneidad puede ser desmontada, montada de nuevo, invertida o intercambiada.<br />En las ciencias de la comunicación, la traducción del mundo a un problema de codificación puede ser ilustrada mirando a los sistemas de teorías cibernéticas (controlados mediante realimentación) aplicados a la tecnología telefónica, al diseño de ordenadores, al despliegue de armamentos o a la construcción y al mantenimiento de bases de datos. En cada caso, la solución a las preguntas claves se basa en una teoría de lenguaje y de control. La operación clave es la determinación de tasas, de direcciones y de probabilidades de fluido de una cantidad llamada información. El mundo esta subdividido por fronteras diferentemente permeables a la información. Ésta es esa especie de elemento cuantificable (unidad, base de unidad) que permite la traducción universal y, por lo tanto, un poder instrumental sin estorbos (llamado comunicación eficaz). La amenaza mayor a tal poder es la interrupción de la comunicación. Cualquier ruptura del sistema es una función del estrés. Lo fundamental de esta tecnología puede ser condensado en la metáfora C3-1, centro- de- control- de- comunicación e- inteligencia, el símbolo militar de su teoría de operaciones.<br />En las biologías modernas, la traducción del mundo a un problema de codificación puede ser ilustrada por la genética molecular, por la ecología, por la teoría evolucionista sociobiológica y por la inmunología. El organismo ha sido traducido a problemas de codificación genética y de lectura. La biotecnología, que es una tecnología de la escritura, informa ampliamente de la investigación.(19)<br />En un sentido, los organismos han cesado de existir como objetos del conocimiento, dando lugar a componentes bióticos, por ejemplo, instrumentos especiales para el procesamiento de la información. Posiciones similares en la ecología podrían ser examinadas indagando la historia y la utilidad del concepto de ecosistema. La inmunobiología y las prácticas médicas asociadas son ricos ejemplos del privilegio de la codificación y del reconocimiento de sistemas como objetos del conocimiento, como construcciones de realidad corporal para nosotros. La “biología aquí es una especie de criptografía. La investigación es, por fuerza, una especie de actividad de la inteligencia. Abundan las ironías. Un sistema estresado termina por fracasar, no puede reconocer la diferencia entre el yo y el otro. Los bebés humanos con corazones de mandril provocan una perplejidad ética nacional, tanto en los activistas en favor de los derechos de los animales como en los guardianes de la pureza humana. En los Estados Unidos, los homosexuales y los drogadictos que se pinchan en vena son las víctimas ‘privilegiadas’ de una terrible enfermedad del sistema inmunitario que señala (inscribe en el cuerpo) una confusión de fronteras y de polución moral (Treichler, 1987).<br />Pero estas excursiones dentro de las ciencias de la comunicación y de la biología se han efectuado en un nivel enrarecido. Existe una realidad mundana, ampliamente económica, que está en línea con mi opinión de que esas ciencias y esas tecnologías indican transformaciones fundamentales en la estructura del mundo para nosotros. Las tecnologías de las comunicaciones dependen de la electrónica. Los estados modernos, las compañías multinacionales, el poder militar, los aparatos del estado del bienestar, los sistemas por satélite, los procesos políticos, la fabricación de nuestras imaginaciones, los sistemas de control del trabajo, las construcciones médicas de nuestros cuerpos, la pornografía comercial, la división internacional del trabajo y el evangelismo religioso dependen íntimamente de la electrónica. La microelectrónica es la base técnica del simulacro, es decir, de las copias sin original.<br />La microelectrónica hace de intermediario en las traducciones del trabajo a robotica y a tratamiento de textos, del sexo a ingeniería genética y a tecnologías reproductivas y de la mente a inteligencia artificial y a procedimientos de decisión. Las nuevas biotecnologías preocupan más que la reproducción humana. La biología en tanto que poderosa ciencia de la ingeniería para el nuevo diseño de materiales y de procesos tiene implicaciones revolucionarias en la industria, quizás hoy día más obvias dentro de las áreas de la fermentación, de la agricultura y de la energía. Las ciencias de la comunicación y la biología son construcciones de objetos técnico-naturales del conocimiento en las que la diferencia entre máquina y organismo es poco precisa. Mente, cuerpo y herramienta se encuentran en términos muy íntimos. La organización material ‘multinacional’ de la producción y de la reproducción de la vida diaria y la organización simbólica de la producción y de la reproducción de la cultura y de la imaginación parecen igualmente implicadas. Las imágenes mantenedoras de los límites entre base y superestructura, público y privado o material e ideal nunca tuvieron un aspecto más débil.<br />He utilizado la imagen que da Rachel Grossman (1980) de las mujeres en el circuito integrado para nombrar la situación de las mujeres en un mundo tan íntimamente reestructurado a través de las relaciones sociales de ciencia y de tecnología.(20) Utilicé la estrambótica expresión ‘las relaciones sociales de ciencia y de tecnología’ para indicar que no estamos tratando con un determinismo tecnológico, sino con un sistema histórico que depende de relaciones estructuradas entre la gente. Pero la frase debería también indicar que la ciencia y la tecnología suministran fuentes frescas de poder, que necesitamos fuentes frescas de análisis y acción política (Latour, 1984). Algunas de las nuevas versiones de raza, sexo y clase enraizadas en relaciones sociales facilitadas por la alta tecnología pueden hacer que el feminismo socialista sea más pertinente a efectos de una política progresista.<br /><br />La economía del trabajo casero fuera del hogar<br /><br />La ‘Nueva revolución industrial‘ está produciendo una clase trabajadora en todo el mundo, así como nuevas sexualidades y etnicidades. La gran movilidad del capital y la cada vez mayor división internacional del trabajo se entretejen con la aparición de nuevas colectividades y con el debilitamiento de los grupos familiares. Estos hechos no son neutrales desde los puntos de vista de género y raza. Los hombres blancos en las sociedades industriales avanzadas son hoy muy vulnerables a la pérdida permanente de sus empleos y las mujeres no están desapareciendo de las listas de empleo a un ritmo igual que los hombres. No se trata únicamente de que ellas son, en los países del tercer mundo, la fuerza de trabajo preferida de las multinacionales de base científica que se ocupan de los productos para la exportación, especialmente la electrónica, ya que el cuadro es más sistemático y engloba a la reproducción, a la sexualidad, a la cultura, al consumo y a la producción. En el emblemático Silicon Valley, muchas vidas de mujeres han sido estructuradas en base a sus empleos, y sus realidades íntimas incluyen una monogamia heterosexual en serie, la negociación de los cuidados médicos para sus hijos, lejanía con respecto a sus parientes o a otras formas de comunidad tradicional, un alto grado de soledad y una enorme vulnerabilidad económica conforme envejecen. La diversidad racial y étnica de las mujeres en Silicon Valley da lugar a un microcosmos de conflictivas diferencias en cultura, familia, religión, educación y lengua.<br />Richard Gordon ha denominado a esta situación la ‘economía del trabajo casero‘.(21) Aunque incluye el fenómeno del trabajo casero literal que emerge con el ensamblaje electrónico. Cordón llama ‘economía del trabajo casero’ a la reestructuración del trabajo que, en general, posee las características que antes tenían los empleos de las mujeres, empleos que sólo eran ocupados por éstas. El trabajo, independientemente de que lo lleven a cabo hombres o mujeres, está siendo redefinido como femenino y feminizado. El término ‘feminizado’ significa ser enormemente vulnerable, apto a ser desmontado, vuelto a montar, explotado como fuerza de trabajo de reserva, estar considerado más como servidor que como trabajador, sujeto a horarios intra y extrasalariales que son una burla de la jomada laboral limitada, llevar una existencia que está siempre en los límites de lo obsceno, fuera de lugar y reducible al sexo. El hecho de matarse trabajando en la oficina es una vieja estrategia que ahora se aplica a los antiguos trabajadores privilegiados. No obstante, la economía del trabajo casero no se refiere solamente a un matarse en la oficina en gran escala, ni tampoco niega que estén apareciendo nuevas áreas de superespecialización incluso para las mujeres y los hombres que antes se encontraban excluidos de estos puestos, sino que la fábrica, el hogar y el mercado están integrados en una nueva escala y que los puestos de las mujeres son fundamentales y necesitan ser analizados con respecto a las diferencias entre las mujeres y a las relaciones entre hombres y mujeres en situaciones diferentes.<br />La economía del trabajo en casa, en tanto que estructura organizativa capitalista mundial, es la consecuencia y no la causa de las nuevas tecnologías. El éxito del ataque sobre los privilegiados puestos de trabajo sindicados masculinos, generalmente ocupados por la raza blanca, está relacionado con el poder que tienen las nuevas tecnologías de la comunicación para integrar y controlar el trabajo a pesar de la amplia dispersión y de la descentralización. Las consecuencias de las nuevas tecnologías se reflejan, para las mujeres, en la pérdida del salario familiar masculino (si es que en algún momento tuvieron acceso a éste) y en las nuevas características de sus propios empleos, que se están volviendo intensivos al tener que compaginar, por ejemplo, el trabajo y el cuidado de sus hijos.<br /><br />Los nuevos arreglos económicos y tecnológicos están asimismo relacionados con el desfalleciente estado del bienestar y con la consiguiente intensificación de las exigencias que se hacen a las mujeres para que se mantengan a sí mismas y ayuden en el mantenimiento de los hombres, de los niños y de los ancianos. La feminización de la pobreza -generada por el desmantelamiento del estado del bienestar, por la economía del trabajo casero en el que los empleos estables son raros, y mantenida por la suposición de que los salarios que ganan las mujeres no serán compensados mediante un aumento en los de los hombres dedicado al cuidado de los hijos- se ha convertido en algo preocupante. Las causas de los hogares presididos una mujer están en función de la raza, de la clase o del sexo, pero su generalización cada vez mayor da pábulo a coaliciones femeninas en muchos temas. No es algo nuevo que las mujeres emplean normalmente parte de su vida diaria en función de su forzado estatuto de madres. La integración dentro de la economía capitalista, que se basa cada vez más en los productos bélicos, es nueva. Por ejemplo, la presión que existe sobre las mujeres negras norteamericanas que han escapado del apenas pagado servicio doméstico y que ahora tienen cada vez más empleos en trabajos de oficina y similares, tiene grandes implicaciones para la continua pobreza forzada con empleo. La mujeres adolescentes en la áreas industrializadas del tercer mundo son cada vez más la única fuente de ingresos de sus familias, mientras que el acceso a la tierra se hace cada vez más problemático. Estos acontecimientos tendrán progresivamente más y mayores consecuencias en la psicodinámica y en la política del género y de la raza.<br />Dentro de este marco de tres grandes etapas del capitalismo (comercial/industrial temprano, monopolio, multinacional), unido al nacionalismo, al imperialismo y al multinacionalismo y relacionado con los tres periodos estéticos dominantes de Jameson -realismo, modernismo y postmodemismo- , yo quisiera decir que las formas específicas de las familias se relacionan dialécticamente con formas del capital y con sus concomitantes políticos y culturales. Aunque vividas de manera problemática y desigual, las formas ideales de estas familias podrían resumirse como (1) la familia de núcleo patriarcal, estructurada por la dicotomía entre lo lo público y lo privado y acompañada por la ideología burguesa de esferas separadas y por el feminismo burgués anglo-norteamericano del siglo XIX; (2) la familia moderna condicionada (o puesta en vigor) por el estado del bienestar y por instituciones como el salario familiar, con un florecimiento de ideologías heterosexuales afeministas, incluyendo sus versiones radicales representadas en el Greenwich Village(22) alrededor de la primera guerra mundial; y (3) la ‘familia’ de la economía del trabajo casero con su estructura oximorónica de hogares con cabeza de familia femeninos y su explosión de feminismos y la intensificación paradójica y erosión del propio género. Este es el contexto en el que las proyecciones para el desempleo estructural a nivel mundial que surge de las nuevas tecnologías son parte del cuadro de la economía del trabajo casero. Mientras la robótica y las tecnologías afines lanzan a los hombres al desempleo en los países ‘desarrollados’ y exacerban la imposibilidad de crear puestos de trabajo masculinos en el ‘desarrollo’ del tercer mundo, y mientras la oficina automatizada se convierte en la norma incluso en países con abundante oferta de trabajo, la feminización del trabajo se intensifica. Las mujeres negras de los Estados Unidos saben desde hace tiempo lo que es hacer frente al subempleo (feminización) estructural de los hombres negros, así como a la vulnerabilidad de su propia posición en la economía de los salarios. Ya no es un secreto que, en esta estructura económica, la sexualidad, la reproducción, la familia y la vida comunitaria se encuentran entrelazadas de mil maneras que han diferenciado las situaciones de las mujeres y de los hombres negros. Cada vez habrá más mujeres y más hombres luchando con situaciones similares, lo que hará necesarias las alianzas intergenéricas e interraciales, no siempre agradables, en asuntos básicos de la vida, con o sin empleo.<br />Las nuevas tecnologías tienen también un profundo efecto sobre el hambre y sobre la producción de alimentos para la subsistencia a través del mundo. Rae Lessor Blumberg (1983) estima que las mujeres producen alrededor del 50% de estos.(23) Generalmente, las mujeres están excluidas de los beneficios resultantes de la producción de bienes alimentarios de consumo utilizando alta tecnología, y sus jornadas de trabajo son mucho más arduas debido a sus responsabilidades para hacer que el pan no falte en casa, lo que hace también que sus situaciones reproductivas sean más complejas. Las tecnologías de la Revolución verde influyen en otras altas tecnologías de la producción industrial, alterando las divisiones genéricas del trabajo y los patrones diferenciales de las migraciones genéricas.<br />Estas nuevas tecnologías parecen influir profundamente en las formas de ‘privatización’ que Ros Petchesky (1981) ha analizado, en las cuales inciden sinergísticamente la militarización, las ideologías familiares y los programas políticos de derechas y las cada vez más reforzadas definiciones de propiedad corporativa (y estatal) como algo privado.(24) Las nuevas tecnologías de la comunicación son fundamentales para la erradicación de la ‘vida pública’ para todos, lo cual facilita el crecimiento rapidísimo de un establecimiento militar permanente de alta tecnología a expensas culturales y económicas de mucha gente, pero especialmente de las mujeres. Las tecnologías tales como los vídeojuegos y los receptores de televisión altamente miniaturizados parecen cruciales para la producción de las formas modernas de la ‘vida privada’. La cultura de los vídeojuegos está sobre todo orientada a la competición individual y a la guerra extraterrestre. Aquí son producidas imaginaciones genéricas y de alta tecnología que pueden dar lugar a la destrucción del planeta y a una huida de ciencia ficción de sus consecuencias. La militarización va más allá de nuestras imaginaciones, y las otras realidades de la guerra nuclear y electrónica son ineludibles. Estas son las tecnologías que prometen la movilidad más grande y el intercambio perfecto y, que, de refilón, ayudan a que el turismo, esa forma perfecta de movilidad y de intercambio, emerja como una de las industrias mundiales más en boga.<br />Las nuevas tecnologías afectan a las relaciones sociales tanto de la sexualidad como de la reproducción, y no siempre de la misma manera. Los íntimos lazos existentes entre sexualidad e instrumentalidad, entre percepciones del cuerpo como una especie de máquina maximizadora para uso y satisfacción privada, son descritos muy bien en las historias de origen sociobiológico que ponen el énfasis en un cálculo genético y explican la inevitable dialéctica de dominación de los papeles genéricos masculinos y femeninos.(25) Estas historias sociobiologicas dependen de una visión de alta tecnología del cuerpo como un componente biótico o como un sistema cibernético de comunicaciones. Entre las muchas transformaciones de las situaciones reproductoras se encuentra la médica, a través de la cual los cuerpos de las mujeres tienen fronteras permeables a la ‘visualización’ y a la -intervención’. Por supuesto, el quién controla la interpretación de las fronteras corporales en la hermenéutica médica es un tema feminista. El espéculo ginecológico sirvió como un icono para las mujeres que reclamaban sus cuerpos en los años 70; esa herramienta es inadecuada hoy para expresar nuestra necesaria política corporal en la negociación de la realidad en la puesta en práctica de la reproducción cyborg. La ayuda propia no es suficiente.<br />Las tecnologías de la visualización llaman a la importante práctica cultural de la caza con la cámara y a la naturaleza depredadora de una conciencia fotográfica.(26) El sexo, la sexualidad y la reproducción son actores principales en los sistemas míticos de alta tecnología que estructuran nuestras imaginaciones de posibilidad personal y social.<br />Otro aspecto crítico de las relaciones sociales de las nuevas tecnologías es la nueva formulación de las expectativas, de la cultura, del empleo y de la reproducción para la amplia fuerza de trabajo científico y técnico. Un enorme peligro social y político es la formación de una estructura social altamente bimodal, con masas de hombres y de mujeres de todos los grupos étnicos, pero especialmente del de color, recluidos en la economía del trabajo casero, en el analfabetismo de diferentes variedades, en la impotencia y en el desempleo general controlados por aparatos represivos de alta tecnología que van desde la diversión hasta la vigilancia y la desaparición. Una política feminista socialista adecuada debería dirigirse a las mujeres que ocupan las posiciones laborales privilegiadas, principalmente en la tecnología y en la producción científica, que construyen los discursos científicotécnicos, los procesos y los objetos.(27)<br />Este asunto es sólo un aspecto de la búsqueda de la posibilidad de una ciencia feminista, pero un aspecto importante. ¿Qué clase de papel constitutivo en la producción del conocimiento, de la imaginación y de la práctica tienen los nuevos grupos implicados en la ciencia? ¿Cómo pueden estos grupos aliarse con los movimientos progresivos sociales y políticos? ¿Qué clase de responsabilidad política puede ser construida para unir a las mujeres a través de las jerarquías cientificotécnicas que nos separan? ¿Existirán maneras de desarrollar políticas para el desenvolvimiento de la tecnología y de la ciencia feministas en alianza con grupos de acción antimilitar para la reconversión científica? Muchos trabajadores científicos y técnicos en Silicon Valley, incluidos los cowboys de la alta tecnología, no quieren trabajar en la ciencia militar.(28)<br />¿Podrían estas preferencias personales y estas tendencias culturales fundirse en políticas progresivas entre la clase media profesional en la que las mujeres, incluyendo las de color, empiezan a ser numerosas?<br /><br />Las mujeres en el circuito integrado<br /><br />Voy ahora a resumir el cuadro de las posiciones históricas de las mujeres en las sociedades industriales avanzadas, reestructuradas parcialmente a través de las relaciones sociales de la ciencia y de la tecnología. Si alguna vez fue ideológicamente posible caracterizar las vidas de las mujeres mediante la distinción entre los campos público y privado -sugerida por imágenes de la división de la vida de la clase obrera en fábrica y hogar, de la vida burguesa en el mercado y el hogar y de la existencia del género en los reinos personales y políticos- es ahora una ideología completamente engañadora, incluso para mostrar de qué manera ambos términos de estas dicotomías se construyen mutuamente en la práctica y en la teoría. Prefiero una imagen de cadena ideológica que sugiera la profusión de espacios e identidades y la permeabilidad de las fronteras en el cuerpo personal y en el político. ‘Encadenar’ es tanto una práctica política como una estrategia de multinacional corporativa, entretejer es para los cyborgs opositivos.<br />Por lo tanto, voy a volver a la imagen anterior de la informática de la dominación y dibujar una visión del ‘lugar’ de las mujeres en el circuito integrado, tocando sólo unas pocas posiciones sociales idealizadas, vistas en principio desde el punto de vista de las sociedades capitalistas avanzadas: hogar, mercado, puesto de trabajo remunerado, estado, escuela, clínica-hospital e iglesia. Cada uno de esos idealizados lugares se encuentra lógica y prácticamente implicado en los otros, de manera análoga a la de una fotografía holográfica. Quisiera sugerir el impacto de las relaciones sociales mediadas y puestas en vigor por las nuevas tecnologías con vistas a ayudar en la formulación del necesario análisis y del trabajo práctico. No obstante, no existe un ‘lugar’ para las mujeres en estas cadenas, sólo geometrías de diferencia y contradicción cruciales para las identidades cyborgs de las mujeres. Si aprendemos cómo leer esas redes de poder de vida social, podremos aprender nuevos acoplamientos, nuevas coaliciones. No hay manera de leer la lista siguiente desde una posición de ‘identificación’ de un yo unitario. La consecuencia es la dispersión. La tarea es sobrevivir en la diáspora.<br /><br />Hogar: Hogares con cabezas de familia femenino, monogamia en serie, huida de los hombres, ancianas solas, tecnología del trabajo doméstico, trabajo casero pagado, resurgimiento de las fábricas domésticas donde se explota al obrero, negocios en el hogar enlazados por redes de telecomunicaciones, chalet electrónico, ausencia de hogar urbano, emigración, arquitectura modular, familia nuclear reforzada (de manera simulada), intensa violencia doméstica.<br /><br />Mercado: Continuo consumo de trabajo por parte de las mujeres, a las que se les destina, para que la compren, la profusión de nuevos productos de las nuevas tecnologías (sobre todo a causa de que la carrera competitiva entre las naciones industrializadas y las que están en vías de industrialización, para evitar un peligroso desempleo de sus masas, necesita encontrar más y más nuevos mercados donde dirigir unos bienes de consumo que cada vez son menos necesarios); poder de compra bimodal, de par con la publicidad puesta en el nuevo objetivo de los numerosos grupos acomodados y olvido de los mercados de masas anteriores; importancia creciente de los mercados informales en el trabajo y bienes de consumo paralelos a las estructuras opulentas de los mercados de la alta tecnología; sistemas de vigilancia a través de transferencias de fondos electrónicos; abstracción (conversión en un bien de consumo) intensa del mercado de la experiencia, resultando en teorías de la comunidad utópicas e ineficaces o cínicas; movilidad extrema (abstracción) de los sistemas de mercado y de financiación; interpenetración de los mercados sexual y laboral; sexualización intensificada del consumo abstracto y alienado.<br /><br />Puesto de trabajo remunerado: Continua e intensa división sexual y racial del trabajo, pero crecimiento considerable del número de miembros en categorías de trabajo privilegiado para muchas mujeres blancas y gentes de color; impacto de las nuevas tecnologías en el trabajo de oficina de las mujeres, en los servicios, en la manufacturación (especialmente de los textiles), en la agricultura, en la electrónica; reestructuración internacional de las clases trabajadoras; puesta en marcha de modificaciones de horario laboral para facilitar la economía del trabajo casero (flexibilidad, tiempo parcial, tiempo extra, ausencia de tiempo); trabajo casero y paro; presiones cada vez mayores para estructuras salariales a dos niveles; cantidades significativas de gente, a nivel mundial, en poblaciones dependientes de dinero constante sin experiencia o sin esperanza de un empleo estable; la mayoría de los empleos ‘marginales’ o ‘feminizados’.<br /><br />Estado: Erosión continuada del estado del bienestar; descentralizaciones con aumento de la vigilancia y el control; nacionalidad a través de telemáticas; imperialismo y poder político bajo forma de la diferenciación ‘riqueza de información/pobreza de información’; aumento de la militarización de alta tecnología con oposición cada vez mayor de muchos grupos sociales; reducción de los puestos de trabajo en el funcionariado a causa de la intensificación creciente del capital del trabajo de oficina, con implicaciones para la movilidad de las mujeres de color; aumento de la privatización de la vida y de la cultura materiales e ideológicas; integración íntima de la privatización y de la militarización, formas altamente tecnológicas de la vida personal y pública del capitalismo burgués; invisibilidad de los diferentes grupos sociales entre ellos, unidos a los mecanismos psicológicos de creencia en enemigos abstractos.<br /><br />Escuela: Emparejamiento cada vez mayor de las necesidades del capital de alta tecnología y de la educación pública en todos los niveles, diferenciados según la raza, la clase y el género; cursos de gestión introducidos en la reforma educativa y en la refinanciación a expensas de las restantes estructuras educativas progresivas y democráticas para niños y educadores; educación buscando la ignorancia de las masas y la represión dentro de la cultura tecnocrática y militarizada; crecimiento de cultos misteriosos en contra de la ciencia salidos de los movimientos políticos radicales disidentes; analfabetismo científico relativo continuo entre las mujeres blancas y la gente de color; creciente direccionismo industrial de la educación (sobre todo la superior) por parte de las multinacionales de la ciencia (especialmente compañías de electrónica y biotecnología); numerosas élites de educación privilegiada en una sociedad progresivamente bimodal.<br /><br />Clínica-hospital: Relaciones intensificadas entre máquina y cuerpo; renegociaciones de las metáforas que canalizan la experiencia personal del cuerpo, sobre todo en relación con la reproducción, las funciones del sistema inmunitario y los fenómenos de ‘estrés’; intensificaciones de las políticas reproductivas en respuesta a las implicaciones femeninas históricas del mundo del control potencial y sin realizar con relación a la reproducción; aparición de enfermedades nuevas e históricamente específicas; luchas a propósito de los significados y de los medios sanitarios en ambientes saturados de productos y procesos de alta tecnología; feminización continua del trabajo sanitario; luchas intensas a propósito de la responsabilidad del estado en la sanidad; continuo papel ideológico de los movimientos a favor de la sanidad pública como parte de la política norteamericana.<br /><br />Iglesia: Predicadores fundamentalistas electrónicos ’supersalvadores’ solemnizando la unión del capital electrónico con los dioses fetiches automatizados; importancia cada vez mayor de las iglesias que se oponen al estado militarizado; lucha central a propósito del significado y de la autoridad de la mujer en la religión; continua importancia de la espiritualidad, entrelazada con sexo y sanidad en la lucha política.<br /><br />La única manera de definir a la informática de la dominación es como una intensificación masiva de la inseguridad y un empobrecimiento cultural con un fallo común de la subsistencia de las redes para los más vulnerables. Puesto que gran parte de este cuadro se entreteje con las relaciones sociales de la ciencia y de la tecnología, la urgencia de una política feminista socialista relacionada con la ciencia y con la tecnología es enorme. Se está haciendo mucho y las bases para el trabajo político son grandes. Por ejemplo, los esfuerzos para desarrollar formas de lucha colectiva para las mujeres en puestos de trabajo pagados, como los del Distrito 925 del SEIU,(29) deberían ser una prioridad para nosotras. Estos esfuerzos están profundamente relacionados con la reestructuración técnica de los procesos de trabajo y la reforma de las clases trabajadoras, y también facilitan una comprensión de una organización laboral más lógica, que englobe los temas de la comunidad, de la sexualidad y de la familia antes nunca prioritarios en los sindicatos industriales mayoritariamente blancos y masculinos.<br />Los nuevos planteamientos estructurales relacionados con las relaciones sociales de la ciencia y de la tecnología provocan una gran ambivalencia. Pero no es necesario deprimirse ante las implicaciones de la relación femenina en este final de siglo con todos los aspectos del trabajo, de la cultura de la producción del conocimiento, de la sexualidad y de la reproducción. Debido a excelentes razones, la mayoría de los marxismos ven bien la dominación y tienen problemas para comprender lo que puede sólo parecer como falsa conciencia y complicidad de la gente en su propia dominación en el capitalismo tardío. Es muy importante recordar que aquellas cosas que se han perdido, quizás especialmente desde el punto de vista de la mujer, son a menudo unas formas virulentas de opresión, nostálgicamente naturalizadas a la vista de la violación actual. La ambivalencia hacia la unidades rotas mediatizadas por la cultura de la alta tecnología requiere no una conciencia clasificadora en categorías de ‘crítica de ideas claras que ponga las bases de una sólida epistemología política’ frente a una ‘falsa conciencia manipulada’, sino una comprensión sutil de los placeres nacientes, de las experiencias y de los poderes con serias posibilidades de cambiar las reglas del juego.<br />Existen indicios para una esperanza en los planteamientos de nuevas formas de unidad a través de raza, género y clase, conforme estas unidades elementales de análisis feminista socialista sufren transformaciones proteicas. Las intensificaciones en las penalidades sufridas a nivel mundial en relación con las relaciones sociales de la ciencia y de la tecnología son severas. Pero lo que la gente está experimentando no se encuentra suficientemente claro y nos faltan las conexiones sutiles necesarias para edificar colectivamente teorías eficaces de la experiencia. Los presentes esfuerzos -marxistas, psicoanalíticos, feministas, antropológicos- para clarificar incluso ‘nuestra’ experiencia son rudimentarios.<br />Soy consciente de la extraña perspectiva que me presta mi posición histórica: yo, una muchacha católica de origen irlandés, pude hacer el doctorado en biología gracias al impacto que tuvo el Sputnik en la política nacional educativa científica de los Estados Unidos. Tengo un cuerpo y una mente construidos tanto por la carrera armamenticia posterior a la segunda guerra mundial y por la guerra fría como por los movimientos femeninos. Existen más motivos de esperanza si nos fijamos en los efectos contradictorios de la política destinada a producir tecnócratas leales a los Estados Unidos -que han producido colateralmente grandes números de disidentes- que si nos fijamos en las presentes derrotas. La permanente parcialidad de los puntos de vista feministas tiene consecuencias para nuestras expectativas de formas de organizaciones políticas y de participación. No necesitamos una totalidad para trabajar bien. El sueño feminista de un lenguaje común, como todos los sueños de un lenguaje perfecto, de una denominación de la experiencia perfectamente fiel, es totalizador e imperialista. En ese sentido, la dialéctica es también un lenguaje quimérico, que anhela resolver las contradicciones. Irónicamente, quizás podamos aprender de nuestras fusiones con animales y máquinas cómo no ser un Hombre, la encarnación del logos occidental. Desde el punto de vista del placer que encierran esas poderosas y prohibidas fusiones, hechas inevitables por las relaciones sociales de la ciencia y de la tecnología, podría, en efecto, existir una ciencia feminista.<br /><br />Cyborgs: un mito de identidad política<br /><br />Quisiera concluir con un mito sobre la identidad y las fronteras que podrían informar las imaginaciones políticas de finales de este siglo. Vaya mi agradecimiento en esta historia para escritores como Joanna Russ, Samuel R. Delany, John Varley, James Tiptree ]r., Octavia Butler, Monique Wittig y Vonda McIntyre,(30) nuestros técnicos del cyborg, narradores que exploran lo que significa estar encamado en mundos de alta tecnología. Mi reconocimiento hacia la antropóloga Mary Douglas (1966,1970), que explorando conceptos de fronteras corporales y orden social, nos prestó una ayuda valiosa en la toma de conciencia del papel fundamental que juega la imaginería corporal para la visión del mundo y, por lo tanto, para el lenguaje político.<br />A las feministas francesas como Luce Irigaray y Monique Wittig por todas sus diferencias y su saber escribir el cuerpo, cómo trenzar el erotismo, la cosmología y la política a través de la imaginería de la encamación y, especialmente en Wittig, a través de la imaginería de la fragmentación y de la reconstrucción de los cuerpos.(31)<br />Feministas radicales norteamericanas como Susan Griffin, Audre Lorde y Adrienne Richhan influenciado profundamente nuestros imaginarios políticos y, quizás, restringido demasiado lo que permitimos como cuerpo amigable y como lenguaje político.(32) Insisten en lo orgánico como opuesto a lo tecnológico, pero sus sistemas simbólicos y las posiciones relacionadas del ecofeminismo y del paganismo feminista, llenas de organicismos, pueden solamente ser comprendidas en términos sandovalinos como ideologías opositivas que cuadran a finales de este siglo y que trastornarían a cualquiera que no se sienta preocupado por las máquinas y por la conciencia del capitalismo tardío. En este sentido, forman parte del mundo de los cyborgs, pero existen asimismo grandes riquezas para las feministas que abracen explícitamente las posibilidades inherentes a la ruptura de las limpias distinciones entre el organismo y la máquina y las distinciones similares que estructuran el yo occidental. Es esta simultaneidad de las rupturas lo que agrieta las matrices de dominación y abre posibilidades geométricas. ¿Qué podría aprenderse de la polución personal y de la tecnologicopolítica? Mirando brevemente los dos grupos de textos que se superponen en busca de su introspección en la construcción de un mito cyborg supuestamente útil: construcciones de yos coloreados y monstruosos en la ciencia ficción feminista.<br />Anteriormente sugerí que las ‘mujeres de color’ deberían ser comprendidas como identidades cyborg, una poderosa subjetividad sintetizada de las fusiones de identidades exteriores y en las complejas estratificaciones politicohistóricas de la ‘biomitografía’, Zami (Lorde, 1982; King, 1987a, 1987b). Existen materiales y redes culturales que constituyen este potencial, y Audre Lorde (1984) captura el tono en el título de su Sister Outsider (Hermana Extranjera). En mi mito político, Sister Outsider es la mujer extranjera a la que los trabajadores norteamericanos -las mujeres y los feminizados- supuestamente deben mirar como al enemigo que les impide ser solidarios, que amenaza su seguridad. Dentro de las fronteras de los Estados Unidos, la Sister Outsider que trabaja en la misma fábrica es una fuente de división, de competición y de explotación entre las razas y las identidades étnicas de mujeres manipuladas. Las ‘mujeres de color’ son la fuerza de trabajo preferida de las industrias relacionadas con la ciencia, las mujeres reales para las que el mercado mundial sexual y las políticas de reproducción hacen de caleidoscopio en la vida diaria. Las jóvenes coreanas empleadas en la industria del sexo y en las de electrónica son buscadas en las escuelas secundarias y educadas para el circuito integrado. Saber leer, especialmente el inglés, distingue a esta fuerza de trabajo barata tan atractiva para las multinacionales.<br />Contrariamente a los estereotipos orientales de lo ‘primitivo oral’, saber leer y escribir es una marca especial de las mujeres de color, adquirida por las mujeres negras norteamericanas -y también por los hombres- arriesgando sus vidas para aprender y para enseñar. Escribir tiene un significado especial para todos los grupos colonizados, ha sido algo crucial para el mito occidental que distingue entre las culturas oral y escrita, entre las mentalidades primitivas y las civilizadas y, más recientemente, para la erosión de esa distinción en teorías ‘postmodemistas’ que atacan el falogocentrismo occidental, con su veneración por el trabajo monoteísta, fálico, autoritario y singular, el nombre único y perfecto.(33) Los concursos por el significado de la escritura constituyen la forma más importante de la lucha política contemporánea. Presentar el juego de la escritura es mortalmente serio. La poesía y las historias de las mujeres norteamericanas de color tratan repetidamente de la escritura, del acceso al poder para significar, pero esta vez, el poder deberá ser ni fálico ni inocente. La escritura cyborg no será sobre la Caída, sobre la imaginación de la totalidad de un érase una vez anterior al lenguaje, a la escritura, al Hombre. La escritura cyborg trata del poder para sobrevivir, no sobre la base de la inocencia original, sino sobre la de empuñar las herramientas que marcan el mundo y que las marcó como otredad.<br />Las herramientas son a menudo historias, cuentos contados de nuevo, versiones que invierten y que desplazan los dualismos jerárquicos de las identidades naturalizadas. Contando de nuevo las historias sobre el origen, los autores cyborg subvierten los mitos centrales del origen de la cultura occidental.<br />Todos hemos sido colonizados por esos mitos originales, con sus anhelos de realización en apocalipsis. Las historias de origen falogocéntrico más importantes para los cyborgs feministas son construidas en las tecnologías literales- tecnologías que escriben el mundo, la biotecnología y la microelectrónica- que han textualizado recientemente nuestros cuerpos como problemas codificados en la parrilla del C3-1. Las historias femeninas de cyborg tienen como tarea la de codificar de nuevo la comunicación y la inteligencia para subvertir el mando y el control.<br />De manera figurada y literal, la política del lenguaje impregna las luchas de las mujeres de color; y las historias sobre el lenguaje tienen un poder especial en la rica escritura contemporánea de las mujeres norteamericanas de color. Por ejemplo, las reescrituras de la historia de la Malinche, madre de la raza ‘bastarda’ mestiza del nuevo mundo, maestra en lenguas y amante de Hernán Cortés, tienen un significado especial para las construcciones chicanas de la identidad. En Loving in the War Years (El amor en los años de la guerra, 1983), Cherríe Moraga explora los temas de la identidad cuando una no ha poseído nunca el lenguaje original, no ha contado la historia original, no ha residido en la armonía de la legítima heterosexualidad en el jardín de la cultura y, por lo tanto, no puede basar la identidad en un mito o en una pérdida de la inocencia o del derecho a los nombres naturales del padre o de la madre.(34) La escritura de Moraga,su soberbia literalidad, es presentada en su poesía como una violación similar a la maestría que la Malinche tiene de la lengua del conquistador: una violación, una producción ilegítima que permite la supervivencia. El lenguaje de Moraga no es ‘total’, está conscientemente empalmado, es una quimera de inglés y de español, ambas lenguas de conquistadores. Pero es este monstruo quimérico que no reclama una lengua original anterior a la violación, el que construye las eróticas, competentes y poderosas identidades de las mujeres de color. Sister Outsider apunta a la posibilidad de supervivencia del mundo no a través de su inocencia, sino de su habilidad para vivir en los límites, para escribir sin el mito fundador de la totalidad original, con su inescapable apocalipsis de retomo final a una unidad mortal que el Hombre ha imaginado para la inocente y todopoderosa Madre, liberada al Final de otra espiral de apropiación por su hijo. La escritura marca el cuerpo de Moraga, lo afirma como el cuerpo de una mujer de color contra la posibilidad de pasar a la categoría no señalada del padre anglosajón o al mito oriental del ‘analfabetismo original’ de una madre que nunca existió. Malinche fue madre, no Eva antes de comer la fruta prohibida. La escritura afirma a Sister Outsider, no a la mujer-anterior-a-la-caída-dentro-de-la-escritura que necesita la Familia falogocéntrica del Hombre.<br />La escritura es, sobre todo, la tecnología de los cyborgs, superficies grabadas al aguafuerte en estos años finales del siglo XX. La política de los cyborgs es la lucha por el lenguaje y contra la comunicación perfecta, contra el código que traduce a la perfección todos los significados, el dogma central del falogocentrismo. Se debe a eso el que la política de los cyborgs insista en el ruido y sea partidaria de la polución, regodeándose en las fusiones ilegítimas de animal con máquina. Son estos acoplamientos los que hacen al Hombre y a la Mujer tan problemáticos, subvirtiendo la estructura del deseo, la fuerza imaginada para generar el lenguaje y el género, alterando la estructura y los modos de reproducción de la identidad ‘occidental’, de la naturaleza y de la cultura, del espejo y del ojo, del esclavo y del amo, del cuerpo y de la mente.<br />‘Nosotras’ no escogimos ser cyborgs, pero escogemos las bases de una política liberal y una epistemología que imagina las reproducciones de los individuos ante las amplias multiplicaciones de los ‘textos’.<br />Desde la perspectiva de los cyborgs, libres de la necesidad de basar las políticas en ‘nuestra’ posición privilegiada de la opresión que incorpora todas las otras dominaciones, la inocencia de lo meramente violado, cuyo fundamento está cerca de la naturaleza, podemos ver poderosas posibilidades. Los feminismos y los marxismos han encallado en los imperativos epistemológicos occidentales para construir un sujeto revolucionario desde la perspectiva de una jerarquía de opresiones y/o de una posición latente de superioridad moral, de inocencia y de un mayor acercamiento a la naturaleza. En ausencia del sueño original de un lenguaje común o de una simbiosis original que prometa protegerla de la hostil separación ‘masculina’, pero escrita en el juego de un texto que no tiene lectura final privilegiada o historia de salvación, reconocerse ‘una misma’ como totalmente implicada en el mundo, libera a la mujer de la necesidad de enraizar la política en la identificación, en los partidos de vanguardia, en la pureza y en la maternidad. Despojada de identidad, la raza bastarda enseña el poder de los márgenes y la importancia de una madre como la Malinche. Las mujeres de color la han transformado y, de ser la madre diabólica del miedo masculinista ha pasado a ser la madre letrada original que enseña a sobrevivir.<br />No se trata solamente de deconstrucción literaria, sino de transformación liminal. Cada historia que comienza con la inocencia original y que privilegia la vuelta a la totalidad, imagina el drama de la vida como una individuación, una separación, el nacimiento del yo, la tragedia de la autonomía, la caída en la escritura, la alienación; es decir, la guerra, templada por la tregua imaginaria en el seno del Otro. Estos argumentos se rigen por una política reproductora: renacimiento sin imperfección, perfección, abstracción. En este argumento las mujeres son imaginadas ya mejor o peor, pero todas están de acuerdo en que tienen menos percepción del yo, en que su individuación es más débil, en que tienen más fusión con lo oral, con la Madre, menos en litigio en la autonomía masculina. Pero existe otra ruta que no pasa por la Mujer, por lo Primitivo, por Cero, por el Estadio Especular ni por su imaginario, sino por las mujeres y otros cyborgs ilegítimos del tiempo presente, no nacidos de Mujer, que rechazan los recursos ideológicos de la victimización para gozar de una vida real. Estos cyborgs son las gentes que se niegan a desaparecer, haciendo caso omiso de todas las veces que un comentarista ‘occidental’ informe de la triste muerte de otro grupo orgánico y primitivo utilizando la tecnología ‘occidental’, la escritura.(35) Estos cyborgs de carne y hueso (por ejemplo, las trabajadoras del poblado del sudeste asiático en las fábricas de electrónica japonesas o norteamericanas descritas por Aihwa Ong) están reescribiendo activamente los textos de sus cuerpos y de sus sociedades. La supervivencia está en juego en este duelo de escrituras.<br />Resumiendo, ciertos dualismos han persistido en las tradiciones occidentales; han sido todas sistémicas para las lógicas y las prácticas de dominación de las mujeres, de las gentes de color, de la naturaleza, de los trabajadores, de los animales, en unas palabras, la dominación de todos los que fueron constituidos como otros, cuya tarea es hacer de espejo del yo. Los más importantes de estos turbadores dualismos son: yo/otro, mente/cuerpo, cultura/naturaleza, hombre/mujer, civilizado/primitivo, realidad/apariencia, todo/parte, agente/recurso, constructor/construido, activo/pasivo, bien/mal, verdad/ilusión, total/parcial. Dios/hombre. El yo es Aquel que no puede ser dominado, que sabe que mediante el servicio del otro, es el otro quien controla el futuro, cosa que sabe a través de la experiencia de la dominación, que proporciona la autonomía del yo. Ser Uno es ser autónomo, ser poderoso, ser Dios; pero ser Uno es ser una ilusión y, por lo tanto, verse envuelto en una dialéctica de apocalipsis con el otro. Más aun, ser otro es ser múltiple, sin límites claros, deshilachado, insubstancial. Uno es muy poco, pero dos son demasiados.<br />La cultura de la alta tecnología desafía esos dualismos de manera curiosa. No está claro quién hace y quién es hecho en la relación entre el humano y la máquina. No está claro qué es la mente y qué el cuerpo en máquinas que se adentran en prácticas codificadas. En tanto que nos conocemos a nosotras mismas en el discurso formal (por ejemplo, la biología) y en la vida diaria (por ejemplo, la economía casera en el circuito integrado), encontramos que somos cyborgs, híbridos, mosaicos, quimeras. Los organismos biológicos se han convertido en sistemas bióticos, en máquinas de comunicación como las otras.<br />No existe separación ontológica, fundamental en nuestro conocimiento formal de máquina y organismo, de lo técnico y de lo orgánico. La copia exacta de Rachel en el filme Blade Runner de Ridley Scott es la imagen de un miedo, de un amor y de una confusión ante la cultura del cyborg.<br /><br />Una consecuencia es que nuestro sentido de conexión con nuestras herramientas se halla realzado. El estado de trance experimentado por muchos usuarios de ordenadores se ha convertido en un elemento esencial de filmes de ciencia ficción y de chistes culturales. Quizás los parapléjicos y otros disminuidos físicos puedan (y a veces lo hacen) tener las experiencias más intensas de compleja hibridación con otros artefactos para la comunicación.(36) La obra<br />prefeminista The Ship Who Sang (El barco que se hundió, 1969) de Anne McCaffrey exploraba la conciencia de un cyborg híbrido del cerebro de una muchacha y de una complicada maquinaria formada tras el nacimiento de una niña con graves disminuciones físicas. El género, la sexualidad, la encamación, las capacidades, todo estaba reconstituido en esta historia. ¿Por qué nuestros cuerpos deberían terminarse en la piel o incluir como mucho otros seres encapsulados por ésta? A partir del siglo XVII, la máquinas podían ser animadas: recibir almas fantasmales que las hicieran hablar o moverse o ser responsable de sus movimientos ordenados y de sus capacidades mentales. O los organismos podían ser mecanizados: reducidos al cuerpo entendido como un recurso de la mente.<br />Estas relaciones entre máquina y organismo son anticuadas, innecesarias. Para nosotras, en la imaginación y en otras prácticas, las máquinas pueden ser artefactos protésicos, componentes íntimos, partes amigables de nosotras mismas. No necesitamos un holismo orgánico que nos de una totalidad im- permeable, la mujer total y sus variantes feministas (¿mutantes?). Concluiré este punto mediante una lectura parcial de la lógica de los monstruos cyborg de mi segundo grupo de textos, la ciencia ficción feminista.<br />Los cyborgs que pueblan la ciencia ficción feminista hacen muy problemáticos los estatutos del hombre o de la mujer en tanto que humanos, artefactos, miembros de una raza, de una entidad individual, de un cuerpo. Katie King clarifica de qué manera el placer de leer estas ficciones se basa ahora ampliamente en la identificación. Los estudiantes que ven a Joanna Russ por primera vez, que han aprendido a no acobardarse ante escritores modernistas como James Joyce o Virginia Woolf, no saben lo que hacer ante “The Adventures of Alyx” (Las aventuras de Alyx) o “The Female Man” (El hombre mujer), en donde los personajes rechazan la búsqueda por parte del lector de la inocente totalidad, garantizándole al mismo tiempo el deseo de hazañas heroicas, erotismo exuberante y política seria.<br />“The Female Man” es la historia de cuatro versiones de un genotipo, todas ellas juntas, pero sin formar un todo, que resuelven los dilemas de una violenta acción moral o eliminan el creciente escándalo del género. La ciencia ficción feminista de Samuel R. Delany, especialmente “Tales of Nevéryon” (Cuentos de Nevéryon), imita a las historias sobre el origen haciendo de nuevo la revolución neolítica, reponiendo las acciones fundadoras de la civilización occidental para subvertir su verosimilitud. James Tiptree Jr., un autor cuya ficción fue considerada como especialmente masculina hasta que se reveló su ‘verdadero’ género, cuenta historias de reproducción basadas en tecnologías no mamímeras tales como la alternancia de generaciones de carnadas y de crianza masculinas.<br />John Varley construye un cyborg supremo en su archifeminista exploración de Gaea, un loco artefacto tecnológico -diosa-planeta-embustera-vieja- en cuya superficie se engendran una extraordinaria combinación de simbiosis post cyborg. Octavia Butler escribe sobre una bruja africana que extrae sus poderes de transformaciones contra las manipulaciones genéticas de su rival (wild seed, semilla salvaje), de deformaciones temporales que llevan a una mujer negra norteamericana a la esclavitud en donde sus acciones relacionadas con su antepasado-amo blanco determina la posibilidad de su propio nacimiento (kindred, parentesco) y de introspecciones ilegítimas en la identidad y en la comunidad de un niño adoptado que es un cruce de especies que llega a conocer a su enemigo como un yo (”survivor”, superviviente).<br />En “Dawn” (Amanecer, 1987), el primer episodio de una serie llamada “Xenogenesis“, Butler cuenta la historia de “Lilith Iyapo”, cuyo nombre recuerda el de la primera esposa repudiada de Adán y cuyo apellido la marca como viuda del hijo de inmigrantes nigerianos a los Estados Unidos. Lilith, una mujer negra y una madre cuyo hijo ha muerto, medita la transformación de la humanidad a través de intercambios genéticos con amantes/ rescatadores/ destructores ingenieros genéticos, que reforman a los habitantes de la tierra tras el holocausto nuclear y obligan a los humanos supervivientes a una fusión íntima con ellos. Es una novela que interroga las políticas reproductivas, lingüísticas y nucleares en un campo mítico estructurado por la raza y el género de finales del siglo XX.<br />“Superluminal” de Vonda McIntyre, porque es especialmente rica en transgresiones limítrofes, puede cerrar este catálogo truncado de monstruos prometedores y peligrosos que ayuda a redefinir los placeres y la política de la encamación y de la escritura feminista. En una ficción donde no existe un solo personaje ’simplemente’ humano, lo humano es bastante problemático. Orea, un buzo genéticamente alterado, puede hablar con ballenas asesinas y sobrevivir en aguas profundas, pero anhela explorar el espacio como piloto y necesita implantes biónicos que ponen en peligro su relación con los buzos y con los cetáceos. Las transformaciones son efectuadas mediante vectores víricos que vehiculizan un nuevo código de desarrollo, mediante cirugía de trasplantes, mediante implantes de artefactos microelectrónicos, dobles analógicos y otros medios. Laenea se vuelve piloto aceptando un implante cardiaco y otras alteraciones que permiten la supervivencia en tránsito a velocidades que exceden la de la luz. Radu Dracul sobrevive a una plaga causada por un virus en su planeta de otros mundos para encontrase a sí mismo con un sentido del tiempo que cambia las fronteras de la percepción espacial de toda la especie. Todos los personajes exploran los límites del lenguaje, el sueño de comunicar la experiencia y la necesidad de límites, de parcialidad y intimidad incluso en ese mundo de transformación proteica y de conexiones. Superliminal defiende también las contradicciones definitorias de un mundo de cyborgs en otro sentido. Encarna textualmente la intersección de la teoría feminista y del discurso colonial en la ciencia ficción a los que he aludido en este trabajo. Se trata de una conjunción con una larga historia que muchas feministas del ‘primer mundo’ -incluida yo misma en mi lectura de Superliminal antes de que Zoé Sofoulis me abriera los ojos- hemos tratado de reprimir, cuya localización diferente en el sistema mundial de la informática de la dominación la hace muy alerta al instante imperialista de todas las culturas de la ciencia ficción, incluyendo la femenina. Desde una sensibilidad feminista australiana, Sofoulis recordaba más el papel de Mcintyre como escritora de “aventuras del Capitán Kirk y de Spock” en la serie televisiva Star Trek que su reescritura amorosa en Superluminal.<br />Los monstruos han definido siempre los límites de la comunidad en las imaginaciones occidentales. Los centauros y las amazonas de la Grecia antigua establecieron los límites de la polis central del ser humano masculino griego mediante su disrupción del matrimonio y las poluciones limítrofes del guerrero con animales y mujeres. Gemelos no separados y hermafroditas eran el confuso material humano en la temprana Francia moderna que basaba el discurso en lo natural y en lo sobrenatural, en lo médico y en lo legal, en portentos y en<br />enfermedades, todo ello de suma importancia para el establecimiento de la identidad moderna.(37) Las ciencias evolucionistas y del comportamiento de los monos y simios han marcado las múltiples fronteras de las identidades industriales del finales de este siglo. En la ciencia ficción feminista, los monstruos cyborg definen posibilidades políticas y límites bastante diferentes de los propuestos por la ficción mundana del Hombre y de la Mujer.<br />Existen varias consecuencias en considerar seriamente la imaginería de los cyborgs como algo más que nuestros enemigos. Los cuerpos son mapas de poder e identidad y los cyborgs no son una excepción. Un cuerpo cyborg no es inocente, no nació en un jardín; no busca una identidad unitaria y, por lo tanto, genera dualismos antagónicos sin fin (o hasta que se acabe el mundo), se toma en serio la ironía. Uno es poco y dos es sólo una posibilidad. El placer intenso que se siente al manejar las máquinas deja de ser un pecado para convertirse en un aspecto de la encamación. La máquina no es una cosa que deba ser animada, trabajada y dominada, pues la máquina somos nosotros y, nuestros procesos,</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-80873396730009948592009-12-06T09:15:00.000-08:002009-12-06T09:17:43.562-08:00Los "derechos" de los robots<a href="http://2.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvnIA_McZI/AAAAAAAABPY/ey3M7jQVkgE/s1600-h/robot.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412173502105809298" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 350px" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvnIA_McZI/AAAAAAAABPY/ey3M7jQVkgE/s400/robot.bmp" border="0" /></a>Por otro lado, los futuristas Phil McNall y el pakistaní Sohail Inayatullah escribieron "Los derechos de los robots" en 1987, y la feminista Donna Haraway publicó "Un Manifiesto Cyborg" en 1984. Ambos son documentos importantes que defienden los derechos de robots y cyborgs.<br />El experto en robótica Han Moravec firmó dos libros que trataban del surgimiento de los robots, y de las resultantes implicaciones en el futuro, "Mind Children" en 1988 y "Robot" en 1999. Moravec argumenta que los robots serán nuestros descendientes con derechos, y explica varias maneras de "cargar" una mente en un robot.<br />Similarmente, Marvin Minsky, uno de los padres de la inteligencia artificial en el MIT, escribió su famoso artículo "¿Heredarán los robots la Tierra?" en 1994, en Scientific American. Aquí, concluye: "Sí, pero ellos serán nuestros hijos".<br />Como estos autores y pensadores sugieren, necesitamos comenzar a prepararnos para la venidera realidad de los robots y de la inteligencia artificial. Para suavizar la transición a la condición posthumana, debemos prepararnos a nosotros mismos para la posibilidad de que la Tierra sea heredada no por una, sino varias formas de vida altamente inteligente y consciente.<br /><br />Un buen comienzo<br />El cuerpo humano es un buen comienzo, pero podemos mejorar su calidad, y trascenderlo.<br />La evolución a través de la selección natural puede que esté acabando, pero la evolución tecnológica no ha hecho más que empezar, acelerándose considerablemente muy recientemente.<br />La tecnología, que empezó a mostrar dominio sobre los procesos biológicos por primera vez hace 100.000 años, está finalmente dando alcance a la biología como la ciencia de la vida.<br />Semilla humana<br />Tal y como el teórico en lógica Bart Kosko ha dicho: "La Biología no es el destino. Nunca ha sido más que una tendencia. Ha sido solamente una primera rápida y sucia forma en que la naturaleza ha computado con carne. Los chips son el destino."<br />Y los fotoqubits probablemente vengan pronto después de los chips de silicio standard, pero incluso ellos son simplemente un medio para la eternidad de la vida inteligente en el Universo.<br />En el camino hacia el demiurgo racional permanente en el espacio y el tiempo, es vital estar al tanto de que más importante que crear es no destruir. Tal y como el escritor nortamericano David Zindell ha escrito: "¿Qué es un ser humano, entonces? Una semilla. ¿Una semilla? Una bellota que no tiene miedo de autodestruirse a sí mismo creciendo en un árbol."Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-19570792216454773762009-12-06T09:14:00.001-08:002009-12-06T09:15:21.213-08:00Las profecias de Ray Kurzweil<a href="http://4.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvmlMqek5I/AAAAAAAABPQ/PEpJugkz4YE/s1600-h/scala.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412172903944721298" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 329px; CURSOR: hand; HEIGHT: 376px" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvmlMqek5I/AAAAAAAABPQ/PEpJugkz4YE/s400/scala.gif" border="0" /></a>Ray Kurzweil, quien con su libro: “La era de las maquinas espirituales” ha conmocionado al mundo científico con sus profecías. Y que ha diferencias de los otros que eran científicos teóricos o experimentales (quiero decir que no desarrollan aplicaciones practicas o comerciales) y en muchos casos escritores de ciencia ficción. Kurzweil es un científico eminentemente practico y ha sido el creador de algunos ingenios como el Reconocimiento Óptico de Caracteres (OCR; el actual programa "TextBridge" de Xerox está basado en su patente), dispositivos para interfaces informáticas dirigidas a ciegos y sordos, así como programas de composición musical como el Kurzweil250. Además de haber recibido ocho doctorados honoris causa, el puesto de asesor de dos presidentes y el galardón al Mejor Inventor del Año (Best Inventor Award, 1988),<br />El reduccionismo siempre estará en la mente de todo científico y Ay toma la idea de la ingeniería inversa y la aplica a los procesos de la mente. Y dice: Un ordenador es más rápido que el cerebro humano en algunas cosas, pero lo difícil es que tenga la riqueza, sutileza y profundidad de nuestro pensamiento. Para lograrlo será clave el software de la inteligencia, basado en la ingeniería inversa, que copia el funcionamiento del cerebro humano. Nuestros circuitos cerebrales son tridimensionales y se basan en unas complejísimas conexiones. Escaneando el cerebro podremos crear una réplica, y usando circuitos artificiales tridimensionales de nanotubos (tubos microscópicos) podremos imitar su funcionamiento y crear una inteligencia artificial avanzada. El profesor norteamericano Andreas Nowatzyk ya trabaja en un proyecto para copiar el cerebro de un ratón. Es un primer paso para lo que vendrá luego.<br />También es el que más resalta las posibilidades de la tecnología y repite junto a Vingen que el no ve limites al desarrollo tecnológico. La tecnología supone una ruptura con la lenta evolución biológica y la entrada en un proceso más rápido. Muchos científicos tienen una perspectiva lineal y ven el futuro como un calco retocado del pasado. Eso es un error. Estamos en una fase de crecimiento exponencial en la que confluyen la informática, la biotecnología, la física cuántica, la nanotecnología... Este siglo será equivalente a 20.000 años de desarrollo lineal.<br />Kurzweil considera que no se debe catalogar el desarrollo de las computadoras con el estado actual de la PC y afirma: La tecnología informática la situación dista mucho de ser estática. Hoy están haciendo su aparición ordenadores con una capacidad que hace veinte o treinta años se consideraba imposible y no se puede olvidar que en 1997, un ordenador superó a Kasparov, al menos en ajedrez. Se hicieron entonces muchos comentarios sobre que existían comportamientos humanos mucho más difíciles de imitar que el luego del ajedrez. Es verdad. En muchos campos -por ejemplo, el de escribir un libro sobre ordenadores-, la capacidad de los ordenadores es aún ínfima. Pero como los ordenadores continúen adquiriendo capacidad a una velocidad de tasa exponencial, nos ocurrirá en esos otros campos lo mismo que a Kasparov con el ajedrez.<br />Al igual que Minsky esta inconforme con su cerebro y considera que las neuronas, aunque son creaciones maravillosas, ellos no las habrían construido tal como son, pues gran parte de su complejidad se dedica a mantener sus propios procesos vitales, no su capacidad para manejar información. Y coincide, con los otros ciberneticos punk, en que las neuronas son extremadamente lentas; los circuitos electrónicos son por lo menos un millón de veces más rápidos.<br />También se muestra inconforme con su cuerpo a lo que dice: La inteligencia es la capacidad de resolver problemas con la ayuda de recursos limitados, incluido el tiempo. Los problemas que debemos resolver suelen estar relacionados con nuestro cuerpo: protegerlo, alimentarlo, vestirlo, satisfacer sus necesidades y deseos. Dedicamos gran parte de nuestro pensamiento a nuestro cuerpo: una inteligencia humana carente de cuerpo se deprimiría enseguida.<br />A lo que agrega: Gracias a la nanotecnología, podremos colocar minúsculos robots en el cerebro para mejorar su capacidad. Construiremos entidades no biológicas con copias del cerebro humano y tendremos personas con miles de robots microscópicos en el cerebro, lo que aumentará su habilidad para pensar y para vivir en una realidad virtual. Y aspira en que el 2030 se puedan enviar al cerebro humano billones de nanobots que permitirán comunicar sin cables con decenas de millones de puntos distintos del cerebro. De este modo podremos combinar nuestra inteligencia biológica con la no biológica. Acabaremos viendo entes totalmente no biológicos, con copias de cerebros humanos derivadas de la ingeniería inversa y seres humanos biológicos cuya inteligencia habrá sido mejorada gracias a los billones de nanobots que tendrán en el cerebro y que también podrán existir en la realidad virtual. Llegados a ese punto, ya no podremos distinguir entre humanos y máquinas.<br />Kurzweil que es el mas tecnologo de todos, pone gran énfasis en la nanotecnologia y a diferencia de Minsky que no la cree viable hasta dentro de 100 años, él considera en llegara en el 2020. Considera que la aplicación clave de la nanotecnología, dentro de 20 años, serán los nanorobots o nanobots. Dentro de nuestros cuerpos y cerebros, los nanobots nos permitirán alargar la vida destruyendo las células patógenas y de cáncer, reparando los errores del ADN, destruyendo toxinas y desechos, y revirtiendo el proceso de envejecimiento. Los nanobots son robots basados en la informática lo suficientemente pequeños para viajar por nuestro sistema circulatorio.<br />También aspira a que la nanotecnologia nos lleve mas allá de los limites de la biología para mejorar nuestras capacidades físicas y mentales por factores de muchos miles e incluso millones y que finalmente reemplazaremos nuestros frágiles cuerpos “versión 1.0” por una versión 2.0 tremendamente mejorada.<br />Entre sus numerosas importantes predicciones se encuentran escáner el cerebro para luego instalarlo en otro medio no biológico, así como lograr la inmersión total virtual. Y cree que los entornos de realidad virtual integrarán todos los sentidos y a la vez serán capaces de mejorar la inteligencia; se podrá pensar más rápido, tener pensamientos más complejos y telecargar el conocimiento, y sueña con que estos entornos de realidad virtual entre el 2030 y el 2040 compitan con los entornos reales y, según él, los entes no biológicos podrán tener cuerpos parecidos a los humanos y además, gracias a la nanotecnologia, también podrán tenerlos en la realidad<br />Y considera al igual que los transhumanistas (de los cuales hablaremos después). que la humanidad no es el fin de la evolución sino el principio. A lo que dice:<br />“Se ha visto la evolución como un drama de mil millones de años que condujo inexorablemente a su creación más grandiosa: la inteligencia humana. El surgimiento, a principios del siglo XXI, de una nueva forma de inteligencia en la Tierra que compita con la inteligencia humana y finalmente la supere significativamente, será un acontecimiento más importante que cualquiera de los que han dado forma a la historia humana. No será menos importante que la creación de la inteligencia que la creó, y tendrá profundas implicaciones en todos los aspectos del que hacer humano, incluso en la naturaleza del trabajo, el aprendizaje humano, el gobierno, la guerra, las artes y el concepto de nosotros mismos... Lo que estamos discutiendo constituye en mi opinión la próxima etapa de la evolución a través de la fusión entre la humanidad y la tecnología”.<br /><br />Ahora veamos en que consisten sus profecías:<br /><br />2009<br />Un ordenador doméstico realiza un billón de cálculos por segundo. Prácticamente, no se utilizan cables, pese a que siguen existiendo teclados. El aspecto de los PC de alta resolución ha variado. Ahora se encuentran en todas partes, pueden estar insertados en la ropa, en joyas, o tener el tamaño de un libro de escaso grosor. Los textos se generan habitualmente utilizando reconocimiento de lenguaje natural. Las transacciones comerciales rutinarias se realizan en su mayor parte entre una personalidad humana y otra virtual. A menudo la personalidad virtual tiene apariencia humana. Los teléfono-traductores son utilizados comúnmente en muchos pares de lenguas. Los tratamientos de bioingeniería contra el cáncer y las enfermedades de corazón han reducido la mortalidad por esas causas. El movimiento Neo-luddita* está en expansión.<br /><br />2019<br />El ordenador doméstico (1.000$) ha alcanzado la capacidad de computación de un cerebro humano. Ahora los ordenadores son invisibles en su mayor parte. Están en las paredes, en las mesas, sillas, en la ropa y joyas, insertados en el cuerpo. Los dispositivos de Realidad Virtual (VR) en tres dimensiones se utilizan habitualmente en la comunicación. La mayor parte de la interacción con las máquinas se produce a través de gestos o diálogo en lenguaje natural. Comienza a aplicarse la nanoingeniería (ingenios de una milmillonésima de metro, contexto molecular). Muchas vías rodadas de comunicación tienen instalados sistemas de conducción automática de vehículos. Las personas comienzan a establecer relaciones con personalidades virtuales, utilizando a éstas de compañeros, profesores, cuidadores amantes. Los artistas virtuales aparecen en todas las ramas del arte.<br /><br />2029<br />Un sistema informático de 1.000 dólares, (el equivalente a uno de los antiguos ordenadores domésticos) posee la capacidad de computación/cálculo de mil cerebros humanos (2*1019 cálculos/segundo - cps). Implantes biológicos para los ojos y oídos se utilizan para establecer conexión directa con la red informática mundial. Sin interfaces. De la retina a la Red. Se han perfeccionado redes neuronales de banda ancha para conectarlas directamente al cerebro humano. Se van haciendo disponibles implantes neuronales para mejorar la percepción visual y auditiva, la memoria, el razonamiento y el cálculo humanos. Los agentes automáticos comienzan a aprender por su cuenta, y hay una cierta cantidad de conocimiento que está siendo creado sin intervención humana. La inmensa mayoría de las comunicaciones no se efectúa entre personas, sino entre una persona y una máquina. No se puede distinguir claramente entre el mundo humano y el de las máquinas. Prácticamente, no existe trabajo humano en la industria, la agricultura o el transporte. Las profesiones más extendidas son las educativas. Una proporción creciente de tiempo de trabajo se dedica a la educación y el aprendizaje. Las necesidades vitales básicas están cubiertas para la gran mayoría de la humanidad. La esperanza de vida continua incrementándose, y ahora está alrededor de los 120 años. Una rama de la psicología comienza a investigar las consecuencias de este aumento del periodo vital. Las drogas personalizadas no producen secuelas. Se diseñan en función de cada DNA específico, que hace tiempo que ha sido descodificado por completo. Comienzan las reivindicaciones sobre derechos legales de las computadoras, y existe un debate sobre lo que constituye "ser humano". Las máquinas afirman ser conscientes. Nadie se escandaliza con ello.<br /><br />2049<br />La utilización habitual de alimentos nanoproducidos, con la correcta composición nutricional y el mismo sabor y textura que los alimentos producidos orgánicamente, conduce a una disponibilidad de alimentos que ya no se ve afectada por los limitados recursos naturales, el clima, o el deterioro por oxidación. Enjambres de nanorobots son capaces de crear proyecciones visual-tactil-auditivas de personas y objetos en el mundo físico. Ya no se trata del mundo físico y de la realidad virtual: hay varias capas que se entrecruzan. Se puede actuar sobre varias al mismo tiempo (ciertamente confuso) o adoptando varias personalidades en cada capa de realidad. Las computadoras se diseñan por completo a sí mismas: esto produce una mayor aceleración en el perfeccionamiento de la inteligencia digital.<br /><br />2099<br />El pensamiento humano y la inteligencia artificial se han fundido, ciberorganismos controlan las sociedades. Ya no existe distinción entre seres humanos y ordenadores. Muchas entidades conscientes no poseen una presencia física permanente. Algunas inteligencias afirman ser humanas, pese a que sus cerebros no se componen de células de carbono, sino de sus equivalentes fotónicos y electrónicos. Una legislación eficaz protege a los MOSH, seres humanos (con neuronas de carbono), desprovistos de implantes neuronales. Dichos humanos primitivos son incapaces de participar plenamente en diálogos y procesos entre humanos implantados, humanos mejorados. La mayor parte de la información se transmite utilizando protocolos standard de conocimiento asimilado, esto es, protocolos que hacen que la información sea comprendida instantáneamente. Los idiomas como el inglés y el español aún se utilizan (especialmente entre los MOSH), pero forman parte de un conjunto de tradiciones y folklores a los que se exige respeto y protección por los legisladores. La picoingeniería (informática en el nivel del picometro: una billonésima de metro, entorno de las partículas subatómicas) posee aplicaciones cotidianas. Se encuentra en desarrollo la femtoingeniería, (escala de milbillonésima de metro, nivel dentro del quark.) La capacidad de computación o cálculo se estima (utilizando una variante de la Ley de Moore, cuya vigencia se estima posible hasta el 2018), de forma global, al estar accesible en la red para cualquier entidad que la necesite, alcanzando una suma total de 1055 cps. Esto sin contar con la informática cuántica*, que está generalmente extendida, y cuya potencia no puede estimarse con los mismos métodos, (el equivalente a 10355 cps). En este contexto, pierden sentido conceptos como esperanza de vida. La mortalidad no es un problema que pueda ser considerado del modo en que se hacía un siglo antes. Antes bien, aparece un movimiento civil denominado "destruye-todas-las-copias". Cualquier entidad inteligente estaría obligada, antes de terminar -voluntariamente- con todos sus "archivos", a realizar una serie de copias establecidas por ley. El movimiento "destruye-todas-las-copias" reclama la posibilidad de desaparecer destruyendo todas las copias de la mente o inteligencia que deseen terminarse. Es la inmortalidad lo que comienza a ser un problema...<br /><br />Para estas profecías Kurzweil toma como fundamento tres leyes:<br /><br />Ley del Tiempo y el Caos: en un proceso, el intervalo de tiempo entre fenómenos se expande o contrae proporcionalmente a la cantidad de caos existente. Esto quiere decir que los eventos relevantes crecen a medida que aumenta el orden, o en al contrario, disminuyen a medida que aumenta el caos.<br />Ley del Incremento de Caos: mientras que el caos aumenta exponencialmente, el Tiempo se ralentiza exponencialmente. Esto es, el intervalo temporal entre fenómenos es cada vez más amplio..<br />Ley de los Retornos Acelerados: a medida que el orden se incrementa exponencialmente, el tiempo se acelera exponencialmente. Es decir, el intervalo entre fenómenos se acorta a medida que el tiempo transcurre.La ley de Moore que dice que la capacidad de procesamiento de las computadoras alcanza el doble de su capacidad cada dos años sería un ejemplo más de esta tendencia.<br />De estas 3 leyes Kurzweil saca las siguientes conclusiones: Un proceso de evolución (la vida, o la inteligencia, supongamos) no es un sistema cerrado. Luego en un proceso evolutivo no se cumple la segunda Ley de la Termodinámica, y por tanto es capaz de crear su propio orden creciente. En un proceso evolutivo, el orden se incrementa exponencialmente. Por tanto: según la Ley del Tiempo y el Caos, el tiempo se acelera exponencialmente. Por tanto: los retornos, (productos valiosos del proceso), se aceleran. Conclusión final: la evolución cósmica (Universo: sistema cerrado) se ralentiza. La evolución tecnológica (sistema abierto): se acelera. Por lo que la evolución está sometida a velocidades exponenciales, a una aceleración progresiva que nos traerá en un futuro próximo las denominadas máquinas conscientes.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-67845105640941509632009-12-06T09:12:00.000-08:002009-12-06T09:13:56.467-08:00Raymond Kurzwel<a href="http://4.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvmMvVE_nI/AAAAAAAABPI/2wCjDzC1IW0/s1600-h/Raymond_Kurzweil_Fantastic_Voyage.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412172483753475698" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 322px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvmMvVE_nI/AAAAAAAABPI/2wCjDzC1IW0/s400/Raymond_Kurzweil_Fantastic_Voyage.jpg" border="0" /></a>Raymond Kurzweil (n. Massachusetts, Estados Unidos, 12 de febrero de 1948) considerado un inventor importante, también es músico, empresario, escritor y científico especializado en las ciencias de la computación y la Inteligencia Artificial.<br />Experto tecnólogo de sistemas y de Inteligencia Artificial, se caracteriza por ser el Cybernostradamus (porque sus predicciones tecnólógicas casi siempre son acertadas), es actualmente presidente de la empresa informática Kurzweil Technologies, la cual se dedica a elaborar dispositivos electrónicos de conversación máquina-humano y aplicaciones para discapacitados.<br /><br />Contenido<br /><br />1 Biografía<br />2 Pensamiento sobre futurismo y transhumanismo<br />3 Predicciones<br />3.1 La era de las máquinas inteligentes<br />3.2 La era de las máquinas espirituales<br />4 Obras<br />5 Reconocimientos y premios<br />6 Véase también<br />7 Referencias<br />8 Enlaces externos<br /><br />Biografía<br /><br />Raymond Kurzweil creció en el distrito de Queens de la ciudad de Nueva York. Sus padres eran judíos que emigraron de Austria justo antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Se crió bajo la influencia del unitarismo universalista, lo que le expuso a una amplia diversidad de credos.<br />Su padre era músico y compositor y su madre se dedicaba a las artes plásticas. Su tío, un ingeniero de Laboratorios Bell, le enseñó los fundamentos sobre ordenadores[1] . En su juventud fue un ávido lector de libros de ciencia ficción. En 1963, a la edad de quince años, creó su primer programa de ordenador. Diseñado para procesar datos estadísticos, el programa fue usado por los investigadores de IBM[2] . Más adelante, en el instituto, creo un sofisticado programa de reconocimiento de patrones que analizaba las obras de compositores clásicos y sintetizaba sus propias canciones en un estilo similar.<br />Sus aptitudes para la invención eran tan impresionantes que en 1965 fue invitado a un programa de televisión de la CBS, I've got a secret (Tengo un secreto), donde interpretó una pieza para piano que había sido compuesta por un ordenador que él mismo había construido.[3] . Más tarde, ese mismo año, gano el primer premio en la International Science Fair for the invention[4] y obtuvo también un reconocimiento en la Westinghouse Talent Search, donde fue felicitado personalmente por el presidente Lyndon B. Johnson.<br />En 1968, durante su segundo año en el MIT, Kurzweil inició una empresa que usaba un programa de ordenador para identificar alumnos entre escuelas e institutos. El programa, llamado "Select College Consulting Program", fue diseñado por él mismo y comparaba miles de diferentes criterios sobre cada colegio con las respuestas a un cuestionario enviado por cada alumno. Cuando cumplió 20 años vendió la empresa a Harcourt, Brace & World por 100.000 dólares, más royalties.<br />En 1970 obtuvo su licenciatura en Ciencias de la Computación y Literatura en 1970 por el MIT.<br />En 1974 Kurzweil inició su empresa más ambiciosa, Kurzweil Computer Products, Inc., para buscar una tecnología que fuese capaz de enseñar a los ordenadores a reconocer caracteres impresos de una amplia variedad de fuentes. Así, Raymond y sus colegas crearon el primer OCR "omni-font" (para cualquier tipo de letra). La aplicación más interesante de esta tecnología era la capacidad que otorgaba a un ordenador para leer en voz alta un documento impreso a personas ciegas. Esta idea introdujo nuevos obstáculos en su empresa, pues en esa época no existían todavía ni escáneres para ordenador, ni sintetizadores de voz. Así pues, además del primer OCR completo, la empresa de Kurzweil desarrolló finalmente el primer escáner para ordenador y el primer sintetizador texto-a-voz que, combinados, se erigían en la primera máquina lectora de documentos impresos para ciegos.<br />El cantante Stevie Wonder se interesó por este invento de Kurzweil. Ambos entablaron una gran amistad que llevó a Kurzweil a realizar investigaciones en el campo de la música generada por ordenador.<br />En 1980 Kurzweil vendió la empresa Kurzweil Computer Products a Xerox[5] , compañía que vio una oportunidad en estas tecnologías de volver al papel desde los medios electrónicos. Kurzweil siguió como consultor de Xerox hasta 1995. Kurzweil Computer Products llegó a ser una empresa subsidiaria de Xerox, conocida como ScanSoft durante mucho tiempo y ahora como Nuance. En la actualidad el OCR desarrollado por Kurzweil se llama Nuance Textbridge y ocupa una posición predominante en el mercado[cita requerida].<br />En 1982 de fundó Kurzweil Music Systems, a resultas de la idea de Stevie Wonder de usar los ordenadores para obtener sonidos similares a los interpretados con instrumentos tradicionales. Se inventó así en 1984 el sintetizador Kurzweil 250 (K250), primer instrumento por ordenador capaz de reproducir de forma realista el sonido de otros instrumentos de una orquesta[cita requerida]. Con él se realizaron tests en los que músicos profesionales se mostraron incapaces de distinguir el sonido emitido por el sintetizador del emitido por el instrumento real remedado.<br />Kurzweil también inició la empresa Kurzweil Applied Intelligence para el desarrollo del reconocimiento de voz por ordenador. En 1987 se lanzó al mercado el primer sistema de reconocimiento de voz. Esta tecnología tenía importantes aplicaciones médicas, siendo utilizada en la actualidad en el diez por ciento de las salas de urgencias en Estados Unidos[cita requerida].<br />En 1996 Kurzweil fundó su cuarta empresa, Kurzweil Educational Systems, que rápidamente ocupó una posición predominante en el campo de la tecnología texto-a-voz. La empresa obtuvo importantes beneficios, gran parte de los cuales se trasladaron a la fundación privada de Kurzweil, que fomenta tecnologías para la ayuda a escolares ciegos.<br />Los últimos proyectos de Kurzweil se dirigen a campos como la inteligencia artificial para el análisis financiero, el ciberarte o la simulación de pacientes para la formación en medicina.<br />Kurzweil ha recibido muchos premios y reconocimientos, el principal de ellos, en 2002, es su ascenso al National Inventors Hall of Fame (Cuadro de honor de inventores nacionales), creado por la oficina de patentes de los Estados Unidos.<br /><br />Pensamiento sobre futurismo y transhumanismo<br /><br />La evolución según el transhumanismo. Kurzweil comenzó a especular sobre el futuro cuando sólo era un niño, aunque fue más tarde, de adulto, cuando se involucró seriamente en la predicción exacta de eventos venideros. Kurzweil llegó a comprender que su éxito como inventor dependía en gran medida de una apropiada elección de los tiempos: sus nuevos inventos debían hacerse públicos sólo cuando muchas otras tecnologías de soporte les daban paso. Un dispositivo publicado demasiado pronto y sin un adecuado refinamiento, carecería de elementos clave para su funcionalidad; por el contrario, un dispositivo liberado demasiado tarde encontraría un mercado inundado de diferentes productos o consumidores ávidos por algo mejor.<br />Llegó a ser un imperativo para Kurzweil la comprensión de los ritmos y direcciones de los desarrollos tecnológicos. A lo largo de su vida adulta había mantenido un estrecho seguimiento de los avances en ordenadores y máquinas industriales y los había modelizado con precisión. Extrapolando tendencias pasadas al futuro, Kurzweil elaboró un método de predicción del curso del desarrollo tecnológico.<br />Después de varios años de un estrecho seguimiento de estas tendencias, Kurzweil llegó a una conclusión: la tasa de innovación en tecnologías de la computación crecía de un modo no lineal, sino exponencial. Como informático también comprendió que no había razón técnica para que este tipo de crecimiento no se mantuviera de ese modo en el siglo XXI.<br />En virtud de que el desarrollo en muchos campos de la ciencia y la tecnología depende de la potencia de los ordenadores, las mejoras en este ámbito se trasladan automáticamente en mejoras del conocimiento humano y otras ciencias sin relación directa con la computación, como la nanotecnología, la biotecnología y la ciencia de los materiales. Este crecimiento exponencial de las capacidades de los ordenadores daría lugar a nuevas tecnologías fantásticas, que estarían disponibles mucho antes de lo que la inmensa mayoría de la gente intuiría con sus expectativas habituales de crecimiento tecnológico lineal. "En el momento en el que un ámbito de la ciencia o la tecnología se convierte en información, se acelera y crece exponencialmente"[6] , dice Kurzweil, que denomina a esta idea "ley de rendimientos acelerados".<br />Kurzweil predice que entre ahora y el 2050 la tecnología llegará a ser tan avanzada que los progresos en medicina permitirán a la gente ampliar radicalmente su esperanza de vida y la calidad de la misma. Los procesos de envejecimiento podrían en principio ralentizarse, más tarde detenerse y finalmente revertirse en cuanto esas nuevas tecnologías médicas estuvieran disponibles. Kurzweil sostiene que gran parte de esto será fruto de los avances en la nanotecnología médica, que permitirá que máquinas microscópicas viajen a lo largo de nuestro cuerpo reparando todo tipo de daños a nivel celular. Del mismo modo los avances tecnológicos en el mundo de los ordenadores darán lugar a máquinas cada vez más potentes, numerosas y baratas. Kurzweil predice que un ordenador pasará el test de Turing hacia el 2029, demostrando tener una mente (inteligencia, consciencia de sí mismo, riqueza emocional...) indistinguible de un ser humano. Este momento se ha denominado singularidad tecnológica. Kurzweil prevé que la primera inteligencia artificial será construida alrededor de una simulación por ordenador de un cerebro humano, lo que será posible gracias a un escáner guiado por nanobots. Una máquina dotada de inteligencia artificial podría realizar todas las tareas intelectuales humanas y sería emocional y autoconsciente. Kurzweil sostiene que esa IA llegará a ser, inevitablemente, más inteligente y poderosa que la de un ser humano. Sugiere que las IA mostrarán pensamiento moral y respeto a los humanos como sus ancestros. De acuerdo a sus predicciones, la línea entre humanos y máquinas se difuminará como parte de la evolución tecnológica. Los implantes cibernéticos mejorarán en gran medida al hombre, lo dotarán de nuevas habilidades físicas y cognitivas y le permitirán interactuar directamente con las máquinas.<br />Gracias a estas ideas Kurzweil ha alcanzado una posición predominante en el campo del futurismo y el transhumanismo como muestran los siguientes ejemplos:<br />En diciembre de 2004 se unió al grupo de asesores del Singularity Institute for Artificial Intelligence.<br />En octubre de 2005, se unió al grupo de asesores científicos de la Lifeboat Foundation<br />El 13 de mayo de 2006 fue el ponente principal en el Stanford University Singularity Summit.<br />En febrero de 2009 Kurzweil, en colaboración con Google y el NASA Ames Research Center, anunció la creación de la Singularity University. La misión de esta Universidad es: "montar, educar e inspirar un cuadro de líderes que se esfuercen en comprender y facilitar el desarrollo de tecnologías de avance exponencial, enfocar y guiar estas herramientas para dirigir los grandes retos de la humanidad".[7] Usando el concepto de singularidad de Kurzweil como una fundación, la universidad planea proporcionar a sus alumnos las destrezas y herramientas para guiar el proceso de la singularidad "para el beneficio de la humanidad y su entorno".<br />El futurismo, como estudio filosófico o académico, mira a un futuro medio o largo plazo en un intento de hacer predicciones basadas en tendencias actuales. Sus predicciones están basadas en la "ley de rendimientos acelerados".<br /><br />Predicciones<br /><br />La obra de Kurzweil se ha caracterizaro por la realización de predicciones sobre el futuro de la humanidad bastante acertadas.<br />La era de las máquinas inteligentes [editar]Podría decirse que Kurzweil obtuvo gran parte de su credibilidad como futurista gracias a su primer libro, La Era de las Máquinas Inteligentes. Escrito entre 1986 y 1989 y publicado en 1990, en él se predice la desaparición de la Unión Soviética por causa de las nuevas tecnologías como los teléfonos móviles y máquinas de fax que restarían poder a los gobiernos autoritarios, eliminando el control del estado sobre el flujo de la información. En el libro Kurzweil también extrapola las tendencias preexistentes en las mejoras del software de ajedrez para ordenadores, prediciendo correctamente que los ordenadores derrotarían a los mejores jugadores de ajedrez humanos hacia 1998. De hecho, fue en mayo de 1997 cuando el campeón de ajedrez Gary Kasparov fue derrotado por el ordenador Deep Blue.<br />Quizás más significativa es la predicción de Kurzweil acerca del explosivo crecimiento del uso de Internet en los años 90. En el momento de la publicación de La Era de las Máquinas Inteligentes había sólo 2,6 millones de usuarios de Internet en el mundo,[8] y esta tecnología no era en ese momento demasiado estable, ni fácil de usar, además de bastante escasa de contenido. También estableció que la explosión de Internet no sólo se daría en el número de usuarios, sino en su propio contenido, permitiendo a los usuarios acceso a redes bibliotecarias internacionales, bases de datos y servicios de información. Más aún, Kurzweil previó correctamente que el uso principal de Internet se daría a través de sistemas inalámbricos.<br />Kurzweil también predijo acertadamente que la mayoría de los documentos existirían únicamente en ordenadores e Internet hacia el final de los 90 y que estos documentos incluirían, con frecuencia, animaciones, sonidos y vídeos incrustados que harían imposible su impresión en papel.<br />Además previó que los teléfonos móviles crecerían en popularidad al tiempo que disminuirían en tamaño.<br /><br />La era de las máquinas espirituales<br /><br />En 1999 Kurzweil publicó un segundo libro titulado The age of spirutal machines (La era de las máquinas espirituales), que ahonda en la explicación de sus ideas futuristas. La tercera y última sección de el libro se dedica a especificar los avances tecnológicos que el autor predice que el mundo experimentará en el curso del siglo XXI. Titulada "To face the future" (Enfrentar el futuro), la sección está dividida en cuatro capítulos titulados, respectivamente, "2009", "2019", "2029" y "2099". Para cada capítulo, Kurzweil establece predicciones sobre cómo serán la vida y la tecnología en ese año.<br />Mientras que la veracidad de sus predicciones para 2019 y más allá no pueden todavía determinarse, hay muchas ideas abordadas en "2009" que pueden ser escrutadas. Para comenzar, Kurzweil había afirmado que 2009 sería un año de transición continuada hacia las memorias de ordenador puramente electrónicas, que seguirían reemplazando a las viejas memorias rotativas. Esta predicción no ha sido hasta la fecha (20 de marzo de 2009) completamente acertada pues, si bien la capacidad de los dispositivos basados en la tecnología flash ha aumentado considerablemente (desde menos de 1MB en sus inicios a 2 TB en 2009[9] ), los discos duros también han experimentado un fuerte aumento, tanto en su capacidad, como en sus ventas[10] , mientras que está por llegar la imposición de la tecnología flash en aplicaciones de gran capacidad. No obstante, el almacenamiento en memorias estáticas es el método preferido en aplicaciones de baja capacidad, como reproductores de mp3, videoconsolas portátiles, teléfonos móviles y cámaras digitales. Samsung anunció el 20 de noviembre de 2008 que iniciarían la producción masiva de memorias fijas de 256 GB[11] para su uso en ordenadores portátiles y de sobremesa, aunque estos dispositivos costarán alrededor de 1000 dólares, haciendo que el almacenamiento en estos dispositivos tenga un coste de más de diez veces superior al de capacidades similares en discos duros.<br />Por otra parte, Kurzweil predijo acertadamente el crecimiento de la ubicuidad de el acceso sin cables a Internet y de los periféricos inalámbricos. Es probablemente más importante el presagio de Kurzweil acerca del explosivo crecimiento de la tecnología peer-to-peer para compartir archivos y la emergencia de Internet como el principal medio para el comercio y acceso a medios como películas, programas de televisión, periódicos, revistas y música.<br />Kurzweil afirmó también que los chips tridimensionales serían de uso común en 2009 (aunque desfasados, los chips "2-D" todavía predominan). Aunque IBM ha desarrollado recientemente la tecnología necesaria para "amontonar" chips y ha anunciado planes para empezar a usar chips tridimensionales en sus supercomputadoras y en aplicaciones de comunicación inalámbricas, esta tecnología permanecerá en bajos niveles en 2009.[12]<br /><br />Obras<br /><br />Raymond Kurzweil en la Universidad de Stanford en 2006La era de las máquinas inteligentes (1987-1988), que obtuvo el premio al libro de ciencias de la computación más sobresaliente otorgado por la Association of American Publishers (asociación de editores americanos), en 1990. En él se hacen numerosas predicciones que más tarde llegarían a cumplirse.<br />The 10% Solution for a Healthy Life (1993) "El 10% de la solución para una vida saludable", explicaba cómo Kurzweil se curó a sí mismo una diabetes de tipo II gracias a una programa nutricional que él mismo había desarrollado.<br />A Short Guide to a Long Life, "Una guía breve para una larga vida", que escribió junto con Terry Grossman poco después del anterior libro.<br />La era de las máquinas espirituales, cuando los ordenadores superen la mente humana (1999). Es el libro más vendido de Kurzweil. En él se extienden las profecías de Kurzweil hasta el momento en el que los ordenadores superan a la mente humana lo que, según Kurzweil, sucederá en sólo unas pocas décadas. El libro se ha publicado en nueve idiomas y ha sido número uno en ventas en Amazon en la categoría de Ciencia e Inteligencia Artificial.<br />Are We Spiritual Machines, Ray Kurzweil versus the Critics of Strong AI (2002). "¿Somos máquinas espirituales? Ray Kurzweil frente a la crítica a la IA Fuerte.<br />Fantastic voyage: live enough to live for ever (2004). "Un viaje fantástico: vivir lo suficiente para vivir para siempre", escrito en coautoría con Terry Grossman.<br />La Singularidad está cerca, cuando los hombres trasciendan la biología (2005). De este libro se está realizando una película que se estrenará a finales de 2009.[13]<br />Como escritor, Kurzweil plantea que la civilización humana pronto se verá beneficiada gracias a los notables avances de la inteligencia artificial, e incluso que las distinciones de máquinas y humanos se verán borradas a finales del siglo XXI. También ha escrito un ensayo para el libro "Tomar la Pastilla Roja" titulado "La fusión de la Máquina Humana: ¿Nos dirigimos hacia Matrix?" en el que afirma que es totalmente posible que algún día desarrollemos una inteligencia artificial tan avanzada como la que aparece en el filme Matrix.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-31624648057712036722009-12-06T09:11:00.001-08:002009-12-06T09:11:56.738-08:00El transhumanismo<a href="http://2.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/Sxvl0txqPII/AAAAAAAABPA/IiZ4jX9ZOqw/s1600-h/evolve.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412172071019625602" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 172px" alt="" src="http://2.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/Sxvl0txqPII/AAAAAAAABPA/IiZ4jX9ZOqw/s400/evolve.jpg" border="0" /></a>Cada vez que la especie humana se ha enfrentado a cambios profundos en sus sistemas de producción, y por lo tanto en su organización económica, ha tenido que afrontar una serie de cambios drásticos de orden cultural y social. Primero fue la Revolución Agrícola, después la Industrial, y ahora nos hallamos inmersos en plena transición de lo que se ha dado en llamar la Revolución Bio-tecnológica. La velocidad a la que se suceden los acontecimientos provoca en muchos casos todo tipo de incertidumbres y angustias, por lo que no es de extrañar que empiecen a aparecer las primeras propuestas y movimientos ideológicos orientadas a ponerle riendas a una era que amenaza con desbocarse a la primera de cambio. Y de entre todas esas propuestas hay una que se está extendiendo como reguero de pólvora por todo el planeta y que responde por el nombre de "transhumanismo". Pasen y vean.<br />A mediados de los 80, entre grupos de investigadores en los campos más modernos de la ciencia, empieza a gestarse una nueva corriente de pensamiento sobre el futuro del ser humano. Como punto de partida, esta corriente niega un principio que había sido inamovible hasta el momento: la idea de que la naturaleza del ser humano es una constante. Todo planteamiento de futuro se basaba en el desarrollo y cambio de la tecnología, los sistemas de producción, los sistemas políticos, sociales y culturales, pero la condición humana era inalterable.<br />Para empezar a entender esta nueva filosofía, podemos comenzar con la definición que la propia World Transhumanist Association ofrece de tres de sus conceptos básicos: Transhumanismo, transhumano y post-humano.<br /><br />¿Qué es el Transhumanismo?<br /><br />"El Transhumanismo representa un enfoque radicalmente nuevo en el pensamiento orientado hacia el futuro que se basa en la premisa de que la especie humana no representa el final de nuestra evolución, sino el principio. Formalmente lo definimos de la siguiente manera:<br /><br />1.- El estudio de las ramificaciones, pronósticos y peligros potenciales del uso de la ciencia, la tecnología, la creatividad, y otros medios para superar las limitaciones fundamentales humanas.<br />2.- El movimiento intelectual y cultural que afirma la posibilidad y conveniencia de alterar fundamentalmente la condición humana a través de la razón aplicada, especialmente utilizando la tecnología para acabar con el envejecimiento y para aumentar en grado sumo las capacidades intelectuales, físicas y psicológicas humanas.<br /><br />El transhumanismo puede describirse como una extensión del humanismo, del cual se deriva parcialmente. Los humanistas creen que lo que importa son los humanos, que los individuos son lo importante. Podemos no ser perfectos, pero podemos hacer mejor las cosas y promover el pensamiento racional, la libertad, la tolerancia y la democracia. Los transhumanistas coincidimos con esto pero también hacemos hincapié en que disponemos del potencial para conseguirlo. No sólo podemos emplear medios racionales para mejorar la condición humana y el mundo que nos rodea; también podemos usarlos para mejorarnos a nosotros mismos, el organismo humano. Y no estamos limitados únicamente a los métodos, como la educación, la cual es adoptada normalmente por los humanistas. Podemos usar medios tecnológicos que con el tiempo nos permitirán ir más allá de lo que la mayoría describiría como humano.<br />Los transhumanistas creen que a través del paso acelerado del desarrollo tecnológico y el conocimiento científico, estamos entrando en una era totalmente nueva de la historia de la humanidad. En un futuro próximo, nos enfrentaremos a la posibilidad de verdadera inteligencia artificial. Se construirán nuevas herramientas cognitivas que combinarán la inteligencia artificial con nuevos dispositivos tecnológicos. La nanotecnología molecular tiene potencial para crear abundantes recursos para todos y darnos el control total de las reacciones bioquímicas de nuestros cuerpos, lo que permitiría eliminar la enfermedad. Por medio del re-diseño o el enriquecimiento farmacológico de nuestros centros de placer podemos disfrutar de una mayor diversidad de emociones, de una felicidad constante y de estimulantes experiencias cumbre cada día. En la cara oscura del espectro, los transhumanistas admiten que algunas de estas tecnologías venideras podrían causar grandes males a la vida humana; incluso podrían poner en riesgo la supervivencia de nuestra especie. Aunque estas son posibilidades extremas, son tomadas muy en serio por número cada vez mayor de científicos y expuestas científicamente por filósofos y pensadores sociales."<br /><br />¿Qué es un transhumano?<br /><br />"Transhumano" es el término para referirse a un "humano transicional", un ser consciente descrito en su totalidad por primera vez por el futurista FM-2030 como un paso potencial hacia la evolución a post-humano. Llamando transhumanos a la "manisfestación más temprana de nuevos seres evolutivos", FM sugiere que algunos signos de transhumanismo incluyen el refuerzo corporal con implantes, la androginia, la reproducción asexual, y la identidad repartida. En la formulación original de FM, los transhumanos no son necesariamente las personas más adeptas a una orientación futurista o tecnológica, ni tendrían por qué ser necesariamente conscientes de su "papel de puente en la evolución". Sin embargo, como las ideas de FM se extienden y muchos humanos empiezan a considerarse a sí mismos como transhumanistas, el concepto de transhumano ha tomado connotaciones de autoidentificación y pro-acción, tal y como muestra esta definición extraída del Apartado de Terminología Transhumanista*:<br />TRANSHUMANO: Alguien que se prepara de forma activa para convertirse en post-humano. Alguien lo bastante informado como para ver las radicales posibilidades y proyectos que se le ponen delante, y que toma cada opción actual para su propio crecimiento.<br />Muchos transhumanistas ya se consideran transhumanos, pues nuestro uso de los útiles ha aumentado en gran medida las capacidades del cuerpo y la mente humanas. La tendencia es la del progreso constante en el desarrollo y uso de las comunicaciones globales, la modificación corporal, y el uso de técnicas para ampliar la esperanza de vida. Cualquier humano que saca provecho de esta tendencia puede alcanzar el nivel de transhumano durante su vida."<br /><br />¿Qué es un post-humano?<br /><br />"Un post-humano es un descendiente humano que ha sido aumentado hasta tal punto como para haber dejado de ser humano. Muchos transhumanistas quieren convertirse en post-humanos.<br />Como post-humano, tus capacidades mentales y físicas superarían de lejos a las de cualquier humano no aumentado. Serías más listo que cualquier genio humano y serías capaz de recordar cosas con mayor facilidad. Tu cuerpo no se vería afectado por enfermedades y no se deterioraría con la edad, dotándote de una juventud y vigor indefinidos. Puedes tener una capacidad sumamente expandida para sentir emociones y experimentar placer, amor y belleza artística. No haría falta que sintieras cansancio, aburrimiento o enfado por pequeñeces.<br />Los medios por los que los humanistas esperan alcanzar la posición de post-humano incluyen, pero no se limitan a, los siguientes: nanotecnología molecular, ingeniería genética, inteligencia artificial (algunos creen que las inteligencias artificiales serán los primeros post-humanos), sustancias anímicas, terapias anti envejecimiento, dispositivos neurológicos, herramientas avanzadas para la gestión de información, sustancias potenciadoras de la memoria, vestimentas computerizadas, invenciones de bajo coste y técnicas cognitivas.* En general, invenciones técnicas o sociales que sobre todo mejoren en su conjunto la tendencia de eficacia rentable para beneficiar los propósitos transhumanistas.<br />Los post-humanos podrían ser totalmente sintéticos (basados en inteligencia artificial) o podrían ser el resultado de realizar mejoras parciales de un humano biológico o un transhumano. Algunos post-humanos incluso pueden encontrar ventajas en deshacerse de su cuerpo y vivir en forma de patrones de información en enormes y super rápidas redes computerizadas. A veces se dice que para nosotros los humanos es imposible imaginar cómo sería ser post-humano. Ellos podrían tener actividades y aspiraciones que incluso ni podemos comprender, igual que un mono jamás podría entender la complejidad de la vida humana."<br /><br />Para terminar nuestra primera toma de contacto con esta nueva corriente de pensamiento, paso a transcribir la Declaración Transhumanista:<br />"1.- En el futuro, la Humanidad será cambiada de forma radical por la tecnología. Prevemos la viabilidad de rediseñar la condición humana, incluyendo parámetros tales como lo inevitable del envejecimiento, las limitaciones de los intelectos humanos y artificiales, la psicología indeseable, el sufrimiento, y nuestro confinamiento al planeta Tierra.<br />2.- La investigación sistemática debe enfocarse de acuerdo a esos desarrollos venideros y sus consecuencias a largo plazo.<br />3.- Los transhumanistas creemos que siendo generalmente abiertos y aceptando las nuevas tecnologías disponemos de mejor oportunidad de volverlas en nuestro provecho que si intentamos condenarlas o prohibirlas.<br />4.- Los transhumanistas defienden el derecho moral de aquellos que deseen utilizar la tecnología para ampliar sus capacidades mentales y físicas y para mejorar su control sobre sus propias vidas, Buscamos crecimiento personal más allá de nuestras actuales limitaciones biológicas.<br />5.- De cara al futuro, es obligatorio tener en cuenta la posibilidad de un progreso tecnológico dramático. Sería trágico si no se materializaran los potenciales beneficios a causa de una tecnofobia injustificada y prohibiciones innecesarias. Por otra parte, también sería trágico que se extinguiera la vida inteligente a causa de algún desastre o guerra ocasionados por las tecnologías avanzadas.<br />6.- Necesitamos crear foros donde la gente pueda debatir racionalmente qué debe hacerse, y u orden social en el que las decisiones serias puedan llevarse a cabo.<br />7.- Los transhumanistas defienden el bienestar de toda consciencia (sea en intelectos artificiales, humanos, animales no humanos, o posibles especies extraterrestres) y abarca muchos principios del humanismo laico moderno. El transhumanismo no apoya a ningún grupo o plataforma política determinada<br />Las siguientes personas han contribuido en este documento:Doug Bailey, Anders Sandberg, Gustavo Alves, Max More, Holger Wagner, Natasha Vita More, Eugene Leitl, Berrie Staring, David Pearce, Bill Fantegrossi, Doug Baily Jr., den Otter, Ralf Fletcher, Kathryn Aegis, Tom Morrow, Alexander Chislenko, Lee Daniel Crocker, Darren Reynolds, Keith Elis, Thom Quinn, Mikhail Sverdlov, Arjen Kamphuis, Shane Spaulding, Nick Bostrom."<br />Referencias:- Extropy Institute. <a href="http://www.extropy.org/" target="_blank">http://www.extropy.org/</a>- World Transhumanist Association. <a href="http://www.transhumanism.com/" target="_blank">http://www.transhumanism.com/</a>- FM-2030. Are you a Transhuman? (1989)- Transhumanist Lexicon: <a href="http://www.transhumanism.com/lexicon/" target="_blank">http://www.transhumanism.com/lexicon/</a><br />* En posteriores entregas hablaremos de todas estas tecnologías, técnicas y proyectos.<br /><br />Junto a la World Transhumanist Association, una de las entidades transhumanistas más activas es sin duda el Extropy Institute. Esta organización inició su andadura allá por el año 1988 de la mano de los que hoy se consideran sus fundadores: Max More, Mike Price, Garret Smyth y Jhon Styles. Lo que empezó siendo una publicación de no más de 50 copias es hoy una organización de alcance prácticamente internacional, con intereses en distintos campos bio-tecnológicos (muy particularmente en criogénesis), amplia influencia en Internet y que este verano celebrarán su quinto congreso, el Extro 5, convenciones a las que, después de haber sido consideradas como cosa de excéntricos, han acabado asistiendo científicos de primera línea de diversas disciplinas al percatarse de que las propuestas extropianas y transhumanistas tal vez no fueran tan desencaminadas…<br />En cualquier caso, pongo a vuestra disposición la traducción al castellano de la última revisión de los llamados Principios Extropianos para que podamos seguir completando el panorama que plantea el transhumanismo.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-71584193005705829792009-12-06T09:09:00.000-08:002009-12-06T09:11:04.976-08:00Transhumanismo, una propuesta filosófica para el tercer milenio<div>El crecimiento exponencial de la tecnología alumbrará un nuevo mundo muy diferente del actual<br />Fukujama ha arremetido en un artículo contra el transhumanismo, considerándolo como una de las ideas más peligrosas del pensamiento actual, aunque reconociendo que ya no se le puede considerar como "ciencia ficción tomada demasiado en serio". El transhumanismo es un fenómeno social mucho más complejo que se basa en los previsibles cambios venideros: un mundo nuevo en el que la muerte ha desaparecido merced a las capacidades tecnológicas alcanzadas. Cuestión de décadas. Por Giulio Prisco.<br /><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412171753112856898" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 324px; CURSOR: hand; HEIGHT: 113px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvliNex6UI/AAAAAAAABO4/HV_tcUWqXw4/s400/transhuman-posthuman-overman.jpg" border="0" /><a href="http://www.sais-jhu.edu/faculty/fukuyama/">Francis Fukuyama</a>, miembro del <a href="http://www.bioethics.gov/">Consejo Presidencial de Bioética de EEUU</a> y autor de "<a href="http://www.sais-jhu.edu/Faculty/fukuyama/Our%20Posthuman%20Future">Nuestro Futuro Posthumano: Consecuencias de la Revolucion Biotecnologica</a>", ha publicado un articulo sobre "<a href="http://www.fp-es.org/oct_nov_2004/story_5_9.asp">Las ideas más peligrosas del mundo: el Transhumanismo</a>" en la prestigiosa revista <a href="http://www.fp-es.org/">Foreign Policy</a>. Respuestas a la opinión negativa de Fukuyama sobre el perfeccionamiento de los seres humanos a través de la tecnologia han sido publicadas por <a href="http://www.reason.com/rb/rb082504.shtml">Ron Bailey</a> y <a href="http://transhumanism.org/index.php/WTA/more/bostrom-responds-to-fukuyama/">Nick Bostrom</a>. Aunque no hace falta decirlo, a mí me parece que estas respuestas tienen mucho más sentido que el artículo de Fukuyama, y quisiera invitar a todos a leer las fuentes y a formarse su propia opinión.<br />Pero, ¿qué es el transhumanismo, esta idea peligrosa que tanto asusta a respetados profesores y intelectuales como Fukuyama? En palabras muy simples, el transhumanismo se puede definir como el reconocimiento del hecho de que se puede utilizar la tecnología para mejorar radicalmente a los seres humanos (como individuos, como sociedades, y como especie), así como pensar que hacerlo es bueno. A pesar de que hoy en dia los expertos no tienen muchas dudas sobre el primer punto (se puede), el debate sobre el segundo punto (se debe), se acalora siempre más, siendo el articulo de Fukuyama uno de los últimos ejemplos.<br />Los argumentos en contra de la continua mejora de los seres humanos con ayuda de la tecnologia hacen a menudo referencias a malconcebidas y nebulosas ideas de "dignidad humana", "humildad" (qué palabra más fea), y "reverencia por la naturaleza". Es facil reconocerlos como viejos argumentos religiosos (por ejemplo "si Dios hubiera querido que los humbres pudiéramos volar, nos hubiera creado con alas") disfrazados. A pesar de esto, hoy en dia "un nuevo tipo de bicho o parásito, el autoproclamado bioeticista, que no tiene nada útil que aportar, encuentra un cómodo nicho en el que parasitar quejándose de la posibilidad de extender y mejorar la vida humana". Estas palabras entre comilladas son del nuevo libro de Robert Ettinger, <a href="http://youniverse.biz/">Youniverse</a>. Ver también <a href="http://tendencias21.net/index.php?action=article&id_article=68160">mi resumen</a> de este excelente libro.<br />¿Qué quiere decir "mejorar"? Una mejora muy importante será permitir que la gente viva vidas mucho más largas y con mucha más salud. ¿Qué quiere decir "mucho más largas"? Es un asunto de ingeniería médica: pueden ser cientos de años. Tal vez, miles de años. Quizás, y esta es la posibilidad asombrosa que estamos empezando a ver, un tiempo indefinido: si no nos occurren accidentes mortales, para siempre. Eso es el tema tratado en el ultimo libro de Ray Kurzweil: "<a href="http://www.amazon.com/exec/obidos/tg/detail/-/1579549543/qid=1097212540/sr=8-1/ref=pd_csp_1/104-2347762-6945561?v=glance&s=books&n=507846">El viaje fantastico: vivir bastante para vivir eternamente</a>". En una <a href="http://story.news.yahoo.com/news?tmpl=story&u=/washpost/20041007/tc_washpost/a11564_2004oct6">reciente charla</a> a la que se ha referido el Washington Post, Kurzweil dijo "La nanotecnologia nos permitira reconstruir radicalmente y extender a nuestros cuerpos con la ayuda de "nanobots," cachrarritos robóticos más pequeños que las células que nadarán en nuestra sangre para reparar errores an el ADN, combatir patógenos y expander la inteligencias. Llegados a este punto, los seres humanos podrán vivir para siempre".<br />Una protección de los accidentes mortales puede se ofrecida por una tecnología futura conocida como "mind uploading": hacer una "copia de seguridad" de la información contenida en tu mente, para permitir volver a "cargar" la misma en un nuevo cerebro biológico o robótico. Aún si esta idea puede presentar algún problema filosófico relacionado con los conceptos de "yo" e "identidad", su aplicación práctica está siendo analizada y estudiada.<br />Ray Kurzweil piensa que para que lo que a la extensión de la vida se refiere, opciones de semejante radicalidad podrían ser disponibles en unas cuantas décadas. Eso quiere decir que tus hijos podrían vivir eternamente. Sí, has entendido bien: tus hijos podrían vivir eternamente. Para nuestra generación, y si el desarrollo de las tecnologías de extension de la vida tuviese que proceder más despacio, una opción disponible es el procedimiento conocido como "criónica": congelar tu cuerpo después de la muerte a la temperatura del nitrógeno liquido (de tal manera que todo el proceso de degradación biológica se para), con la esperanza que dentro de unas cuantas décadas la ciencia médica sea capaz de devolverlo a la vida y a la juventud eterna. Para realizar este sueño, más o menos doscientos pacientes "temporalmente muertos" ya han sido congelados y muchos más se han apuntado. Véanse los sitios web de <a href="http://www.alcor.org/">Alcor</a> y del <a href="http://cryonics.org/">Cryonics Institute</a> para más información. En España también existe un naciente movimiento criónico, véase por ejemplo el artículo "<a href="http://tendencias21.net/index.php?action=article&id_article=68110">La criogenización es una alternativa más que se abre al morir</a>" en Tendencias.<br />La extensión radical de vida, la criónica y el "mind uploading" son los temas transhumanistas a los que la prensa popular se refiere más a menudo, pero sólo representan a la parte visible del iceberg transhumanista. El transhumanismo es ahora una visión del mundo comprensiva y intelectualmente sofisticada, cuyos pensadores están, lenta pero continuamente, desarrollando los fundamentos de un sólido sistema filosófico para este tercer milenio.<br />En el mundo de hoy, los transhumanistas fomentan al desarrollo de, y la accesibilidad a, nuevas tecnologías que puedan permitir a todos de disfrutar de mentes mejores, cuerpos mejores, y vidas mejores. Véase al respecto el sitio web de la <a href="http://transhumanism.org/">Asociacion Transhumanista Mundial</a> para más detalles. Otra asociación transhumanista es el <a href="http://extropy.org/">Extropy Institute</a>. Las listas de correo de estas dos organizaciones son los principales foros donde se discute y elabora la visión del mundo transhumanista. Entre los sitios web más completos en español, destacamos el Foro y Asociacion Transhumanista "Fast, ad Astra" (<a href="http://fastra.net/">Fastra</a>) y la <a href="http://www.transhumanismo.org/">Asociacion Transhumanista Internacional</a>. Véanse estos dos sitios para información sobre cómo aceder a las listas de correo.<br /><br />¿Una idea peligrosa?<br /><br />¿Es el transhumanismo una idea peligrosa? Seguramente lo es para aquellos que valoran los conceptos abstractos por encima del bienestar de los seres humanos. Para los demás, el transhumanismo es una hermosa visión y una extensión natural del pensamiento humanista clásico. Es una visión de libertad, la libertad de elegir qué persona quieres ser. A veces a los transhumanistas se le acusa de olvidarse de las consecuencias sociales de sus propuestas, y los críticos nos advierten de un "Mundo Feliz" con demasiadas diferencias entre los que tienen y pueden, y los que no tienen y no pueden. Semejantes opiniones negativas, que nacen probablemente de una falta de comprensión deliberada del mensaje transhumanista, no podrían estar más alejadas de la realidad (véase, por ejemplo, el apartado <a href="http://transhumanism.org/index.php/WTA/faq/">Preguntas Frequentes (F.A.Q.)</a> en el sitio web de la Asociacion Transhumanista Mundial.<br />Quizás el primer autor en utilizar explícitamente la palabra "transhumanismo" fue Sir Julian Huxley. De <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Julian_Huxley">Wikipedia</a>: "Sir Julian Sorell Huxley (Junio 22, 1887 - Febrero 14, 1975) fue un autor y biológo británico. Hermano del autor Aldous Huxley, su padre fue Leonard Huxley, y su abuelo de parte de padre fue el biólogo T. H. Huxley. También fue amigo y mentor del biólogo Konrad Lorenz. Huxley fue el primer Director General de la UNESCO y uno de los fundadores del World Wildlife Fund. Escribió ensayos de ciencia popular, incluyendo Ensayos de un Biólogo y Evolución: La Síntesis Moderna. Fue hecho Caballero (Knoght) in 1958."<br />En "Nuevas Botellas para Vino Nuevo" (Londres, Chatto & Windus, 1957), Huxley escribió: "La especie humana puede, si así quiere, transcenderse a sí misma, no sólo enteramente, un individuo aquí de una manera, otro individuo allá de otra manera, sino también en su integridad, como humanidad. Necesitamos un nombre para esa nueva creencia. Quizás transhumanismo puede servir: el hombre sigue siendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, realizando nuevas posibilidades de, y para, su naturaleza humana." Un extracto mucho más largo de este excelente libro, lamentablemente no disponible online en su integridad, se encuentra en el articulo "<a href="http://www.transhumanism.org/index.php/WTA/more/transhumanism-by-julian-huxley/">Transhumanismo, de Julian Huxley (1957)</a>" en el sitio web de la Asociacion Transhumanista Mundial.<br />Utilizar la tecnologia para mejorar radicalmente las capacidades de los seres humanos se considera como una opción realista a medio plazo por la <a href="http://www.infocastinc.com/nbic/nbichome.htm">Iniciativa NBIC</a> en EEUU : "la convergencia de la nanociencia, la biotecnologia, las tecnologias de la información y la ciencia cognitiva ("NBIC"), ofrece inmensas oportunidades para mejorar las capacidades humanas, sus consecuencias sociales, la productividad nacional y la calidad de vida; también representa a una nueva e importante frontera en investigación y desarrollos. La misma visión comparten iniciativas similares en <a href="http://europa.eu.int/comm/research/conferences/2004/ntw/index_en.html">Europa</a>.<br />A pesar de "despreciar a los transhumanistas como algún tipo de secta rara, nada más que ciencia ficción tomada demasiado en serio", que solía ser la postura corriente, Fukuyama reconoce ahora que "los nuevos procedimientos y tecnologías que están emergiendo de los laboratorios de desarrollo y de los hospitales - sean psicofármacos, medicamentos para mejorar el tono muscular o borrar selectivamente algunos recuerdos, análisis genetico prenatal, o terapias genéticas - pueden fácilmente ser utilizados tanto para "mejorar" la especie como para curar la enfermedad". Y ofrece una precisa y compacta definicion de la visión transhumanista: "según el pensamiento transhumanista, los seres humanos tienen que rescatar su destino biológico de las manos de los ciegos procesos de variación aleatoria y adaptación de la evolución, y avanzar hasta la próxima etapa como especie".<br />Mejorar a los seres humanos a través de la tecnología estará algún día en el centro del debate político, que promete ser muy acalorado, y cuyos resultados impactarán sobre el futuro de las biotecnologías y de las tecnologías avanzadas de la información, así como sobre el conjunto de la sociedad entera. Todos tenemos que empezar a pensar dónde nos queremos situar en este debate. En las palabras del autor canadiense Christopher Dewdney "Lo que pasará, en la era transhumana, es que la mente y la materia se mezclarán" (<a href="http://www.amazon.com/exec/obidos/ASIN/0006384722/betterhumans-20/002-0041225-2185605">Last Flesh: Life in the Transhuman Era</a>). Y eso es todo lo que podemos decir con seguridad en este momento: la mente y la materia se mezclarán.<br />En otras palabras, con "herramientas" integradas en nuestros cerebros, todos, hombres y mujeres (o quién sabe, ¿quién ha dicho que seguirán existiendo nada más que dos sexos?) van a poder controlar su entorno material mucho más y mejor, existirán nuevos sistemas culturales, sociales y económicos que hoy ni siquiera podemos imaginarnos, y las vidas de los posthumanos se parecerán muy poco a nuestras vidas limitadas. Viendo que estos enormes cambios se van acercando, algunos hablan de una inminente "Singularidad": el momento en el que el crecimiento exponencial de la tecnología y de la cultura se hace tan rápido que provoca una ruptura catastrófica con el pasado y el nacimiento repentino de un nuevo mundo. Otros, como por ejemplo yo, creen que los humanos se adaptarán suavemente a los cambios futuros, como siempre nos hemos adaptado a los cambios en el pasado, y que las cosas siguirán pareciéndose a "lo de siempre" para aquellos que vivan a través de los cambios.<br /><br />Humanismos y transhumanismos: Tecnofobias vs tecnofilias<br /><br />Este texto aborda las actuales corrientes tecnófobas (J.Zerzan, Unabomber) y tecnófilas (teoría transhumanista, D.J.Haraway) que pueden rastrearse en el panorama occidental de nuestros días y que ponen en evidencia las diferentes concepciones sobre las relaciones existentes entre individuo y naturaleza, así como los conceptos de “totalidad” y “humanismo”. En la vertiente tecnófila destaca el ex profesor universitario Theodor Kaczynski, conocido como Unabomber. El neoludita1 Unabomber aterrorizó con bombas caseras a empresas informáticas estadounidenses durante 18 años. Así hirió a 22 personas y mató a 2, la mayoría profesores universitarios, como él que lo fue de matemáticas en Berkeley, antes de iniciar su modo de vida ecoterrorista desde 1978, habitando en una cabaña de madera en las Montañas Rocosas de Montana, donde fue capturado en 1996 denunciado por su hermano. En el manifiesto titulado La sociedad industrial y su futuro, que publicó el Washington Post en 1995, Theodor Kaczynski denuncia la tecnología moderna como encarnación de nuestros males sociales y hace una llamada revolucionaria en pro de la naturaleza. Las bombas artesanales de Unabomber, fabricadas con madera y pequeñas piezas de enchufes, son una tecnología primitiva que reclama una naturaleza primitiva, una reivindicación de vuelta a la naturaleza salvaje que aboga por la separación cultura/naturaleza, natural/artificial como requisitos fundamentales para la vida buena. La tecnofobia es una manifestación de horror hacia la máquina y a diferencia de la tecnofilia apuesta por la devolución del individuo desmaquinizado a una naturaleza premaquínica, edén donde la felicidad puede ser alcanzada. Habla de una reterritorialización del espacio físico, de la corporeidad sin metal cuando la tecnofilia se reconforta en la pérdida física del mundo y su sustrato material orgánico. Estas actitudes tecnófobas y tecnófilas dibujan el panorama tecnosocial y en último extremo la íntima imbricación entre técnica e individuo, tal y como expresó Heidegger cuando afirmaba que estamos encadenados a la técnica sin poder librarnos de ella, tanto si la afirmamos apasionadamente como si la negamos.<br />Pisticelli (1995:86) encuentra en el panorama de aversiones y filias tecnológicas tres posturas básicas: los continuistas verían en las tecnologías de la información la evolución lógica de cualquier tecnología en desarrollo sin que esto afecte demasiado a la sociedad; los transformacionistas estarían de acuerdo en considerar que provoca profundos cambios sociales; y los estructuralistas, en una posición intermedia, afirmarían lo revolucionario de estas tecnologías, sin que la estructura social sufra cambios sustantivos. Los heréticos, como subgrupo de los continuistas, verían en las tecnologías de la información una forma de continuar hiperbólicamente la opresión capitalista. Dentro de este último grupo puede situarse a John Zerzan, quien mantiene una relación personal con Unabomber.<br />Zerzan y los representantes del anarcoprimitivismo, surgido al amparo de los movimientos antiglobalización desde Seatle, pueden considerarse la vertiente teórica que da sentido a dicho movimiento ecléctico, que aglutina ecologismo, antiautoritarismo anarquista, críticas feministas, situacionistas y criticismo tecnológico.<br />Autores como J.Zerzan se alinean en la vertiente antideterminista tecnológica de Kaczynski que imputa a la tecnología, fruto de la civilización, la responsabilidad de la degradación del individuo actual, de la naturaleza y la sociedad. La escritura de Rousseau se trasluce con facilidad en la de Zerzan a pesar de que no lo cita. Así, sobre el individuo la civilización actúa generando enfermedades: anorexia, obesidad, depresión, suicidio, son algunas de las lacras de nuestra sociedad actual. Situación a la que se ha llegado desde la revolución agrícola, aproximadamente en el 8.000 a. C, en la que empiezan a aparecer en el individuo enfermedades, en la naturaleza destrucción ambiental y, en la sociedad, un incremento de la división del trabajo y el establecimiento de los cimientos de una jerarquía social.<br />Lo que ha civilizado a los hombres y perdido al género humano son el hierro y el trigo. (Rousseau, 1987:112)<br />Del cultivo de las tierras se llegó necesariamente a su reparto... que había producido una nueva clase de derecho, el de la propiedad, diferente del que resulta de la ley natural. (Rousseau, 114-115)<br />Durante el paleolítico la existencia de los individuos era paradisíaca, la razón era que no existía el estado ni las relaciones de poder porque aun la agricultura no había creado la propiedad privada, la organización social era libre al basarse en una economía de recolección y caza que favorecía la cohesión de los grupos sin coerciones. D.j. Hanaway. Foto de R.Hogness<br />De esta exposición se deduce que la desigualdad, al ser casi nula en el estado natural, saca su fuerza y su crecimiento del desarrollo de nuestras facultades y de los progresos del espíritu humano y llega a ser finalmente estable y legítima por el establecimiento de la propiedad y de las leyes. (Rousseau, 1987:142)<br />En su ensayo Psicología de masas del sufrimiento explica cómo nuestra sociedad actual es una “Sociedad de la Psicología”, porque la psicología se ha convertido en la religión predominante (Zerzan, 2001:43) que encuentra en el individuo el lugar donde han de solucionarse los problemas de una sociedad enferma. Lo social es psicológico, y de esta forma la problemática social recae sobre el individuo sin que la sociedad sea vista como la responsable de los males sociales.<br />La civilización es culpable de la penosa situación del humano actual, proceso al que contribuyeron la agricultura, el número, el arte o la religión. Es la identificación de las artes y las técnicas como dispositivos de decadencia de la originaria naturaleza humana de Rousseau:<br />De la sociedad y del lujo que ésta engendra nacen las artes liberales y mecánicas, el comercio, las letras; y todas estas inutilidades, que hacen florecer la industria, enriquecen y pierden a los Estados. La razón de esta decadencia es muy sencilla. Es fácil ver que, por su naturaleza, la agricultura debe ser el arte menos lucrativo; porque, como su producto es el más indispensable para todos los hombres, su precio debe ser proporcional a las posibilidades de los más pobres. De este mismo principio se puede sacar la siguiente regla: en general las artes son lucrativas en sentido inversamente proporcional a su utilidad y las más necesarias deben ser finalmente las más abandonadas. En lo que se observa lo que hay que pensar de los verdaderos beneficios de la industria y del efecto real que resulta de sus progresos. (1987: 156)<br />Como en el Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres (1753) con numerosos ejemplos de los hotentotes y caribes, Zerzan riega de ejemplos antropológicos2 su texto Futuro primitivo, para demostrar que pueblos primitivos poseen niveles de vida más saludables tanto física como socialmente, y que su estado existencial es digno de admiración e imitación para nuestra sociedad civilizada. El argumento de la buena constitución de los salvajes:<br />Fácilmente se podría elaborar la historia de las enfermedades siguiendo la de las sociedades civiles. (Rousseau, 1987:69)<br />Zerzan parece seguir la exhortación que hace Rousseau en el preámbulo de su obra:<br />...existe una edad en la que el hombre como individuo quisiera pararse, y yo lo sé; buscarás la edad en que desearías que tu especie se hubiera parado. (1987: 62)<br />Y sigue la máxima de Rousseau que identifica la verdad sólo con la naturaleza:<br />He aquí tu historia tal como has creído leerla, no en los libros de tus semejantes que mienten, sino en la Naturaleza, que no miente nunca. (1987:62)<br />En Futuro primitivo, Zerzan osa dirigirse contra una totalidad, la civilización, en tanto que todo abarcante de un progreso occidental y como conjunto de humanos civilizados al amparo de la tecnología. Sus pretensiones no lo alejan de Marx o Freud a quienes critica, para quienes un punto de vista no holístico haría impensable sus presupuestos humanistas, y chocan de frente con la concepción postmoderna que Zerzan rechaza; sin embargo practica un humanismo contracultural, tal y como es clasificado por Bueno en el antílogo a la obra Malestar en el tiempo (p.28). Para Bueno, Zerzan no hace sino otra teoría más sobre la cultura y suponemos que Zerzan se sentiría decepcionado, pues su posición anticivilización excluye todo lo que huela a cultura, al menos a cultura occidental tecnologizada. Así surge un tema insoluble, cómo construir una visión del mundo que no esté sesgada y hecha desde una cultura concreta; pero si Zerzan arremete contra la cultura, no lo hace para elaborar una teoría general de la cultura, si expresamente ésta queda excluida de su análisis, en tanto que aspira más que a una sociedad sin cultura, a una naturaleza habitada por humanos.<br />La crítica social de Zerzan es radical y global, según se produce el proceso de la globalización económica y cultural, paralelamente se produce otro proceso hacia la globalización de intereses comunes no económicos. La civilización se revela como un fracaso y nuestra cultura civilizada rechazada de plano y desde hace millones de años. En realidad, solicita un paro evolutivo, dado que este progreso ha demostrado su ineficacia para la consecución de la felicidad humana. Zerzan declara odiosa la polis, rechaza la propiedad privada originada con el nacimiento de la agricultura, y mantiene una actitud netamente ludita respecto a la tecnología, el mal por excelencia de la humanidad. Otro anarcoprimitivista, Perlman, llega a afirmar que la civilización es la megamáquina o Leviatán, el objetivo contra el que hay que dirigirse. Este humanismo contracultural posee fe en el futuro pero no puede imaginarlo rendido y afianzado en los presupuestos de una totalización de economía capitalista y lo prefiere despojado del artificio de una sociedad que aliena al humano. El futuro que Zerzan quiere es primitivo, ya existió. Desde luego no está sugiriendo que el progreso humano en el tiempo sea una línea irreversible e inercial, sino que los miles de años transcurridos para la humanidad han sido un fracaso que se agudiza conduciendo al malestar de la humanidad frente al pretendido bienestar que se supone hemos de encontrar en la sociedad de la globalización. Su humanismo aparece como conservador de formas humanas pasadas en el tiempo, pero que la sola voluntad puede convertir en una realidad futura, quizá pasando por alto que nuestro estadio evolutivo para muchos, pertenece ya al de la fusión con la máquina o cyborg, puesto que es evidente que ya no podríamos ser seres paleolíticos sin el concurso de una voluntad férrea originada por la fe en la humanidad o la preferencia de lo humano sobre todo lo demás. Sin embargo, Zerzan encuentra que los primitivos pre-agrícolas eran seres perfectamente conformados e inteligentes, alineándose en la idea de un pensamiento posible y perfecto sin lenguaje y culpabilizando a éste como actividad simbólica alienante. Si para Nietzsche el mundo comenzó a sufrir desde el platonismo y con el cristianismo y el individuo debía liberarse de todo ese peso cultural deformante, Zerzan se remonta hasta el paleolítico para demostrar que lo que sucedió después constituye una pesadilla que es necesario olvidar directamente, disolver, sin posibilidad de análisis deconstructivos. Avances tecnológicos marcan las eras de la degeneración humana para Zerzan, en el fondo simbolizaciones que hacen sumergir a sus descubridores en un panorama que los aliena progresivamente. Cambiar las valencias es necesario para comprender cómo aquellos índices que promocionaban nuestra evolución son los que nos debilitan y enferman como humanos. La idea de reversibilidad del proceso humano, por voluntad crítica de los ocupantes de la civilización, es nietzscheana, tanto por la aurora que vislumbra de un humano liberado de las cadenas culturales como por la creación de un individuo superior vuelto a lo natural, dado que el actual es un ser enfermo, incomparable al robusto y feliz paleolítico.<br />Estar fuera de la cultura sólo es posible, entonces, saboteando un proceso de mundialización que discurre en una dirección, invirtiendo el sentido de esta dirección y utilizando una totalización semejante: la pretensión de una anticivilización salvadora. Sobre este punto, el estado de los conceptos totalizadores hoy día, Bueno se manifiesta en el antílogo como contrario a las totalizaciones por inviables en la praxis:<br />Esa totalidad (el Género Humano) es una totalización que sólo puede ser llevada a efecto desde alguna parte suya3.<br />Así mismo, tampoco podríamos hablar de Naturaleza, pues lo que existe son naturalezas y culturas, no hay razón para hablar de Naturaleza salvadora o cultura salvadora. En primer lugar porque los valores y contravalores propios de ambos “Reinos” forman parte de la Realidad material, y en segundo lugar porque la condenación o salvación sería de determinadas naturalezas y determinadas instituciones culturales. En el análisis que Jameson realiza del término totalidad al final de Teoría de la postmodernidad, lo que llama “guerra a la totalidad” es una de las tácticas de la postmodernidad que se refugia en la fragmentación y en la inexistencia de los universales identificando la totalidad como “signos no ya de un estalinismo de la mente, sino de una supervivencia propiamente metafísica repleta de ilusiones de verdad” (Jameson, 1998:256). Las razones que Jameson encuentra en este prejuicio de la totalidad, que él afirma practicar en esta obra en torno al concepto modo de producción, le conducen hasta Hegel y su idea de “reconciliación” (Versöhnung): la ilusión de la posibilidad de una reunión final entre sujeto y objeto radicalmente rotos o alejados entre sí. Y esta reconciliación es lo que se interpreta erróneamente como ilusión metafísica, una utopía social que genera desconfianza, terror o ansiedad y que constituye un fenómeno ideológico social. Así, la estrategia o prejuicio que niega la existencia de universales que en otros momentos históricos eran esenciales, deja inarticulados los presupuestos de una teoría totalizadora como la de Zerzan por utópica, es decir, por las condiciones de posibilidad que genera, abiertas al terror de una ruptura del orden establecido.<br />¿El actual tabú surge acaso de que hemos alcanzado un progreso filosófico que nos permite evitar los más flagrantes errores y meteduras de pata de los anticuados pensadores del pasado (sobre todo Hegel)?<br />Y esto nos conduce a pensar que vivimos un momento de nominalismo en que posiciones como la de Zerzan no pueden aspirar a otra cosa más que a una teoría general de la cultura porque usa una teoría totalizadora imposible de praxis por su promesa ilusoria, cuando términos como humanidad o civilización no permiten invocar otro como naturaleza.<br />La teoría de Zerzan, sin embargo, combate una totalidad fáctica, la globalización, con otra que pretende exorcizar, la civilización. Tanto Zerzan como Jameson encuentran que el rechazo a los conceptos globalizadores “son una función de esta misma universalización del capitalismo” para el segundo, y “promocionan la homogeneización de la sociedad dominante”, para el primero. Contrariamente a Lyotard, para quien la fragmentación del conocimiento es esencial para combatir la dominación, Zerzan reivindica las visiones generales como necesarias para invertir el orden social, pues la fragmentación postmoderna no conduce sino al “aislamiento que supone el conocimiento fragmentario que olvida la determinación social y el propósito del aislamiento”.<br />Ripalda (1996) tampoco comparte “el énfasis inicial de Lyotard en la lucha contra la totalización, que él identifica con totalitarismo” como hace explícito en la nota 6 del capítulo 5, postura que Lyotard matiza posteriormente.<br />Para Jameson la totalidad en la postmodernidad se retira al interior de la mónada y se clausura, negándose a las posibilidades abiertas que jugar con el límite proporciona:<br />“Totalizar” no implica una creencia en la posibilidad de acceder a la totalidad, sino más bien jugar con el límite mismo, como un diente flojo, como cotejar apuntes y medidas y deducir así la barrera del sonido que, como la línea que traza Kant entre lo analítico y lo dialéctico, jamás se puede transgredir y de alguna manera trasciende la experiencia. (1998: 285)<br />Si somos postmodernos lo queramos o no porque la postmodernidad no es sólo un fenómeno cultural sino un momento histórico determinado por un modo de producción, el propio del capitalismo tardío, entonces los ataques de Zerzan contra la postmodernidad se vuelven infructuosos en tanto que son ataques contra un sistema económico, creyéndolos contra un sistema cultural que a su juicio favorece el afianzamiento del sistema capitalista. La precrítica cultural de Zerzan excluye la posibilidad de que usando los medios propios de esa cultura postmoderna se pueda ir contra ella. En lugar de cultura propone biología, al igual que en el marxismo hay un antes y un después de la caída de algo original y apuesta por lo que la postmodernidad ha destruido, que es la naturaleza. Así el naturalismo se convierte en la búsqueda de esa piedra filosofal que es la naturaleza definitivamente perdida sobre la que hay que volver. La vuelta al origen le hace distanciarse de Derrida en quien ve el deformador por excelencia del origen primitivo, envuelto en un culturalismo exclusivamente lingüístico, laberinto que nos recuerda la inextricable unión del binomio cultura/naturaleza vuelto del peso del primero y negando una naturaleza cyborg en los humanos de este siglo, se inclina por pensar en una humanidad cuya esencia es originariamente natural, alejándose de las posiciones postestructuralistas que huyen declaradamente del esencialismo y del humanismo.<br />Humanismo y antihumanismo despliegan sus posiciones en torno a la aceptación o rechazo de la tecnología como instrumento de liberación (Haraway, transhumanismo) o como instrumento de condena (Zerzan, Kaczinski) Para Zerzan la tecnología no es neutra, es la principal forma de dominación ideológica y la define como:<br />El conjunto de la división del trabajo / producción / industrialización y su impacto sobre nosotros y sobre la naturaleza. La tecnología es la suma de las mediaciones entre nosotros y el mundo natural, y la suma de las separaciones que median entre cada uno de nosotros y el otro; toda la explotación y toxicidad necesaria para producir y reproducir el escenario de hiperalienación en el que languidecemos. Es la textura y la forma de la dominación en cualquier contexto de jerarquía y comercialización. (Zerzan, 2001: 119)<br />Zerzan coincide con Adorno, a quien cita, en cuanto a la consideración de la sociedad industrializada como agente negador del espíritu crítico, mientras que Haraway considera que es en la determinación tecnológica, en la asunción de nuestra naturaleza cyborg, donde la tarea crítica debe llevarse a cabo desde posiciones que asuman la tecnología como aparato de lucha contra el sistema capitalista. Del marxismo Haraway extrae el esencialismo y humanismo, la consideración de que la razón está centrada en el sujeto y de que el trabajo es el elemento que dota de humanidad al hombre, en el sentido de que con él se separa de la naturaleza para dominarla, para formular una posición socialista creíble hoy en los tiempos postmodernos, en los que humanismo, totalidad y dominio de la naturaleza han caído en descrédito, amén de la consideración del humano cuya esencia es ser natural:<br />El marxismo humanista estaba polucionado en su origen por su teoría ontológica estructurante de la dominación de la naturaleza en la autoconstrucción del hombre y por su íntimamente relacionada impotencia para historiar cualquier cosa. (Haraway, 1995: 320)<br />El humanismo marxista, ese pavor a la conversión del humano en cosa (en algo in-humano) cuya liberación pasa por la superación de los diversos yugos alienantes, se mueve en un eje antropocéntrico que mantiene el ideal racionalista ilustrado del hombre. Pero quien verdaderamente posee algo así como un ser o una esencia es la naturaleza misma y el hombre en tanto que participa de ella, en tanto que está ahí como una parte más y por eso puede constituirse en ser objetivo para otro, en tanto que esto es así, es un ser natural, pero su naturaleza humana no está propiamente en él, sino en la participación del humano en la naturaleza, en el acto de estar en la naturaleza. Desde esta perspectiva, el antropocentrismo o humanismo marxiano no se ve claro, pues el ser del hombre no se encuentra propiamente en sí mismo sin contacto con la esencia de lo que participa, así lo expresa en los Manuscritos:<br />Un ser que no tiene su naturaleza fuera de sí no es un ser natural, no participa del ser de la naturaleza. Un ser que no tiene ningún objeto fuera de sí no es un ser objetivo. Un ser que no es, a su vez, objeto para un tercer ser, no tiene ningún ser como objeto suyo, es decir, no se comporta objetivamente, su ser no es objetivo. Un ser no objetivo es un no-ser, un absurdo. (2001:192-193)<br />El esencialismo y naturalismo es lo que Haraway extrae de la teoría marxista. El motor de lucha social encabezado por los oprimidos, como en Marx o en Marcuse,4 ya no tiene en su base la idea conservacionista de un sujeto que se preserva como ser biológico pensante y hace de ello una esencia universal que quiere ser pura luchando contra las enajenaciones. La alienación tecnobiológica, la contaminación de lo inorgánico en lo orgánico es precisamente la herramienta de liberación del sujeto postmoderno. En tanto que la revolución industrial crea al hombre como cosa a través de la enajenación del trabajo y la social dividida en clases, la revolución de la tecnología informática, la revolución de la fusión o disolución de los límites, identifica al hombre con la cosa sin que tal decisión suponga un reconocimiento de la identificación humano/máquina, pérdida de la esencia humana. La alienación asumida ya no puede ser motivo de lucha para su superación, sino instrumento de lucha que ahora subvierte la realidad cosificada. La actitud postmoderna pasa por la asunción de una determinación tecnológica sin negar que a partir de ahí exista un campo de acción o resistencia. En este sentido, la determinación tecnológica de nuestra sociedad da de sí la parte orgánica del humano en su conjunción con la máquina; si antes era el sudor, el esfuerzo, los órganos arrebatados por la máquina y hasta la vida dada a la máquina asesina industrial de la fábrica, ahora la máquina cibernética se sofistica disminuyendo su tamaño (chip)5 e ingresando en el espacio de la información. La máquina asesina es la máquina real que nos transporta en tiempo real, los viajes virtuales del espacio de silicio no sacrifican aparentemente nada orgánico en su interfaz porque se trata del verdadero crimen perfecto,según Baudrillard:<br />El crimen perfecto es el de una realización incondicional del mundo mediante la actualización de todos los datos, mediante la transformación de todos nuestros actos, de todos los acontecimientos en información pura; en suma: la solución final, la resolución anticipada del mundo por clonación de la realidad y exterminación de lo real a manos de su doble. (Baudrillard, 2000:41)<br />La parte orgánica y psíquica que el obrero dejaba a la máquina se traducía en alienante en tanto que el productor no controlaba el producto de su trabajo, sino que era una mera pieza en el engranaje mecánico de la producción. Las transformaciones sufridas en el panorama de la industrialización capitalista hasta su transformación en postindustrialismo globalizador, se dejan en el camino la alienación industrial para pasar a una alienización virtual de la que han desaparecido términos como explotación o enajenación.<br />“La herencia del humanismo marxiano, con su ser eminentemente occidental, es lo que me resulta difícil” dice Haraway (1995:271), quien ve en el trabajo el bastión en el que el marxismo se apoya para extraer la esencia humana al tener la capacidad de intervenir Trabajador y La Máquina en el mundo y cambiarlo mediante el trabajo:<br />El trabajo es la categoría eminentemente privilegiada que permite al marxista sobreponerse a la ilusión y encontrar ese punto de vista necesario para cambiar el mundo. El trabajo es la actividad humanizadora que marca al hombre, una categoría ontológica que permite el conocimiento de un sujeto y, de ahí, el conocimiento de la subyugación y la dominación.<br />Efectivamente Marx en los Manuscritos considera el trabajo como la actividad que nos separa de los animales que no pueden despegarse de su actividad vital “ no se distingue de ella, es ella”, y por tanto nos aporta lo característico de ser humano: la relación con la naturaleza y su transformación según una relación inventiva, pues mientras las abejas construyen complicados edificios y las arañas espléndidas telas, carecen de un proyecto mental previo que ya existiera en ellos para ejecutar tales empresas. Su intervención o relación con la naturaleza no es volitiva y sólo meramente instintiva. La capacidad de transformación de la naturaleza, el trabajo, humaniza al hombre. Marx lo define en el capítulo quinto del primer volumen de El capital como:<br />La actividad racional encaminada a la producción de valores de uso, la asimilación de las materias naturales al servicio de las necesidades humanas, la condición general del intercambio de materias entre la naturaleza y el hombre, la condición natural eterna de la vida humana y, por tanto, independiente de las formas y modalidades de esta vida y común a todas las formas sociales por igual.<br />El trabajo se constituye como categoría ontológicofilosófica: es “la condición natural eterna de la vida humana”, y lo universaliza sustancializándolo como inherente al humano, para Marx, quien ve en él la salida de nuestra condición animal y la capacidad de dominar una naturaleza en la que antes del trabajo estábamos instalados como seres indiferenciados de ella, meramente instintuales.<br />Contrariamente, Zerzan encuentra en el trabajo, en la división del trabajo, el elemento deshumanizador por excelencia dado que el trabajo como fruto de una especialización debida al desarrollo tecnológico y el aumento de la productividad que de ello se deriva, degrada nuestra condición humana, en esencia libre y natural. La tecnología se ha convertido en la máquina por excelencia que esclaviza al humano a través de la división del trabajo. En su opinión, el marxismo eludió enfrentarse a este hecho (2001:20): Una vez surgido el deseo de producir, se obtiene más cuanto más efectivamente se ejerce la producción, y como consecuencia ésta se vuelve más adaptativa y sigue su camino ascendente. El pensamiento marxista entonces apostó por el beneficio de la producción y el reciente está empeñado en sostener la diferencia del trabajo en beneficio del progreso (2001:128). Para Ripalda (1996) “la debilidad más grande de Marx se halla en su humanista elevación de la actividad humana a “praxis” (Tesis sobre Feuerbach), contra la que desde luego va dirigida también la crítica de Foucault”; ésta se basa en la reproducción de la estructura de poder del capital a través de la invocación del trabajo ya que El capital debe sintetizar la vida en fuerza de trabajo, lo que implica una coerción, la de un sistema de secuestro”6.<br />Se perciben tres posturas en torno a la relación entre hombre, naturaleza y tecnología:<br />1. La ilustrada, de la teoría crítica, aún marxista, que recogería la noción de naturaleza dominada.<br />2. La regresiva, del anarcoprimitivismo neorousseauniano, que plantearía la noción de naturaleza originaria, salvaje o primitiva, no dominada y que conservaría la idea de la técnica como degradante para el humano.<br />3. La construccionista, de Donna Haraway, que plantearía la noción de naturaleza reinventada, la construcción de la naturaleza como un proceso cultural fundamental, sólo marxista en el sentido de que conserva la noción de dominación y pone sus esperanzas en que los oprimidos cyborg se liberen a través del uso tecnológico.<br />Sólo la tercera posición es antihumanista, puesto que no está interesada en la conservación o el rescate de un humano puro no atravesado por la tecnología, ésta no es una dimensión alienante para el humano, sino salvadora a través de la fusión con lo que no es él, con la máquina. De ahí la necesidad del cyborg como ontología, como sujeto revolucionario construido (Haraway, 1995:269) porque sólo él puede otorgarnos posición política. La posición transhumanista, antihumanista por excelencia, de las relaciones hombre/naturaleza/tecnología, elimina el segundo término y de los otros dos decide que la tecnología cautive al humano en aras de una existencia inmaterial que elide de plano cualquier responsabilidad de dominación y la asume.<br />Así, la ciborgización es deseable no como arma para luchar contra el propio sistema que la provoca, sino como arma para esfumarse no sólo de esa situación, sino de la realidad en bloque, huyendo al paraíso de la inmaterialidad suministrado por la tecnología. Constituye la apoteosis del simulacro, entendido como la copia que carece de original habitando una existencia eterna. Así, el antihumanismo de los transhumanistas no puede radicarse en aquel que deriva del postestructuralismo y la muerte del hombre, sino que éste se revela francamente humanista comparado con los propósitos transhumanos que creen efectivamente en la posibilidad técnica del asesinato del hombre como materia, invento reciente condenado a desaparecer pronto. El de Haraway sí debe su herencia a la tradición desestabilizadora de las parejas metafísicas, tarea crítica del postestructuralismo y su antihumanismo surge así como un constructivismo que no rechaza alianzas no orgánicas, prescindiendo de la esencia humana en su lucha por una existencia mejor y cuyos propósitos han formado parte de la tradición humanista.<br />Los transhumanistas y los anarcoprimitivistas nos invitan respectivamente a abandonar este mundo tal como es. Una huida hacia un futuro inmaterial para los primeros, que debe mucho a la tradición idealista que al fin encuentra la posibilidad técnica de conversión en espíritu puro de ese ser carnal que ya es pura idea perceptual. Empirismo extrañamente mezclado con positivismo científico y un idealismo subjetivo cuyos precedentes hay que buscarlos en Berkeley. Este mundo tal como es resulta innecesario para los inmaterialistas que al fin pueden ver cumplido su sueño con la realidad virtual; también para los anarcoprimitivistas materialistas que quieren una materia originaria no contaminada por nada ajeno a ella misma, artificial, anhelando un futuro rematerializado que debe mucho a la tradición cínica y a Rousseau.<br />Peter Sloterdijk contempla el panorama tecnófobo como metafísico Tradicionalmente ocularcentrista, esta cultura satisface el imaginario técnico a través de la escopofilia de la sala de cine, del vídeo o del ordenador. Es la pantalla que explica o el mapa que sustituye al territorio según Baudrillard. Es por eso que todo rastreo de humanismo en la génesis de estos mundos ficción que genera el subgénero literario que fue, hoy convertido en cantera filosófica (véase Matrix y sus múltiples interpretaciones desde la filosofía, Sloterdijk, Molinuevo, etc.) se convierte en una tarea irrisoria que pretende sostener el término humanismo en las ruinas de su edificación. Humanismo como domesticación en el parque humano, humanismo como reglas para dirigir el espíritu, ese humanismo ha muerto y en su lugar existe otro que no se dirige a la humanidad, sino al individuo, según Molinuelo (2004), difícilmente distinguible del humanismo del tú mercantil, que se dirige al sujeto exclusivo consumidor y por tanto un humanismo mercantil. Aquella faceta del pensamiento que consideraba lo humano punto de inflexión de cualquier otra cosa, el humanismo clásico, ha sido trascendido por el transhumanismo, que sin embargo vuelve a conectar con la idea básica de que lo que define a un humano es su capacidad de entendimiento o uso de la razón, aspecto que lo diferencia de la animalidad. La abstracción del cuerpo humano es, por razones obsoletas u obstaculizadoras, una necesidad en la historia del pensamiento occidental si queremos seguir manteniendo tal nominación. Si no, una historia del cuerpo sobrenadará sobre la historia de las ideas y será el triunfo ineludible de la materia y su capacidad de reproductibilidad. Pues frente a la tesis de abstracción corporal, la clonación humana aparece como una plaga de la organicidad material y su capacidad de reproducción ilimitada, una rémora para el pensamiento, considerado anexo al cuerpo. La pesadilla del transhumanismo se resume en la clonicidad infinita del odioso cuerpo obstáculo de la conciencia:<br />La histeria anti-tecnológica que se ha adueñado de grandes partes del mundo occidental, es un producto de la descomposición de la metafísica: se aferra a falsas clasificaciones de los entes de modo de resistir a procesos en que tales clasificaciones son conmovidas. Esta histeria es reaccionaria en el sentido esencial de la palabra, ya que expresa el resentimiento de la bivalencia caduca contra una polivalencia que no puede comprender. Esto se aplica sobre todo a los hábitos de la crítica del poder, que siguen estando todavía inconscientemente motivados por la metafísica. En el esquema metafísico, la división del ser en sujeto y objeto se ve reflejada en la diferencia entre amo y esclavo, así como en aquella que existe entre trabajador y materia prima. Dentro de esta disposición, la crítica del poder sólo puede ser articulada como resistencia de la parte suprimida objetoesclavo- materia prima, contra la parte sujeto-amo-trabajador. Pero con el ascenso al poder de la frase “hay información”, o lo que es lo mismo “hay sistemas”, esta oposición deja de tener sentido y se convierte cada vez más en un fantasma de conflicto. La histeria, de hecho, consiste en la búsqueda de un amo contra el que poder alzarse. No se puede descartar que el efecto “amo” esté en proceso de disolución, y subsista más que nada como el postulado del esclavo fijado en la rebelión, como izquierda historizada y humanismo de museo. En contraste, un principio de ala izquierda con algún signo de vitalidad debería reinventarse constantemente por medio de la disidencia creativa, así como el pensamiento del homo humanus sólo puede mantenerse en resistencia poética contra los reflejos metafísicos de la humanolatría.<br />© Teresa Aguilar García<br /><br /><span style="font-size:85%;">BIBLIOGRAFÍABAUDRILLARD, J (2000): El crimen perfecto, Barcelona, Anagrama.BUENO, G (2001): “La nostalgia de la barbarie, como antiglobalización”. Prólogo de Malestar en el tiempo de J. Zerzan. Vitoria-Gasteiz, Ikusager.<br />DERY, M (1998): Velocidad de escape. La cibercultura en el final de siglo. Madrid, Siruela.HARAWAY, D (1995): Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la Naturaleza. Madrid, Cátedra.JAMESON, F (1998): Teoría de la postmodernidad. Madrid, Trotta.<br />KAZINSKY, T: “La sociedad industrial y su futuro”. Manifiesto de Unabomber. </span><a href="http://www.sindominio.net/ecotopia/textos/unabomber.html"><span style="font-size:85%;">http://www.sindominio.net/ecotopia/textos/unabomber.html</span></a><span style="font-size:85%;">.LYOTARD, JF (1989): La condición posmoderna. Madrid, Cátedra. (1988) Lo inhumano. Buenos Aires, Manantial.<br />MARCUSE, H (1984) El hombre unidimensional. Barcelona, Ariel.<br />MARX, C (2001): Manuscritos de economía y filosofía. Madrid, Alianza Editorial. (2000): El capital. Madrid, Akal.MOLINUEVO, JL (2004): Humanismo y nuevas tecnologías. Madrid, Alianza Editorial.<br />MOVIMIENTO-TRANSHUMANISTA: </span><a href="http://www.transhumanism.com/"><span style="font-size:85%;">http://www.transhumanism.com//</span></a><br /><span style="font-size:85%;">PISTICELLI, A (1995): Ciberculturas. En la era de las máquinas inteligentes. Barcelona, Paidós.<br />RIPALDA, JM (1996): De angelis. Filosofía, mercado y postmodernidad. Madrid, Trotta.<br />ROUSSEAU, JJ: (1987): Discurso sobre el origen y fundamentos de la desigualdad entre los hombres. Madrid, Tecnos.<br />SLOTERDIJK, P: “El hombre operable. Notas sobre el estado ético de la tecnología génica”. http:// www.otrocampo.com/3/sloterdijk.html (1999): Reglas para el parque humano. Madrid, Siruela.ZERZAN, J (2001): Malestar en el tiempo. Vitoria,Ikusager. (2001) Futuro primitivo. Valencia, Numa Ediciones.<br />NOTAS 1 El movimiento ludita surge en la segunda mitad del S. XX en Inglaterra: grupos de obreros armados con sus herramientas atacaban máquinas y fábricas, entre 1810 y 1820. Tenían su precedente en Ned Ludd, quien en el S. XIII arremetió contra una máquina textil. Pero este movimiento no fue exclusivo de los obreros textiles ni de Inglaterra, ya que el luddismo fue propio también de obreros agrícolas, mineros, molineros, etc. en otras partes de Europa. En la oposición a la máquina había un intento de liberación de las condiciones de vida industriales tiránicas a las que estaban sometidos los obreros fabriles. El neoludismo actual dirige sus ataques contra la tecnología informática principalmente, siendo su máximo exponente Unabomber, quien vivió 17 años sin sueldo tras abandonar su brillante carrera como profesor universitario e iniciar su modo de vida ecoterrorista, convencido de que el desarrollo tecnológico acabará destruyendo el mundo.<br />2 Zerzan sigue la misma táctica de los ilustrados del siglo XVIII que utilizan los datos antropológicos de las sociedades primitivas para demostrar la barbarie en que está incurriendo nuestra civilización y para poner en entredicho la idea de progreso. Diderot se servirá de la misma táctica de Rousseau remitiéndose al “buen salvaje” en el Suplemento al viaje de Bougainville (1772) en el que tomando el viaje real de L. A de Bougainville a Oceanía, Tahití, confrontará el idílico modo de vida tahitiano en contacto con la naturaleza con la moral tradicional dieciochesca.<br />3 Bueno, G (2001): “La nostalgia de la barbarie, como antiglobalización”. Prólogo de Malestar en el tiempo de J. Zerzan. Vitoria-Gasteiz, Ikusager. pág.40.<br />4 Más cerca de Marcuse por su fe en los out-siders como agentes de cambio social, comparables a los cyborgs postmodernos pero sin tecnificar. Sin embargo, la versión de los hippies antitecnológicos es cuestionada por Dery en Velocidad de escape: la psicodelia hippie descansaba en un fervor por la tecnología paralelo al de los movimientos ciberpunk actuales y en la confianza puesta en la tecnología por su potencial liberador humano, que podría leerse en El final de la utopía, tecnología de la liberación que sin embargo considera que la técnica no es neutra y no puede reducirse a instrumentalidad pura, recordando a Heidegger en la idea de que la instrumentalidad debe preceder a la técnica en tanto conjunto de instrumentos. Por lo que respecta a la idea de naturaleza marcusiana, ésta sigue la línea clásica que ve en ella un simple material de dominación y conserva la idea marxiana de lucha contra la reducción del hombre a estado de cosa. El hombre unidimensional es un hombre alienado por la técnica y la sociedad, pero ya no es capaz de ser consciente de tal alienación.<br />5 Haraway establece una relación entre miniaturización y poder. El chip es el paradigma del poder sin ubicuidad e invisible frente al que cabe una política cyborg que utiliza las mismas armas de invisibilidad, en cuanto el cyborg es éter, quintaesencia, y la gente “es a la vez material y opaca, dista mucho de ser fluida”. La miniaturización de la máquina encarnada en el chip sienta las bases para la desrealización o desmaterialización de lo real. La realidad virtual huye de lo macromaquínico, el espíritu habita la máquina, ya el espíritu humano y no podemos seguir afirmando que la materia es la esencia de todo lo real. Ya Lyotard en La condición postmoderna explica cómo con el influjo de la tecnología informática se produce un cambio en las concepciones del saber, el conocimiento que comienza a prevalecer como tal es “aquel que pueda ser traducido en cantidades de información”, de qué manera el saber contemporáneo nos sumergía en procesos de desmaterialización conseguidos con las nuevas tecnologías telemáticas. Luego, en Lo inhumano, habla de una inversión completa en la imagen de la materia que tiene lugar en el pensamiento contemporáneo (pp.47-53) inversión producida por la preeminencia del tiempo en el análisis de la relación cuerpo/espíritu. Lyotard habla de un “materialismo inmaterialista” que expresa una continuidad entre materia y espíritu propiciada por las nuevas tecnologías que están asestando otra herida más al narcisismo del ser, como ya lo hiciera Copérnico denunciando que el hombre no está en el centro del cosmos, Darwin que no es el primero de los seres vivientes o Freud declarando que no era amo del sentido (p.52). El golpe asestado al narcisismo del ser por la tecnología está inscrito en la historia misma del ser, en la metafísica, según Heidegger, un paso ineludible para los humanos tecnológicos que hasta ahora habían conservado su naturaleza invariante. El status ontológico de la máquina en la era de la información, que cuestiona el status ontológico humano de la posmodernidad, nos hace pensar con Heidegger que la tecnología está fundada en la historia de la metafísica construyendo esa supresión del espacio real, hábitat del sujeto moderno, casa del lenguaje sin espacio físico material creando una ontología que reconoce lo inorgánico como parte del ser.<br />6 M.Foucault, Le Pouvoir et la Norme Cit. del inédito por Morey, 1983,357. Citado por Ripalda (1996) en la nota 3 de la pág 103. Ripalda pone de manifiesto el acercamiento de Foucault al marxismo en su consideración del trabajo como un elemento que reproduce el poder del capital ya que éste debe transformar como en una especie de secuestro, las tendencias vitales del placer, reposo, discontinuidad propias de la vida, en una fuerza de trabajo continua. Peter Sloterdijk: “El hombre operable. Notas sobre el estado ético de la tecnología génica”. </span><a href="http://%20www.otrocampo.com/3/sloterdijk.html"><span style="font-size:85%;">http:// www.otrocampo.com/3/sloterdijk.html</span></a><span style="font-size:85%;"> </span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-6285060055537301742009-12-06T09:05:00.000-08:002009-12-06T09:24:14.528-08:00FM-2030<a href="http://1.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/Sxvko6mg7rI/AAAAAAAABOw/QwJ1OLn9Fc4/s1600-h/FM2030.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412170768792481458" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 242px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/Sxvko6mg7rI/AAAAAAAABOw/QwJ1OLn9Fc4/s400/FM2030.jpg" border="0" /></a>FM-2030 fue el nombre adoptado por el filósofo y futurólogo transhumanista Fereidoun M. Esfandiary , (15 de octubre de 1930- 8 de julio de 2000), quien afirmaba sentir una profunda nostalgia por el futuro. En 1989 escribió lo que se considera una de las obras seminales del transhumanismo con el título Are You a Transhuman?: Monitoring and Stimulating Your Personal Rate of Growth in a Rapidly Changing World. También escribió una serie de obras de ficción de temática realista que firmó con su nombre de nacimiento F.M. Esfandiary.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Biografía<br /></span></strong><br />Hijo de un diplomático iraní de origen bakhtiari, Fereidoun tuvo una infancia cosmopolita. Eligió su nuevo nombre como símbolo de su esperanza de llegar a centenario en el año 2030, una fecha en la que, suponía, la tecnología habría avanzado lo suficiente como para permitir una longevidad indefinida. En sus propias palabras: Los nombres convencionales definen el pasado de un individuo: sus ancestros, su etnia, su nacionalidad, su religión. Yo no soy el mismo que era hace diez años y desde luego no soy el que seré dentro de veinte. El 8 de Julio del 2000, FM-2030 murió de cáncer de páncreas, y su cuerpo fue sometido a criogenización en el Alcor Life Extension Foundation de Scottsdale, Arizona, donde permanece hasta el día de hoy.<br />El Transhumanismo (a veces abreviado como >H o H+) es un movimiento cultural e intelectual internacional que apoya el empleo de las nuevas ciencias y tecnologías para mejorar la anatomía y las habilidades cognitivas y corregir lo que considera aspectos indeseables e innecesarios de la condición humana, como la enfermedad o el envejecimiento. Los pensadores transhumanistas estudian las posibilidades y consecuencias de desarrollar y usar la tecnología con estos propósitos, preocupándose por estudiar tanto los peligros como los beneficios de estas manipulaciones.[1]<br />Aunque la primera vez que se usó el término transhumanismo data de 1957, el significado contemporáneo se desarrolló en la década de 1980, cuando un grupo de cientítificos, artistas y futuristas establecidos en California empezaron a organizar lo que desde entonces ha crecido hasta constituir el movimiento transhumanista. Los pensadores transhumanistas proponen que los seres humanos se transformen en seres que expandan sus capacidades hasta devenir en posthumanos.[1]<br />La visión transhumanista de una humanidad futura profundamente transformada ha atraído tanto a un gran número de partidarios y críticos de todo tipo. El transhumanismo ha sido descrito por partidarios como un «movimiento que personifica las más audaces, valientes, imaginativas e idealistas aspiraciones de la humanidad»[2] mientras que de acuerdo con el criterios contradictorios, es «la idea más peligrosa del mundo».<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">La evolución según el transhumanismo. Historia</span></strong><br /><br />En su artículo «Una historia del pensamiento transhumanista», el filósofo Nick Bostrom encuentra precedentes del pensamiento transhumanista en expresiones mitológicas del deseo humano de adquirir nuevas capacidades. Bostrom, sin embargo, localiza las raíces más inmediatas del transhumanismo en el humanismo renacentista y en la ilustración. El Marqués de Condorcet es el primer pensador que encuentra especulando sobre el empleo de la ciencia médica para extender la esperanza de vida. Benjamin Franklin habló también del «rápido progreso de las ciencias» que finalmente serían capaces de curar todas las enfermedades, incluido el «envejecimiento». En el siglo XX, un muy influyente precursor directo del transhumanismo fue el ensayo de 1923 de J.B.S. Haldane «Dédalo: Ciencia y Futuro» que predijo que advendrían grandes beneficios del uso de la genética y otras ciencias avanzadas para manipular la biología humana.<br />El biólogo Julian Huxley, hermano del escritor Aldous Huxley (y amigo de la infancia de Haldane), parece haber sido el primero en usar la palabra «transhumanismo», que definió en un escrito de 1957 como «el hombre sigue siendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, al cobrar conciencia de las nuevas posibilidades de y para la naturaleza humana».[4] Esta definición difiere sustancialmente de la que se emplea desde la década de 1980.<br />La formación del movimiento transhumanista empezó en las últimas décadas del siglo XX. En 1960, FM-2030 (anteriormente llamado F.M. Esfandiary), un futurista iraní-americano que dio clases sobre los «nuevas concepciones de lo Humano» en The New School for Social Research, Nueva York, empezó a identificar a las personas que adoptaban tecnologías, estilos de vida e interpretaciones del mundo que buscaban la transición a la «posthumanidad» como «transhumanos» (abreviatura de «humano transitorio»).[5] En 1972, Robert Ettinger contribuyó a la popularización del concepto de «transhumanidad» en su libro Man into Superman. FM-2030 publicó el Upwingers Manifesto en 1973.<br />Los primeros autodenominados transhumanistas se reunieron a principios de la década de 1980 en la Universidad de California, que se convirtió en el centro neurálgico del pensamiento transhumanista. FM-2030 daría allí conferencias sobre su ideología de futurismo de «tercera vía», mientras que John Spencer, de la Space Tourism Society organizó muchos acontecimientos relacionados con el transhumanismo y la exploración espacial. En 1980 Natasha Vita-More presentó película experimental Breaking Away.[7] FM-2030, Spencer, y Vita-More se reunieron y empezaron a organizar encuentros para transhumanistas en Los Ángeles, que incluían estudiantes de los cursos de transuhmanismo de FM-2030, público de los trabajos artísticos transhumanistas de Vita-More, así como miembros de la comunidad científica, especialmente de las áreas relacionadas con el espacio y la astrofísica. En 1982 Vita-More escribió la Declaración de las artes transhumanistas, y, seis años más tarde, produjo el programa de televisión por cable estadounidense «TransCentury Update» sobre la transhumanidad, que llegaría a superar los 100.000 espectadores.<br />En 1986, K. Eric Drexler publicó su libro Engines of Creation: The Coming Era of Nantechonology, [9] que discutía las perspectivas de la nanotecnología y el ensamblado molecular, y fundó el Foresight Institute. Las oficinas de la Alcor Life Extension Foundation fueron un punto de unión para los futuristas, pues era la primera compañía no comercial en desarrollar, abogar por y emplear la criónica. Aunque no todas las actividades de la fundación estaban explícitamente relacionadas con el transhumanismo, algunos de sus integrantes tuvieron un papel pionero en el movimiento.[1]<br />En 1988, el filósofo Max More fundó el Extropy Institute y fue el desarrollador principal de la doctrina principal del transhumanismo libertario, que se publicaría en Principles of Extropy en 1990, dándole una nueva definición al transhumanismo[10].<br />En 1998, los filósofos Nick Bostrom y David Pearce fundaron la World Transhumanist Association (WTA), una organización de perspectiva demócrata liberal. [11] En 1999, la WTA creó y aprobó la Declaración Transhumanista.[12]<br />La FAQ del transhumanismo, preparada por la WTA, daba dos definiciones formales para el transhumanismo:[13]<br />El movimiento cultural e intelectual que afirma la posibilidad y el deseo de mejorar la condición humana a través de la aplicación de la razón, especialmente desarrollando y haciendo disponibles las tecnologías necesarias para eliminar el envejecimiento y mejorar las capacidades intelectuales, físicas y psicológicas humanas.<br />El estudio de las ramificaciones, posibilidades, y peligros potenciales de las tecnologías que nos permitirán superar los límites fundamentales de la humanidad, y el estudio relacionado de las consideraciones éticas involucradas en el desarrollo y uso de dichas tecnologías. Anders Sandberg ha recogido un buen número de definiciones similares. [14]<br /><br />En 2006, el cuerpo directivo del Extropy Institute tomó la decisión de abandonar las operaciones de la organización, declarando que su misión se había «completado esencialmente».[15] Esto dejó a la WTA en posición de liderazgo de la organización del movimiento internacional transhumanista.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Teoría y práctica</span></strong><br /><br />Aunque muchos partidarios del transhumanismo abogan por la aplicación de la razón, la ciencia y la tecnología para reducir la pobreza, las enfermedades, las discapacidades y la malnutrición del mundo, el transhumanismo pone énfasis en el uso de la tecnología para mejorar los cuerpos de los individuos. Muchos transhumanistas abogan por la aplicación de las tecnologías y sistemas sociales innovadores para mejorar tanto la calidad de vida como hacer posible que la condición humana alcance el objetivo de la igualdad política y legal al eliminar las barreras congénitas, tanto mentales como físicas.<br />Los filósofos transhumanistas sostienen que la mejora la condición humana no sólo es un imperativo ético sino que además es posible y deseable iniciar una fase post-darwiniana en la que los seres humanos controlen su propia evolución. En esta fase, la evolución natural será reemplazada por el cambio deliberado. Para lograr esto, los transhumanistas apuestan por estrategias interdisciplinarias para entender y evaluar las posibilidades de la sociología que devendría, recurriendo a varios campos de la ciencia, la filosofía, la economía, historia y la sociología. A diferencia de los filósofos, los críticos sociales y los activistas que otorgan un valor moral a la preservación de los sistemas naturales, los transhumanistas ven en el concepto de “lo natural” un obstáculo al progreso, y se refieren a los críticos con el transhumanismo como bioconservadores o bioludditas, término que hace alusión al movimiento luddita del siglo XIX, que se oponía al reemplazo de la labor manual por máquinas.[16]<br />Aunque algunos transhumanistas adoptan un punto de vista abstracto respecto a los posibles beneficios de las nuevas tecnologías, otros han realizado propuestas específicas de modificaciones del cuerpo humano.[17] Los transhumanistas se preocupan a menudo de las posiblies modificaciones del sistema nervioso. Aunque algunos proponen modificaciones del sistema nervioso periférico, la mayoría considera el cerebro humano el denominador común de la personalidad y, por tanto, el foco principal de las ambiciones transhumanistas. [18]. De forma más general, apoyan el uso combinado de la nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información y cognitivas (NBIC) las posibles futuras tecnologías como la realidad simulada, la inteligencia artificial, la transferencia mental y la criónica. Los transhumanistas creen que los humanos pueden y deben usar esas tecnologías para superarse [19]. También apoyan el reconocimiento de la libertad morfológica como una libertad civil, para garantizar a los individuos la elección de mejorar su cuerpo para llegar a ser posthumanos, objetivo que ven como el siguiente paso de la especie humana. Algunos pronostican que las técnicas de mejora humana harán posible estas mejoras a mediados del siglo XXI.<br />Un informe de 2002 encargado por la U.S. National Science Foundation (Fundación nacional de ciencia) y el Department of Commerce (y Departamento de comercio) llamado Converging Technologies for Improving Human Performance (Tecnologías convergentes para mejorar el rendimiento humano), contiene descripciones y comentarios sobre el estado de las ciencias NBIC realizadas por expertos de dichos campos. El informe trata los usos potenciales de estas tecnologías para alcanzar las metas transhumanistas de mejorar la salud y el rendimiento humanos, y la aplicación de las tecnologías humanas en el ámbito militar y en la interacción entre humanos y máquinas en la industria.<br />Algunos teóricos, como Raymond Kurzweil, creen que el ritmo de la evolución tecnológica se acelera progresivamente, y que en los siguientes cincuenta años no sólo aparecerán avances radicales, sino que sobrevendrá una singularidad tecnológica, que puede cambiar la naturaleza fundamenteal de los seres humanos.[21] Los transhumanistas que preven este cambio masivo por lo general sostienen que es deseable. Din embargo, también estudian los posibles peligros de un cambio tecnológico extremadamente rápido, y con frecuencia proponen opciones que asegurarían que la tecnología se usa de forma responsable. Por ejemplo, Bostrom ha escrito mucho acerca de los riesgos existenciales para el futuro bienestar de la humanidad, incluyendo los posibles riesgos que las tecnologías emergentes podrían ocasionar en el género humano.[22]<br />En un plano más práctico, como los que proponen el desarrollo personal y la modificación del cuerpo, los transhumanistas tienden a usar tecnologías y técnicas existentes que supuestamente mejoran el rendimiento físico y cognitivo, adoptando estilos de vida destinados a mejorar la salud y la longevidad. [23] Algunos transhumanistas de edad avanzada expresan su preocupación ante la posiblidad de no vivir lo suficiente como para aprovechar los beneficios de la tecnología. Sin embargo, muchos están muy interesados en la extensión de la vida, y apoyan la investigación en criónica para tener un último recurso al que acogerse.[24] Hay redes de colaboración entre transhumanistas con un amplio abanico de objetivos que tratan de organizar foros de discusión y proyectos colaborativos. Actualidad<br /><br />Hay mucha diversidad de opiniones dentro del pensamiento transhumanista. Muchos pensadores prominentes del transhumanismo sostienen opiniones complejas y sutiles que se desarrollan constantemente. A continuación se enumeran algunas corrientes principales: * Anarco-transhumanismo, una filosofía política que aúna el anarquismo y el transhumanismo. * Transhumanismo cristiano, una filosofía religiosa que aúna principios de transhumanismo y el cristianismo liberal.<br />* Transhumanismo democrático, una filosofía política que aúna la democracia liberal, la democracia social, la democracia directa y el transhumanismo.<br />* Extropianismo, una línea transhumanista caracterizada por un conjunto de principios que buscan una aproximación proactiva a la evolución humana.<br />* Imperativo hedonista, una filosofía moral basada en la obligación del uso de la tecnología para eliminar el sufrimiento.<br />* Transhumanismo libertario, una filosofía política que aúna el libertarianismo y el transhumanismo. * Postsexismo, una filosofía social que busca la eliminación del género de la especie humana mediante la aplicación de la biotecnología y las tecnologías de reproducción asistida. * Posthumanismo, una filosofía social que busca la recuperar los principios del humanismo renacentista y relacionarlos con las ideas científicas del siglo XIX.<br />* Singularitanismo, una filosofía moral basada en la creencia de que es posible la singularidad tecnológica y proponen emprender acciones deliberadas para que llegue a ese estado, y prevenir los posibles riesgos.<br />* Tecnogaianismo, una filosofía moral basada en la creencia de que la tecnología avanzada puede ayudar a reestablecer el medio ambiente terrestre, y que el desarrollo de estas tecnologías deben ser un objetivo importante para los ecologistas.<br />* Socialismo transhumanista, una filosofía política que aúna el transhumanismo y el socialismo democrático. Espiritualidad<br /><br />Aunque algunos transhumanistas son muy espirituales, la mayoría es laica. De hecho, muchos transhumanistas son o agnósticos o ateos. Sin embargo, hay una minoría que sigue formas liberales de filosofía oriental, y otros, como los transhumanistas cristianos, han incorporado el transhumanismo con las creencias de las religiones establecidas.[11]<br />A pesar de la actitud laica dominante, algunos transhumanistas interpretan que tratan de alcanzar las esperanzas tradicionales de la religión, como la inmortalidad. A finales del siglo XX se originaron muchas creencias que compartían con el transhumanismo las metas de trascender la condición humana mediante la aplicación de la tecnología para alterar el cuerpo (movimiento raeliano) y la mente (cienciología). Aunque muchos pensadores asociados al movimiento transhumanista están más interesados en las posibilidades de la tecnología para alargar la esperanza de vida y mejorar la salud, algunos pronostican que el entendimiento futuro de la neuroteología permitirá a los humanos alcanzar el control de los estados alterados de la consciencia, y, por tanto, de las experiencias espirituales.[25]<br />La mayoría de los transhumanistas son materialistas, y por tanto no creen en la existencia de un alma humana trascendente. La teoría transhumanista de la personalidad es contraria a la identificación de los actores y sujetos morales con humanos biológicos, calificando de especismo la exclusión de los demás animales y de las máquinas sofisticadas en cuestiones éticas.[26] Muchos creen en la compatibilidad de las mentes humanas con el hardware de las computadoras, con la implicación teórica de que la conciencia humana podrá algún día transferirse a otros medios.[27]<br />Una formulación extrema de esta idea es la propuesta de Frank Tipler, conocida como el Punto Omega. A partir de ideas de física, ciencias de computación y cosmología física, Tipler pronosticó que el futuro colapso del universo dentro de miles de millones de años podría crear las condiciones necesarias para la perpetuación de la humanidad en la forma de una simulación en un supercomputador.[28] El cosmologista George Ellis ha llamado al libro de Tipler “obra maestra de la pseudociencia” [29] y Michael Shermer dedicó un capítulo de su Why People Believe Weird Things (Por qué la gente cree cosas raras) a enumerar los fallos de los razonamientos de Tipler. [30]<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Ficción y arte</span></strong><br /><br />Los temas transhumanistas han aparecido cada vez más en la literatura. La ciencia ficción contemporánea a menudo contiene elogios a la vida humana mejorada mediante la tecnología, establecida en sociedades utópicas o tecno-utópicas. Sin embargo, en muchas ocasiones se acompañan estos elogios de cautela. En los escenarios más pesimistas aparecen distopías en las que el uso de la bioingeniería ha producido horrores.<br />El género del ciberpunk, ejemplificado por la novela de William Gibson Neuromante (1984) y Schismatrix de Bruce Sterling (1985), se ha centrado en la modificación del cuerpo humano. Otras novelas que han tratado los temas transhumanistas y han estimuado el debate son Blood Music (1985) de Greg Bear, The Xenogenesis Trilogy (1987–1989) de Octavia Butler; las novelas "The Culture" (1987–2000) de Iain Banks; The Beggar's Trilogy (1990–94) de Nancy Kress; muchos trabajos de Greg Egan desde desde principios de la década de 1990, como Permutation City (1994) y Diáspora (1997); The Bohr Maker (1995) de Linda Nagata; Extensa (2002) y Perfekcyjna niedoskonałość (2003) de Jacek Dukaj; Oryx and Crake (2003) de Margaret Atwood; y La posibilidad de una isla de Michel Houellebecq.<br />Los entornos transhumanistas han tomado popularidad en otros medios desde finales del siglo XX. Algunas obras con relación con el transhumanismo son las películas (Star Trek: The Motion Picture, 1979; Blade Runner, 1982; Gattaca, 1997; The Matrix, 1999), las series de televisión (Ancient de Stargate SG-1 y Borg de Star Trek), manga y anime (Ghost in the Shell), juegos de rol (Transhuman Space) y videojuegos (Deus Ex, Half-Life 2). El universo de ficción de la estrategia de mesa Warhammer 40,000 también emplea ideas de aumentación genética y cibernética. Los personajes del imperio emplean a menudo dispositivos cibernéticos, mientras que los Space Marines son posthumanos. Muchos de estos trabajos se consideran parte del movimiento cyberpunk, o del género denominado postcyberpunk.<br />Además de la obra de Natasha Vita-More, antes mencionada, el transhumanismo ha estado representado en las artes visuales por el Carnal Art, una forma de escultura originada por el artista francés Orlan, que usa el cuerpo como medio y la cirugía plástica como método. El artista estadounidense Michael Jackson empleó tecnologías modernas como la cirugía plástica, drogas para la transformación racial y terapia de oxígeno hiperbárico durante el transcurso de su carrera, con el efecto de transformar su estética para difuminar su sexo, raza y edad. El trabajo del artista australiano Stelarc se centra en la alteración de su cuerpo mediante prótesis robóticas e ingeniería de tejidos. Otros artistas cuyo trabajo concidió con el florecimiento del transhumanismo y que exploraron temas relacionados con la transformación del cuerpo son la artista serbia Marina Abramovic y el estadounidense Matthew Barney. En un espectáculo de 2005 llamado “Becoming Animal”, y el Massachusetts Museum of Contemporary Art, presentó exhibiciones de doce artistas cuyos trabajos trataban de los efectos de la tecnología para eliminar las fronteras entre lo humano y lo no humano. Críticas<br />Las críticas al transhumanismo proceden de dos puntos de vista: los que cuestionan la verosimilitud de las metas transhumanistas (críticas prácticas), y los que cuestionan los principios morales del transhumanismo (críticas éticas). Sin embargo, estas dos corrientes a menudo convergen y se solapan, particularmente cuando se considera la ética de cambiar la biología humana sin conocer por completo su funcionamiento.<br />Los críticos con el transhumanismo a menudo ven las metas transhumanistas como amenazas a los valores humanos. Algunos añaden que los esfuerzos transhumanistas de mejorar la condición humana podrían desviar recursos de búsqueda de posibles soluciones sociales. Como muchos transhumanistas apoyan cambios no tecnológicos de las sociedades, como la difusión de las libertaes políticas y de procreación, y muchos críticos apoyan avances en áreas como las telecomunicaciones y la medicina, la diferencia a menudo es cuestión de énfasis. A veces, sin embargo, hay fuertes desacuerdos acerca de los principios involucrados, con visiones divergentes de la humanida, la naturaleza humana y la moralidad de las aspiraciones transhumanistas. Al menos una de las autodenominadas organizaciones socialmente progresivas, el Center for Genetics and Society (centro para la genética y sociedad), ha nacido con la meta específica de oponerse a los objetivos transhumanistas que puedan conllevar modificaciones transgeneracionales de la biología humana, como la clonación humana y la aplicación de la ingeniería genética en humanos.<br />Algunas de las críticas más conocidas al programa transhumanista provienen de novelas y películas de ficción. Estas obras, aunque presentan mundos imaginarios en lugar de análisis filosóficos, se emplean como piedras de toque para otros argumentos formales.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">El argumento de Futurehype (inviabilidad)</span></strong><br /><br />El sociólogo Max Dublin, en su libro Futurehype: The Tyranny of Prophecy (que se podría traducir como “futura publicidad exagerada: la tiranía de la profecía”), comenta varias predicciones fallidas pasadas acerca del progreso tecnológico y argumenta que las predicciones futuristas modernas serán también desacertadas. También critica lo que ve como cientifismo, fanatismo y nihilismo en el transhumanismo y encuentra paralelismos históricos entre las religiones milenarias y las doctrinas marxistas.[31]<br />En su libro de 2002 Redesigning Humans: Our Inevitable Genetic Future (Rediseñando humanos: nuestro inevitable futuro genético), el biofísico Gregory Stock, a pesar de sus simpatías hacia el movimiento transhumanista, se muestra escéptico acerca de la viabilidad técnica de la creación de cyborgización de la humanidad predecida por Raymond Kurzweil, Hans Moravec y Kevin Warwick. Cree que durante el siglo XXI, muchos humanos se integrarán profundamente en sistemas mecánicos, pero seguirán siendo principalmente biológicos y pronostica que los cambios principales en la forma y el carácter no provendrán del cyberware, sino de la manipulación directa de la genética, el metabolismo y la bioquímica.[32]<br />Los pensadores que defienden la verosimilitud del cambio tecnológico masivo a corto plazo enfatizan lo que describen como un patrón de incremento exponencial en las capacidades tecnológicas humanas. Este énfasis es muy claro en la obra de Damien Broderick, especialmente en The spike (1997) (La púa), que contiene pronósticos sobre un futuro radicalmente modificado. Kurzweil desarrolla esta línea con más detalle en su libro de 2005 The singularity is near (La singularidad está cerca). Broderick destaca que mucha de las predicciones que parecían imposibles en los inicios de la ciencia ficción se han cumplido, como la energía nuclear y los viajes espaciales a la luna. También argumenta que las predicciones actuales se basan en el racionalismo, y que observadores como Kurzweil han predecido con éxito pasadas innovaciones.[33]<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">El argumento de jugar a ser Dios (arrogancia)<br /></span></strong><br />Hay dos clases distintas de críticas, teológicas y laicas, que se etiquetan como “jugar a ser Dios”.<br />La primera categoría se basa en lo inapropiado de sustituir a Dios por los humanos. Este punto de vista está ejemplificado por la declaración del Vaticano de 2002 Comunión y administración: Personas humanas creadas a imagen de Dios,[34] en la que se declara que “Cambiar la identidad genética del hombre como persona humana mediante la producción de seres infrahumanos es radicalmente inmoral”, y que “el hombre tiene pleno derecho de disponer de su propia naturaleza biológica”. Al mismo tiempo, califican la creación del superhombre como “impensable”, dado que la verdadera mejora sólo puede provenir de la experiencia religiosa.<br />La segunda categoría se centra e los intentos de perseguir las metas humanistas mediante la modificación genética de los embriones humanos para crear “bebés de diseño”. Pone énfasis en la cuestión de la biocomplejidad y la impredecibilidad de los intentos para guíar el desarrollo de los productos de la evolución biológica. Este argumento, elaborado en particular por el teólogo Stuart Newman, se basa en que la clonación de animales es proclive a errores y perjudicial para el desarrollo del embrión. De acuerdo con esto, aplicar estos procesos a los embriones humanos crearía riesgos inaceptables, y realizar experimentos en humanos, particularmente los que tengan consecuencias biológicas permanentes, sería una violación clara de los principios que gobiernan la experimentación con humanos (véase la Declaración de Helsinki). Además, dado que las mejoras en otras especies no se pueden transferir automáticamente a los seres humanos, no habría ninguna ruta ética para manipular genéticamente a humanos en las etapas iniciales del desarrollo..[35]<br />Sin embargo, desde un punto de vista práctico, los protocolos internacionales sobre investigación de la condición humana no representan un obstáculo legal a los intentos de los transhumanistas de mejorar sus capacidades mediante la ingeniería genética. De acuerdo con la experta en leyes Kirsten Rabe Smolensky, las leyes existentes protegerían a los padres que eligiesen mejorar el genoma de sus hijos.<br />Los pensadores religiosos que persiguen las metas transhumanistas, como los teólogos Ronald Cole-Turner and Ted Peters, rechazan el primer argumento, sosteniendo en cambio que la doctrina de la co-creación obliga al uso de la ingeniería genética para mejorar la biología humana.<br />Los transhumanistas y otros partidarios de la ingeniería genética no rechazan completamente el segundo argumento, pues hay una gran incertidumbre sobre los resultados de los experimentos en ingeniería genética en humanos. Sin embargo, los transhumanistas dicen que el riesgo mayor descansa en no usar ingeniería genética, porque las tecnologías actuales amenazan al entorno.[39] y un gran número de humanos muere por causas potencialmente solucionables. Esto implica que los beneficios potenciales de las tecnologías de mejora humana superan los peligros potenciales, así que el imperativo moral, si hay alguno, es empezar a usar estas tecnologías tan pronto como sea posible.[40] Además, los transhumanistas añaden que “alterar la naturaleza” es algo que los humanos han hecho durante milenios con beneficios tangibles.[41] Algunos transhumanistas argumentan que los padres tienen una la responsabilidad moral de emplear la ingeniería genética, si ésta es segura y efectiva, para tener niños sanos con potencial máximo. Añaden que esta responsabilidad es un juicio moral que debería dejarse en manos de los individuos en lugar de en el estado. Dentro de este contexto, el énfasis en la libertad de elección se llama libertad procreativa..[42]<br /><br />El “transhumano” es, entonces, un ser transitorio que está más allá del humano actual, pero no alcanza aún las capacidades de intervención tecnológica de que disponemos, en comparación con nuestros antepasados. El término “transhumano” se lo debemos a un futurista que se hacía llamar FM-2030 y que acuñó este término como forma abreviada de “humano transicional”. Las características de este tipo de humano, signos de transhumanidad, serían, según FM-2030, las prótesis, la cirugía plástica, el uso intensivo de las telecomunicaciones, un estilo de vida cosmopolita y trotamundos, la androginia, la reproducción artificial, la ausencia de creencias religiosas y el rechazo de los valores familiares tradicionales. Obviamente, aunque ciertas posibilidades nos acercan a esa previsión posthumana, muchos defensores del transhumanismo no se identifican con la posición de este autor, especialmente en cuanto a los valores a defender. Lo cual es una muestra más de la diversidad existente en este movimiento.Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-42131003380603326982009-12-06T09:00:00.000-08:002009-12-06T09:02:01.333-08:00H+ Transhumanismo<a href="http://3.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvjfwBCGeI/AAAAAAAABOg/1RFaWKPfYjo/s1600-h/451px-Transhumanismo.PNG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412169511820466658" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 301px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px" alt="" src="http://3.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvjfwBCGeI/AAAAAAAABOg/1RFaWKPfYjo/s400/451px-Transhumanismo.PNG" border="0" /></a><em>“El hombre se ha hecho demasiado poderoso para permitirse el lujo de jugar con el mal. El exceso de su fuerza le condena a la virtud” j. Rostand (1967)</em><br /><br />1. INTRODUCCIÓN<br /><br />Los objetivos que se pretenden con la presente comunicación son esencialmente dos: por una parte, conocer qué es el transhumanismo (cuyo símbolo es H+): comprender su complejidad, sus múltiples subtemas y ramas, entender sus puntos fuertes y sus debilidades, y atmebi´ne las razones del rechazo que genera. Por otra, más importante, reflexionar sobre los interrogantes que suscita el transhumanismo. Por más que esta corriente pueda ser para muchos desconocida y para algunos inaceptable, por sus contundentes y en ocasiones extrañas afirmaciones, es relevante su desafío para resolver la pregunta antropológica a la altura de nuestro tiempo.<br /><br />2. ¿QUÉ ES EL TRANSHUMANISMO?<br /><br />Algunos autores consideran que el origen remoto del transhumanismo, al menos en la formulación de este término y en sus inspiración general, puede situarse en un texto de Julian Huxley de 1957.<br />Julian Huxley, hermano del famoso escritor Aldoux Huxley, y nieto del no menos célebre biólogo T.H.Huxley, fue biólogo y humanista, conocido por contribuir a la divulgación de la ciencia y por ser el primer director de la UNESCO. Su implicación con el ideal humanista se plasmó en su colaboración en la Sociedad Humanista de Nueva York (First Humanist Society of New York) y en su presidencia del congreso fundacional de la vigente Unión Internacional Humanista y Ética en 1952 (Internacional Humanist and Ethical Union). No obstante, también mantuvo una posición favorable a la eugenesia, entendida como manera de mejorar a los seres humanos, pero sin incurrir en ninguna forma de racismo. Así, en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1957 en una obra titulada “En nuevas botellas para nuevo vino”, y horrorizado por el aborrecible uso de la eugenesia que se había hecho, Huxley propuso el término “transhumanismo” para referirse a la perspectiva según la cual el ser humano debe mejorarse a sí mismo, a través de la ciencia y la tecnología, ya sea desde el punto de vista genético o desde el punto de vista ambiental y social.<br /><br />“La especie humana puede, si así quiere, trascenderse a sí misma, no sólo enteramente, un individuo aquí de una manera, otro individuo allá de otra manera, sino también en su integridad, como humanidad. Necesitamos un hombre para esa nueva creencia. Quizás transhumanismo puede servir: el hombre sigue siendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, realizando nuevas posibilidades de, y para, su naturaleza humana”. Julian Huxley. In New Bottles for New Wine. 1957<br /><br />Si tuviéramos que definirlo en una frase, podríamos decir que el transhumanismo es la posición que defiende la mejora del ser humano para alcanzar un estado superior o posthumano. La definición que ofrece la Asociación Transhumanista Mundial (World Transhumanist Association) es la siguiente:<br /><br />El transhumanismo es un modo de pensar sobre el futuro basado en la premisa de que la especie humana en su forma actual no representa el punto final de nuestro desarrollo, sino más bien una fase comparativamente temprana. Formalmente lo definimos como sigue:<br />El movimiento intelectual y cultural que afirma la posibilidad y la deseabilidad de mejorar de modo fundamental la condición humana a través de la razón aplicada, especialmente desarrollando y haciendo ampliamente disponibles tecnologías para eliminar el envejecimiento y para mejorar notablemente las capacidades humanas intelectuales, físicas y psicológicas.<br />El estudio de las ramificaciones, promesas y peligros potenciales de las tecnologías que nos permitirán superar las limitaciones humanas fundamentales, y el estudio relacionado de las cuestiones éticas implicadas en el desarrollo y utilización de tales tecnologías.<br /><br />Con estas premisas, los transhumanistas no dudan en pensarse a sí mismos como una extensión del humanismo, ya que comparten su preocupación por los seres humanos en general y por los individuos en particular. Consideran que, aunque no se logre la perfección, si es posible mejorar las cosas promoviendo un pensamiento racional, la libertad, la tolerancia, la democracia y la preocupación por los semejantes seres humanos. Su énfasis está centrado en el potencial de “llegar a ser” del que disponemos. Por ello es por lo que afirman que es necesario y deseable mejorar la condición humana, y emplear medios racionales para lograrlo. Esa mejora no queda restringida a lo externo y ambiental (la cultura, la educación, los métodos humanistas tradicionales), sino que también se aplica al organismo humano. Y es esta aproximación la que permite pensar en ir más allá del humano actual.<br />Se puede decir entonces, que el transhumanismo básicamente promueve una aproximación interdisciplinar para comprender y evaluar las oportunidades de mejorar la condición humana y el organismo humano abiertas por el avance de la tecnología. Esto implica prestar atención a tecnologías actuales y emergentes como la ingeniería genética, la tecnología de la información, la nanotecnología molecular y la ciencia cognitiva, y a algunas hipotéticas pero posibles, que se anticipan, como la inteligencia artificial, el “almacenamiento mental” (mind uploaling) o la crionización. De hecho, este encuentro entre las cuatro tecnologías (que suele identificarse por sus iniciales NBIC: Nanotecnología, Biotecnología, tecnologías de la Información, tecnologías Cognitivas) es apoyado por los transhumanistas como un modo esencial para la mejora humana.<br />Algunas de las posibilidades de mejora promovidas por los transhumanistas son ya una realidad entre nosotros, por ejemplo los psicofármacos, los medicamentos para mejorar el tono muscular, o las técnicas de ingeniería genética que están en fase experimental. También empezamos a disponer de aplicaciones de la biónica (la utilización de artefactos mecánicos que se integran en el cuerpo humano, por ejemplo para sustituir un miembro amputado) y se experimenta, si bien con desigualdades resultados en la técnica de crionización (congelación a bajísimas temperaturas, por ejemplo para que una persona enferma “espere” a que se encuentre una cura para su patología, momento en que será “descongelada”). Lo que los transhumanistas defienden es una ampliación de estas técnicas que satisfacen nuestra demanda de mejora, no conformándose con las posibilidades actuales, sino planteando otras mucho más ambiciosas, como la curación de enfermedades desde el interior del propio cuerpo, utilizando nanorobots (robots creados con nanotecnología, que podrían moverse por el torrente sanguíneo, por ejemplo, reparando estructuras dañadas), o la disponibilidad de una técnica de mind uploading, una suerte de “copia de seguridad mental” que permitiría evitar la pérdida de información de nuestros frágiles sistemas cerebrales de memoria.<br />Como se ha comentado, los transhumanistas ven la naturaleza humana como un trabajo en progreso, un comienzo a medio hacer que podemos aprender a remodelar de modos deseables. La humanidad actual no tiene que ser el punto final de la evolución, más bien es considerada un comienzo. Esto les lleva, por una parte, a una defensa de la tecnología, y por otra, a promover estiles de vida, hábitos y modelos sociales que colaboren a dicha mejora. Pero también a una reflexión más teórica acerca d ela definición de lo humano Es verdad, y conviene mencionarlo, que, como movimiento con un ideario innovador y, en ocasiones, extraño, con ramificaciones muy diversas, y con conexiones muy amplias y variadas, dentro de las filas transhumanistas militan algunas personas con posturas radicales, frívolas o deliberadamente provocadoras. Pero también es cierto que hay pensadores serios que están tratando estas cuestiones desde la reflexión, aportando argumentos filosóficos y propiciando un interesante debate.<br />Entre las corrientes más destacadas del pensamiento transhumanista están las que a continuación se menciona, este breve e incompleto listado da una idea de la multiplicidad y la dificultad de caracterización de este movimiento: existe un Transhumanismo democrático, una filosofía política que recoge temas y posiciones de la democracia liberal, la democracia social y el transhumanismo buscando una síntesis; entre las corrientes más conocidas está la escuela más temprana de transhumanismo, el Extropianismo, cuyos principios constituyen una aproximación preactiva a la evolución humana; también hay un Transhumanismo Cristiano, llamado igualmente transhumanismo trascendente, que enfatiza la mejora humana en su dimensión espiritual; también se puede citar el Singularismo, una filosofía moral basada en la creencia de que se puede lograr una singularidad uniendo la materia y la vida, y que ha de ser promovida su realización y también asegurada su seguridad; existe un Tecnogaianismo, que recoge buena parte de las ideas relativas a la hipótesis Gaia y defiende una tecnología a favor del medio ambiente; y también existe, y es probablemente la corriente más interesante para nuestra reflexión, el Posthumanismo, una filosofía social basada en los principios del humanismo.<br />Los transhumanistas esperan que a través de un uso responsable de la ciencia, la tecnología y otros medios racionales, seamos capaces de converrirnos, antes o después, en “posthumanos”: seres con capacidades mucho más grandes que las que tienen los seres humanos en el presente, que se habrán logrado por medio de transformaciones radicales o a través de pequeños cambios que de modo progresivo configuran un nuevo mundo. El posthumano es un ser futuro cuyas capacidades básicas exceden radicalmente las de los humanos actuales hasta el punto de que no pueden ser calificados de ningún modo como humanos según nuestros criterios. Estos posthumanos alcanzarán capacidades intelectuales mucho más altas de lasactuales, tendrán más memoria y más inteligencia; serán resistentes a las enfermedades y al proceso de envejecimiento, por lo que tendrán un tiempo ilimitado para aprender más y generar más habilidades; tendrán vigor ilimitado y no se sentirán cansados, hartos o irritados; controlarán sus deseos, estados mentales y emociones; tendrán una capacidad más grande para el placer, el amor, la apreciación del arte y la serenidad; experimentarán estados de conciencia que el cerebro del humano actual no puede siquiera sospechar, etc. Hasta tal punto serán los posthumanos capaces de diseñarse a sí mismos y a su mundo de un modo radicalmente nuevo y diferente, que nosotros, los humanos, sencillamente no podemos ni imaginarlo.<br />El “transhumano” es, entonces, un ser transitorio que está más allá del humano actual, pero no alcanza aún las capacidades del posthumano. Es un estado intermedio del que algunos se preguntan si no es, realmente, el estado actual, dadas las capacidades de intervención tecnológica de que disponemos, en comparación con nuestros antepasados. El término “transhumano” se lo debemos a un futurista que se hacía llamar FM-2030 (Su nombre real era Esfandiary, F.M (1930-2000). Su extraño apodo derivaba de su esperanza en poder celebrar su cumpleaños centenario en el año 2030) y que acuñó este término como forma abreviada de “humanos transicional”. Las características de este tipo de humano, signos de transhumanidad, serían, según FM-2030, las prótesis, la cirugía plástica, el uso intensivo de la stelecomunicaciones, un estilo de vida cosmopolita y trotamundos, la androginia, la reproducción artificial, la ausencia de creencias religiosas y el rechazo de los valores familiares tradicionales. Obviamente, aunque ciertas posibilidades nos acercan a esa previsión posthumana, muchos defensores del transhumanismo no se identifican con la posición de este autor, especialmente en cuanto a los valores a defender. Lo cual es una muestra más de la diversidad existente en este movimiento.<br />Como aclaración de los presupuestos transhumanistas, y tras lo apuntado hasta aquí, nada mejor que referirnos a la Declaración Transhumanista de la World Transhumanist Association:<br /><br />En el futuro, la Humanidad será cambiada de forma radical por la tecnología. Prevemos la viabilidad de rediseñar la condición humana, incluyendo parámetros tales como lo inevitable del envejecimiento, las limitaciones de los intelectos humanos y artificiales, la psicología indeseable, el sufrimiento, y nuestro confinamiento al planeta Tierra.<br />La investigación sistemática debe enfocarse de acuerdo a esos desarrollos venideros y sus consecuencias a largo plazo.<br />Los transhumanistas creemos que siendo generalmente abiertos y aceptando las nuevas tecnologías disponemos de mejor oportunidad de volverlas en nuestro provecho que si intentamos condenarlas o prohibirlas.<br />Los transhumanistas defienden el derecho moral de aquellos que deseen utilizar la tecnología para ampliar sus capacidades mentales y físicas y para mejorar su control sobre sus propias vidas. Buscamos crecimiento personal más allá de nuestras actuales limitaciones biológicas.<br />De cara al futuro, es obligatorio tener en cuenta la posibilidad de un progreso tecnológico dramático. Sería trágico si no se materializaran los potenciales beneficios a causa de una tecnología injustificada y prohibiciones innecesarias. Por otra parte, también sería trágico que se extinguiera la vida inteligente a causa de algún desastre o guerra ocasionados por las tecnologías avanzadas.<br />Necesitamos crear foros donde la gente pueda debatir racionalmente qué debe hacerse, y un orden social en el que las decisiones serias puedan llevarse a cabo.<br />El transhumanismo defiende el bienestar de toda consciencia (sea en intelectos artificiales, humanos, animales no humanos, o posibles especies extraterrestres) y abarca muchos principios del humanismo laico moderno. El transhumanismo no apoya a ningún grupo o plataforma política determinada.<br /><br />3. ¿POR QUÉ ASUMIR EL ENVEJECIMIENTO Y LA MUERTE? VALORES TRANSHUMANISTAS.<br /><br />Uno de los autores más interesantes de entre los defensores del posthumanismo es Nick Bostrom, director del Instituto Futuro de la Humanidad (Future of Humanity Institute), de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oxford, y fundador, junto a David Pearce, de la Asociación Transhumanista Mundial. Bostrom propone una “Fábula del Dragón” que resulta muy esclarecedora para comprender su posición.<br />La fábula cuenta que existía un dragón gigantesco que tiranizaba el planeta exigiendo un tributo en forma de diez mil hombres y mujeres diarios que habían de entregarse para ser devorados. El sufrimiento que esto generaba era atroz, pero todos los intentos por combatir al dragón fueron inútiles, de modo que acabaron por aceptarlo resignadamente. Los elegidos eran ancianos, que a pesar de ser en ocasiones las personas más sabias, se consideraba que al menos habían tenido la posibilidad de vivir unas cuentas décadas. Nadie podía postergar su turno, si bien los más ricos conseguían algún tipo de aplazamiento, y los hombres espirituales se dedicaban a consolar a quienes tenían miedo del dragón, prometiéndoles una nueva vida tras la muerte en la que no existían dragones. Otros consideraban que el dragón formaba parte del orden natural de las cosas, y muchos afirmaban que el dragón era beneficioso pues limitaba el crecimiento de la población. Algunos sostenían que era parte del sentido de la vida humana acabar siendo comidos por el dragón.<br />La situación duró muchos siglos y el rey estaba más preocupado de la logística para reunir y transportar a la gente, dado que el tributo iba aumentando en cantidad, que de encontrar una solución, que ya se consideraba imposible. Por supuesto se cobraban elevados tributos para financiar estos gastos y los derivados de la investigación sobre el dragón. Y existían no sólo dragonólogos eminentes, sino también antidragonistas que no se conformaban con la situación y buscaban una salida. Los consejeros del rey le dijeron que las reuniones que mantenían los antidragonistas eran una incitación a la sublevación y que, por tanto, resultaban peligroso. No obstante, el rey decidió convocar una audiencia pública para escuchar sus peticiones, sobre todo para no adoptar una postura antipopular.<br />Lo que los antidragonistas proponían era, dado el desarrollo científico alcanzado, construir un proyectil muy potente que pudiera matar al dragón. Pero su propuesta fue rebatida rápidamente por el real consejero para la moralidad, que apeló a la finalidad natural de la vida: vivir en plenitud, sabiendo de la finitud. Fue la protesta de un niño, que dijo que el dragón era malo porque se había llevado a su abuela, lo que provocó que el público se decantara a favor de los antidragonistas, y que el rey diera su beneplácito al proyecto. La empresa duró doce años, pero finalmente pudo construirse al artefacto y éste tuvo éxito: el dragón murió. Al fin la humanidad estaba libre de la cruel tiranía del dragón.<br />En la fábula el dragón representa el envejecimiento, y la argumentación ética general de la fábul es sencilla: existen razones morales obvias e imperativas para que la gente de la fábula se deshaga del dragón, del mismo modo se puede combatir el envejecimiento y no aceptarlo resignadamente como algo inevitable. Nuestra situación respecto de la senescencia humana es análoga y éticamente isomórfica con la situación respecto de la gente de la fábula respecto del dragón. Nuestros conocimientos posibilitan abordar esta tarea. Por consiguiente, tenemos razones morales imperativas para deshacernos de la senescencia.<br />No obstante, Bostrom subraya que su argumentación no apunta a favorecer la extensión de las expectativas de vida per se, pues no tendría sentido añadir más años de enfermedad y fatiga al final de la vida: los argumentos abogan más bien por extender, tanto como sea posible, el rango saludable de la vida humana. Al retardar o detener el proceso de envejecimiento, se extendería la vida humana saludable. Las personas podrían mantenerse sanas, vigorosas y productivas a edades a las que, de otro modo, ya habrían muerto. Esta defensa de la lucha contra el envejecimiento lleva a plantear la posibilidad de que, si nuestros conocimientos y nuestra tecnología se desarrollan lo suficiente seamos capaces de alcanzar la inmortalidad. A pesar de lo sorprendete que pueda parecer, es, sin duda, un interesante reto para la reflexión.<br />Bostrom afirma con claridad que el valor central del transhumanismo es tener la oportunidad de explorar el ámbito de los posthumano. Esto significa que pueda haber valores mayores de los que ahora alcanzamos a comprender, pero no implica que no se puedan definir en términos de nuestras capacidades actuales. Desde su perspeciva no se está exigiendo favorecer a los seres posthumanos por encima de los humanos, sino que se defiende que el modo correcto de favorecer a los eres humanos es permitiéndoles darse cuenta de cuáles son sus propios ideales y de que algunos de ellos pueden estar fuera de los “modos de ser” accesibles a nuestra constitución biológica actual.<br />Claro que, conviene tener en cuenta que carecemos de la capacidad para comprender cómo pensaría o sentiría un posthumano, y el posthumano podría tomar decisiones diferentes a los valores de los humanos actuales. Quizá pueda pensarse que la vida de los posthumanos merezca más la pena que la de los humanos, Lo cual es inquietante.<br />Sin embargo, el transhumanismo nos plantea la necesidad de asumir nuestra capacidad de intervención, de no confiormarnos con lo que ahora consideramos normal o inevitable, de responder racionalmente ante los retos de la vida. Esto ni implica un optimismo ingenuo ante la tecnología, antes bien, el transhumanismo es consciente de los peligros y alerta ante ellos, pero considera que la razón humana es capaz de tomar decisiones sabias, y que es una obligación moral desarrollar nuestra capacidad hasta sus límites. Incluso si eso conlleva un nuevo humano, un posthumano.<br />Cabe preguntarse hasta qué punto ésta es una nueva forma de humanismo, como proclaman sus defensores. El transhumanismo, según Bostrom, tiene raíces en el pensamiento humanista secular, aunque es más radical en cuanto que promueve no sólo los medios tradicionales de mejora de la naturaleza humana, tales como la educación y el refinamiento cultural, sino también la aplicación directa de la medicina y la tecnología para sobrepasar algunos de nuestros límites biológicos básicos. Esto conduce a algunos autores a afirmar que el transhumanismo es el proyecto llevado a sus últimas consecuencias. Es un humanismo racional, un posthumanismo.<br />Resumiendo, los valores transhumanistas son esencialmente los siguientes: existe un valor fundamental, la ya mencionada exploración del terreno posthumano, como modo más correcto de favorecer a los seres humanos, teniendo claro que si los posthumanos pudieran alcanzar vidas que valieran más que las de los humanos, habría que promover que la gente llegara a ser posthumana.<br /><br />“Valer más” hace refrenecia a vidas que merezcan la pena ser vividas. Cumpliría este requisito, por ejemplo, una personas que pudiera obtener mayor esperanza de vida, mayor inteligencia, mayor salud, mayor memoria, mayor sensibilidad emocional, y todo ello sin cesar de existir en el proceso” Bostrom, N. Transhumanist Values.<br /><br />Pa ____________________<br /><br />4. EL DEBATE<br /><br />“Al fin y al cabo, la raza humana es un poco desastrosa, con nuestras tercas enfermedades, nuestras limitaciones físicas y la brevedad de nuestra vida. Si a ello añadimos las envidias, la violencia y las angustias, el proyecto transhumanista empieza a parecer razonable. Si fuera tecnológicamente posible, ¿por qué no íbamos a querer superar nuestra especie actual? La aparente sensatez del plan, sobre todo si se proyecta hacer de forma gradual, es una de las cosas que lo hace peligroso. La sociedad no va a caer de repente bajo el hechizo de la concepción transhumanista. Pero es muy posible que mordisqueemos las tentadoras ofertas de la biotecnología sin darnos cuenta de su aterrador coste moral”. Fukuyama. Transhumanism, Foreign Policy, octubre-noviembre 2004<br /><br />En el año 2004, la revista Foreign Policy hizo una encuesta a personas de reconocido prestigio acerca de las “ideas más peligrosas del mundo”, Francis Fukuyama consideró que la más peligrosa era el transhumanismo, si bien afirmaba que ya no se lo podía considerar “ciencia ficción tomada demasiado en serio”. Fukuyama ha sido uno de los grandes detractores de esta corriente y, en general, de todas las posiciones a favor de la intervención tecnológica – genética o de otro tipo – en el ser humano.<br />Su posición está basada en la afirmación de la existencia de una “esencia” humana que se vería altereda por estas modificaciones y que daría lugar a un flagrante atentado contra la dignidad. Fukuyama define la naturaleza humana como la suma del comportamiento y las características que son típicas de la especie humana, y que se deben a factores genéticos más que a factores ambientales. Así, se puede decir que, dejando de lado las características contingentes de las personas, hay en cada una de ellas una cierta cualidad humana esencial, que denomina “factor X” y que es la base de la dignidad. Es esa naturaleza la que genera una exigencia de igualdad de reconocimiento o de respeto, tal como se ha afirmado de modo predominante en la modernidad. Y este autor está convencido de que el transhumanismo pondría en entredicho esa igualdad de derechos o de dignidad. El mundo posthumano, en su perspectiva, podría estar más jerarquizado que el actual y podría generar conflictos por haber perdido el concepto de “humanidad común”.<br />Esta polémica es la que enfrenta a los transhumanistas con los asís llamados “bioconservadores” (bioconservatives), de los que Fukuyama es un notable representante. También desde una preocupación por la posible amenaza a la dignidad humana, Leon Kass afirma que la modificación tecnológica acabaría por deshumanizarnos, a fuerza de minar “sentidos” tradicionales, como el sentido del ciclo vital, o el sentido del sexo, o el sentido del trabajo. Kass es defensor de “la sabiduría de la repugnancia”, inspirada en al heurística del miedo de Hans Jonas, pero quizá más impactante: en ciertos casos especialemente relevantes, la repugnancia sería, según este autor, la expresión emocional de una sabiduría profunda, que está más allá del poder del arazón para poder ser completamente expresada. Se trata de una especie de intuición que, de modo inmediato y sin argumentos, detecta algo perverso que amenaza lo que apreciamos.<br />Son varias las posiciones que se engloban en el grupo de los bioconservadores, sin embargo todas ellas comparten la oposición ak uso de la tecnología para mejorar las capacidades humanas o para modificar la naturaleza biológica de los seres humanos: las críticas contra el transhumanismo apelan a la dignidad humana, como en Fukuyama, pero también a la reverencia por la naturaleza, de modo que ciertos grupis ecologistas conservacionistas se enfrentan también a esta corriente. Es muy frecuente ver utilizar argumentos del tipo “jugar a ser Dios”, indicando que el ser humano estaría sobrepasando sus límites y queriendo ser creador, lo cual no puede conllevar más que nefastas consecuencias. Y también argumentos como el de la “pendiente resbaladiza” – es decir, considerar que abrir una posibilidad tecnológica nos lanza a una situación irreversible, de consecuencias morales desastrosas, por lo que es justificable frenar o prohibir dichas posibilidades, aun no siendo éstas dañinas -, por ejemplo como lo utiliza Jeremy Rifkin, otro bioconservador bien conocido por su oposición a la ingeniería genética.<br />En ocasiones esto se adereza con antiutopías futuristas del estilo de la del Mundo Feliz de A. Huxley, o se apela a los riesgos tecnológicos o a los riesgos sociales, por ejemplo las posibles discriminaciones y las desigualdades sociales a que se podría dar lugar. En esta línea se sitúan George Annas, Lori Andrews y Rosario Isasi, quienes han propuesto una legislación que establezca que la modificación genética heredable en humanos sea un crimen contra la humanidad, como la tortura o el genocidio.<br /><br />“la nueva especie, o “posthumano”, probablemente verá a los viejos humanos “normales” como inferiores, incluso salvajes, y los conducirá a la esclavitud o a la matanza. Los normales, por su parte, pueden ver a los posthumanos como una amenaza y, si pueden, se meterán en un ataque preventivo asesinando a los posthumanos antes de que lleos mismos sean asesinados o hechos esclavos. Es finalmente este predecible potencial de genocidio lo que hace de los experimentos de alteración de la especie potenciales armas de destrucción masiva, y hace del irresponsable ingeniero genético un potencial bioterrorista”. Annas, G.; Andrews, L, y Isasi, R. Protecting the endangered human: toward an international treaty prohibiting cloning and inheritable alterations.<br /><br />Además de éstos, uno de los argumentos que han generado mayor debate es la posibilidad de “programar personas”, es decir, la posibilidad de seleccionar o mejorar a los individuos, sobre todo cuando se afirma que los padres han de tener la libertad de elegir cómo quieren que sean sus hijos, como defienden los transhumanistas.<br />Los transhumanistas defienden la capacidad de tomar decisiones sobre la propia vida y el propio cuerpo, conforme al concepto de “self-ownership”. Afirman que cada uno de nosotros es el dueño de su propia vida, lo cual enlaza con la idea de autonomía que venido defendiéndose en terrenos como la bioética, o en la reivindicación de derechos de los ciudadanos. Puesto que las tecnologías de mejora deberían estar disponibles para todo el mundo, cada individuo debería poder decidir cuáles de esas tecnologías desea aplicarse a sí mismo (libertad morfológica), y también los padres deberían decidir qué tecnologías reproductivas utilizar para tener hijos (libertad reproductiva). Evidentemente, esto implica la posibilidad de que las mejoras hagan, de dichos individuos o de sus descendientes, posthumanos. La razón fundamental de esta postura es que, el hecho de que algunas personas pudieran hacer malas elecciones, dando lugar a un subhumano, más que a un posthumano (como pronostican las antiutopías), no es razón suficiente para rescindir el derecho a elegir de las personas. No al menos en una democracia liberal. De ahí que, más que medidas restrictivas, sea necesario, y así lo afirma Bostrom, promover contramedidas adecuadas como la educación, la persuasión, y una reforma social y cultural.<br />Sin militar en las filas del transhumanismo, Sloterdijk mantiene una postura a favor de esa capacidad de mejorar el ser humano, basada no tanto (o no sólo) en la convicción de sus excelencias, cuanto en la denuncia de otras formas de dominación que el ser humano ejerce sobre sí mismo, y que han sido causa de una limitación de la libertad, si bien adornada con el lenguaje de la razón y el humanismo. La era técnica, y el poder que ésta nos otorga, nos coloca en una situación de elección activa, que antes no ha sido posible y ante la que cabe también rehusar.<br /><br />“Pero cuando en un campo se desarrollan positivamente poderes científicos, hacen los hombres una pobre figura en caso de que, como en épocas de una temprana impotencia, quieran colocar una fuerza superior en su lugar, ya fuese el dios, o la casualidad, o los otros. Dado que los rechazos o renuncias suelen naufragar por su propia esterilidad, ocurrirá con seguridad en el futuro que el juego se encarará activamente y se formulará un código de las antropocéntricas. Por su efecto retrospectivo, un código tal cambiaría también el significado del humanismo clásico, pues con él se publicaría y registraría que la humanitas no sólo implica la amistad del hombre con el hombre, sino también – y de modo crecientemente explícito – que el ser humano representa el más alto poder para el ser humano”. Sloterdijk. Reglas para el parque humano. Una respuesta a la “Carta sobre el humanismo”.<br /><br />La obra de Sloterdijk desata un escándalo por declarar el fracaso del humanismo, del que llega a decir que es una “utopía de la domesticación humana”. Esto, unido a su optimismo tecnológico, su defensa de la técnicas genéticas, y, sobre todo, su denuncia de la capacidad de “domesticación” del humanismo, y su lenguaje provocador que no dudad en hablar del parque zoológico humano, hizo que Haberlas contraatacara de modo contundente:Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-45860423918000133052009-12-06T08:58:00.000-08:002009-12-06T09:00:53.561-08:00El transhumanismo<a href="http://1.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvjKPCrgaI/AAAAAAAABOY/844_SVMN1XU/s1600-h/hombre-maquina.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412169142191751586" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 270px" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvjKPCrgaI/AAAAAAAABOY/844_SVMN1XU/s400/hombre-maquina.bmp" border="0" /></a>El Transhumanismo es tanto un concepto filosófico como un movimiento intelectual internacional que apoya el empleo de las nuevas ciencias y tecnologías para mejorar las capacidades mentales y físicas con el objeto de corregir lo que considera aspectos indeseables e innecesarios de la condición humana, como el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento o incluso en última instancia la mortalidad. Los pensadores transhumanistas estudian las posibilidades y consecuencias de desarrollar y usar la tecnología con estos propósitos, preocupándose por estudiar tanto los peligros como los beneficios de estas manipulaciones.<br />Aunque la primera vez que se usó el término transhumanismo data de 1957, el significado contemporáneo se desarrolló en la década de 1980, cuando un grupo de científicos, artistas y futuristas establecidos en los Estados Unidos empezó a organizar lo que desde entonces ha crecido hasta constituir el movimiento transhumanista. Los pensadores transhumanistas proponen que los seres humanos se transformen en seres que expandan sus capacidades hasta devenir en posthumanos.<br />A pesar de lo reducido del número de personas que se calificarían a sí mismas como tales, las visiones transhumanistas de una humanidad futura profundamente transformada han atraído a un gran número tanto de críticos como de partidarios de todo tipo. Ha sido descrito por un enemigo declarado de sus tesis como «la idea más peligrosa del mundo», mientras que un partidario considera que es «movimiento que personifica las más audaces, valientes, imaginativas e idealistas aspiraciones de la humanidad».<br /><br />ALGUNOS FILOSOFOS DEL TRANSHUMANISMO<br /><br />David Pearce es un visionario británico que promueve la abolición de los sustratos químicos del sufrimiento en toda la vida sensible.<br />La postura de Pearce se presenta con mayor prominencia en El imperativo hedonista (The Hedonistic Imperative), un manifiesto en el que el autor delinea cómo la ingeniería genética y la nanotecnología eliminarán, con el tiempo, toda forma de experiencia desagradable.<br />Pearce es el co-fundador (con Nick Bostrom) de la Asociación Transhumanista Mundial (World Transhumanist Association). Actualmente Pearce es director de BLTC Research.<br /><br />James J. Hughes es un sociólogo y experto en bioética canadiense, profesor de políticas sanitarias en el Trinity College de Hartford, Connecticut.[1] [2]<br />Hughes fue el director de la Asociación Transhumanista Mundial entre el 2004 y el 2006, tras lo cual se puso al frente del Institute for Ethics and Emerging Technologies. Su libro Citizen Cyborg: Why Democratic Societies Must Respond to the Redesigned Human of the Future fue publicado por Westend Press en Noviembre de 2004.[3]<br />Oponiendose al bioconservadurismo por un lado y al transhumanismo libertariano por otro, Hughes propone una tercera vía identificada como transhumanismo democrático, una forma radical de tecnoprogresismo que apuntaría al desarrollo de las tecnologías de mejoramiento humano al tiempo que la intervención estatal al estilo del estado de bienestar las haría accesibles al conjunto de la población, estableciendo a su vez controles estatales a la investigación que certificasen su seguridad.<br /><br />Robert Chester Wilson Ettinger (nacido el 4 de diciembre, 1918) es conocido por ser el padre de la criónica debido a la publicación de su libro The Prospect of Immortality. Algunos le considran también como un pionero del transhumanismo a raiz de su libro de 1972 Man into Superman.<br />Robert Ettinger fundó también el Cryonics Institute así como el relacionado Immortalist Society dirigiendo ambos en calidad de Presidente hasta 2003. Tanto su primera como su segunda mujer, así como su madre fueron crioprservadas.<br /><br />Max More (nacido Max T. O'Connor, Enero 1964) en un filósofo y futurólogo que escribe y da conferencias sobre prospectiva y el impacto de las tecnologías emergentes.<br />Fundador del Extropy Institute, More ha escrito numerosos artículos exponiendo la filosofía transhumanista desde una óptica libertariana, perspectiva que bautizaría como extropianismo.<br /><br />Natasha Vita-More (Febrero 1950 como Nancie Clark) es una artista y futurista estadounidense.<br />Vita-More, que realiza su tesis doctoral en Planetary Collegium, está titulada en prospectiva y en multimedia. En 1982, escribió el Manifiesto transhumano y la Declaración de las artes transhumanistas, produjo el programa de televisión por cable "TransCentury / Transhuman UPdate" sobre la transhumanidad, que alcanzó una audiencia de 100.000 espectadores en Los Angeles y Telluride, Colorado. Su Futures Podcast trata de la cultura del transhumanismo y el futurismo. Fue presidente del Instituto Extropiano, que cerró en 2006.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-33645474563482916702009-12-06T08:57:00.001-08:002009-12-06T08:58:29.619-08:00Transhumanismo, ¿el humano perfecto o futura aberración?<a href="http://1.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvipPLHVcI/AAAAAAAABOQ/GMujtwrigJ4/s1600-h/evol.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412168575291446722" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 170px" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvipPLHVcI/AAAAAAAABOQ/GMujtwrigJ4/s400/evol.gif" border="0" /></a>El hecho de que el cuerpo y la mente humana sean susceptibles de ser mejorados no es un secreto para nadie. Pero existe una corriente cultural conocida como transhumanismo que sostiene que es un deber utilizar todos los recursos tecnológicos disponibles para mejorar la raza humana.<br />El llamado transhumanismo es en esencia un movimiento cultural e intelectual que sostiene la necesidad de utilizar todos los adelantos de la ciencia y la tecnología para mejorar la anatomía y la capacidad mental de los humanos. Además, pregonan la corrección de algunos aspectos indeseables de la condición humana, tales como las enfermedades y la vejez.<br />Es un movimiento relativamente nuevo, ya que se menciona el término de “transhumanismo” a mitad del siglo pasado, por el biólogo Julian Huxley, hermano del escritor Aldous Huxley . Sin embargo, su verdadero auge comienza en la década de 1980, en California, donde un grupo de científicos, artistas y futuristas proponen que los seres humanos se transformen en seres que expandan sus capacidades hasta convertirse en “posthumanos”. Una especie de “X-Men”, pero de laboratorio.<br />La evolución natural, que ha convertido a una especie de simio en el humano actual, millones de años mediante, es insuficiente para los transhumanistas. De hecho, la evolución natural no es aplicable ya a la raza humana, dado que no solo el más apto sobrevive: la sociedad, más que menos, se encarga de que todos tengamos más o menos las mismas chances de reproducirnos, independientemente de nuestra aptitud. Esta situación es la que impulsa a los transhumanistas a adoptar medidas artificiales para acelerar la evolución mediante la tecnología.<br />Se han realizado propuestas específicas de modificaciones del cuerpo humano, incluido el sistema nervioso. Aunque algunos proponen modificaciones del sistema nervioso periférico (ojos, oídos, etc.), la mayoría de los transhumanistas considera que es el propio cerebro humano el que debe ser modificado. Para ello, apoyan el uso combinado de la nanotecnología, la biotecnología, las tecnologías de la información, la realidad virtual, la inteligencia artificial, la transferencia mental y la criónica. Como puede verse, algunas de las ciencias necesarias para crear al sucesor del Homo Sapiens aún están en pañales o no existen directamente. El tema de la transferencia mental, por ejemplo, está lejos de ser una realidad, aunque algunos autores de ciencia ficción, como Robert Silverberg (ver “Sadrac en el horno”) la han abordado.<br />Hay indicios de que el ritmo de la evolución tecnológica se parece más a una curva logarítmica que a una línea recta, lo que podría producir, en un corto lapso de tiempo (unos 50 años) inteligencias artificiales al menos tan poderosas como la inteligencia humana. Para que estas inteligencias no superen a la de sus creadores, es que los transhumanistas sostienen la necesidad de modificarnos a nosotros mismos. El en fondo, no es más que el temor que inspiran las maquinas como HAL9000 de “2001: Odisea Espacial”.<br />Por supuesto, frente a tales afirmaciones, es imposible permanecer indiferentes. Cuando uno se toma el trabajo de recoger opciones sobre el transhumanismo, se encuentra con todo un surtido de respuestas, desde la más férrea defensa a la idea de la modificación de la raza humana hasta lo que lo consideran una verdadera locura.<br />Aquellos que defienden la postura transhumanista sostienen que el cambio es inevitable. Citan, con frecuencia, la oposición que sufrieron las primeras maquinas a vapor por parte de los trabajadores que creían que significaban el fin del trabajo. En realidad, solo cambiarían la forma de trabajar. De la misma manera, los transhumanistas afirman que el hecho de mejorar nuestro cuerpo o nuestra mente solamente es un paso inevitable que tarde o temprano tendremos que dar.<br />En la vereda de enfrente también hay una gran cantidad de motivos por lo que esto no debe hacerse. Hay motivos ligados a la religión, como por ejemplo el hecho de que como el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, cualquier modificación que sobre este se haga significaría alejarse de Dios. También hay algunos argumentos más terrenales, como el peligro que supone para la tecnología actual el andar trasteando con nuestro sistema nervioso centrar o nuestra maquinaria celular, por ejemplo. El hecho de modificar la forma en que envejecemos implicaría “jugar” directamente con nuestros genes, y a pesar de todos los avances que la ingeniería genética tiene para ofrecer, aún es demasiado pronto para poner en práctica algunas teorías en humanos.<br />Los que se oponen de manera más férrea a las ideas de los transhumanistas sostienen que lo más que puede lograrse es una especie de Frankenstein de alta tecnología, que no solo no será humano sino que se encargara de destruirnos. De hecho, es difícil de saber si un ser al que se ha alterado genéticamente o mediante nanotecnología sigue siendo humano. “Más que humano”, la novela escrita por Theodore Sturgeonen 1953 aborda este tema.<br />Más allá de la necesidad de mejorar o evolucionar como raza, los transhumanistas se muestran especialmente interesados en las terapias destinadas a mejorar la salud y la longevidad. Dentro del movimiento, los integrantes de mayor edad suelen expresan su preocupación ante la posibilidad de no vivir el tiempo suficiente como para aprovechar los beneficios de la tecnología. En muchos casos apoyan el uso de la criónica como un recurso para ganar tiempo.<br />Hay una sola cosa que queda clara luego de todo lo expuesto. Y es que la visión transhumanista de la humanidad seguramente se va a transformar en una realidad. Seguramente no va a ser tan pronto como sus defensores quisiera, pero tampoco es algo que podamos o queramos evitar. Así como es algo perfectamente aceptado el usar anteojos cuando uno ve poco, soluciones similares provenientes de la nanotecnología o genética serán comunes. Y en algún momento daremos el paso siguiente: mejorar el ojo para ver con menos luz, o en la banda infrarroja, o lo que sea.<br />Prepárate. El futuro será muy interesante.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-2525005605179293052009-12-06T08:56:00.001-08:002009-12-06T08:57:25.670-08:00¿Qué es el Transhumanismo?<a href="http://4.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxviXNWyIUI/AAAAAAAABOI/2f-hLKsVOOw/s1600-h/677px-Converging_technologies.PNG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412168265565872450" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 318px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px" alt="" src="http://4.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxviXNWyIUI/AAAAAAAABOI/2f-hLKsVOOw/s400/677px-Converging_technologies.PNG" border="0" /></a>En los últimos años surgió un nuevo paradigma sobre el futuro del hombre, el cual comenzó a tomar forma entre un grupo de científicos que se encuentran al frente en la investigación en áreas como, computación, neurología, nanotecnología y también investigadores en tecnología de punta.<br />Este nuevo paradigma desecha el postulado fundamental que está implícito en la futurología tradicional y prácticamente en todo el pensamiento político actual. El paradigma anteriormente mencionado parte de la base de que la "condición humana" básicamente es siempre constante. Los procesos tecnológicos pueden ser mejorados, la riqueza puede ser incrementada y redistribuida, nuevas herramientas pueden ser desarrolladas, la cultura puede cambiar, inclusive a veces drásticamente pero la naturaleza humana siempre sigue siendo la misma.<br />Pero el paradigma anteriormente mencionado ya no puede ser considerado verdadero, estrictamente nunca lo fue.<br />Innovaciones como el habla, el lenguaje escrito, la imprenta, los motores, la medicina moderna y las computadoras, todos estos cambios en su momento causaron un profundo impacto en cuanto a la forma de vida del hombre, en cuanto a qué somos y qué hacemos. Estas innovaciones comparadas con los cambios que se avecinan en las próximas décadas se las pueden considerar lentas y poco profundas. Nótese también que aunque sea una sola innovación que cause un cambio tan profundo como las anteriormente mencionadas, alcanzan para invalidar las proyecciones futuristas ortodoxas.<br />El "Transhumanismo" ha ganado adeptos como una nueva forma de pensar sobre la premisa de que la condición humana es esencialmente inalterable. Dejando de lado este anticuado paradigma, aparecen ante la mente una serie de posibilidades que van desde un futuro ilimitadamente promisorio a posibilidades extremas como la extinción de la vida inteligente. En general el futuro es visto en forma bastante extraña o confusa, pero sin duda lleno de posibilidades muy excitantes.<br />Algunas de estas posibilidades que van a ser discutidas a continuación son bastante exóticas y hoy día, para la mayoría de los legos en la materia, parecen extraídas de una novela de ciencia ficción.<br />Superinteligentes: La superinteligencia significa cualquier forma de inteligencia artificial basada en la capacidad del sistema de autoaprendizaje. Estas redes neuronales artificiales serían capaces de superar a los mejores cerebros humanos en prácticamente cualquier disciplina, incluyendo creatividad científica, sentido común, y habilidades sociales. Muchos científicos han presentado el argumento de que tanto el hardware necesario como el software requerido para la superinteligencia serán desarrollados en las primeras décadas del siglo entrante (Moravec [1998] y Bostrom [1998]).<br />Bienestar emocional a través del control de los centros del placer: Inclusive hoy día existen posibilidades de euforia sustentable para una minoría que responde favorablemente a los antidepresivos. Hoy día se encuentran en desarrollo fármacos que prometen a un número creciente de gente el elegir reducir drásticamente la incidencia de emociones negativas en su vida. En algunos casos los efectos colaterales de estos nuevos medicamentos son negativos.<br />Al contrario que los narcóticos que producen un caos en la química cerebral, causando un corto período de euforia seguido de un período de depresión, estas nuevas drogas de uso clínico tienen una alta especificidad en cuanto a la actuación sobre un neurotransmisor determinado o algún subtipo de receptor, evitando los efectos negativos sobre la conciencia del sujeto; él o ella no se sentirán drogados y ayudará a mantener constante un alto nivel anímico sin provocar adicción.<br />Davis Pearce [1997] adhiere a esta nueva era y predica una era post-Darwinista en la cual toda experiencia adversa pueda ser reemplazada por niveles de placer más allá de la experiencia humana normal. A medida que se desarrollen estas nuevas drogas más seguras, combinadas con terapias que actúen sobre nuestros genes, será posible la realidad de construir un paraíso terrenal.<br />De la personalidad: Estas nuevas drogas, con el apoyo de la terapia genética, pueden modificar la personalidad y ayudar a superar la timidez, eliminar los celos (Kramer [1994], incrementar la creatividad y aumentar la capacidad emocional. Piense en todo el sermoneo, abstinencia y autodisciplina que tenemos que pasar para intentar templar nuestra personalidad. Dentro de no mucho tiempo será posible obtener los mismos objetivos en forma completa solamente ingiriendo una píldora a diario.<br />Colonización Espacial: Hoy día la colonización espacial es tecnológicamente posible pero prohibitivamente cara. A medida que los costos desciendan será posible desde el punto de vista económico y político empezar a colonizar el espacio. Lo central del asunto es que, una vez que se haya fundado una colonia auto sustentable capaz de enviar sus propias sondas colonizadoras, se llegará a un proceso exponencial en cuanto al aumento de estas colonias, el cual ya puede ser sostenido sin una intervención desde la tierra y expandirse a través de nuestra galaxia. Obviamente esta secuencia de eventos están muy por encima del tiempo de una vida humana, pero sin duda alguna es muy interesante saber que estamos tan próximos a iniciar esta cadena de eventos que nos llevará a llenar el universo observable con nuestros descendientes.<br />Nanotecnología Molecular: La Nanotecnología es el diseño y construcción de máquinas con una precisión a escala atómica, incluida la producción de dispositivos llamados "ensambladores" que permitan posicionar los átomos individualmente de forma que puedan construir cualquier estructura químicamente posible. Una prueba de una forma de Nanotecnología limitada es la biología, en la cual tenemos elementos como la célula la cual es un sistema autoduplicable que es capaz de producir un amplio rango de proteínas, pero los diseños que están al alcance de los organismos biológicos están restringidos por su historia evolutiva, y confinado a una estructura no rígida de carbono. Eric Drexler fue la primera persona en analizar en detalle la posibilidad desde el punto de vista físico de construir un ensamblador molecular universal. Una vez que un dispositivo de este tipo se halla desarrollado, hará posible la producción de bienes de consumo con el único costo de la energía para fabricarlos y los átomos empleados para construir el bien de consumo deseado.<br />Pero el problema de base para la nanotecnología es poder construir el primer ensamblador universal el cual es un problema muy difícil de resolver y hasta el momento dos aproximaciones posibles se han presentado para resolver el problema. Una de ellas es construir lo que la naturaleza ha logrado y utilizar la bioquímica para diseñar nuevas proteínas que se puedan utilizar para desarrollos de ensambladores. El otro intento es probar construir estructuras atómicas utilizando sondas proximales como para intentar ubicar a cada átomo en su lugar, cualquiera de estos dos métodos puede llegar a ser usado en forma conjunta para obtener el resultado deseado. Todavía hace falta mucha investigación para hacer posible la Nanotecnología Drexteniana, y sin duda su aparición no se dará en un par de años pero se tornará en una realidad en las primeras décadas del siglo entrante.<br />De la expectativa de vida: Será posible utilizar terapias del tipo genético y otros métodos biológicos para bloquear el proceso del envejecimiento y estimular el rejuvenecimiento y la reparación de los tejidos en forma indefinida y es posible que una tarea de este tipo solo pueda ser llevada a cabo por la Nanotecnología. Mientras tanto solo existen tratamientos en base a hormonas los cuales su efectividad no está probada y además suelen ser muy caros aunque muestran ciertos efectos beneficiosos en la gente mayor, a pesar de que hasta el momento no hay nada como una dieta restringida en calorías para extender la vida de las personas mayores.<br />Extinción de la vida inteligente: Los riesgos de las nuevas tecnologías son enormes así como los potenciales beneficios. Además de los peligros ya conocidos como la guerra, accidentes nucleares o acciones terroristas involucrando armas químicas o bacteriológicas. La Nanotecnología por ejemplo puede poner grandes peligros a nuestra existencia si es utilizada por grupos terroristas o algún gobierno hostil.<br />El mundo interconectado: Inclusive en su estado actual el Internet ha causado un gran impacto en la forma de vida de la gente y sus recientes ramificaciones se están empezando a extender. Esta es un área en la cual el cambio radical ya ha sido experimentado por mucha gente y la discusión sobre este cambio ya es ampliamente discutido en los medios.<br />Reanimación de los pacientes que se encuentran en suspensión criogénica: Los pacientes que han sido puestos en suspensión criogénica con los métodos actuales es posible que con lo único que puedan ser reanimados es con la existencia de una Nanotecnología ya madura. Inclusive suponiendo que una Nanotecnología ya madura pueda traerlos de vuelta a la vida puede ser posible que los individuos del futuro no estén interesados en revivir a humanos de hoy día. Inclusive si la probabilidad de volver desde la muerte es de sólo un 5% o 10%, optar por la criocongelacíon que ofrece Alcor es una opción racional para la gente que puede pagarlo.<br />Existencia post-biológica: Si podemos realizar un escaneo de la matriz sináptica de un individuo y reproducirla dentro de una computadora, entonces será posible emigrar desde nuestro cuerpo biológico a un substrato puramente digital. Entonces, estando seguros que tenemos varias copias de nuestra matriz sináptica, realmente podremos disfrutar de períodos de vida ilimitados.<br />Sin duda lo anteriormente mencionado requiere del uso de una Nanotecnología ya madura, pero hay también otras formas menos extremas de fusionar la mente humana con la computadora y hoy día se están desarrollando interfases del tipo neuro/chip. Esta tecnología está en sus pasos iniciales y en el futuro podremos conectarnos en forma directa al ciberespacio.<br />Todas estas proyecciones pueden parecer remotas pero los Transhumanistas pensamos (y hay varias razones para creer en ello) que todas estas tecnologías no están muy lejanas en el tiempo como es comúnmente supuesto. El Postulado Tecnológico denota la hipótesis de que muchos de los puntos anteriormente tratados, y otros cambios igualmente revolucionarios, serán posibles en los próximos 70 años (posiblemente mucho antes). Por lo tanto esto es la antitesis de que la condición humana es invariante.<br />El Postulado Tecnológico siempre se da por hecho en las discusiones entre Transhumanistas, pero no es un artículo de fe ciega sino una hipótesis que está basada en argumentos científicos y tecnológicos.<br />Si hemos decidido creer que el Postulado Tecnológico es cierto, ¿qué consecuencias tendrá para la forma en la cual nosotros percibimos el mundo y como pasamos nuestro tiempo? Una vez que empecemos a reflexionar sobre la materia y comprendamos las ramificaciones de estos cambios, las implicaciones de los mismos son muy profundas.<br />Desde esta base parte la filosofía y el movimiento transhumanista. Para los transhumanistas es más que una creencia abstracta que en el futuro vamos a trascender por encima de nuestras limitaciones biológicas con la ayuda de la tecnología, y es una invitación a discutir lo más ampliamente posible todos estos temas anteriormente citados para poder promover un mejor entendimiento por parte del público.<br />Las habilidades para llevar adelante la agenda del transhumanismo se extienden más allá de las posibilidades de los diseñadores de software, neurocientíficos, nanotecnólogos y otros gurús de la alta tecnología. El transhumanismo no es sólo para las mentes acostumbradas al futurismo sino algo que concierne a toda la sociedad.<br />El Instituto Foresight es una excelente fuente de información sobre la nanotecnología. En él se organizan conferencias anuales, las cuales han construido una sólida experiencia en nanotecnología. El Instituto Extropy ha organizado varias conferencias internacionales sobre temas transhumanistas en general y su presidente Max More ha hecho una gran labor por exponer los memes del extropianismo en los medios masivos (El Extropianismo es un tipo especial de transhumanismo, definido por Los Principios Extropianistas). En 1997 la World Transhumanist Association fue fundada con el fin de transformar al transhumanismo en una disciplina académica y además facilitar el contacto entre los diferentes grupos transhumanistas. La WTA publica un boletín electrónico llamado Journal of Transhumanism que incluye artículos de investigadores de punta así como investigaciones hechas por especialistas en materias transhumanistas.<br />Es extremadamente difícil anticipar las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones presentes. Pero en vez de meter nuestras cabezas en un hoyo, los transhumanistas reconocemos que al menos debemos tratar de planear el futuro lo mejor posible, y en hacer esta tarea tenemos que confrontar las grandes preguntas y una de ellas es conocida como la paradoja de Fermi (la cual se pregunta porque todavía no hemos tenido evidencia de vida extraterrestre) y este problema plantea la intervención de varias disciplinas científicas. La paradoja de Fermi no es sólo intelectualmente interesante sino de importancia práctica porque se plantea si es posible que sobrevivamos y si tendremos éxito colonizando el universo. En el presente la biología evolucionista no está suficientemente avanzada para permitirnos llegar a una conclusión firme sobre estos enunciados. Otra fuente de información indirecta sobre nuestro futuro esta dada por el controvertido argumento de Carter-Leslie sobre el fin del mundo (Doomsday). Estos argumentos anteriormente mencionados parten de bases probabilísticas junto con argumentos como que la extinción del hombre será mucho mas probable en el siglo entrante que nunca antes en la historia. Este argumento usa una versión del principio Antrópico el cual fue concebido por el astrofísico Brandosn Carter y después desarrollado por el filósofo John Leslie (1996).<br />A pesar de las amplias perspectivas de estas grandes preguntas que se plantea el transhumanismo, no quiere decir que los transhumanistas no se preocupan por lo que ocurre hoy día en el mundo, por lo contrario la preocupación por la realidad actual forma parte de la agenda de este movimiento.<br />Muchos de los temas tratados en los debates transhumanistas incluyen temas como; clonación, proliferación de armas de destrucción masiva, interfases del tipo neuro/chip, pensamiento crítico, NLP, nemética, tecnología de microprocesadores y las leyes de Moore, sexualidad, redes neuronales, ingeniería neuromórfica, PET, MRI y otros métodos de escaneo cerebral, posibilidades de vida en Marte; películas de ciencia ficción y ficción transhumanista, teleportación, criptografía cuántica, etc.<br />Otro importante objetivo transhumanista es mejorar el funcionamiento de la sociedad, entendiendo lo que sucede para poder tomar medidas al respecto. También crear instituciones que ayuden a incrementar la efectividad de la comunidad académica.<br />Hoy día más y más gente se conecta a la red de redes, y los programadores e ingenieros de software están involucrados en el proyecto para mejorar la cantidad y calidad de la información que recibimos, así como también el aumento de las ventajas de estar conectado a la red.<br />Gracias a la publicación en Hypertexto y el paradigma del filtro de información (Chislenko 1997) está ya dada la capacidad para acelerar y reforzar la tarea de los educadores, científicos, humanistas, periodistas, que han venido luchando por hacer a la humanidad mas racional.<br />Visto desde fuera el transhumanismo puede parecer frió y extraño, pero mucha gente que teme a los rápidos cambios responde con rechazo a las nuevas tecnologías o pide proscripciones para la misma. Sólo hace falta ver un poco hacia atrás para ver los beneficios que han tenido por ejemplo el uso de anestésicos durante el parto y que en su momento esta técnica fue tildada de antinatural y más recientemente con la fertilización artificial (los llamados bebé de probeta).<br />La ingeniería genética que es vista como una intervención en los diseños que dios creó y por otro lado el último pánico moral que es la clonación, todo ello ha causado que hoy tengamos una cantidad de biofundamentalistas, líderes religiosos y otros autoproclamados expertos en ética que ven como un deber en protegernos de todos estos cambios antinaturales los cuales no tienen cabida en su visión preconcebida del mundo. La filosofía transhumanista es una alternativa positiva a la actitud de proscribir todo lo nuevo para intentar frenar el cambio. En lugar de rechazar las nuevas oportunidades que aparecen, el transhumanismo nos invita a apoyar estas nuevas tecnologías en forma vigorosa.<br />La visión de la tecnología por parte del transhumanismo es interpretada como el desarrollo de nuevas herramientas que ayuden a superar nuestras limitaciones biológicas y cambiar la condición humana, haciendo esta realidad posible para aquellos que lo deseen, convirtiéndose así en "post -humanos" y si las herramientas para lograr este fin son "naturales o no" es un punto completamente irrelevante.<br />El transhumanismo no es una filosofía dogmática. En sí lo que distingue a los transhumanistas, además de su filiación tecnofílica, es la variedad de problemas que exploran y estos son tan variados como el futuro de la vida inteligente (a muy largo plazo) y por otro lado problemas de actualidad de orden científico, social o tecnológico. Al abordar de esta forma los problemas a tratar, el transhumanismo toma como base para resolverlos la aplicación del método científico. También de esta forma cuestiona todos aquellos principios que antes se consideraban más allá de toda duda razonable, como nuestro confinamiento a la superficie de la tierra y a los recursos naturales finitos de la misma o la necesidad de la muerte.<br />La ideología desde el punto de vista del transhumanismo tiene que ir evolucionando a medida que avanzamos, en respuesta a los cambios y a los nuevos desafíos y también el transhumanismo está abierto a aprender de sus propios errores.<br />En otro aspecto el transhumanismo puede ser muy práctico y terrenal. Muchos transhumanistas aplican esta filosofía a su propia vida, desde la adopción de dietas y ejercicio para mejorar la salud y aumentar la expectativa de vida o inscribiéndose en programas de criocongelación, o invirtiendo en desarrollo tecnológico. También creando arte transhumanista o utilizando nuevas drogas de uso clínico para ajustar los parámetros de carácter y personalidad; aplicando nuevas técnicas sicológicas de auto ayuda, para poder vivir vidas mas fructíferas y responsables.<br />El mejoramiento de la mente es un objetivo común de los transhumanistas y es conocido como optimismo dinámico, el cual es una actitud ante la vida en la cual todo aquello que se desea puede, en general, ser alcanzado pero solo a través del esfuerzo y elecciones inteligentes (More 1997).<br />¿Es usted un transhumanista? Entonces visite la página de la WTA en la cual tendrá oportunidad de comunicarse con gente que tiene una visión del mundo similar a la suya.<br /><br />Tomado del artículo What is transhumanism? de Nick Bostrom.<br />Departamento de Filosofía, Lógica y Método Científico de la Escuela de Economía de Londres.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-5303693440202250372009-12-06T08:51:00.002-08:002009-12-06T08:54:07.074-08:00Los Principios Extropianos 3.0: Una Declaración Transhumanista<em><span style="font-size:85%;">Por Max More, Presidente, Extropy Institute<br />Traducción de Ángel Fernández Bueno para Pórtico Luna</span></em><br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Introducción</span></strong><br /><br />Extropía -- difusión de un sistema de inteligencia, información, orden, vitalidad y capacidad de perfeccionamiento.<br />Extropianos -- aquellos que buscan el crecimiento de la extropía.<br />Extropianismo -- la filosofía transhumanista que se desprende de la extropía.<br /><br />El Extropianismo es una filosofía transhumanista. Los Principios Extropianos definen una versión específica o "rama" del pensamiento transhumanista. Al igual que los humanistas, los transhumanistas son partidarios de la razón, el progreso y los valores centrados en nuestro propio bien estar en lugar de aquellos otros valores centrados en una autoridad religiosa externa. Los transhumanistas van más allá del humanismo desafiando los límites humanos con medios de ciencia y tecnología combinados con un pensamiento crítico y creativo. Desafiamos que el envejecimiento y la muerte deban ser inevitables, y perseguimos un crecimiento continuo de nuestras capacidades intelectuales, físicas y de nuestro desarrollo emocional. Contemplamos la humanidad como una etapa transitoria en el desarrollo evolutivo de la inteligencia. Somos partidarios del empleo de la ciencia para acelerar la transición de la condición humana a una condición transhumana o posthumana. Como dice el físico Freeman Dyson: "La Humanidad me parece un magnífico principio pero no la última palabra."<br />Estos Principios no se presentan como verdades absolutas o valores universales. Los Principios codifican y expresan aquellas actitudes y planteamientos afirmados por aquellos que se denominan a sí mismos "extropianos". El pensamiento extropiano ofrece una estructura básica para pensar sobre la condición humana. Este documento, de forma deliberada, no expone creencias, tecnologías o conclusiones particulares. Estos Principios simplemente definen un marco de desarrollo para planteamientos de vida de forma racional y efectiva sin el estorbo de dogmas que no se sostienen frente a la crítica científica o filosófica. Como los humanistas, afirmamos una visión de la vida reforzada y racional, pero tratando de evitar creencias dogmáticas de ninguna clase. La filosofía extropiana expresa una visión de la vida inspiradora y edificante, mientras permanece abierta a la revisión con arreglo a la ciencia, la razón y la búsqueda ilimitada en pos de la perfección.<br /><br />1. Progreso Constante -- En busca de más inteligencia, sabiduría y eficacia, una duración indefinida de la vida, y la supresión de límites políticos, culturales, biológicos y psicológicos a la propia renovación y realización. En constante superación de restricciones en nuestro progreso y posibilidades. Expandirse por el universo y avanzar sin fin.<br /><br />2. Auto-Transformación -- A través de la afirmación de una constante mejora moral, intelectual y física, a través del pensamiento crítico y creativo, la responsabilidad personal y la experimentación. En busca del crecimiento biológico y neurológico junto a un refinamiento emocional y psicológico.<br /><br />3. Optimismo Práctico -- Actuando con expectativas positivas. Adoptando una actitud racional basada en el optimismo en lugar de la fe ciega y el pesimismo paralizante.<br /><br />4. Tecnología Inteligente -- Aplicando la ciencia y la tecnología de forma creativa para trascender los límites "naturales" impuestos por nuestra herencia biológica, nuestra cultura y entorno. Pretendiendo la tecnología no como un fin en sí mismo, si no como medio efectivo para la mejora de la vida.<br /><br />5. Sociedad Abierta -- Apoyando órdenes sociales que potencien la libertad de discurso, de acción y experimentación. Oponiéndose al control social autoritario y apoyar el principio de ley y descentralización del poder. Optando por la negociación en lugar de la batalla, y el intercambio en lugar de la coacción. Honestidad para mejorar, en lugar de una utopía estática.<br /><br />6. Auto-Dirección -- Buscando el pensamiento independiente, la libertad individual, la responsabilidad personal, la autogestión, la autoestima y el respeto a los demás.<br /><br />7. Pensamiento Racional -- Apoyando la razón en lugar de la fe ciega y cuestionando por encima de los dogmas. Permaneciendo abiertos a los desafíos a nuestras creencias y prácticas en pos de una mejora constante. Aceptando la crítica de nuestras creencias actuales y estando abiertos a nuevas ideas.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Progreso Constante</span></strong><br /><br />Los extropianos buscamos la mejora constante de nosotros mismos, de nuestras culturas y nuestros entornos. Perseguimos nuestra propia mejora física, intelectual y psíquica. Valoramos la búsqueda constante de conocimiento y entendimiento. Los extropianos cuestionamos las afirmaciones tradicionales según las cuales deberíamos dejar intactos los fundamentos de la naturaleza humana con objeto de ajustarse a la "voluntad de Dios" o a lo que se considera "natural". Al igual que nuestros parientes intelectuales, los humanistas, buscamos el progreso constante en todos los campos. Nosotros vamos más allá que muchos humanistas al proponer alteraciones fundamentales en la naturaleza humana para alcanzar tales progresos. Cuestionamos las restricciones tradicionales, biológicas, genéticas e intelectuales basándonos en nuestro progreso y posibilidades.<br />Los extropianos sabemos de nuestras habilidades conceptuales únicas de nuestra especie, y de nuestra posibilidad de elevar la evolución de la naturaleza a nuevas cimas. Consideramos a los humanos como una etapa transitoria situada entre nuestra herencia animal y nuestro futuro post-humano. En la Tierra primitiva, la materia inconsciente se combinó de tal modo que dio forma a las primeras moléculas capaces de autoreproducirse y empezó la vida. El proceso evolutivo de la naturaleza generó organismos cada vez más complejos con cerebros cada vez más inteligentes. Las respuestas químicas directas de las criaturas unicelulares condujeron a la aparición de sensaciones y percepciones, permitiendo comportamientos más sutiles y sensibles. Por último, con el desarrollo del neocortex, se hizo posible el aprendizaje consciente y la experimentación.<br />Con la llegada de la conciencia conceptual de la especie humana, el factor de progreso se aceleró bruscamente en cuanto aplicamos la inteligencia, la tecnología y el método científico a nuestra condición. Pretendemos mantener y acelerar este proceso evolutivo, superando los límites biológicos y psicológicos humanos.<br />No aceptamos los aspectos indeseables de la condición humana. Desafiamos las limitaciones naturales y tradicionales que pesan sobre nuestras posibilidades. Defendemos el uso de la ciencia y la tecnología para erradicar las restricciones sobre la esperanza de vida, la inteligencia, la vitalidad personal y la libertad. Denunciamos el absurdo de aceptar mansamente los límites "naturales" acerca del promedio del plazo de vida. Queremos vida para ir más allá de los confines de la Tierra -la cuna de la inteligencia humana y transhumana- a habitar el cosmos.<br />El progreso constante implicará crecimiento económico. Creemos que hay recursos suficientes para permitir el crecimiento, y consideramos que dicho crecimiento es compatible con la calidad medioambiental. Los extropianos declaramos un medioambientalismo racional y no coercitivo encaminado al mantenimiento e incremento de las condiciones para nuestra prosperidad. La gestión inteligente de los recursos y el entorno se verán favorecidos por una esperanza de vida enormemente ampliada. Un sistema económico efectivo estimula la conservación, sustitución e innovación, previniendo cualquier adversidad por culpa de un obstáculo en el crecimiento y el progreso. La inmigración al espacio aumentará de forma inmensa la energía y recursos disponibles para nuestra civilización. Un promedio de vida más largo puede fomentar la prudencia y la previsión, mientras que reprimirlo fomenta la imprudencia y el derroche. Pretendemos un continuo progreso individual y social cuidadoso e inteligente.<br />Apreciamos el constante aprendizaje y exploración como individuos, e incitamos a nuestras culturas para que experimenten y evolucionen. No somos ni conservadores ni radicales: conservamos lo que funciona, mientras funciona, y cambiamos lo que puede mejorarse. En nuestra búsqueda de constante mejora, nos conducimos con cautela entre la suficiencia y la imprudencia.<br />Ningún criterio es sacrosanto, ningún límite incuestionable; lo desconocido cederá a la mente ingeniosa. Pretendemos entender el universo, no temblar ante el misterio, y así seguir aprendiendo, creciendo y disfrutando cada vez más de nuestras vidas.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Auto-Transformación</span></strong><br /><br />Los extropianos se centran en mejorarse a sí mismo tanto en lo físico como en lo intelectual, lo psicológico y lo ético. Pretendemos ser mejores de lo que somos, mientras asentamos nuestra valía actual. La constante mejora nos exige revisar nuestras vidas continuamente. La autoestima en el presente no significa darse por satisfecho, pues una mente aguda siempre puede concebir mejorarse en el futuro. Los extropianos se comprometen a incrementar su sabiduría, afilar su racionalidad y aumentar sus cualidades físicas, intelectuales y emocionales. Elegimos el desafío en lugar de la comodidad, la innovación por encima de la emulación, la transformación en lugar de la apatía.<br />Los extropianos somos neófitos y experimentalistas que siguen la pista de nuevas investigaciones para obtener medios más eficaces de alcanzar objetivos y que estamos dispuestos a probar nuevas técnicas de auto transformación. En nuestra búsqueda de continuo avance, confiamos en nuestro propio juicio, buscamos nuestro propio camino, y rechazamos tanto el conformismo ciego como la rebelión inconsciente. Los extropianos se suelen apartar de la corriente principal porque rechazan estar encadenados a ningún dogma, sea religioso, político o intelectual. Los extropianos adoptan sus valores y conductas de forma reflexiva, manteniéndose firmes cuando es necesario, pero siendo flexibles a nuevas condiciones.<br />Como neófitos, los extropianos estudian las tecnologías avanzadas, emergentes y futuras por su potencial auto renovante. Apoyamos la investigación bio-médica para comprender y controlar el proceso de envejecimiento, y empleamos métodos efectivos para alargar la vitalidad. Nos ejercitamos y preparamos en el aumento biológico y neurológico empleando medios como potenciadores neuroquímicos, redes de computadoras y electrónicas, agentes inteligentes, capacidades de pensamiento crítico y creativo, técnicas de meditación y visualización, estrategias de aprendizaje acelerado, y psicología cognitiva aplicada. Negando los límites impuestos sobre nosotros por nuestra herencia natural, aplicamos el talento evolutivo de nuestra inteligencia racional y empírica mientras nos esforzamos por sobrepasar los confines de nuestros límites humanos.<br />Como todo individuo vive rodeado de otros individuos, aspiramos a una mejora constante de nuestras relaciones personales. Sabemos del entrelazado de nuestros intereses con los de los demás y así pretendemos actuar para el beneficio mutuo. La auto-transformación no implica la auto absorción sino un intento constante para entender a los demás y trabajar para conseguir relaciones óptimas basadas en la honestidad mutua, la comunicación abierta y la benevolencia. Somos conscientes de que la evolución nos ha dejado impulsos y emociones animales que a veces nos llevan de forma irreflexiva a cometer actos de hostilidad, enfrentamiento, miedo y dominio. A través del conocimiento de uno mismo, la comprensión y el respeto hacia los demás intentamos superar tales impulsos.<br />Aún siendo conscientes de la importancia de los demás, nos centramos principalmente en transformarnos a nosotros mismos en lugar de intentar cambiar a los demás. Somos conscientes de los peligrosos que resultan de controlar a los demás y por ello sólo intentamos mejorar el mundo predicando con el ejemplo y a través de la comunicación de las ideas. Algunos de nosotros están muy comprometidos en la educación y mejora de otras personas, pero sólo a través de medios voluntarios que respetan la racionalidad, autonomía y dignidad del individuo.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Optimismo Práctico</span></strong><br /><br />Los Extropianos adoptamos una actitud positiva dinámica y capaz. Pretendemos llevar a cabo nuestros ideales en este mundo, hoy y mañana. En lugar de soportar una vida insatisfecha sostenida sobre fantasías de otra vida (sean ensueños o sea una vida después de la muerte), dedicamos nuestras energías con entusiasmo a avanzar en nuestra visión en constante desarrollo.<br />Viviendo con coraje, de forma eficaz y alegre, es necesario rechazar el desaliento, el derrotismo y la negatividad. Reconocemos los problemas, sean técnicos, sociales, psicológicos o ecológicos, pero no permitimos que dominen nuestro pensamiento ni nuestra dirección. Respondemos al desaliento y el derrotismo explorando y explotando nuestras nuevas posibilidades. Los Extropianos mantenemos una perspectiva de futuro optimista, previendo potentes antídotos contra las viejas enfermedades humanas, para lo que sólo necesitamos asumir y crear ese futuro. El optimismo práctico desaprueba la espera del día de mañana de forma pasiva; ello nos impulsa a una eufórica actividad inmediata, enfrentando con confianza los desafíos de hoy mientras generamos soluciones más eficaces para nuestro futuro. Asumimos responsabilidad personal para encargarnos de ello y para crear las condiciones para lograrlo.<br />Cuestionamos los límites que los demás dan por sentados. Teniendo en cuenta el avance acelerado de la ciencia y la técnica, el aumento del promedio de esperanza de vida, y el desarrollo de prácticas sociales y morales, proyectamos y potenciamos el progreso continuado. Hoy en día hay más investigadores estudiando el envejecimiento, medicina, computadoras, biotecnología, nanotecnología y otras disciplinas competentes que en toda la historia. El desarrollo tecnológico y social sigue acelerando. Los Extropianos se esfuerzan para mantener el paso del progreso, potenciando el soporte a la investigación crucial y promoviendo la efectividad de sus resultados. Mantenemos un escepticismo constructivo frente a las limitadas creencias mantenidas por nuestros semejantes, nuestra sociedad y nosotros mismos. Miramos más allá de los actuales obstáculos para conservar una fundamental apertura creativa a las posibilidades.<br />Adoptar el optimismo práctico significa centrarse en las posibilidades y las oportunidades, estar atento a las soluciones y potencialidades. Significa rehusar a la queja sobre lo inevitable, aprendiendo de los errores en lugar de revolcarse en ellos de manera victimista, castigadora y a lomos de la culpabilidad. Preferimos estar a favor que en contra, para crear soluciones en lugar de protestar contra lo que hay. Nuestro optimismo también es realista, pues tomamos el mundo como es y no nos quejamos porque la vida no es justa. El optimismo práctico nos exige tomar la iniciativa, para sortear y abrir brecha en las dificultades, con nuestras acciones demostrando que podemos alcanzar nuestros objetivos, en lugar de cruzarse de brazos y sumergirse en pensamientos derrotistas.<br />Nuestros actos y palabras encarnan el optimismo práctico, inspirando a los demás a superarse. Somos responsables de tomar la iniciativa de extender este optimismo vigorizante; mantener y fortalecer nuestro propio dinamismo se consigue más fácilmente en un entorno de refuerzo mutuo. Estimulamos el optimismo en los demás comunicando nuestras ideas extropianas y viviendo nuestros ideales.<br />El optimismo práctico y la fe pasiva son incompatibles. El optimismo práctico implica optimismo crítico. La fe en un futuro mejor significa confiar en que una fuerza externa, sea Dios, el Estado, o incluso los extraterrestres, resolverá nuestros problemas. La fe genera pasividad prometiendo progreso como si fuera un regalo concedido por fuerzas externas, lo cual produce creencias dogmáticas y comportamientos irracionales. El optimismo práctico fomenta las iniciativas y la inteligencia, asegurándonos que somos capaces de mejorar la vida a través de nuestros propios esfuerzos. Las oportunidades y las posibilidades están por todas partes, invitándonos a aprovecharlas y a construir a partir de ellas. Alcanzar nuestros objetivos requiere que creamos en nosotros mismos, que trabajemos con diligencia y estar dispuestos a revisar nuestras estrategias.<br />Donde otros ven dificultades, nosotros vemos desafíos. Donde otros se rinden, nosotros avanzamos. Donde otros dicen "es suficiente", nosotros decimos ¡Adelante! ¡Arriba! ¡Hacia el exterior! Adoptamos mejores formas de evolución personal, social y tecnológica. En lugar de encogernos frente al impacto del futuro, los Extropianos siguen adelante para el avance de la ola del progreso evolutivo.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Tecnología Inteligente</span></strong><br /><br />Los Extropianos afirmamos lo necesario y deseable de la ciencia y la tecnología. Utilizamos métodos prácticos para avanzar en nuestros objetivos de inteligencia expandida, capacidades físicas superiores, refinamiento psicológico, avance social, y esperanza de vida indefinida. Preferimos la ciencia al misticismo, y la tecnología a la oración. Consideramos la ciencia y la tecnología como medios indispensables para el logro de nuestros más nobles valores, ideales y sueños y para nuestra nueva evolución. Investigamos para fomentar aquellas formas de inteligencia disciplinadas y dedicadas a erradicar las barreras para nuestros objetivos extropianos, transformando de forma radical las condiciones de existencia, tanto internas como externas.<br />La tecnología es la extensión y expresión natural del intelecto y la voluntad humana, de la creatividad, la curiosidad y la imaginación. Prevemos y potenciamos el desarrollo de tecnología cada vez más flexible, elegante y sensible. Evolucionamos de forma paralela a los productos de nuestras mentes, integrándonos con ellos, integrando finalmente nuestra tecnología inteligente con nosotros mismos en una síntesis post-humana, amplificando nuestras capacidades y extendiendo nuestra libertad.<br />Una profunda innovación tecnológica nos estimula en lugar de asustarnos. Celebramos el cambio constructivo, expandir nuestros horizontes, explorar nuevos campos con audacia e inventiva. Aprobamos el desarrollo prudente y cuidadoso de tecnologías poderosas, pero eso no sofocará el avance evolutivo ni nos encogerá ante lo desconocido. Consideramos la timidez y el estancamiento como algo indigno de nosotros. Por lo tanto, los extropianos preferimos avanzar -cabalgando las olas del futuro- en lugar de estancarnos o retroceder al primitivismo. El uso inteligente de la biotecnología y la nanotecnología y la apertura de nuevas fronteras en el espacio, puede eliminar la escasez de recursos y descargar las presiones ambientales.<br />Somos partidarios de las tecnologías por los resultados benéficos que puedan traer. No queremos la tecnología por la tecnología. La tecnología inteligente no sólo implica el uso de la tecnología para ampliar nuestras capacidades, sino además el desarrollo de herramientas y tecnologías que nos sean útiles en lugar de empujarnos a someternos a sus trabajos.<br />Vemos los años y décadas venideras como un tiempo de enormes cambios, cambios que expandirán enormemente nuestras oportunidades y capacidades, transformando para bien nuestras vidas. Esta transformación tecnológica se verá acelerada por la ingeniería genética, las biociencias para alargar la vida, intensificadores de inteligencia, elegantes interfaces para las más rápidas computadoras, integración neuronal con computadoras, las redes mundiales de datos, la realidad virtual, agentes inteligentes, rápidas comunicaciones electrónicas, inteligencia artificial, neurociencia, redes neuronales, vida artificial, inmigración planetaria y nanotecnología molecular.<br /><strong><span style="color:#660000;">Sociedad Abierta</span></strong><br /><br />Los Extropianos valoramos las sociedades abiertas que protegen el libre intercambio de ideas, la libertad para la crítica, y la libertad para experimentar. Más peligroso que las malas ideas es la supresión coercitiva de las malas ideas. Nuestras instituciones deben permitir que surjan las mejores ideas a través de un proceso evolutivo de creación, mutación y selección crítica. La libertad de expresión de una sociedad abierta está mejor protegida por un orden social caracterizado por el intercambio y las relaciones voluntarias. Nos oponemos a las "autoridades" autoproclamadas e impuestas de forma involuntaria, y somos escépticos frente a las soluciones políticas coercitivas, de la obediencia incuestionable a líderes, y de jerarquías inflexibles que sofoca la iniciativa y la inteligencia.<br />Aplicamos el racionalismo crítico a la sociedad manteniendo a todas las instituciones y sistemas abiertos a una mejora constante. El progreso mantenido y efectivo, la toma de decisiones racional necesita de las fuentes de información diversas y de las diferentes perspectivas que florecen en las sociedades abiertas. Las normas de comportamiento centralizadas restringen la exploración, la diversidad y la opinión disconforme. Podemos perseguir objetivos extropianos en numerosos tipos de órdenes sociales abiertos pero no en sistemas teocráticos, o autoritarios, o totalitarios. Las sociedades con control centralizado impuesto de forma omnipresente y coercitiva no pueden permitir la disensión y la diversidad. Pero las sociedades abiertas pueden permitir que hayan todo tipo de instituciones, sean participativas, instituciones con máxima autonomía, o instituciones jerárquicas o burocráticas. Los individuos en una sociedad abierta, a través de un consentimiento voluntario, pueden elegir someterse a relaciones de corte más restrictivo en forma de clubes, comunidades privadas o entidades corporativas. Las sociedades abiertas permiten la existencia de estructuras sociales organizadas de forma más rígida en la medida que los individuos sean libres de abandonarlas. Por servir como marco en el cual la experimentación social pueda prosperar, las sociedades abiertas fomentan la exploración, la innovación y el progreso.<br />Los Extropianos evitamos los planes utópicos para "la sociedad perfecta", apreciando en su lugar la diversidad en los valores, en las preferencias de estilos de vida, y en los enfoques para resolver los problemas. En lugar de la perfección estática de una utopía, preferimos una "extropía"; simplemente un entorno abierto en evolución que permita a individuos y agrupaciones voluntarias para formar las instituciones y formas sociales que prefieran. Aunque algunas puedan parecernos elecciones erróneas o disparatadas, afirmamos el valor de un sistema que permite que todas las ideas se prueben con el consentimiento de los involucrados.<br />Nos parece inútil la idea tecnocrática de un control central coercitivo a manos de expertos autoproclamados. Ningún grupo de expertos puede entender y controlar la infinita complejidad de una economía y una sociedad compuestas por otros individuos como ellos. A diferencia de los utópicos de todo tipo, los extropianos no pretenden el control de los detalles de la vida de la gente o las formas y funciones de instituciones siguiendo un gran plan global. Ya que todos vivimos en sociedad, estamos profundamente preocupados con esta mejora. Pero esta mejora debe respetar al individuo. La estructura social debería producirse por etapas a medida que mejoramos una por una las instituciones sobre una base voluntaria, no a través de una instrumentación coercitiva de una única visión planeada de forma centralizada. Nosotros perseguimos una mejora continuada de las instituciones sociales y los mecanismos económicos. Pero admitimos las dificultades en la mejora de sistemas complejos. Somos radicales en las intenciones pero prudentes en los enfoques, siendo conscientes de que las alteraciones en sistemas complejos traen consecuencias indeseables. La experimentación simultánea con varias soluciones y mejoras posibles - - funciona mejor que una utópica tecnocracia administrada de forma centralizada.<br />No consideramos a toda ley y gobierno como fines en sí mismos sino como medios para conseguir felicidad y progreso. No nos adscribimos a ninguna estructura legislativa o económica en particular como fines últimos. Preferimos aquellas leyes y políticas que en todo momento parecen llevar al mantenimiento y expansión de la apertura y progreso de la sociedad. Para fomentar las sociedades abiertas nos oponemos a las peligrosas concentraciones de poder coercitivo y preferimos el imperio de la ley en lugar del arbitrario imperio de autoridades. Afirmamos que el poder coercitivo corrompe y conduce a la supresión de ideas y prácticas alternativas, prefiriendo la aplicación de normas y leyes por igual tanto a los legisladores como a los que se encargan de hacer que se cumpla la ley, sin excepción. Apoyamos las sociedades abiertas como marcos para la búsqueda productiva y pacífica de objetivos individuales y de grupo.<br />Los Extropianos no quieren gobernar ni ser gobernados. Creemos que los individuos deberían hacerse cargo de sus propias vidas. Las sociedades sanas requieren una combinación de libertad y responsabilidad. Para que haya sociedades abiertas, los individuos deben ser libres de perseguir sus propios intereses a su manera. Pero para que florezcan los individuos y las sociedades, la libertad debe conllevar responsabilidad personal. La demanda de libertad sin responsabilidades es una petición de adolescente para la licencia.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Auto-Dirección</span></strong><br /><br />Los Extropianos consideran la auto-dirección personal como un homólogo deseable para las sociedades abiertas. Como la cultura y la tecnología nos presentan un abanico de elección extenso como nunca, la auto-dirección aumenta su importancia. Decidimos por nosotros mismos de qué manera cambiar o permanecer. La auto-dirección significa tener claros nuestros valores y propósitos. En la vida, tener claros los propósitos no sólo trae recompensas prácticas y emocionales sino que también nos protege de la manipulación y el control por parte de otros. La libertad de los demás trae realización y progreso personal sólo cuando se combina con la auto-dirección.<br />Para que sea posible la auto-dirección, debemos crear primero una idea clara de uno mismo y a partir de ahí hacer efectiva esa visión por medio del autocontrol. El yo humano contiene un ramillete de deseos e impulsos implantados en el organismo biológico a través del proceso evolutivo y la influencia cultural. Asumirnos a nosotros mismos nos exige elegir entre nuestros deseos y subpersonalidades enfrentadas. Así como la espontaneidad juega un papel importante, crear y mantener un yo sano y feliz requiere autodisciplina y persistencia.<br />La responsabilidad y autonomía personal van codo con codo con la auto-experimentación. Los Extropianos se responsabilizan de las consecuencias de sus elecciones, rehusando echar la culpa a los demás del resultado de sus propias acciones libres. La experimentación y la auto transformación requieren riesgos; queremos ser libres para evaluar los riesgos y beneficios potenciales por nosotros mismos, aplicando nuestro propio juicio, asumiendo la responsabilidad del resultado. Nos resistimos vigorosamente a la coerción de aquellos que intentan imponer sus juicios sobre la seguridad y efectividad de varios medios de auto-experimentación. La responsabilidad personal y la auto-determinación son incompatibles con el control autoritario centralizado, el cual ahoga las elecciones y el proceder espontáneos de personas autónomas.<br />Para nosotros, la coerción, sea por el consabido "bien de la mayoría" o por la protección paternalista del individuo, es inaceptable. La imposición engendra ignorancia y debilita la conexión entre la elección y el resultado personal, destruyendo así la responsabilidad personal. Los extropianos somos individualistas racionales, que viven según su propio juicio, haciendo elecciones reflexivas y fundamentadas, sacando provecho tanto de los aciertos como de los defectos.<br />Como el auto gobierno es aplicable a cualquiera, este principio requiere que respetemos el auto gobierno de los demás. Esto significa negociar en lugar de dominar, discusión racional en lugar de coerción o manipulación, y cooperación en lugar de conflicto siempre que sea posible. Considerando que las demás personas tienen sus propias vidas, propósitos y valores, pretendemos lograr soluciones cooperativas en vez de intentar imponer nuestros intereses a expensas de los demás. Respetamos la autonomía y racionalidad de los demás aprendiendo a comunicarnos de forma efectiva y trabajando juntos hacia soluciones que nos beneficien mutuamente.<br />Los Extropianos consideramos la benevolencia como una virtud que guía nuestras interacciones con las vidas autogobernadas de los demás. La benevolencia naturalmente va acompañada de una apreciación del valor en los demás. Nos acercamos a los demás como potenciales fuentes de valores, amistad, cooperación y placer. No sólo consideramos una disposición benevolente como un estado más estable y deseable emocionalmente que el cinismo, la hostilidad y la mezquindad, sino también como lo más capaz de inducir al tratamiento positivo recíproco. La benevolencia implica una presunción de decencia moral común, incluida la cortesía, la paciencia y la honestidad. Aunque no pretendemos quedarnos con cualquiera a cualquier precio, queremos maximizar los beneficios de nuestras interacciones con los demás.<br />El auto gobierno significa hacernos cargo de nuestras vidas. Esto requiere elegir nuestras acciones de forma inteligente. Esto, por su parte, exige pensamiento independiente. Los Extropianos somos conscientes de la habitual debilidad humana de dejar el control intelectual en manos de otros. Podemos comprobar la rendición del juicio autónomo especialmente en la religión, la política, la moralidad y las relaciones y nos esforzamos por superarlas. Dirigir nuestras vidas nos solicita determinar nuestros valores, propósitos y acciones por nosotros mismos. Las nuevas tecnologías nos ofrecen más opciones no sólo sobre lo que hacemos, sino también sobre quienes somos física, intelectual y psíquicamente. Haciéndonos cargo de nosotros mismos podemos utilizar esos medios para avanzar personalmente de acuerdo a nuestros valores personales.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Pensamiento Racional</span></strong><br /><br />Los Extropianos proclamamos la razón, la pregunta crítica, la independencia intelectual y la honestidad. Rechazamos la fe ciega y pasiva, el pensamiento confortable que lleva al dogma, la conformidad y el estancamiento. Nuestro compromiso con una auto-transformación positiva nos exige el análisis crítico de nuestras creencias, comportamientos y estrategias actuales. Por lo tanto, preferimos admitir de buena gana los errores y aprender de ello que profesar infalibilidad. Preferimos el pensamiento analítico al engaño confortable pero confuso, el empirismo al misticismo y la evaluación independiente a la conformidad. Proclamamos una filosofía de vida pero nos alejamos del dogma, sea religioso, político o personal, su fe ciega, degradación del valor humano, e irracionalidad sistemática.<br />No somos cínicos que rechazan cada idea nueva. Ni somos gente crédula que acepta cada idea nueva sin cuestionársela. Empleamos el pensamiento crítico y creativo para descubrir grandes ideas nuevas mientras filtramos nuestras ideas indefendibles, sean nuevas o viejas. Somos conscientes de que para nuestro avance en un nivel individual y social necesitamos desafiar de forma crítica los dogmas y supuestos del pasado mientras resistimos a los engaños populares del presente.<br />No aceptamos autoridades intelectuales últimas. Ningún individuo, institución, libro ni principio único puede servir como la fuente o patrón de verdad. Toda creencia es falible y debe ser puesta a prueba y en duda. No aceptamos la revelación, la autoridad o la emoción como fuentes fidedignas de conocimiento. Damos poco peso a reivindicaciones que no pueden ser probadas. Confiamos en el juicio de nuestras propias mentes mientras reexaminamos constantemente nuestros propios patrones y capacidades intelectuales. Aquellos pueden aportar información útil y jugar un papel legítimo en el pensamiento. Pero no consideramos a los sentimientos e intuiciones como autoridades irreductibles e incuestionables. Las consideramos un proceso de información inconsciente, cuya precisión es incierta.<br />Buscamos el conocimiento objetivo y la verdad. Mantenemos que podemos conocer la realidad, y que a través de la ciencia la mente humana puede superar sus prejuicios cognitivos y sensoriales para descubrir el mundo tal como es en realidad. Los humanos somos dignos de estar orgullosos de lo que hemos aprendido, pero deberíamos asumir cuánto nos queda por aprender. Confiamos en nuestra capacidad para avanzar en nuestro conocimiento pero tenemos cuidado de nuestra tendencia humana a aceptar y defender cualquier explicación cómoda.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Conclusión</span></strong><br /><br />Estos principios no pretenden ser reglas impuestas a los demás. No son la aprobación de determinadas tecnologías. No son afirmaciones definitivas e inalterables. No se ofrecen como verdades absolutas. Expresan los valores y actitudes comunes a los Extropianos, así como la decidida búsqueda de nuestros objetivos personales en juego.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-28444030567708026942009-12-06T08:51:00.001-08:002009-12-06T08:51:53.052-08:00Postulado tecnológicoTodas estas proyecciones pueden parecer remotas pero los Tranhumanistas pensamos (y hay varias razones para creer en ello) de que todas estas tecnologías no están muy lejanas en el tiempo como algunos han supuesto. El Postulado Tecnológico denota la hipótesis de que muchos de los puntos anteriormente tratados y otros cambios igualmente revolucionarios serán posibles en los próximos 70 años (posiblemente mucho mas pronto) Por lo tanto esto es la antitesis de que la condición humana es invariante.<br />El Postulado Tecnológico siempre se da por supuesto en la discusión entre Transhumanistas, pero no es un artículo de fe ciega sino una hipótesis que está basada en argumentos científicos y tecnológicos.<br />Si hemos decidido creer que el Postulado Tecnológico es cierto, ¿qué consecuencias tendrá sobre nosotros en cuanto a la forma como percibimos el mundo y la manera como pasamos nuestro tiempo?. Una vez que empecemos a reflexionar sobre la materia y comprendamos las ramificaciones de estos cambios las implicaciones de los mismos serán muy profundas.<br />Desde esta base parte la filosofía y el movimiento transhumanista. Para los transhumanistas es más que una creencia abstracta que en el futuro vamos a trascender por encima de nuestras limitaciones biológicas con la ayuda de la tecnología, y es una invitación a discutir de la forma más sensata posible todos estos temas anteriormente citados de modo que permitan fundamentar un mejor entendimiento por parte del público interesado.<br />Las habilidades para llevar adelante la agenda del transhumanismo se extienden más allá de las posibilidades de los diseñadores de software, neurocientíficos, nanotecnólogos y otros gurús de la alta tecnología. El transhumanismo no es sólo para las mentes acostumbradas al futurismo sino es algo que concierne a toda la sociedad.<br />El Instituto Foresight es una excelente fuente de información sobre la nanotecnología, en él se organizan conferencias anuales las cuales han construido una sólida experiencia en nanotecnología. El Instituto Extropy ha organizado varias conferencias internacionales sobre temas transhumanistas en general y su presidente Max More ha hecho una gran labor por exponer los memes del extropianismo en los medios masivos (El Extropianismo es un tipo especial de transhumanismo, definido por Los Principios Extropianistas). En 1997 la World Transhumanist Association fue fundada con el fin de transformar al transhumanismo en una disciplina académica y además facilitar el contacto entre los diferentes grupos transhumanistas. La WTA publica un boletín electrónico llamado Journal of Transhumanism, incluyendo en el mismo artículos de investigadores de punta así como investigaciones hechas por especialistas en materias transhumanistas.<br />Es extremadamente difícil anticipar las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones presentes. Pero en vez de meter nuestras cabezas en un hoyo los transhumanistas reconocemos que al menos debemos tratar de planear el futuro lo mejor posible, y en hacer esta tarea tenemos que confrontar las grandes preguntas y una de ellas es conocida como la paradoja de Fermi (la cual se pregunta porque todavía no hemos tenido evidencia de vida extraterrestre) y este problema plantea la intervención de varias disciplinas científicas. La paradoja de Fermi no es sólo intelectualmente interesante sino de importancia práctica porque se plantea si es posible que sobrevivamos y si tendremos éxito colonizando el universo. En el presente la biología evolucionista no esta suficientemente avanzada para permitirnos llegar a una conclusión firme sobre estos enunciados. Otra fuente de información indirecta sobre nuestro futuro esta dada por el controvertido argumento de Carter-Leslie sobre el fin del mundo (Doomsday) Estos argumentos anteriormente mencionados parten de bases probabilísticas junto con argumentos como que la extinción del hombre será mucho más probable en el siglo entrante que nunca antes en la historia. Este argumento usa una versión del principio Antrópico el cual fue concebido por el astrofísico Brandosn Carter y después desarrollado por el filósofo John Leslie (1996)<br />A pesar de las amplias perspectivas de estas grandes preguntas que se plantea el transhumanismo, no quiere decir que los transhumanistas no se preocupan por lo que ocurre hoy día en el mundo, por lo contrario la preocupación por la realidad actual forma parte de la agenda de este movimiento.<br />Muchos de los temas tratados en los debates transhumanistas incluyen temas como; clonación, proliferación de armas de destrucción masiva, interfases del tipo neuro/chip, pensamiento crítico, NLP, nemética, tecnología de microprocesadores y las leyes de Moore, sexualidad, redes neuronales, ingeniería neuromórfica, PET, MRI y otros métodos de escaneo cerebral, posibilidades de vida en Marte; films de ciencia-ficción y ficción transhumanista teleportación, criptografía cuántica etc.<br />Otro importante objetivo transhumanista es mejorar el funcionamiento de la sociedad, entendiendo que está sucediendo para poder tomar medidas al respecto. También crear instituciones que ayuden a incrementar la efectividad de la comunidad académica.<br />Hoy día más y más gente se conecta a la red de redes, y los programadores e ingenieros de software están involucrados en el proyecto para mejorar la cantidad y calidad de la información que recibimos así como también el aumento de las ventajas de estar conectado a la red.<br />Gracias a la publicación en Hypertexto y el paradigma del filtro de información (Chislenko 1997) está ya dada la capacidad para acelerar y reforzar la tarea de los educadores, científicos, humanistas, periodistas, que han venido luchando por hacer a la humanidad más racional.<br />Visto desde fuera el transhumanismo puede parecer frió y extraño, pero mucha gente que teme a los rápidos cambios responde con rechazo a las nuevas tecnologías o pide proscripciones para la misma. Sólo hace falta ver un poco hacia atrás para ver los beneficios que han tenido por ejemplo el uso de anestésicos durante el parto y que en su momento esta técnica fue tildada de antinatural y más recientemente con la fertilización artificial (los llamados bebé de probeta)<br />La ingeniería genética que es vista como una intervención en los diseños que dios creó y por otro lado el último pánico moral que es la clonación, todo ello ha causado que hoy tengamos una cantidad de biofundamentalistas, líderes religiosos y otros autoproclamados expertos en ética que ven como un deber en protegernos de todos estos cambios antinaturales los cuales no tienen cabida en su visión preconcebida del mundo. La filosofía transhumanista es una alternativa positiva a la actitud de proscribir todo lo nuevo para intentar frenar el cambio. En lugar de rechazar las nuevas oportunidades que aparecen el transhumanismo nos invita a apoyar estas nuevas tecnologías en forma vigorosa.<br />La visión de la tecnología por parte del transhumanismo es interpretada como el desarrollo de nuevas herramientas que ayuden a superar nuestras limitaciones biológicas y cambiar la condición humana, haciendo esta realidad posible para aquellos que lo deseen convirtiéndose así en "post -humanos" y si las herramientas para lograr este fin son "naturales o no" es un punto completamente irrelevante.<br />El transhumanismo no es una filosofía dogmática, en sí lo que distingue a los transhumanistas además de su filiación tecnofílica es la variedad de problemas que explora y estos son tan variados como el futuro de la vida inteligente (a muy largo plazo) y por otro lado problemas de actualidad de orden científico, social o tecnológico. En abordar de esta forma los problemas a tratar el transhumanismo toma como base para resolverlos la aplicación del método científico. También de esta forma cuestiona todos aquellos principios que antes se consideraban mas allá de toda duda razonable, como nuestro confinamiento a la superficie de la tierra y a los recursos naturales finitos de la misma o la necesidad de la muerte.<br />La ideología desde el punto de vista del transhumanismo tiene que ir evolucionando a medida que avanzamos, en respuesta a los cambios y a los nuevos desafíos y también el transhumanismo está abierto a aprender de sus propios errores.<br />En otro aspecto el transhumanismo puede ser muy práctico y terrenal muchos transhumanistas aplican esta filosofía a su propia vida, desde la adopción de dietas y ejercicio para mejorar la salud y aumentar la expectativa de vida o inscribiéndose en programas de crió congelación, o invirtiendo en desarrollo tecnológico. También creando arte tranhumanista o utilizando nuevas drogas de uso clínico para ajustar los parámetros de carácter y personalidad; aplicando nuevas técnicas sicológicas de auto ayuda, para poder vivir vidas más fructíferas y responsables.<br />El mejoramiento de la mente es un objetivo común de los transhumanistas y es conocido como optimismo dinámico, lo cual es una actitud ante la vida en la que todo aquello que se desea puede en general ser alcanzado pero solo a través del esfuerzo y elecciones inteligentes. (More 1997)<br />¿Usted es un transhumanista? Entonces visite la página de la WTA donde tendrá oportunidad de comunicarse con gente que tiene una visión del mundo similar a la suya.<br /><span style="font-size:85%;">Tomado del artículo What is transhumanism? de Nick Bostrom.<br />Departamento de Filosofía, lógica y método Científico de la Escuela de Londres de Economía. Traducido al español por Alain Ayerra, Montevideo, Uruguay</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-90336527337606973832009-12-06T08:49:00.000-08:002009-12-06T08:50:46.134-08:00El transhumanismoHay quienes llevan su amor a la tecnología más allá de los límites de la imaginación. Los transhumanistas creen que el futuro es la solución a nuestros problemas, que la evolución no ha culminado con el homo sapiens sino que, más bien, somos un mero eslabón en la cadena hacia algo superior. En ese humano del futuro, la tecnología, la ciencia y el pensamiento racional, serán las claves para dirigir la evolución de forma autoconsciente. <img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5412166551537083026" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; CURSOR: hand; HEIGHT: 183px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="http://1.bp.blogspot.com/_Tb0o04mmIGo/SxvgzcGeYpI/AAAAAAAABOA/62XCOix4d_E/s400/450px-Trans-post-human2.jpg" border="0" />Los transhumanistas están convencidos de que, aplicando de manera consciente y dirigida el poder de la tecnología y la ciencia, se podrá alcanzar el mayor grado de evolución y se podrá vencer a la muerte. Desde el clásico pensamiento humanista, van más allá, no sólo pretenden moldear las sociedades hacia la libertad y la democracia, por medio de la educación y el libre pensamiento. Su objetivo va mucho más allá, la trascendencia de la humanidad hacia la mejora del propio cuerpo humano, interviniendo de forma activa y consciente en nuestro camino evolutivo. Confían en la más avanzada tecnología para lograr este objetivo. Sus puntales son la nanotecnología y la electrónica de vanguardia, la neurocirugía y las técnicas de implantes, la física cuántica y la biología molecular. Esos son los nuevos “dioses”, o mejor, las herramientas para superar nuestro actual estado hacia la transhumanidad.<br />Para explicar, y a la vez animar a la gente a unirse a ellos, los miembros de la World Transhumanist Association redactaron hace tiempo la Declaración Transhumanista. Este optimista texto muestra una confianza absoluta en el futuro, eso sí, siempre que sepamos mantenerlo controlado, lejos de las pasiones más bajas de nuestra especie. Lo que sigue es el texto básico resumido de esa declaración:<br />En el futuro, la Humanidad mutará radicalmente gracias a la tecnología. Nosotros, los transhumanistas, prevemos la viabilidad de rediseñar la condición humana, incluyendo parámetros tales como el envejecimiento, las limitaciones de los intelectos humanos y artificiales, la psicología indeseable, el sufrimiento, y nuestro confinamiento al planeta Tierra. La investigación sistemática debe enfocarse de acuerdo a esos desarrollos venideros y sus consecuencias a largo plazo.<br />Los transhumanistas creemos que, siendo abiertos y aceptando las nuevas tecnologías, dispondremos de mejores oportunidades para volverlas en nuestro provecho que si intentamos condenarlas o prohibirlas. Los transhumanistas defendemos el derecho moral de aquellos que deseen utilizar la tecnología para ampliar sus capacidades mentales y físicas y para mejorar su control sobre sus propias vidas. Nosotros buscamos el crecimiento personal, más allá de nuestras actuales limitaciones biológicas. En cuanto al futuro, es obligatorio tener en cuenta la posibilidad de un progreso tecnológico traumático. Sería trágico si no se materializaran los potenciales beneficios a causa de una tecnofobia injustificada y las prohibiciones innecesarias. Sería igualmente trágico que se extinguiera la vida inteligente a causa de algún desastre o guerra causados por las tecnologías avanzadas.<br />Necesitamos crear foros donde la gente pueda debatir racionalmente qué debe hacerse, y un orden social en el que las decisiones serias puedan llevarse a cabo. El transhumanismo defiende el bienestar de toda consciencia, ya sea artificial, humana, ánima, o extraterrestre, y abarca muchos principios del humanismo laico moderno. El transhumanismo no apoya a ningún grupo político determinado.<br />Por su parte, los extropianos van incluso más allá. Aunque mantienen un optimismo común con los transhumanistas acerca de moldear el futuro, sus propuestas se centran más en la perfección, en alcanzarla y superarla, su meta es la modificación a voluntad de la mente y el cuerpo humanos, la capacidad para superar todas nuestras limitaciones actuales gracias a la tecnología, sin el barniz social de los transhumanistas, aunque pueden considerarse filosofías muy parejas o, cuando menos, emparentadas. En sí, el extropianismo es una derivación filosófica del transhumanismo. Desafían la inevitabilidad del envejecimiento y de la muerte, creen en el crecimiento casi infinito del conocimiento humano y de la ciencia y la tecnología. Puede que esta sea una de las propuestas filosóficas para el siglo XXI, ahora que la humanidad anda a la búsqueda de nuevos ideales que substituyan a las viejas ideologías y religiones, caídas en el descrédito.<br />La interesante Declaración Transhumanista de Los Principios Extropianos, obra de Max More, presidente del Extropy Institute , puede considerarse como el embrión de lo que posiblemente será una de las filosofías o ideologías con más vitalidad del siglo XXI. Los objetivos del extropianismo quedan resumidos en las palabras del propio More:<br />Con la llegada de la conciencia conceptual de la especie humana, el factor de progreso se aceleró bruscamente en cuanto aplicamos la inteligencia, la tecnología y el método científico a nuestra condición. Pretendemos mantener y acelerar este proceso evolutivo, superando los límites biológicos y psicológicos humanos.<br />No aceptamos los aspectos indeseables de la condición humana. Desafiamos las limitaciones naturales y tradicionales que pesan sobre nuestras posibilidades. Defendemos el uso de la ciencia y la tecnología para erradicar las restricciones sobre la esperanza de vida, la inteligencia, la vitalidad personal y la libertad. Denunciamos el absurdo de aceptar mansamente los límites “naturales” acerca del promedio del plazo de vida. Queremos vida para ir más allá de los confines de la Tierra -la cuna de la inteligencia humana y transhumana- a habitar el cosmos.<br />Bien, son ideas interesantes, puede que lleguen a constituir filosofías muy extendidas en próximas décadas pero… ¿se atreverán a llevar al mundo real su idealizado “nuevo humano”? ¿Lograrán alumbrar la nueva carne y superar las limitaciones de nuestros débiles cuerpos? No sé, igual se trata de una nueva esperanza… o terminemos convertidos en una conciencia grupal, al estilo Borg.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-45276310627452397992009-12-06T08:48:00.002-08:002009-12-06T08:49:33.950-08:00Transhumanismo, una propuesta filosófica para el tercer milenioEl crecimiento exponencial de la tecnología alumbrará un nuevo mundo muy diferente del actual<br />Fukujama ha arremetido en un artículo contra el transhumanismo, considerándolo como una de las ideas más peligrosas del pensamiento actual, aunque reconociendo que ya no se le puede considerar como “ciencia ficción tomada demasiado en serio”. El transhumanismo es un fenómeno social mucho más complejo que se basa en los previsibles cambios venideros: un mundo nuevo en el que la muerte ha desaparecido merced a las capacidades tecnológicas alcanzadas. Cuestión de décadas. Por Giulio Prisco.<br />Francis Fukuyama, miembro del Consejo Presidencial de Bioética de EEUU y autor de “Nuestro Futuro Posthumano: Consecuencias de la Revolucion Biotecnologica”, ha publicado un articulo sobre “Las ideas más peligrosas del mundo: el Transhumanismo” en la prestigiosa revista Foreign Policy. Respuestas a la opinión negativa de Fukuyama sobre el perfeccionamiento de los seres humanos a través de la tecnologia han sido publicadas por Ron Bailey y Nick Bostrom.<br />Aunque no hace falta decirlo, a mí me parece que estas respuestas tienen mucho más sentido que el artículo de Fukuyama, y quisiera invitar a todos a leer las fuentes y a formarse su propia opinión.<br />Pero, ¿qué es el transhumanismo, esta idea peligrosa que tanto asusta a respetados profesores y intelectuales como Fukuyama? En palabras muy simples, el transhumanismo se puede definir como el reconocimiento del hecho de que se puede utilizar la tecnología para mejorar radicalmente a los seres humanos (como individuos, como sociedades, y como especie), así como pensar que hacerlo es bueno. A pesar de que hoy en dia los expertos no tienen muchas dudas sobre el primer punto (se puede), el debate sobre el segundo punto (se debe), se acalora siempre más, siendo el articulo de Fukuyama uno de los últimos ejemplos.<br />Los argumentos en contra de la continua mejora de los seres humanos con ayuda de la tecnologia hacen a menudo referencias a malconcebidas y nebulosas ideas de “dignidad humana”, “humildad” (qué palabra más fea), y “reverencia por la naturaleza”. Es facil reconocerlos como viejos argumentos religiosos (por ejemplo “si Dios hubiera querido que los humbres pudiéramos volar, nos hubiera creado con alas") disfrazados. A pesar de esto, hoy en dia “un nuevo tipo de bicho o parásito, el autoproclamado bioeticista, que no tiene nada útil que aportar, encuentra un cómodo nicho en el que parasitar quejándose de la posibilidad de extender y mejorar la vida humana”. Estas palabras entre comilladas son del nuevo libro de Robert Ettinger, Youniverse. Ver también mi resumen de este excelente libro.<br />¿Qué quiere decir “mejorar”? Una mejora muy importante será permitir que la gente viva vidas mucho más largas y con mucha más salud. ¿Qué quiere decir “mucho más largas”? Es un asunto de ingeniería médica: pueden ser cientos de años. Tal vez, miles de años. Quizás, y esta es la posibilidad asombrosa que estamos empezando a ver, un tiempo indefinido: si no nos occurren accidentes mortales, para siempre. Eso es el tema tratado en el ultimo libro de Ray Kurzweil: “El viaje fantastico: vivir bastante para vivir eternamente”. En una reciente charla a la que se ha referido el Washington Post, Kurzweil dijo “La nanotecnologia nos permitira reconstruir radicalmente y extender a nuestros cuerpos con la ayuda de “nanobots,” cachrarritos robóticos más pequeños que las células que nadarán en nuestra sangre para reparar errores en el ADN, combatir patógenos y expander la inteligencias. Llegados a este punto, los seres humanos podrán vivir para siempre”.<br />Una protección de los accidentes mortales puede se ofrecida por una tecnología futura conocida como “mind uploading”: hacer una “copia de seguridad” de la información contenida en tu mente, para permitir volver a “cargar” la misma en un nuevo cerebro biológico o robótico. Aún si esta idea puede presentar algún problema filosófico relacionado con los conceptos de “yo” e “identidad”, su aplicación práctica está siendo analizada y estudiada.<br />Ray Kurzweil piensa que para que lo que a la extensión de la vida se refiere, opciones de semejante radicalidad podrían ser disponibles en unas cuantas décadas. Eso quiere decir que tus hijos podrían vivir eternamente. Sí, has entendido bien: tus hijos podrían vivir eternamente. Para nuestra generación, y si el desarrollo de las tecnologías de extension de la vida tuviese que proceder más despacio, una opción disponible es el procedimiento conocido como “criónica”: congelar tu cuerpo después de la muerte a la temperatura del nitrógeno liquido (de tal manera que todo el proceso de degradacion biológica se para), con la esperanza que dentro de unas cuantas décadas la ciencia médica sea capaz de devolverlo a la vida y a la juventud eterna. Para realizar este sueño, más o menos doscientos pacientes “temporalmente muertos” ya han sido congelados y muchos más se han apuntado. Véanse los sitios web de Alcor y del Cryonics Institute para más informacion. En España también existe un naciente movimiento criónico, vease por ejemplo el artículo “La criogenización es una alternativa más que se abre al morir” en Tendencias.<br />La extension radical de vida, la criónica y el “mind uploading” son los temas transhumanistas a los que la prensa popular se refiere más a menudo, pero sólo representan a la parte visible del iceberg transhumanista. El transhumanismo es ahora una visión del mundo comprensiva y intelectualmente sofisticada, cuyos pensadores están, lenta pero continuamente, desarrollando los fundamientos de un sólido sistema filosófico para este tercer milenio.<br />En el mundo de hoy, los transhumanistas fomentan al desarrollo de, y la accesibilidad a, nuevas tecnologías que puedan permitir a todos de disfrutar de mentes mejores, cuerpos mejores, y vidas mejores. Véase al respecto el sitio web de la Asociacion Transhumanista Mundial para más detalles. Otra asociación transhumanista es el Extropy Institute. Las listas de correo de estas dos organizaciones son los principales foros donde se discute y elabora la visión del mundo transhumanista. Entre los sitios web más completos en español, destacamos el Foro y Asociacion Transhumanista “Fast, ad Astra” (Fastra) y la Asociacion Transhumanista Internacional. Véanse estos dos sitios para información sobre cómo aceder a las listas de correo.<br /><br />¿Una idea peligrosa?<br />¿Es el transhumanismo una idea peligrosa? Seguramente lo es para aquellos que valoran los conceptos abstractos por encima del bienestar de los seres humanos. Para los demás, el transhumanismo es una hermosa visión y una extensión natural del pensamiento humanista clásico. Es una visión de libertad, la libertad de eligir qué persona quieres ser. A veces a los transhumanistas se le acusa de olvidarse de las consecuencias sociales de sus propuestas, y los críticos nos avierten de un “Mundo Feliz” con demasiadas diferencias entre los que tienen y pueden, y los que no tienen y no pueden. Semejantes opiniones negativas, que nacen probablemente de una falta de comprensión deliberada del mensaje transhumanista, no podrían estar más alejadas de la realidad (véase, por ejemplo, el apartado Preguntas Frequentes (F.A.Q.) en el sitio web de la Asociacion Transhumanista Mundial.<br />Quizás el primer autor en utilizar explícitamente la palabra “transhumanismo” fue Sir Julian Huxley. De Wikipedia: “Sir Julian Sorell Huxley (Junio 22, 1887 - Febrero 14, 1975) fue un autor y biológo británico. Hermano del autor Aldous Huxley, su padre fue Leonard Huxley, y su abuelo de parte de padre fue el biólogo T. H. Huxley. También fue amigo y mentor del biólogo Konrad Lorenz. Huxley fue el primer Director General de la UNESCO y uno de los fundadores del World Wildlife Fund. Escribió ensayos de ciencia popular, incluyendo Ensayos de un Biólogo y Evolución: La Síntesis Moderna. Fue hecho Caballero (Knoght) in 1958.”<br />En “Nuevas Botellas para Vino Nuevo” (Londres, Chatto & Windus, 1957), Huxley escribió: “La especie humana puede, si así quiere, transcenderse a sí misma, no sólo enteramente, un individuo aquí de una manera, otro individuo allá de otra manera, sino también en su integridad, como humanidad. Necesitamos un nombre para esa nueva creencia. Quizás transhumanismo puede sirvir: el hombre sigue siendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, realizando nuevas posibilidades de, y para, su naturaleza humana.” Un extracto mucho más largo de este excelente libro, lamentablemente no disponible online en su integridad, se encuentra en el articulo “Transhumanismo, de Julian Huxley (1957)” en el sitio web de la Asociacion Transhumanista Mundial.<br />Utilizar la tecnologia para mejorar radicalmente las capacidades de los seres humanos se considera como una opción realista a medio plazo por la Iniciativa NBIC en EEUU : “la convergencia de la nanociencia, la biotecnologia, las tecnologias de la información y la ciencia cognitiva ("NBIC"), ofrece imensas oportunidades para mejorar las capacidades humanas, sus consecuencias sociales, la productividad nacional y la calidad de vida; también representa a una nueva e importante frontera en investigación y desarrollos. La misma visión comparten iniciativas similares en Europa.<br />A pesar de “despreciar a los transhumanistas como algún tipo de secta rara, nada más que ciencia ficción tomada demasiado en serio”, que solía ser la postura corriente, Fukuyama reconoce ahora que “los nuevos procedimientos y tecnologías que están emergiendo de los laboratorios de desarrollo y de los hospitales - sean psicofármacos, medicamentos para mejorar el tono muscular o borrar selectivamente algunos recuerdos, análisis genetico prenatal, o terapias genéticas - pueden fácilmente ser utilizados tanto para “mejorar” la especie como para curar la enfermedad”. Y ofrece una precisa y compacta definicion de la visión transhumanista: “según el pensamiento transhumanista, los seres humanos tienen que rescatar su destino biológico de las manos de los ciegos procesos de variación aleatoria y adaptación de la evolución, y avanzar hasta la próxima etapa como especie”.<br />Mejorar a los seres humanos a través de la tecnologia estará algún día en el centro del debate político, que promete ser muy acalorado, y cuyos resultados impactarán sobre el futuro de las biotecnologías y de las tecnologías avanzadas de la información, así como sobre el conjunto de la sociedad entera. Todos tenemos que empezar a pensar dónde nos queremos situar en este debate. En las palabras del autor canadiense Christopher Dewdney “Lo que pasará, en la era transhumana, es que la mente y la materia se mezclarán” (Last Flesh: Life in the Transhuman Era). Y eso es todo lo que podemos decir con seguridad en este momento: la mente y la materia se mezclarán.<br />En otras palabras, con “herramientas” integradas en nuestros cerebros, todos, hombres y mujeres (o quién sabe, ¿quién ha dicho que seguirán existiendo nada más que dos sexos?) van a poder controlar su entorno material mucho más y mejor, existirán nuevos sistemas culturales, sociales y económicos que hoy ni siquiera podemos imaginarnos, y las vidas de los posthumanos se parecerán muy poco a nuestras vidas limitadas. Viendo que estos enormes cambios se van acercando, algunos hablan de una inminente “Singularidad”: el momento en el que el crecimiento exponencial de la tecnología y de la cultura se hace tan rápido que provoca una ruptura catastrófica con el pasado y el nacimiento repentino de un nuevo mundo. Otros, como por ejemplo yo, creen que los humanos se adaptarán suavemente a los cambios futuros, como siempre nos hemos adaptado a los cambios en el pasado, y que las cosas seguirán pareciéndose a “lo de siempre” para aquellos que vivan a través de los cambios.<br /><em><span style="font-size:85%;">Giulio Prisco, licenciado en Física Teórica y Computacional, es Miembro del Consejo Editorial Tendencias Científicas y Vicepresidente de The World Transhumanist Association.</span></em>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-81783933329562459622009-12-06T08:48:00.001-08:002009-12-06T08:48:45.050-08:00La inmortalidad física se convierte en una especulación práctica<em>La crionización y las nuevas tecnologías sugieren que la inmortalidad puede ser la última frontera de la libertad</em><br /><br />La inmortalidad física ya forma parte de las hipótesis del futuro humano. Todavía es una especulación práctica que se apoya en la crionización y en las posibilidades de la tecnología para prolongar la vida indefinidamente. Sus partidarios argumentan que con la inmortalidad se conservaría gran parte del conocimiento adquirido por la humanidad, que hasta ahora se pierde con la muerte. Sin embargo, la muerte sigue siendo para muchos una etapa natural y una liberación, por lo que los “inmortalistas” son todavía una minoría de la que no sabemos si dentro de 100 años serán considerados unos visionarios o unos cómicos. Por Bruce J. Klein.<br /><br /><em> “Soy un vidente periférico. Puedo ver el futuro, pero sólo los bordes”. El auditorio rompe a reír al tiempo que el cómico Steven Wright cruza el escenario, se detiene, mira hacia arriba y secamente despacha otro comentario al aire “pretendo vivir eternamente” dice… “Por ahora, un éxito”.</em><br />De nuevo, risas. La mayoría de la gente se mofa con cierto cinismo de aquellos que creen en la idea de vivir eternamente.<br />Pero un grupo cada vez más grande de intelectuales, llamados a sí mismos inmortalistas, no se toman el tema de la inmortalidad a risa. Para ellos, la posibilidad de vivir eternamente –sin apoyarse en creencias o intervenciones sobrenaturales- es tan real como la vida misma.<br />Esto nos lleva a la pregunta: ¿por qué la inmortalidad física? Si preguntas a un inmortalista probablemente escuches algo como ésto: la naturaleza no tiene que ser el árbitro final entre la vida y la muerte.<br />Ésta es la respuesta corta. La larga tiene más matices.<br /><br />Historia del inmortalismo<br /><br />En Egipto extraían el cerebro y las vísceras de los reyes muertos y embalsamaban los cuerpos para enterrarlos bajo las pirámides, siempre en una búsqueda de la inmortalidad. La esperanza de la vida eterna no es nada nuevo.<br />La genealogía actual de los inmortalistas llega hasta los primeros días de la crionización, la práctica de congelar a los muertos esperando poder ser reanimados en un futuro.<br />El movimiento de la crionización nace prácticamente por completo del trabajo de un solo hombre, Robert Ettinger, autor en 1962 de “La prospección de la Inmortalidad” y conocido como el padre de la crionización.<br />Ya en los 60 Ettinger promovía la idea de la inmortalidad física, a través de su libro y de apariciones en tertulias televisivas. Las organizaciones aparecieron rápidamente, recuerda Ettinger. Éste incluso comenzó la suya propia, el Instituto de la Crionización, en 1967.<br />Casi cuatro décadas después, en el comienzo del siglo XXI, el movimiento inmortalista continúa creciendo. Son cientos los que han contratado una crionización y docenas están congelados a temperatura de cero absoluto en el Instituto de la Crionización y en una nueva instalación llamada Alcor.<br />Embriagados por las recientes promesas de los milagros de la nanotecnología y biotecnología, los inmortalistas conectan hoy fácilmente los puntos entre teoría y práctica.<br />Ven también una promesa en los actuales esfuerzos para alargar la vida. “Nunca antes tanta gente ha vivido tanto tiempo” dice Richard J. Hodes, director del Instituto Nacional del Envejecimiento. “La expectativa de vida se ha doblado en el último siglo, y hay hoy día 35 millones de americanos de más de 65 años”.<br /><br />Parando la sangría<br /><br />En medio de todo este optimismo sobre el potencial de la tecnología, la pregunta es: ¿por qué la inmortalidad física?<br />Piensa por un minuto en tus recuerdos de antes de nacer. Algo difuso, ¿no es cierto? La oscuridad perpetua, la nada y el olvido son buenas formas de describir el vacío prenatal. Bien, ésto es exactamente lo que los inmortalistas esperan tras la muerte. Frente a esto, la inmortalidad física es una alternativa bastante atractiva.<br />La inmortalidad física no sólo beneficia al individuo. “Cada uno de nosotros lleva un complejo universo de conocimiento, experiencias vitales y relaciones humanas”, dice el investigador en nanotecnología y escritor Robert A. Freitas. “Casi todo este rico tesoro de información se pierde para la humanidad con nuestra muerte”.<br />Freitas identifica de forma arbitraria en una ecuación la cantidad de conocimiento que acumulamos con la que cabe en un libro. Considerando que cada año mueren unos 52 millones de personas y en la Biblioteca del Congreso americano hay más de 18 millones de ejemplares, tenemos una verdadera crisis de pérdida de conocimiento. “Cada año permitimos la destrucción de un conocimiento equivalente a tres Bibliotecas del Congreso”.<br />¿Convencido? Si ésto no es suficiente para que ya corras a por las multivitaminas, considera ésto: sin la inmortalidad física, tendremos problemas a corto plazo.<br />“La preocupación por el modo en que salimos de este mundo se está quedando pequeña al lado de la creciente certeza de que no hay nada después”, nos sugiere David Nicholas, autor del artículo “Inmortalidad: la última frontera de la libertad”, pequeña y conocida pieza libertaria. “Sin la posibilidad de continuidad se trunca la perspectiva y el pensamiento a corto plazo domina en un mundo de invernadero”<br /><br />Razón sobre fé<br /><br />A pesar de los argumentos, puede que nunca demos una respuesta completamente satisfactoria a la pregunta ¿por qué la inmortalidad física? Es del mismo modo imposible probar la conclusión de que la muerte equivale al olvido.<br />Persisten sin embargo los inmortalistas, atacando a menudo la fé en una vida sobrenatural después de la muerte al tiempo que promueven los valores de la inmortalidad física. “Negada la posibilidad de supervivencia a través de la agencia sobrenatural secular, el hombre occidental ha sido dañado psiquicamente ”, dice Nicholas. “La prolongación de la vida parece sin sentido y absurda, y el miedo a la muerte y la nada reposa justo bajo la superficie de la conciencia diaria”.<br />“Los sueños ancestrales de inmortalidad pueden no haber estado equivocados pero dependían más de la fé que de hechos”, continúa Nicholas. “El progreso científico comienza ahora a permitir que la inmortalidad personal se traiga al menos dentro de las fronteras de la especulación práctica”.<br />Algunos, y de forma notable el máximo asesor de George W. Bush en materia bioética, Leon Kass, intentan prevenir las manifestaciones de esta especulación. Kass resulta el perfecto antagonista para la saga de inmortalistas. Como escritor y orador excepcional, consigue retorcidas acrobacias filosóficas cantando las alabanzas de una muerte con justificación moral”.<br />En su libro Vida, Libertad y la Defensa de la Dignidad, Kass no deja dudas sobre sus convicciones, escribiendo “Tras un tiempo, no importa lo sanos que estemos, no importa el respeto y posición social que ostentemos, casi todos nosotros dejamos de mirar el mundo con ojos nuevos. Pocas cosas nos sorprenden, nada nos conmueve y la justa indignación ante la injusticia muere”.<br />Kass no es el primero que sugiere esto. En el fondo, la vida eterna parece completamente antinatural, y la muerte deseable. Los inmortalistas llaman a este tipo de razonamiento pensamiento “mortalista”. Alan Harrington, autor de ciencia ficción, dijo una vez que “morimos antes de morir” y nos sucicidamos “a plazos”.<br />Pero mirar a la religión no es la respuesta. “Solo podemos tramar nuestra libertad desde la muerte, no rezando por ella”, dice Harrington. Y la inmortalidad no tiene que ser suave. “Habiendo inventado a los dioses podemos convertirnos en ellos”, sugiere Harrington.<br />Tal vez se les puede objetar a los inmortalistas que están demasiado pronto en un mundo que abraza a la muerte como una bienvenida liberación. Pero adelantarse es un problema al que las mentes avanzadas han tenido que enfrentarse históricamente.<br />¿Mirará la humanidad atrás dentro de 100 años para llamar a los inmortalistas visionarios o cómicos? Nos veremos en el 2103 para saberlo.<br />Bruce J. Klein es director del Instituto de la Inmortalidad, una organización sin ánimo de lucro, humanitaria y constituida por cibernautas. Artículo publicado originalmente en Betterhumans. Se reproduce con autorización del autor.<br /><br />Traducción del inglés: Juan R. NegrilloUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-24723971560098132012009-12-06T08:45:00.000-08:002009-12-06T08:47:26.155-08:00El posthumanismo toma cuerpo de naturaleza en la sociedadLas hipótesis sobre el surgimiento de un nuevo prototipo humano abren un período de reflexión sobre las promesas de la tecnología<br />La humanidad está a las puertas de un nuevo salto evolutivo basado en las posibilidades de manipulación de sus genes y en las de la simbiosis hombre-máquina, lo que ha dado origen a diversos escenarios de evolución que, por un lado, asustan, y por otro son motivo de esperanza. Al final todo dependerá del uso que los humanos demos a la tecnología. Por Adolfo Castilla.<br />Cuando hace varios años se comenzó a hablar del hombre post-humano y del post-humanismo, se hizo por parte de grupos extraños guiados por el secretismo y la iniciación.<br />Eran una especie de sectas que creían tener en sus manos claves sobre el futuro del hombre, difíciles de entender por el conjunto de los mortales.<br />Hoy, sin embargo, se habla del tema abiertamente y existen cada vez más libros y publicaciones sobre la materia de científicos y pensadores plenamente reconocidos e integrados en la sociedad.<br />El tema de un hombre generado in vitro, mejorado genéticamente, biónico, e incluso, clonado, se trata con naturalidad, ya sea para oponerse a ello o para defenderlo.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Limitaciones legales</span></strong><br /><br />El tema en muchos aspectos no está nada claro y así lo demuestran las limitaciones adoptadas cada vez por más países, en cuanto a la prohibición de investigaciones y experimentos sobre ciertas materias. Por ejemplo, las investigaciones sobre células madre y sobre la clonación humana.<br />Eso en cuanto a las investigaciones propiamente genéticas y biomoleculares, pero existe además la biónica --inicialmente la ciencia que trata de aplicar las soluciones de los seres vivos a la ingeniería mecánica-- y hoy generalizada a la incorporación de tecnología en forma diversa a la fisiología del hombre.<br />Es un tema antiguo porque como tal biónica se podrían considerar las ortopedias e implantes de otras épocas, los cuales pueden sufrir ahora cambios cualitativos considerables al basarse en los microchips y la tecnología digital en general, la interrelación del ordenador con el cerebro humano y la nanotecnología. También en este terreno hay preocupación en la sociedad y disposición a no permitir cualquier cosa.<br />De todo ello se nos puede venir encima un mundo ya descrito con tintes sombríos, según el hombre actual, en la visionaria obra de Aldous Huxley, Brave New World, publicado en 1932. Un libro cargado de lógica en cuanto a las leyes de la evolución, formuladas inicialmente por Charles Darwin, y aceptadas generalizadamente.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Nuevo salto evolutivo</span></strong><br /><br />Leyes, por cierto, hoy corregidas importantemente por algunos expertos en cuanto a la no aceptación de la escasez, la lucha por la supervivencia y la fuerza del más apto, como reglas rectoras de la evolución.<br />Más bien, defienden hoy algunos expertos, el salto adelante de nuestra especie, y la aparición de nuevos especímenes, se produce por la simbiosis o unión de lo esencial de dos formas de vida distintas. Esos saltos, por otra parte, no se producen linealmente, sino en forma de pulso o “catastrófe”.<br />En pura lógica, por tanto, y sin entrar de lleno en las interioridades de la genética, da la impresión de que la humanidad puede estar a las puertas de un nuevo salto evolutivo basado en las posibilidades de manipulación de sus genes y en las de la simbiosis hombre-máquina.<br />A ello se refieren publicaciones actuales muy variadas debidas a autores tales como: Kurzweil (1999), Truett Anderson (1996), Stock (1993 y 2002), Silver (1998), Comings (1996), Dyaz (1999), Fukuyama (2002) y muchos otros.<br />Para los objetivos de este artículo, relacionados con la conveniencia o no de guiar y controlar la investigación y la tecnología producida por el hombre, se revisarán someramente tres de esas publicaciones: Dyaz, Stock (2002) y Fukuyama.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">El mundo según Dyaz</span></strong><br /><br />La primera, titulada Mundo Artificial, es un libro reducido, aparentemente informal y desenfadado, publicado en España en 1998, por una editorial de divulgación atacada a veces por su literatura “basura”, pero que resulta enormemente sugerente y se adelanta en el tiempo a lo publicado a nivel internacional más recientemente.<br />No se utiliza la denominación “Post-Humano”, pero sí los conceptos que hay detrás de ella, sobre todo al establecer en su primer capítulo la ecuación:<br /><br />Homo sapiens v.1.0 + hi-tech = Homo sapiens v.2.0<br /><br />la cual se explica a lo largo de los tres siguientes, titulados: “Mente y tecnología”, “Cuerpo y tecnología” y “Vida artificial”.<br />El autor, un hombre polifacético, educado y muy informado, se declara totalmente partidario de lo artificial definido como: todo aquello incapaz de aparecer de manera espontánea fuera del hábitat del ser humano o de cualquier derivación de dicho hábitat.<br />Parece, de hecho, despreciar todo lo natural y la naturaleza propiamente dicha, tachando de miedos y prejuicios, las reservas existentes en el mundo en cuanto a lo artificial y en cuanto a la defensa a ultranza de la naturaleza y los productos naturales. Productos que, en lo relativo a la alimentación, serán abolidos en el planeta, según él, tempranamente en el siglo actual.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Espacios artificiales<br /></span></strong><br />En contra de una parte importante del pensamiento actual, el autor declara como objetivo del hombre el robo de terreno a lo natural con tecnología punta y la defensa del hombre ante la naturaleza, entre otras cosas, creando espacios artificiales en los que dicha naturaleza no esté presente.<br />Como es lógico, es absolutamente partidario de la clonación, de la biónica y de lo que hoy llamaríamos un ser post-humano. Tal cosa se puede deducir de la siguiente cita: Lo que preocupa a los puristas es que, si comenzamos a efectuar modificaciones genéticas en las células germinales durante una serie de generaciones, al final el ser humano ya no será como hoy. Se habrá perdido la esencia del Homo sapiens. A mí me parece fantástico. Librarse de todas las fastidiosas enfermedades hereditarias, ampliar mi capacidad muscular, mejorar mis aptitudes intelectuales... ¡Demonios, claro que cambiaremos!. Pero a mejor. No me importaría que me crecieran alas, o propulsores a chorro en las axilas, o que fuera capaz de respirar metano y amoniaco para poder colonizar Venus. Y si el problema es que ya no seguiré siendo un Hombre, en ese caso que los lingüistas y los filósofos busquen nuevos términos. PP 131-132.<br />En uno de los apéndices del libro se hace una cronología año por año del siglo actual, con indicación del acontecimiento más destacado en cada uno de ellos. Algunos de dichos acontecimientos son espectaculares:<br /><br />2013 -- Se prohíben los alimentos de origen natural.<br />2022 -- La ONU concede al ciberespacio la categoría de séptimo continente.<br />2032 -- La telepresencia provoca el cierre de la última compañía de vuelos regulares.<br />2071 -- Se institucionaliza el vertido de cerebros al ciberespacio, tras la muerte de los individuos, que se convierten así en entidades autónomas<br />2088 -- Nacimiento de Beethoven 2, a partir de una clonación.<br />2100 -- Muerte y disección del último ser humano.<br />Ante un derroche de imaginación y de posibilidades para el mundo como la mostrada por este libro, la primera reacción es la de preguntarse si tiene algún sentido un control social de la tecnología en la forma tradicional en la que esta materia ha sido tratada; la segunda, si es posible y aconsejable guiar al hombre en ese mundo potencial que se avecina; y la tercera, ¿cómo hacerlo?.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">La hipótesis Stock</span></strong><br /><br />El segundo libro a revisar se debe a Gregory Stock, un escritor y científico, director del Programa sobre Medicina, Tecnología y Sociedad de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en Los Ángeles.<br />Su significativo título es Redesigning Humans. Our Inevitable Genetic Future. Al igual que en libros anteriores tales como, Metaman, The Merging of Humans and Machines into a Global Superorganism, y el best-seller The Book of Questions, el autor se enfrenta sin prejuicios ni temores, y aparentemente con grandes conocimientos, a la revolución genética en marcha.<br />Al igual que Dyaz, defiende este segundo autor las revoluciones en los conocimientos actuales y no se asusta de lo que nos puedan traer consigo, comenzando curiosamente su libro por el capítulo titulado: El último humano (The Last Human).<br />Antes, y a modo de introducción, establece su actitud de partida con deliciosos poemas de Tucídedes y Marcus Garvey, en los que respectivamente se defienden el conocimiento y la visión clara de las cosas que se avecinan, ya sean benignas o peligrosas, sin en ningún caso asustarse ni darles la espalda; y la autonomía del hombre sin más límites que Dios y el cielo y sin más medida que la Eternidad.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Revolución imparable</span></strong><br /><br />El posicionamiento general de Stock ante la revolución genética es que nada ni nadie podrá pararla, ni en cuanto a la selección de los genes de un embrión, ni en cuanto a la ingeniería de las células germinales en general, ni siquiera en cuanto a la clonación.<br />Y esto porque nadie se detendrá ante ninguna barrera cuando se trate de salvar la vida de un hijo, evitarle enfermedades o mejorar sus características físicas e intelectuales. Mucho menos, si se trata de mejorar la vida de uno mismo o de alargarla.<br />Cree, sin embargo, este autor, que estas cosas no deben asustar porque nunca se harán por verdaderos científicos y médicos hasta que no haya seguridad de tener éxito y estén perfectamente resueltas.<br />No las ve él, por otra parte, tan inmediatas como determinados libros de ciencia ficción y determinadas películas pueden hacernos creer. Da en este sentido mucha importancia al tiempo y a la madurez de la sociedad para enfrentarse a esos cambios, analizando los problemas físicos y morales que la revolución genética puede traer consigo.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Evolución creativa</span></strong><br /><br />A muy largo plazo, según Stock, el hombre puede diferenciarse sustancialmente de los humanos actuales, pero más en un sentido verdaderamente evolutivo y sin traumas que en un sentido monstruoso.<br />Tiene confianza en tal futuro porque los hombres aprenderán de sus errores y porque a diferencia, dice él, de la energía nuclear, las nuevas tecnologías genéticas no son peligrosas en cuanto a destrucción masiva de las personas.<br />Cree poco en la llamada “Constitución Genética” que protegería a los embriones de la manipulación y les daría el “derecho genético” a que nadie altere sus genes.<br />Y, finalmente, es partidario de una orientación en el sentido de libre-mercado donde exista una verdadera libertad de elección de los individuos.<br />Dicha orientación puede ir acompañada de una modesta supervisión de la sociedad y, sobre todo, de robustos mecanismos de aprendizaje social que permitan al hombre protegerse de los abusos y asignar recursos a todo aquello que sea bueno para alcanzar las metas deseadas.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">El futuro según Fukujama</span></strong><br /><br />El tercer libro a glosar es el muy reciente de Francis Fukuyama, Our Post-Human Future. Fukuyama es el conocido autor del controvertido, The End of History and the Last Man. Es Bernard Schwartz Professor de Economía Política Internacional en la Escuela Paul H. Nitze de Estudios Internacionales de la Universidad Johns Hopkins. Ha sido nombrado miembro del Consejo Asesor del Presidente de los Estados Unidos sobre Bioética.<br />En esta ocasión Fukuyama parece actuar como regulador profesional de un cuerpo al servicio de una Administración Pública conservadora como la de George Bush Junior.<br />Su mensaje es conservador y a favor del control social de la tecnología, aunque comienza su libro analizando las ventajas para el hombre de las nuevas tecnologías genéticas e introduciendo relatividad sobre el hombre y lo humano, análogamente a los dos autores anteriores.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Futuro diferente</span></strong><br /><br />No ve en ese sentido, grandes problemas sobre la superación del Homo sapiens actual y por eso habla también de un futuro post-humano para el hombre. Pronto, sin embargo, comienza buscando algo sobre lo que apoyarse en cuanto a establecer reglas y directrices para actuar sobre dicho futuro.<br />Buscando razones para el control social de la tecnología genética, recuerda en el primer capítulo de su libro, dos de las publicaciones del siglo pasado más representativas en relación con predicciones sobre el futuro de la Humanidad.<br />Se trata de 1984, de George Orwell (publicada por primera vez en 1949) y Brave New World, de Aldous Huxley, (publicada en 1932). Considera Fukuyama que la primera ha acertado en describir una sociedad de la información y de los conocimientos como la actual, en la que todos los hombres están interconectados, pero ha fallado en cuanto a la existencia de un Big Brother que todo lo controla y centraliza. Internet, según él, va en una dirección absolutamente contraria: es el terreno de la libertad total, de la autonomía individual y de la descentralización.<br />Considera también que la Sociedad de la Información y las tecnologías de las telecomunicaciones y la comunicación, necesarias para ello, se han desarrollado sin ningún control social, porque nunca se han considerado peligrosas para la sociedad.<br />A este aspecto le da mucha importancia, al basar en la potencial peligrosidad de una tecnología la necesidad o no de control y planificación.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Camino correcto</span></strong><br /><br />En cuanto a Brave New World, considera que es ahora, y sobre todo en los próximos años, cuando sus predicciones pueden contrastarse con el mundo real, al referirse a un futuro en el que hombre podrá manipularse a sí mismo produciendo criaturas de características determinadas.<br />Prevé que, al igual que ha ocurrido con las predicciones de Orwell, tampoco en el caso de Huxley, las cosas llegarán a ser tan malas como este último autor suponía.<br />Confía así, como otros autores, en el hombre y en sus capacidades de encontrar el camino correcto de evolución, por más que haya momentos en que se tengan serias dudas sobre ello.<br />Para demostrar la existencia de terrenos tecnológicos en los que la sociedad ha actuado con energía controlando y limitando los desarrollos, revisa lo ocurrido con la tecnología nuclear, ratificando el éxito alcanzado.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Legislación versus regulación</span></strong><br /><br />Basándose en este ejemplo concluye que no puede haber reservas en cuanto la capacidad del hombre para controlar determinados desarrollos tecnológicos y en cuanto a la bondad de ello. Avala así la práctica de una evaluación social de la tecnología.<br />Como no todo es válido en la revolución genética actual, se plantea trazar las líneas rojas que no deben superarse y encuentra los criterios para ello en la Naturaleza física de mundo y en la conexión del hombre a ella. Es decir, hay una naturaleza humana, íntimamente unida a la Naturaleza con mayúsculas, y surgida de ella, cuya conservación parece merecer la pena.<br />En cuanto a como llevar a cabo el control, es firmemente partidario de la legislación y la regulación, no considerando suficiente la reflexión y el consejo asesor de expertos y científicos.<br />Como siempre ocurre con la tecnología, las espadas están en alto y con frecuencia se hace uso del viejo aserto: “la tecnología es siempre neutral y lo que puede ser bueno o malo es su aplicación”.<br />Adolfo Castilla es catedrático de Economía Aplicada.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-59804974725942352722009-12-06T08:44:00.000-08:002009-12-06T08:47:42.645-08:00El plan para la vida eternaEstoy sentada en una sala oscura, escuchando al neurocientífico Anders Sandberg describir el modo de realizar barridos (o escanéos) de secciones ultradelgadas de cerebro. Primero, se embebe el cerebro en plástico, y luego se usa una cámara combinada con un haz de rayos láser y un filo de diamante para capturar imágenes del tejido a medida que se va cortando.<br />El método se está desarrollando (en ratones hasta el momento) para entender mejor la arquitectura del cerebro. Pero Sandberg, que trabaja en la Universidad de Oxford, tiene en mente un objetivo más ambicioso. Para él, este trabajo es simplemente el primer paso hacia la lectura y posterior almacenamiento de los contenidos del cerebro humano – recuerdos, emociones, y todo lo demás – en una computadora.<br />Esta es la sesión de apertura de la novena edición de la reunión anual de la Asociación Mundial de Transhumanistas (WTA) en Chicago. Sandberg y sus compañeros transhumanistas planean esquivar a la muerte empleando tecnologías tales como la inteligencia artificial, la ingeniería genética y la nanotecnología para acelerar radicalmente la evolución humana, logrando finalmente la fusión entre hombres y máquinas para hacernos inmortales. Este objetivo aún no es posible, razonan los transhumanistas, pero si logran vivir lo suficiente – unas pocas décadas quizás – la tecnología seguramente lo permita.<br />A muchos, estas ideas les asustan seriamente, y los transhumanistas han sufrido ataques por poner en peligro el futuro de la humanidad. ¿Qué pasa si terminan creando una raza elitista de superhumanos dispuesta a esclavizar a las masas de no modificados? ¿Qué sucedería si programasen un ejército de nanobots autoreplicantes que nos transforman a todos en cieno gris? En 2004, el científico político Francis Fukuyama afirmó que el transhumanismo era “la idea más peligrosa del mundo”.<br />Ahora, este movimiento a pequeña escala intenta convertirse en una corriente importante. El número de miembros de la WTA ha subido de 2.000 a casi 5.000 durante los pasados siete años, y los grupos de estudiantes transhumanistas han florecido por los campus universitarios, desde California hasta Nairobi. La idea ha atraído a una serie de seguidores poderosos que la respaldan, incluyendo a Peter Thiel, cofundador de PayPal, quien recientemente donó 4 millones de dólares para la causa, y el productor musical Charlie Kam, que pagó los costes de la conferencia en Chicago. Por primera vez, la organización ha reclutado a celebridades para las conferencias, por ejemplo el actor y ecologista Ed Begley Jr y el veterano de Star Trek William Shatner.<br />Otros participantes famosos aparecen también en la lista, incluyendo al desarrollador de Inteligencia Artificial Ben Goertzel, al biólogo especializado en longevidad Aubrey de Grey y al futurista Ray Kurzweil, profeta oficioso del grupo. Kurzweil ha causado recientemente un gran revuelo con su best seller “La singularidad está cerca”, que explora lo que sucede cuando nuestra tecnología se vuelve más inteligente que nosotros. Con los transhumanistas deseando atraer a las masas a su causa, he venido a Chicago para descubrir si se merecen su peligrosa reputación.<br /><br /><strong><span style="color:#660000;">Salvar a la humanidad</span></strong><br /><br />No parecen demasiado amenazadores, aunque tal vez tampoco sean demasiado diversos. La mayoría de los miembros de la WTA son hombres blancos y de mediana edad, aunque el secretario de esta organización y anterior monje budista James Hughes (véase el ensayo “¿El fin de la Tierra?“) espera atraer a un espectro más amplio de población subrayando los objetivos democráticos de la organización. La WTA insiste en que toda nueva tecnología debe usarse de manera justa y ética y siguiendo los tratados globales que regulan el progreso. Algunos transhumanistas hacen campaña por el acceso igualitario al sistema de salud y para proteger la nueva tecnología.<br />El teórico de la Inteligencia Artificial (IA) Eliezer Yudkowsky también cree que el movimiento se ve dirigido por un imperativo ético. Estima que la creación de una inteligencia artificial superhumana es la mejor oportunidad que los hombres tienen para solucionar sus problemas: “Decir que la IA salvará el mundo, o curará el cáncer, suena mejor que decir ‘No se qué es lo que va a pasar’”. Yudowsky cree que es crucial crear una super-inteligencia “amistosa” antes de que alguien cree (a propósito o no) una malévola. “Más tarde o más temprano alguien va a crear esta tecnología”, comenta. “Si se consigue crear de forma chapucera un ente con IA capaz de auto-perfeccionarse, podríamos vernos en grandes problemas”.<br />El tema de la salvación de la humanidad continúa con presentaciones sobre cyborgs, criónica y la aparición de una IA bebé en el mundo virtual Second Life. También se habla de tácticas de vigilancia para detener a los tecno-terroristas y se sugiere una solución para la explosión demográfica: cargar a 10 millones de personas en un chip de computadora de 50 céntimos. Se tienden a olvidar los asuntos más inmediatos a los que se enfrenta la humanidad, por ejemplo: la pobreza, la contaminación y la devastación de la guerra.<br />Descubro el lado menos igualitario de la comunidad transhumanista cuando me encuentro con Marvin Minsky, el octogenario artífice de las redes neurales artificiales y cofundador del laboratorio de IA en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). “Los ciudadanos ordinarios no sabrían que hacer con la vida eterna”, comenta Minsky. Minsky argumenta: “las masas no tienen objetivos o propósitos claros. Solo los científicos, que trabajan sobre problemas cuya solución podría requerir de décadas, apreciarían la necesidad de extender su vida”.<br />Minsky también está incondicionalmente en contra de regular el desarrollo de las nuevas tecnologías. “Los científicos no deberían tener responsabilidades éticas por sus inventos, deberían ser capaces de hacer lo que quieran”, comenta. “No debería pedírseles que tuvieran los mismos valores que otras personas”.<br />El movimiento transhumanista se ha visto enfrentado a lo largo de los últimos años con discusiones internas muy duras entre socialdemócratas como Hughes, y liberales como Minsky. ¿Logrará la charla de Kurzweil unir a las facciones enfrentadas? En la reunión del último día, el diminuto hombre de 59 años sube a la palestra, con sus gafas de carey, su utilitario traje azul y un reloj de Mickey Mouse. Kurzweil ofrece una nueva solución posible para los dilemas del día a día, tales como paneles solares creados con nanoingeniería para librar al mundo de su adicción a los combustibles fósiles. Pero no está de acuerdo con los programas financiados por los contribuyentes, tales como la atención médica universal, y tampoco con la regulación sobre las nuevas tecnologías. Además Kurzweil cree que ni siquiera las prohibiciones estrictas bastarán para controlar o retardar el fin de la humanidad tal y como la conocemos.<br />“La gente dice algunas veces: ‘¿Es que vamos a permitir que aparezcan los transhumanos y la inteligencia artificial?’, comentó Kurzweil a su audiencia. “Bueno, no recuerdo que se hiciera una votación sobre si debería existir Internet”.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7492275746832032058.post-18661922173823705412009-12-06T08:42:00.000-08:002009-12-06T08:43:24.597-08:00Esperando a ser transyo: el transhumanismo en la obra de EganGreg Egan no es un autor fácil. Cualquiera que se haya aventurado en alguna de sus novelas puede dar fe de ello. Eso no quita que el esfuerzo valga la pena, sobre todo si te atrae la especulación de altos vuelos, la metafísica, la epistemología y disciplinas tan exóticas (y enloquecedoras) como la mecánica cuántica o la teoría del todo (la que unificará en un solo enunciado las explicaciones para las fuerzas electromagnética, gravitacional, fuerte y débil... con la teoría de la información como invitada de última hora). Las ideas que esgrime van de lo sorprendente a lo portentoso, y tal vez su gran problema sea que las dispara en ráfagas, poniendo a prueba nuestra capacidad como lectores para ir asimilándolas.<br />Sus historias tienen lugar en el futuro, un futuro que no está en general demasiado alejado en el tiempo (lo bastante próximo como para que sus lectores más jóvenes puedan albergar la esperanza de seguir dando guerra por entonces), pero, eso sí, diferente, casi alienígena en muchos aspectos; distinto de un modo global, no en dos o tres aspectos escogidos para dar “color temporal” al escenario. Esto, por un lado, ofrece una riqueza y profundidad a las historias difícil de igualar, pero también puede llegar a saturar si no se mastica con cuidado la información. Quien mejor ha explicado esta circunstancia, llevada a sus últimas consecuencias, puede que haya sido Warren Ellis en el octavo número de su excepcional serie “Transmetropolitan”, titulado “Otra fría mañana”. En este cómic se relatan las experiencias de una activa mujer de finales del siglo XX, criogenizada y vuelta a la vida en un mundo extraño e irreconocible, donde hasta lo más cotidiano le resulta incomprensible. El shock cultural la convierte en un zombie que contempla desde fuera, superado incluso el asombro, una vida en la que no puede integrarse. Pues bien, ésa es la sensación que muchas veces se experimenta leyendo a Egan, la de que hemos sido lanzados en medio del futuro sin cinturón de seguridad. En este sentido, cabe resaltar la idoneidad de su obra breve para examinar algunas de sus más revolucionarias ideas por separado, sin que nos distraiga la interferencia de todas las demás. Pero ya volveremos más adelante sobre esto.<br />Sus novelas son densas, con varios niveles de lectura posibles, y para complicar las cosas nunca puedes estar seguro de cuándo un elemento que parecía de relleno (y al que, por consiguiente, no le has prestado demasiado esfuerzo) va a convertirse en un puntal de la trama subsiguiente. En estas condiciones, no es de extrañar que determinados aspectos cobren protagonismo y oscurezcan al resto. Suele tratarse del fundamento teórico físico, que a menudo se emplea como excusa para ir hilvanando el argumento y que con frecuencia nos obliga a dar un par de saltos al vacío en cuanto ha llegado al límite de los actuales conocimientos... o directamente a asumir como axioma un dato que será la base sobre la que se construirá la especulación (la teoría del polvo de “Ciudad Permutación” o la explicación al colapso de la función de onda en “Cuarentena” son buenos ejemplos).<br />Entre los aspectos oscurecidos se cuentan, por ejemplo, la brillante especulación biológica (salvo en el caso de la base argumental de “Teranesia”, donde ignora de un plumazo todos lo datos de la genética evolutiva por mor de describir y sacar partido a un espectacular proceso mutacional), en menor grado los aspectos filosóficos de las teorías esgrimidas y, sobre todo, los personajes, hasta el punto de ser a menudo considerados, con cierta indulgencia, como meros maniquíes al servicio del autor para que éste exponga en todo su esplendor su parafernalia postciberpunk.<br />Tal vez esto sea así en cierto sentido. Si tienes una novela de trescientas páginas donde debes lidiar con un mundo caótico, repleto de maravillas (y pesadillas) tecnológicas, cambiado en determinados aspectos hasta casi más allá de lo reconocible, además de profundizar en abstrusos planteamientos cosmológicos y gnoseológicos (“El Instante Aleph”), supongo que es natural que la complejidad de los personajes se manifieste en modos bastante inusuales (nada que ver con el típico drama intimista). Y es que los protagonistas a través de los que se nos relata la historia suelen ser bastante fríos, más dados a la reflexión que al sentimiento; e incluso un tanto raros, cínicos, un poco outsiders en sus propias sociedades (algo imprescindible para servir de puente entre nuestra mentalidad y la de sus paisanos, ya que difícilmente alguien integrado de verdad constituiría un buen guía, pues daría demasiadas cosas por sentado). A este respecto, cabría mencionar algunas excepciones (a la frialdad, no a la falta de integración): Prabrir, el protagonista de “Teranesia”, y Martín, el de “Oceánico” (además de varios de los personajes de los cuentos de “Axiomático” enfrentados a situaciones extremas, como en “La caja de seguridad”, “La ricura” o “Amor apropiado”). En todo caso, no hay que dejar que el contexto y la extrañeza de sus dilemas nos hagan desdeñar a los personajes. Sería, de hecho, una verdadera pena, ya que Egan nos permite como nadie echarle un vistazo a nuestro futuro: la transhumanidad.<br />Pero bueno, vayamos por partes. ¿Qué es eso de la transhumanidad? Según definición de la Wikipedia, el transhumanismo es un movimiento cultural e intelectual internacional que apoya el empleo de las nuevas ciencias y tecnologías para mejorar la anatomía y las habilidades cognitivas y corregir lo que considera aspectos indeseables e innecesarios de la condición humana, como la enfermedad o el envejecimiento.<br />Por tanto la transhumanidad es, en dos palabras, "humanidad mejorada”.<br />Aunque es posible encontrar raíces tan lejanas como el propio concepto de medicina (cuya función es aliviar el sufrimiento y, por tanto, mejorar la vida humana), el componente científico/tecnológico no empezó a cobrar forma hasta la década de los veinte, con el trabajo del genetista J. B. S. Haldane (cuyas ideas influyeron, sin ir más lejos, en la obra literaria de su amigo Aldous Huxley), y el movimiento no se organizó hasta principios de los ochenta (justo a tiempo de influir en el cyberpunk). Por supuesto, muchas de las ideas transhumanistas ya llevaban tiempo circulando y asomando la cabeza en las obras de numerosos escritores de ciencia ficción, pero aún no habían cristalizado en una filosofía única. Podríamos decir que les faltaba focalización, un propósito bien definido.<br />Por supuesto, el camino no es sencillo y único. Existe toda una multitud de posibilidades para alcanzar el futuro transhumano, como el uso de la tecnología para prolongar la vida o facilitarla en medios hostiles (desde los clásicos cyborgs hasta implantes específicos, interfaces hombre/máquina o soluciones extremas como la recreación virtual de la personalidad) o el empleo de avances en las ciencias biológicas para obtener el mismo fin (modificaciones genéticas, neuronales, endocrinas, prolongación indefinida de la vida, evolución dirigida, eugenesia...). Por supuesto, una corriente seria de pensamiento debe ser autocrítica, así que no basta con examinar las posibilidades, sino también los peligros y los obstáculos que se prevén (pero evitando siempre el simplista complejo de Frankenstein).<br />En la obra de Greg Egan las ideas transhumanistas siempre están presentes. Su concepto de la ciencia ficción dura consiste en explorar cómo la tecnología afecta al hombre (y cómo éste empuja los límites tecnológicos). Resulta algo inevitable. Si la humanidad sobrevive a las próximas décadas se va a encontrar con poderosas herramientas a su disposición que, sin que quepa la menor duda, serán puestas a trabajar. Así que escribir sobre el futuro obliga a escribir sobre la transhumanidad. O debería obligar. No es muy habitual encontrarse en la misma novela con conceptos tales como realidad virtual y la esencia del ser o el significado de la inmortalidad (como reflexión, no como simple meta idealizada), pero esto es precisamente lo que podemos encontrar en “Ciudad Permutación”; y si ya resulta complicado encontrar una ficción acerca de la interpretación de Copenhage de la física cuántica, no digamos si además explora el papel y la responsabilidad del observador al negar la existencia de los múltiples estados descartados (“Cuarentena”). Quizás sea mucho pedir, pero viene a demostrar que audaces propuestas científicas no tienen por qué estar reñidas con la exploración filosófica y el estudio, en suma, de lo que significa ser humano y trascender dicha definición.<br />Bueno, supongo que ya podemos entrar en materia de verdad. A continuación detallaré algunas de esas ideas que he estado anunciando durante las páginas anteriores. Lo haré más o menos libro a libro (entre las novelas publicadas en España), aunque sin ceñirme con obstinación a este esquema, en especial por lo que respecta a hacer mención de alguno de los cuentos que componen “Axiomático” u “Oceánico”, en los que puede encontrarse la semilla para desarrollos posteriores.<br />Casi ni hace falta avisar que de aquí en adelante se revelarán algunos detalles de las tramas que tal vez no desearías conocer si aún no has leído el libro en cuestión (en realidad, las ideas tendrán que exponerse de un modo tan somero que serán poco más que breves bosquejos del bagaje filosófico que arrastran, pero no me gustaría negarle a nadie el placer de descubrirlas por su cuenta). Si en algún momento necesito comentar algo de verdad significativo ya lo avisaré con un poco de antelación para que podáis saltároslo (pero sólo hasta que hayáis subsanado la grave carencia lectora que os obliga a ello, ¿vale?).<br />CUARENTENA fue su primera novela de ciencia ficción (1992), aunque por estos lares fue la segunda que disfrutamos (Gigamesh, 1999). Como considero que es más acertado utilizar el orden cronológico de su escritura, será la primera en ser analizada en busca de trazas de transhumanismo. En fin, tampoco hay que buscar mucho, ya en la primera página se detallan las especificaciones de dos modificaciones neurales que permiten al protagonista recibir y asimilar mensajes mientras duerme (despierta con la información codificada en su cerebro). No son más que dos ejemplos de lo que en ese mundo del año 2.067 se conocen como módulos, modificaciones en el sistema nervioso central que permiten a quien las utiliza acceder (de forma transitoria o permanente) a habilidades que van desde experiencias recreativas a funciones avanzadas (como una impronta similar al GPS unido a la Guía Campsa o una oficina de trabajo virtual); o incluso ejercer control consciente sobre funciones corporales generalmente autónomas. La forma de acceder (casi siempre previo pago) a estos módulos es bien sencilla, se inhalan (se aspira por las fosas nasales nebulizado un medio bacteriano cargado de nanomáquinas cuya función consiste en rediseñar los circuitos neuronales). Nick, el protagonista, es un antiguo policía que abandonó el cuerpo a raíz del asesinato de su esposa y carga con la culpa de sus acciones de entonces, dictadas por los módulos profesionales que se le activaron automáticamente ante la situación de estrés (convirtiéndolo, según su propia definición, en un boy scout zombie). Para acabar de enredarlo todo, su principal implante se llama Karen, y es una recreación virtual de su esposa muerta que utiliza tanto como secretaria virtual como a modo de consuelo/autorreproche permanente (cabe remarcar que a pesar de que la “ve”, la “oye” e incluso puede “olerla”, Karen está sólo en su cerebro).<br />Los módulos constituyen una puerta abierta a las más insospechadas habilidades sobrehumanas. ¿Qué tal sería que nuestro cerebro pudiera realizar por su cuenta las funciones de PDA, teléfono móvil, consola de videojuegos, portátil, farmacopea y múltiples más? ¿Pero y si no se limitasen a actuar sobre las habilidades e implantasen ideas? Ésta es la premisa del cuento que da título a “Axiomático”. Los humanos obtienen la posibilidad de “elegir” cuáles serán sus creencias, sin importar cuán opuestas sean a sus principios normales. Pero, ¿cuáles son los normales? ¿Por qué si alguien decide libremente asumir como propias unas ideas deben dejar de ser normales? Para el receptor del módulo, por supuesto, no existe la menor diferencia. Además, como pueden ponerles periodo de caducidad, no hay problema en experimentar... a no ser que luego no resulte agradable vivir sin un axioma irrebatible como guía. En el mismo volumen, “El paseo” también involucra un módulo muy particular.<br />Y hablando de módulos especiales, cómo no hacerlo del que justifica la novela, un módulo que permite al protagonista controlar el colapso de la función de onda y, por tanto, escoger, en ausencia de otro observador, cualquier desenlace estadísticamente factible de un suceso dado, sin importar lo improbable que sea. Eso, que parece maravilloso, suscita graves reflexiones. ¿Es responsable Nick de “asesinar” a los múltiples Nicks que por azar se han encontrado en el estado cuántico incorrecto en un momento dado? ¿Y si no hubiera observadores? ¿Cuál seria la naturalaza “esparcida” de un ser que experimentara la realidad en todas sus manifestaciones posibles? Lo cual lleva a su vez a preguntar por qué treinta y tres años antes (la elección de la cifra es cualquier cosa menos casual) una burbuja aisló el sistema solar del resto del cosmos (evitando, quizás, que los humanos siguieran colapsando la función de onda en un universo esparcido y orgulloso de serlo).<br />Esta visión de la mecánica cuántica (la interpretación de Copenhage) no es la única. Egan también ha empleado una alternativa, la interpretación de los Mundos Múltiples en uno de los cuentos publicados en “Oceánico”, “Singleton”. En este cuento, uno de los personajes (sobre el que volveré más tarde) recibe de sus padres la posibilidad (tecnológica) de librarse de la falsa sensación de libre albedrío que todos compartiríamos, ya que en cada ocasión que se presentara una elección, lo que realmente ocurriría es que la realidad se dividiría en todas y cada una de las opciones. Gracias al Procs (que así se llama el dispositivo), Helen (que así se llama el personaje) elije realmente de forma determinista una única opción coherente con su personalidad y conocimiento. En resumen, el Procs otorga el don del libre albedrío a la humanidad esparcida. Si eso no es una mejora transhumana ya no sé qué puede serlo.<br />En “El asesino infinito” (contenido en “Axiomático”), Egan también se decanta por la interpretación de los múltiples mundos para ofrecernos la historia de un ejecutor encargado de frenar vorágines, saltos de realidad provocados por una droga ilegal. Todos los estados cuánticos tienen existencia real en mundos paralelos y el protagonista presenta la extraña virtud de ser esencialmente idéntico en todos ellos (y comportarse más o menos de la misma forma, lo cual aumenta sus posibilidades estadísticas de éxito). Claro que, ¿qué supone eso para cada yo individual? ¿Tiene alguna importancia cualquier opción específica si todas acaban siendo tomadas por alguna versión? ¿Cómo puede darse la conciencia de multiplicidad cuando la percepción está ligada a un estado propio específico?<br /><br />CIUDAD PERMUTACIÓN fue escrita en 1994, y publicada en España por Nova en 1998. En ella, el autor lleva hasta sus últimas consecuencias el concepto de Inteligencia Artificial y transhumanismo, mediante la idea de las Copias, recreaciones informáticas de la personalidad de individuos “reales”. Pero, si se llega a emular con suficiente fidelidad todos los procesos fisiológicos y neuronales que configuran la personalidad, ¿por qué no debe ser una Copia tan real como su modelo? Su objetivo es muy claro, ofrecen la inmortalidad, o al menos la inmortalidad de la conciencia... siempre que pueda considerarse que los recuerdos y la imitación de la forma de pensar constituyen una prolongación de la conciencia original. Al menos legalmente así se entiende en el contexto de la novela; por el momento, claro está, ya que nada se encuentra a salvo por completo de vuelcos políticos o catástrofes naturales. ¿O sí? Paul Durham, un informático, tiene la respuesta definitiva para tranquilizar a los más ricos del planeta: confiar una copia suya (puede haber varias activas, además del ser humano original, lo cual complica un tanto cómo considerarlas) a un macroproyecto: la simulación de un mundo virtual (la Ciudad Permutación del título) que una vez en marcha sigue computándose eternamente sin necesidad siquiera de un componente físico dedicado a ello. El fundamento técnico (que debe asumirse como cierto) es la Teoría del Polvo, un planteamiento más filosófico que científico, que implica la unión coherente e ininterrumpida en tiempo subjetivo de un “trabajo” computacional llevado a cabo por todas las partículas del universo interaccionando al azar durante toda la eternidad (al menos en teoría, poseen el potencial para construir todas las realidades, algo que he visto definido como materialismo platónico).<br />La primera parte de la novela tiene lugar en nuestro mundo físico y en ella se nos presentan por primera vez las copias (en particular la de propio Durham, que no está muy conforme con el papel que le ha tocado en suerte en el equipo y que, además, se ve privada de la capacidad de “suicidarse”). Por su parte, Maria Peluca, otro de los personajes, se ocupa de programar un entretenimiento para los ricachones: un autómata celular lo suficientemente complejo como para llegar a desarrollar por procesos evolutivos entes inteligentes; el mundo de Lambert. La idea de Durham es colarse como invitado en su propio universo artificial... y llevarse consigo una copia de Maria. Sólo que ésta no se siente muy inclinada a realizar ninguna copia, ya que por mucho que se multiplicase, su yo físico, lo que considera “real”, estaría muerto.<br />La segunda parte transcurre por entero en Eliseo, el espacio virtual donde se encuentra Ciudad Permutación, sin ningún lazo con la realidad física que ha dejado atrás. Allí las copias de los ricos viven una existencia verdaderamente transhumana, con todas las capacidades que un medio como aquél puede proporcionar a sus moradores, pero también con peligros insospechados en un entorno donde la coherencia se obtiene por pura inercia de la voluntad, donde la inmortalidad no es una opción sino una realidad demasiado cierta y donde la definición de la personalidad puede ser algo tan mutable como la elección de ropa (aunque, sin duda, mucho más significativa; el problema es que es imposible establecer cuánto).<br />El dilema de la consideración de las Copias como seres reales (e incluso alguna exploración adicional sobre el concepto) puede encontrarse en otro magnífico cuento de “Axiomático”, “Un secuestro”. Así mismo, y volviendo como ya había anunciado sobre “Singleton”, creo que es tiempo de considerar el pequeño detalle de que Helen no era humana por completo, sino una iada, un ser artificial (creado a partir de datos genéticos de sus “padres”). Parte de la trama de este cuento largo (casi novela corta) trata sobre el conflicto social que se suscita acerca de si aceptar dentro del seno de la humanidad a estos seres que piensan, actúan y sienten como el hombre.<br />Otros dos cuentos de “Axiomático”: “Aprendiendo a ser yo” y “Cercanía”, tratan sobre copias y su ética, aunque en su caso reemplazando al cerebro humano al mando del cuerpo mediante un procesador conocido como la Joya que recrea la mente original. Dos relatos estremecedores y ambiciosos como pocos, aunque superados a mi entender por el concepto de la Copia libre en un entorno virtual infinito.<br /><br />EL INSTANTE ALEPH, de 1995, cierra lo que se conoce como Trilogía de la Cosmología Subjetiva (no es que las tres novelas compartan hilos argumentales, ni siquiera se puede afirmar que formen parte de la misma realidad, sino que exploran el papel del observador inteligente en la configuración del universo... o de Su universo). La novela fue publicada en España por Gigamesh en el año 2000.<br />Se me hace difícil empezar, ya que de entre todas las obras publicadas en castellano, es ésta, sin duda, la más rica en ideas transhumanistas. Prácticamente cada página ofrece algo nuevo y extraño. La obra abraza la que sin duda es la corriente más plausible (por la naturaleza humana, que ésa no va a cambiar en un futuro próximo) del movimiento: el transhumanismo libertario, que defiende el derecho a la búsqueda personal del cambio siguiendo sólo las reglas del libre mercado. Junto con ayudas tecnológicas (el protagonista, Andrew Worth, un periodista científico, lleva implantada una cámara en su ojo y posee otros varios interfaces electrónicos), se dan modificaciones quirúrgicas (los autistas voluntarios son un ejemplo del derecho a “involucionar”, de acuerdo con las normas sociales, al prevalecer la voluntad personal y la potestad de dirigir su propia evolución), genéticas (en uno de las subtramas más inquietantes, un grupo de ricachones se segrega bioquímicamente del resto de la especie humana; suponiendo un desarrollo de la idea expuesta en el cuento “El foso” de “Axiomático”) y farmacológicas (con cócteles diseñados de forma específica para cada usuario y ocasión). Pero además trata cuestiones tales como la modificación de los sexos (hay siete “grados”: umasc, masc, imasc, ásex, ifem, fem y ufem; y la migración entre ellos no es algo raro), la legitimidad de las patentes biotecnológicas (buena parte de la trama acontece en Anarkia, una isla artificial construida con una ecología pirata) y, por supuesto, la teoría unificadora de las cuatro grandes fuerzas, que busca, literalmente, explicarlo todo (la TOE).<br />Lo más asombroso es que todos y cada uno de los temas se tratan y analizan en cierta profundidad, ofreciendo en muchas ocasiones tanto los pros como los contras de la tecnología, aprovechando, claro está, las inclinaciones naturales del protagonista. ¡A ver cuántas historias conocéis en las que el “héroe” sea un periodista científico! Y no se trata de una anécdota banal. Uno de los frentes principales que se abren en la novela es la lucha activa de la razón frente a la ignorancia. En un momento dado se comenta: “Cuando las personas dejaban de entender cómo funcionaban en realidad las máquinas que las rodeaban, el mundo que habitaban se disolvía en un paisaje onírico incomprensible. La tecnología avanza sin control, sin debate, provocando adoración u odio, dependencia o alienación”. Para Egan el conocimiento es fundamental, pues es lo que confiere la verdadera libertad para tomar decisiones (sean correctas o no). Aquí nos encontramos como antagonistas a las conocidas como sectas de la ignorancia, que defienden el concepto de que ya basta de investigar y jugar con conocimientos que nos superan. Son las fuerzas del oscurantismo, los etiquetados como bioluditas en los círculos transhumanistas, los enemigos del desarrollo y quienes tratan de interponerse en el camino evolutivo del hombre por miedo a dónde pueda conducir. Y llegamos al punto culminante de la novela (OJO, revelo algunos detalles significativos; como se suele indicar: Proceed at your own risk).<br />La conclusión es en realidad un comienzo. El Instante Aleph es una singularidad gnoseológica (más que tecnológica, que es la que propugna Vernor Vinge), un punto en el que todo cambia de forma tan abrumadora que ya no nos es posible entender lo que hay más allá. Al final de la novela los personajes ya no son sólo transhumanos, sino que han alcanzado el estadio superior, el posthumanismo. Sus capacidades (derivadas de la formulación de la TOE) los han hecho evolucionar tanto que ya no pueden ser considerados meros humanos, son algo diferente, como nosotros nos diferenciamos de los animales irracionales.<br /><br />TERANESIA fue escrita en 1997 y fue publicada por AJEC en el 2003. Se trata de una novela atípica en Egan, centrada en los personajes más que en la ciencia (que además cojea un poco; la genética evolutiva no es lo suyo). No es ajeno a este hecho el que sea la que acontece más cercana en el tiempo, apenas un par de décadas. Entre otros temas, habla sobre el sentimiento de culpa del protagonista (Prabir Suresh) por la muerte de sus padres, su identidad sexual y el drama de los refugiados de Timor Oriental (una cuestión en la que el autor está muy comprometido). Sin embargo, presenta también su porción de ideas transhumanistas. Se podría considerar sin problemas como un alegato del extropianismo, una corriente filosófica que propugna la necesidad de tomar parte activa en la evolución y mejora de la especie humana. (De nuevo me veo en la necesidad de adelantar acontecimientos, así que ya sabéis: spoilers alert). Los protagonistas se tropiezan con un mecanismo biológico revolucionario que combina evolución y computación cuántica para explicar los grandes saltos macroevolutivos (lo siento, no cuela). También descubren que si quieren escapar a un destino ignoto deberán entrar en una era post-darwinista de la evolución humana. Una vez más, es el intelecto asumiendo, gracias al conocimiento, el timón de mando.<br />Y con esto se terminan las obras publicadas hasta la fecha en castellano (en formato libro; hay varios cuentos sueltos en diversas revistas). Quedan a la espera “Diaspora” (1997), “Schild’s ladder” (2002) y, por supuesto, “Incandescence", cuya publicación en inglés está prevista en cuestión de meses (tras un interludio de seis años sin nuevas obras). De las dos ya publicadas, parece ser que “Diaspora” es la más cargada de temas transhumanistas, con la población humana dividida en tres grupos: los corpóreos (hombres de “carne y hueso”, aunque sin desdeñar importantes modificaciones genéticas), los robots de Gleisner (inteligencias artificiales que interaccionan con el mundo físico a través de cuerpos robóticos) y los acorpóreos (inteligencias artificiales que viven aisladas en entornos también virtuales dentro de superordenadores conocidos como polis). La investigación sobre un desastre a escala cósmica lleva al descubrimiento de nuevos conceptos físicos y a superar varias singularidades tecnológicas. Lo más curioso es que según se afirma por ahí “Schild’s ladder” es todavía más dura (es definida como la novela más dura de Egan, lo cual ella es decir) y sus personajes parecen ser directamente post-humanos. Casi no puedo esperar a echarles el diente.<br /><br />Ciudad permutación (Permutation city) - Nova, 1998 - ISBN 84-406-8567-X<br />Cuarentena (Quarantine) - Gigamesh, 1999 - ISBN 84-930663-0-3<br />El Instante Aleph (Distress) - Gigamesh, 2000 - ISBN 84-930663-7-0<br />Teranesia (Teranesia) - AJEC, 2003 - ISBN 84-96013-06-5<br />Oceánico - Cuásar, 2005 - ISBN 987-22090-0-6<br />Axiomático (Axiomatic) - AJEC, 2006 - ISBN 84-96013-26-XUnknownnoreply@blogger.com0